Movimiento de los Focolares

“¡Que sea una alegría para el Papa Francisco!”

El lunes, 2 de septiembre, a las 10.45, la presidenta y el copresidente del Movimiento de los Focolares, María Voce y Jesús Morán, serán recibidos por el Papa Francisco en audiencia privada.   Se acerca un año importante para los Focolares: del 7 de diciembre de 2019 al 7 de diciembre de 2020, el Movimiento recordará el centenario del nacimiento de Chiara Lubich. Con exposiciones, publicaciones y eventos, quiere ofrecer a muchos la posibilidad de conocer más a la fundadora y su “Carisma de la Unidad”. El lema oficial del centenario, “celebrar para encontrar”, demuestra que no se trata de un recuerdo nostálgico, sino que el mensaje original de Chiara Lubich es actual y atractivo más que nunca. En la reciente “Mariápolis Europea” en las Dolomitas, los participantes provenientes de todo el continente, invitaron vivamente a todos los pueblos europeos a establecer un pacto de fraternidad entre ellos. Es un ejemplo de la actualidad del mensaje de Chiara también en política. El año del centenario será también de gran importancia para la vida interna del Movimiento: en septiembre de 2020 se celebrará la Asamblea General de los Focolares que -además de elegir a la presidenta y al copresidente- establecerá las directrices para el Movimiento en los próximos seis años. Estos son motivos suficientes para informar al Papa Francisco sobre la vida actual del Movimiento, sobre los proyectos en curso, sobre los retos que afrontar. La solicitud de María Voce, dirigida al Vaticano el 18 de junio de 2019, de encontrarse con el Papa en audiencia privada, ha obtenido respuesta en breve tiempo. Por lo tanto, el Pontífice acogerá a la presidenta y al copresidente el próximo lunes, 2 de septiembre, a las 10:45 horas. María Voce nos invita a rezar por este encuentro “para que dé alegría al Papa y sea una gracia para todo el Movimiento de los Focolares”.

Joachim Schwind

Tonino: un cristiano auténtico

 Antonio De Sanctisnos ha dejado el 21 de juniopasado. Encarnóespléndidamente la figura del “voluntario de Dios” que, para losFocolares, representan personas con unadestacadadedicación a lo social. Tonino, así lo llamabantodos, nosdejó el 21 de juniopasado. VivíaenFrascati, unabella ciudad de Los CastillosRomanos a las puertas de Roma (Italia). Encarnóespléndidamente la figura del Voluntario de Dios que, en el Movimiento de losFocolares, reúne a personas con un destacadocompromiso social, promotoras de acciones a beneficio de la humanidad. Son numerosas las iniciativasen las que élparticipó personal y comunitariamente y de algunas de ellasfue el inspirador. Fuetambiénesposofiel y premuroso de María; padre presente; trabajadorincansable; ciudadanocomprometido y capaz de crearrelacionesauténticamentefraternas, Toninoencontróen la colectividad el lugardondehacer visible la presencia de Dios y de la Iglesia, sin temor a romper unaetiquetainútil o convencionessociales. Atento a losúltimos, las palabras de las Obras de Misericordia que son preceptosimprescindibles para un cristiano, describenbiensuvida: “Porquetuvehambre y me dieron de comer; tuveser y me dieron de beber; era forastero y me hospedaron; estabadesnudo y me vistieron; enfermo y me visitaron; preso y vinieron a verme…”. Estásúltimas palabras caracterizanfuertementesuexistenciaprodigada al servicio de varias personas detenidas y de susfamiliares. El iniciofueporcasualidad. En la cárcelviómuchísimosjóvenes. Un díarecogió el dolor de unareligiosavoluntariaafligidapor “las carretillas de prensapornográfica” que entraban a ese lugar. “Regresé a la casa con ese pensamiento y en la plaza principal meencontré con el párroco de un pueblitocercano, un viejo amigo. Y le confiéenseguida mi perplejidad. Me contestó: “Ven el próximodomingo a contar a misparroquianos lo que me acabas de contar, asípodemosrecogerofrendas para mandarle a lospresos la Revista Ciudad Nueva”. Ese fue el inicio: durantemuchosañoslosdomingos, endistintasmisas de Roma Sur y de losCastillosRomanos, con suvozinconfundible, modesta y tímida, hablaba de sucompromiso a favor de lospresos y pedíadonaciones para suscribirlos a la revista de losFocolares. Enviabadecenas de números a las distintascárceles que élvisitaba. Enfebrero de 2012 Ciudad Nueva publicóen 4 capítulos la experiencia de Tonino y sufamilia, con el título:  “El arcoiristraslosbarrotes”, experiencias con el sabortípico de las “florecillas de San Francisco”. Enalgunoscasos, aparentementearriesgados, no dudóenacogeralgúndetenidoensu casa. Para muchos de ellos se convirtióen un segundo padre tambiéncuandovolvieron a ser hombres libres. Un fragmento de la carta de MG esunaprueba: “Ensu casa, finalmente me sentí “en casa”. Enningúnotrolugarpercibíestesentido de pertenencia a un lugar, a unas personas. Han sido el planoinclinado a través del cual la piedad de Jesús llegó a mi corazón, haciéndomecomprender el lugar que Dios ocupabaen mi vida. En la mañanaes mi primer pensamiento y es el últimocuandovoy a dormir. Estoyfelizporque ha llegado a mi vidacomo un gran huracán que arrasa con todo. Antonio, tueres, con todatufamilia, un testimonioviviente del Evangelio, eresunaObra de Dios”. El día de su funeral en la catedral de Frascatihabíamuchas personas. Sustreshijos, Miriam, Gabriele y Stefano lo saludaron con estas palabras: “Puerto segurodondeatracar al final de un día de sol o después de unatempestad, túestabasahísiempre, dispuesto a escucharnos, a acogernos, a animarnos, empujándonos para que reemprendiéramos el camino sin temor”. Era el 22 de junio, y en la concelebraciónestabasucuñado el Padre Enrico Pepe y el CardenalJoãoBraz de Aviz.

Lina Ciampi

El rostro de Dios hoy

Desde el 2012 el festival de Salisburgo, es el evento más importante del mundo dedicado a la música clásica. Se inaugura con una obertura espiritual, es decir una serie de conciertos de música sacra y de conferencias dedicadas al diálogo entre las religiones. Participan muchos grandes de la escena musical y por primera vez, este año estubo presente también la Arquidiócesis de Salisburgo con una exposición del artista francés Michel Pochet. En la tarde, del sábado 20 de julio de 2019, el salón de ingreso del palacio arzobispal de Salisburgo se llenó de gente, entre otros estaban presentes la presidente del Festival Helga Rabl-Stadler y el Arzobispo de Salisburgo, Franz Lackner quienes inauguraron la exposición del artista francés Michel Pochet, titulada “Lacreme” (“Lágrimas”) . “Es la primera vez que la Iglesia católica de Salisburgo participa en la así llamada ouverture spirituelle del festival de música” -explicó Mons. Matthäus Appesbacher, vicario del Obispo, relatando la génesis de esta exposición. Cuando él se enteró de que el artista había tenido la posibilidad de regalarle al Papa Francisco un lienzo que representaba el rostro lloroso de Dios-misericordia decidió invitarlo a la ouverture spirituelle de este año, cuyo tema central eran precisamente las lágrimas. “La belleza – subrayó Michel Pochet en su breve intervención- es una necesidad primaria del ser humano”. Y para subrayar la necesidad de liberar a los artistas del complejo de su inutilidad social relató lo ocurrido a un chico de Amazonas quien con la música de su flauta trataba de sostener a sus familiares que padecían hambre. Las obras elegidas para esta exposición, que se concluyeron el 30 de julio pasado, estimulan el diálogo. La exposición se encuentra en el majestuoso marco de la ciudad de Salisburgo, donde resalta por doquier el pacto que en tiempos pasados, se estableció entre la Iglesia y el poder. Aquí el encuentro entre Iglesia y arte ha asumido un carácter fuertemente celebrativo, en cambio las obras de Pochet son decididamente anti-triunfalistas: en su materia, forma y contenidos. Sus lienzos lo demuestran, por ejemplo, uno en el que “cuenta” la presencia de Dios en Auschwitz, en el que utilizó trazos ligeros sobre una tela blanca reducida casi a trizas. Pochet dibuja el indecible dolor de la montaña de cadáveres observados por el rostro-corazón de Dios que llora. Un detalle sorprendente, que casi irrita, es que cada cadáver tiene un cartelito que lo identifica aunque esto no existía en los campos de concentración. Sin embargo son nombres que conocemos a través de las novelas televisivas, y aunque sea un procedimiento burocrático, de esta forma se puede arrancar a los muertos del anonimato de las fosas. En el lienzo ellos son un tímido recuerdo de la memoria de Dios, y aunque se hizo el intento de borrar innumerables nombres de la faz de la tierra, Él no los olvida. Junto a esta escena, como contrapeso, aparece un gran rostro de María con rasgos firmes, que tiene un aspecto casi viril; ese lienzo está hecho con colores tiernos y está lleno de poesía, las lágrimas de María son como perlas del rocío y reflejan la aurora de una nueva creación. La exposición está montada en el salón del ingreso y en una sala adyacente. Incluye un ciclo en blanco y negro, que es una ‘Via Crucis’ e incluye escenas de la pasión de Jesús y escenas del dolor de nuestros tiempos. Prosigue con una serie de meditaciones sobre otros “rostros de Dios” con los que Él se acerca a su pueblo a través de sus arcángeles. La exposición puede ser definida como “arte sacro”, si bien se distingue notablemente de otras representaciones a las que se le atribuye este nombre. No ilustra escenas tomadas de la sagrada escritura -como se hacía en el barroco o en el rococó- sin embargo trasmite conceptos teológicos, pero tiene la audacia de aportar una reflexión personal. La concentración en el rostro hace pensar en las palabras del filósofo Giuseppe M. Zanghí, según el cual “lo Sagrado emergente” del siglo XXI es “Uno sin rostro”, un “Poder sin rostro”. 1)

Peter Seifert, historiador de arte

    1) Giuseppe Maria Zanghí, Notte della cultura europea, Roma 2007, pp. 46-47

Cambiar la perspectiva

Cambiar la perspectiva

Para realizar su “laboratorio” los Chicos por un mundo unido” de la región italiana de Emilia Romagna este año fueron a Tierra Santa. Unieron el recorrido espiritual a una profunda experiencia de compartición con coetáneos que viven en esas tierras. Varios momentos significativos: la gruta de la Natividad, un trekking en el desiero de Judea, la visita al Sepulcro, un chapuzón en el Mar Muerto, la renovación de las promesas bautismales en el río Jordán, un excursión en barco por el lago de Tiberíades. Hasta aquí, sin embargo, no es más que un viaje o, como muchos dijeron, una peregrinación, por Tierra Santa tras los pasos de Jesús, recorriendo la vida de Aquel que dio sentido a nuestra vida de cristianos. 20190802 Viaggio Terra Santa FOTO 1Pero si luego añadimos una tarde en el orfanato Crèche de Belén, un encuentro con el obispo auxiliar Kamal Bathish del patriarcado de Jerusalén y un intercambio de experiencias con chicos y jóvenes del lugar que adhieren al Movimiento de los Focolares, todo esto se vuelve entonces el Laboratorio de los Chicos por un mundo unido de Emilia Romagna, que se llevó a cabo del 23 al 30 de julio en Tierra Santa. Los protagonistas son 45 chicos y animadores, un grupo deseoso de conocer más de cerca los lugares que son el centro de su fe cristiana. Este grupo ha hecho muchas experiencias, a partir de la JMJ de hace tres años en Polonia, luego una visita a la localidad de Amatrice, ciudad de la región italiana de los Abruzos destruida en 2016 por un violento terremoto, para donar una pequeña suma de dinero a los jóvenes del lugar, luego dos laboratorios con las bandas internacionales Gen Verde y Gen Rosso, además de numerosas actitividades ecológicas y de otro tipo, acciones en favor del proyecto Hambre Cero y una recolección de dinero para comprar baterías para aparatos acústicos para chicos sordomudos de Bielorrusia. Después de estas actividades nació el deseo de hacer una experiencia espiritual más profunda y los chicos no se acobardaron. “Caminar en el desierto –dice Giacomo– fue muy fuerte; los animadores nos propusieron quedarnos en silencio y experimentar lo que es tener un momento de diálogo personal e íntimo con Jesús, pero admito que después de un rato ese silencio me dio miedo porque en nuestra sociedad no estamos acostumbrados a ello”. Una experiencia típica es la vida en común, se comparte todo, desde el cansancio hasta lo que pasa por tu alma y si uno en el grupo tiene algún problema enseguida se percibe.   “Dentro de algunos días –comenta Chiara– ya no recordaré ni el calor ni el cansancio para subir a pie el monte Tabor, ni la fiebre que tuve justo cuando teníamos que ir al orfanato, experiencia que para mí era muy importante concretar… recordaré, eso sí, para siempre este viaje porque lo hice con ésta que es mi familia por excelencia. Sí, suelo viajar también con mi familia natural, pero no es lo mismo. Los amigos de los Focolares para mí son una verdadera familia, muy especial”. 20190802 Viaggio Terra Santa FOTO 2Como en todas las circunstancias no faltaron momentos de tensión u otros en los que el cansancio se llevó las de ganar, sin embargo “cuando oímos las experiencias de los chicos palestinos –comenta Giosuè– nuestra perpectiva cambió. Nosotros no sabemos qué es ser una minoría por motivos religiosos. No sabemos lo que es la vida de todos los días con un muro que divide Israel de Palestina. Todas estas cosas me hicieron reflexionar mucho”. “Conocer a los niños de la Crèche –sostiene Annamaria– me abrió los ojos. Si pienso en mi vida, ha sido toda un gran regalo”. Los siete días del viaje volaron, volvimos a Italia y más allá de las tantas palabras nos ha quedado impresa en el corazón de cada uno esta experiencia que sintetiza muy bien el gran misterio de dolor-amor que encuentra su plenitud en la Resurrección. Ese sepulcro vacío grita fuertemente un Aleluya.

Tiziana Nicastro

Evangelio vivido: una cultura basada en el dar y compartir

«A lo largo de todo el Evangelio, Jesús invita a dar –escribía Chiara Lubich en el 2006- dar a los pobres, a quien pide, a quién necesita un préstamo; dar de comer a quien tiene hambre, dar el manto a quien pide la túnica; dar gratuitamente… Él mismo ha sido el primero en dar: la salud a los enfermos, el perdón a los pecadores, la vida a todos nosotros. Al instinto egoísta de acaparar opone la generosidad; a la concentración en las propias necesidades, la atención al otro; a la cultura del tener aquella del dar” . Las nupcias Se casaba una de mis hijas, pero siendo nuestra familia de condiciones muy modestas, era difícil afrontar todos los gastos. Faltaban diez días y yo todavía no tenía un vestido apto para la ceremonia, pero incluso encontrar uno prestado no era fácil por mi talla. Precisamente en esos días llegó a Florencia un conteiner lleno de ropa y accesorios de casa, preparado y enviado por algunas familias italianas para nuestra comunidad. Una amiga se puso a buscar en medio de ese mar de cosas algo para mí. Con grandísima alegría encontró una tela muy bonita y pensó en el modelo de un vestido. El día del matrimonio, a quien me felicitaba por mi elegancia le respondía que la providencia de Dios se había servido de amigos lejanos y cercanos. (M.A. – Paraguay) En diálisis Desde hace tres años me tengo que someter a tres diálisis por semana, en espera de un trasplante. En la clínica donde voy convivo con situaciones difíciles y trato de construir una relación con cada enfermo. Si a alguno le gusta hablar de comida, hablo de comida; si a uno le interesa el deporte, hablamos de deporte. Pero un día estaba especialmente cansada de luchar y abatida. No tenía fuerza para sonreír y ni para saludar. Un enfermero que me conoce bien me dijo: “¿También tú, Araceli?”. La angustia y el desánimo desaparecieron y dejé de pensar en mí misma para pensar en los demás. (Araceli J. – Brasil) Adoptivo Siempre me avergoncé de no saber quiénes eran mis padres biológicos, a pesar de que la familia que me adoptó hizo todo lo posible para llenar mis vacíos. Cuando me enamoré y después me casé con K., mis problemas, que antes parecía que estaban superados, volvieron a flote. Al educar a nuestros hijos, de hecho, éramos lo opuesto. La dejé sin dar explicaciones. Quien ha tenido una familia no puede comprender a quien se siente existencialmente solo. Pero ahora, después de mucho tiempo, el tratar de hacer surgir el amor de un corazón árido me está ayudando a sanar. (T.A.F. – Hungría) El desafío Un día una colega me ofreció una hojita, diciéndome que se trataba de un comentario de una frase del Evangelio que ayudaba a vivirla. Leo: “Amen a sus enemigos”. Lo pensé y al día siguiente me sentí lista para aceptar el desafío. Encontré a mi madre en la cocina a quien hacía dos meses no le hablaba. Me senté a tomar el café con ella. “¿Durmió bien?”, le pregunté. En la tarde mi hermano vino a mi habitación y me pidió prestado un suéter. “¡Abre el armario y elige el que quieras!”, le contesté. Son pequeñas cosas, pero ya me siento distinta. (A.F. – Italia)

Recogido por Chiara Favotti