No al choque entre las civilizaciones sino “una composición armoniosa de las diferencias”, en donde se hace “presente” la “inagotable e infinita riqueza de Dios, pero también un mayor compromiso de dialogar y conocerse más”. Es el mensaje que llega desde el primer Simposio Internacional hebraico-cristiano, promovido por el Movimiento de los Focolares, que ha reunido a cientos de exponentes del cristianismo y del hebraísmo en el Centro Mariápolis, sobre el tema “amor de Dios, amor al prójimo, en las tradiciones hebraica y cristiana”. En su intervención, el martes 24 de mayo, en la mañana, el Card. Kasper, Presidente del Consejo Pontificio para la unidad de los cristianos, definió como “sorprendente” el desarrollo del diálogo hebraico-cristiano. Después de haber citado los gestos de Juan Pablo II, recordó que, enseguida después de su elección, Benedicto XVI quiso asegurar la continuidad. “Al Papa Ratzinger –dijo Kasper- lo conozco hace más de 40 años. Ha escrito mucho sobre la relación entre hebraísmo y cristianismo. Ha dado importantes aportes teológicos. Tiene en su corazón este diálogo”. Para el futuro, Kasper ha indicado tres retos: “Debemos hacer todo lo posible por conocernos”, por profundizar la investigación teológica recíproca y también la “colaboración”. En el “frente” de la pobreza, de los valores a favor de la vida, de la familia, para transmitir el Concilio a las nuevas generaciones. El congreso, empezó el lunes pasado con un saludo enviado por Chiara Lubich. La fundadora del Movimiento ha ofrecido su experiencia personal. “Les aseguro –dijo- que parece que el Espíritu aletee sobre estos encuentros, �cuánto más en este entre hebreos y cristianos!”. Por su parte, Zanghi –co-director del Centro para el diálogo- observó que la característica del simposio es la “apertura de cada uno al otro en una actitud de escucha que conduce al conocimiento en el seno del amor”. Ese amor entre nosotros que “abre el cumplimiento de las promesas de paz de los profetas”. Por la parte hebraica, Ibraham Skorka, Rector del Seminario Rabínico Latinoamericano de Buenos Aires, profundizó el “concepto de Hombre”, mientras que “la presencia y el silencio de Dios” fueron el núcleo central del tema de Jack Bemporad, director del Centro para la Comprensión Interreligiosa de Nueva York y del exegeta Gerard Rossé. Entre los relatores por la parte católica estuvieron, entre otros, los teólogos Piero Coda y Jesús Castellano. El diálogo del Movimiento de los Focolares con el mundo hebraico empezó hace diversas décadas. De especial importancia ha sido el encuentro que tuvo lugar en 1998, en Buenos aires, entre Chiara Lubich y una de las comunidades hebraicas más numerosas de América Latina. Los participantes estuvieron presentes en la audiencia general en la Plaza San Pedro. Fabrizio Mastrofini – “Avvenire” – 25 de mayo de 2005
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