Hay un aspecto del matrimonio definido por Jesús, en el sentido en que Jesús dijo del matrimonio: «Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre». A veces no es el hombre quien separa, es Dios quien separa, porque llama al cielo al novio o a la novia. E’ qualche cosa di divino come, lasciate passar la parola, una piccola Trinità che si spacca. Ecco allora lo stato di vedovanza, maschile, femminile. Aquí está la viuda que queda como partida por la mitad; aquí está la figura del que dice: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?», en cuanto que la unidad se rompe por voluntad de Dios.
(Discurso de fundación del Movimiento Familias Nuevas – Chiara Lubich)
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