Movimiento de los Focolares
Una Mariápolis Europea

Una Mariápolis Europea

A los 70 años de la primera Mariápolis vuelve el evento en las montañas Dolomitas, en Italia, para todo el continente europeo. Hemos entrevistado a Peter Forst, delegado del Movimiento de los Focolares para la zona de Europa central y uno de los organizadores del evento. La Europa de hoy se presenta muy dividida (Brexit por un lado, murallas contra la acogida por el otro). ¿Qué sentido tiene hacer una Mariápolis europea? Constatar justamente lo dividida que está Europa hizo nacer la idea de la Mariápolis Europea. Nos dimos cuenta de que tenemos opiniones muy distintas, en parte contrastantes, acerca del desarrollo en Europa, sobre las migraciones, los valores, …. y la primera finalidad de la Mariápolis es fortalecer las relaciones, crear espacios de comunión y compartición, alentar a la humanidad para que tome, decididamente, el camino de la fraternidad universal y la unidad de hombres y pueblos. Esperemos así poder dar un testimonio de que es posible permanecer todos unidos por más que las diferencias sean muchas. Desde la primera en 1949 hasta hoy: ¿cómo han cambiado las Mariápolis? Las primeras Mariápolis eran muy espontáneas. Tal vez hoy se requiere un poco más de oganización logística y preparación del programa. Pero el espíritu de la Mariápolis europea quiere ser el mismo que el de 60 ó 70 años atrás: experimentar y dar testimonio de que la humanidad es una familia. ¿El camino para llegar? Un amor incondicional.. ¿Por qué justamente en las Dolomitas? La idea de hacer la Mariápolis en el mismo sitio en donde nació nos convenció enseguida a todos. Allí Chiara Lubich, hace 70 años, pasaba sus vacaciones con las primeras y los primeros focolarinos, y justamente allí, con ellos y con el diputado italiano Igino Giordani, en el verano boreal de 1949, vivieron una experiencia de luz, de particular unión con Dios y de profunda unidad entre ellos, que marcó la fundación del Movimiento naciente. No es la nostalgia lo que nos impulsó a escoger las montañas Dolomitas, sino más bien la convicción de que justamente en el “después de Chiara” es importante volver a las raíces para poder encontrar las formas y las respuestas para hoy. ¿Quién participará en ella? ¿Cómo es el programa? ¿Qué quieren decir con el título “Apuntar alto”? La Mariápolis está abierta a todos. Hay 600 plazas cada semana. La inscripción es posible hasta el 31 de enero (www.mariapolieuropea.org). En el programa habrá paseos, deporte, música, espiritualidad, oración, talleres creativos y fórums temáticos. Todo quiere ser una ocasión para un encuentro profundo. “Apuntar alto” nos parecía una imagen apta para la finalidad de vivir relaciones de alta calidad espiritual y humana. Y además: estando en las montañas, automáticamente se apunta a lo alto.

Lorenzo Russo

FECHAS  
Corea: un invitado excepcional en la Sung Sim Dang

Corea: un invitado excepcional en la Sung Sim Dang

El 24 de enero, Moon Jae-in, Presidente de la República de Corea, visitó la Panadería Sung Sim Dang, que forma parte del proyecto Economía de Comunión. Para un empresario, la visita del Presidente de la República a su empresa es un evento excepcional, pero si la visita se realiza en el día de su cumpleaños, ¡aún más! Esto es lo que pasó en Daejeon a Amata Kim y a Fedes Im, empresarios coreanos de la Economía de Comunión (EdC) de la conocida panadería Sumg Sim Dang. Moon Jae-in, presidente de Corea del Sur desde mayo de 2017, conocido en Occidente por haber logrado iniciar el proceso de paz con Corea del Norte después de casi 70 años de guerra fría, celebró su cumpleaños en Sung Sim Dang con una magnífica torta y pudo conocer de cerca la historia y realidad. Su publicación en Instagram ha recopilado más de 76 mil “me gusta” en pocas horas. Su comentario en la foto es interesante: “Hoy me sorprendió celebrar mi cumpleaños en la panadería Sung Sim Dang, en Daejeon. Durante la guerra de 1950 mi padre y el fundador de la panadería (padre de Fedes ndr) estaban en la misma nave de evacuación, la Victoria, para escapar de Corea del Norte. Para nosotros es muy grato y precioso recordar aquel momento de la historia. El día de mi cumpleaños es un día como cualquier otro, pero hoy recargo con nuevas fuerzas gracias a los buenos deseos de muchos. ¡Gracias!”. El evento tuvo gran repercusión en los medios, también por el gran valor, universalmente reconocido, que la empresa Edc Sung Sim Dang representa para toda la ciudad de Daejeon.

Haga clic aquí para ver las imágenes del video de los aspectos más destacados de la visita.

Antonella Ferrucci

Fuente: www.edc-online.org

Una jornada extraordinaria

Una jornada extraordinaria

Recordar a Alberta Levi Temin a través de la narración de su historia, hablar de la Shoah con los chicos de una escuela secundaria y lanzar la Regla de oro para construir desde ya un mundo más en paz, más unido

Alberta Levi Temin

El sol espléndido hizo de fondo a una jornada especial en Ischia – una isla del golfo de Nápoles  (Italia) – en donde el 23 de enero pasado algunos chicos del Colegio “Giovanni Scotti”  pudieron conocer la historia de Alberta Levi Temin, admiradora de Chiara Lubich  y testigo directa de la tragedia del holocausto, a través de la presentación del libro “Finché avrò vita parlerò” (Mientras viva hablaré) de la Editorial L’Isola dei Ragazzi. Con la presencia de un grupo de amigos de los Focolares (docentes, alumnos, padres), y también del autor del libro Pasquale Lubrano Lavadera y  de la profesora  Diana Pezza Borrelli (ligada a  Alberta por una relación fraterna, alimentada en la Asociación  “Amicizia Ebraico-Cristiana” – Amistad Judeo-Cristiana – de Nápoles), los chicos escucharon el relato emocionante de su historia. “Alberta un día vino a hablar a mi Colegio, – dice Pasquale – ella, de religión judía, junto con su queridísima amiga  Diana, de fe católica.  La habían invitado a contar a todos los chicos y a nosotros docentes el horror de la Shoah, pero también a dar testimonio de que el diálogo es posible entre todos los hombres  sin distinción de razas, credos o convicciones. Me impresionó su frase:  –La familia humana es una y somos todos hermanos.” Alberta murió en 2016, pero durante su vida  tuvo un único pensamiento que la sostuvo y le dio siempre alegría: es la Regla de oro “Haz a los demás lo que quisieras que te hiciesen a ti, no hagas a los demás lo que no quisieras que  te hiciesen a ti”. Siempre luchó por el diálogo en la sociedad a todos los niveles.   “Hoy más que nunca entiendo que hay que tener un amor más grande – sostenía Alberta – y, como dice Chiara Lubich, hay que Amar la patria del otro como la propia. Debemos tener un amor para con toda la humanidad, sólo en este humus puede nacer el diálogo”. “Todos los colegios deberían dedicar en todos los grupos una o dos horas por semana para enseñar el  bien relacional, ese bien que puede ayudar a chicos y adolescentes a estar entre ellos con serenidad y estudiar juntos en un espíritu de colaboración e investigación en común.  Tenemos que orientarnos a hacer la experiencia de la escuela, que es la primera y fundamental experiencia social del hombre, una verdadera experiencia de ayuda recíproca”. Alberta estaba convencida de todo ello. Cuando terminó la narración, se les propuso a los chicos vivir la Regla de oro,  instrumento de paz y  diálogo, común a todas las religiones.  Como sello de la jornada, la  Dirigente Académica, profesora Lucia Monti, colocó una placa frente al olivo de la paz dedicado a Alberta, para darle las gracias y para que su testimonio siga hablando.   “Gracias – dijo también  Chiara, una alumna de la escuela – por el mensaje de fraternidad que ustedes nos han transmitido, me impresionó mucho que los católicos se encuentren con judíos y personas de otras religiones  para construir un mundo unido.” “Quierdo agradecer a  Alberta por su vida, su sabiduría – afirmó Pasquale Lubrano – y quisiera que cada uno de nosotros, leyendo su historia, ahora que ella ya no está entre nosotros, pudiera participar plenamente de esa  ‘belleza’ interior que  hizo de ella una persona  única,  a fin de  poder donarla luego a muchos.”  Y concluyó: “Hoy experimenté una gran emoción observando la escucha atenta de los chicos, en su viva reacción, en sus miradas indagatorias, vislumbré en cada estudiante la exigencia de vivir el Amor por todos los hombres en la conciencia de que la familia humana es una sola.”

Lorenzo Russo

La JMJ en el país “puente”

La XXXIV Jornada Mundial de la Juventud está en marcha en Panamá. Entrevista a la periodista panameña Flor Ortega, de la comunidad de los Focolares. En el logo de la XXIV Jornada Mundial de la Juventud, centrado en el tema “He aquí la sierva del Señor; hágase en mí, según tu palabra” (Lc 1,38), la silueta del “puente” representa el pequeño istmo de Panamá y simboliza su espíritu acogedor. Un sutil brazo de tierra de tan solo 75 mil kilómetros cuadrados, bañado por dos océanos, el Atlántico y el Pacífico, que conecta no solo las dos Américas, sino todos los continentes, a través del canal que pueden atravesar los barcos en tránsito. Un país hospitalario, con puertas abiertas, especialmente para los muchos migrantes que siempre lo han atravesado del Norte o del Sur. ¿Cómo trabajaron en la preparación de este evento? “Cuando el 31 de julio de 2016, en el ‘Campus Misericordiae’ de Cracovia, en Polonia, el papa Francisco anunció que la XXXIV Jornada Mundial de la Juventud 2019 tendría lugar en Panamá, inmediatamente el Movimiento de los Focolares de la zona de Mesoamérica, de la que Panamá forma parte, se adhirió con entusiasmo”. Flor Ortega, periodista panameña, se ocupó inmediatamente del aspecto de la comunicación. “Al principio no teníamos muchas noticias y formamos comisiones para informar rápidamente a todos sobre los diversos aspectos de la preparación. Ahora la presencia en los medios y en las redes sociales es muy fuerte”. El 17 de mayo, en la ciudad de Panamá, durante una celebración eucarística con miles de participantes, el arzobispo José Domingo Ulloa propuso jornadas de oración, el 22 de cada mes, hasta diciembre, en preparación para la JMJ. El mismo arzobispo, unos días después, en su oficina, pidió a los jóvenes del Movimiento de los Focolares que se encargaran de la primera, el 22 de junio. ¿Cómo han respondido los jóvenes a esta propuesta? “Con entusiasmo y compromiso. Carmen Cecilia, de Panamá, nos dijo que este compromiso la hizo revalorizar la oración, la participación en la Eucaristía, el rezo del Rosario ‘como oportunidades para estar cara a cara con Jesús’”. Muchos jóvenes de los Focolares, tanto en Panamá como en otros países, han trabajado durante meses en el proyecto de un evento de dos días, al final de la JMJ, del 29 al 31 de enero, para unos 400 participantes. “Los adultos los apoyaron organizando comidas y alojamiento, con varias iniciativas para obtener recursos. Por su parte, los jóvenes han creado un programa para el registro on line y han abierto una consulta y un servicio de centro de llamadas para recaudar contribuciones de otros países. El focolar femenino de Panamá se ha convertido para todos en un punto de referencia también logístico. Keilyn, de Costa Rica la definió como “una ocasión para conocer a la comunidad de Panamá, muy unida y laboriosa, un verdadero modelo”. De Italia han llegado Jesús Morán, vicepresidente de los Focolares, y el conjunto internacional Gen Verde, que participó en dos eventos introductorios, el primero en Chitré, la capital de la provincia de Herrera, en el Golfo de Panamá, y el segundo en Colón, en la costa atlántica. El conjunto estará presente también en la tarde del 26 de enero, durante la vigilia de preparación de la misa final con el Papa Francisco. “Pro mundi beneficio”, “para beneficio del mundo”, está escrito en el emblema oficial de Panamá. ¿Qué significa? «El lema está vinculado a la finalidad de servicio del canal. Pero estamos seguros de que podemos extenderlo, idealmente, al mensaje partirá de esta JMJ».

Chiara Favotti

Un suplemento de amor.

Hoy 22 de enero, el Movimiento de los Focolares recuerda el nacimiento de Chiara Lubich que aconteció en este día de 1920. Una fecha que coincide con el corazón de la Semana de oración por la unidad de los cristianos (celebrada en Europa). Una ocasión para recordar a la Fundadora de los Focolares y su pasión por la unidad a través de la “oración ecuménica” que ella pronunció en 1998 en Augsburgo (Alemania). Si nosotros, cristianos, echamos una ojeada a nuestra historia de hace 2.000 años y de un modo especial a la del segundo milenio, no podemos dejar de sentir dolor al constatar que frecuentemente ha sido un subseguirse de incomprensiones, de litigios, de luchas. Ciertamente culpa de circunstancias históricas, culturales, políticas, geográficas, sociales, …; pero también de un ir a menos entre los cristianos ese elemento unificador típicamente suyo: el amor. (…) Pero, si Dios nos ama, nosotros no podemos permanecer inertes frente a tanta divina benevolencia, como hijos e hijas verdaderos debemos de corresponder a su amar también como Iglesia. En cierto modo, a lo largo de los siglos, cada Iglesia se ha petrificado en sí misma por las oleadas de indiferencia, de incomprensiones, e incluso de odio recíproco. Por eso para cada una es necesario un suplemento de amor. Amor, por tanto, hacia las demás Iglesias, ese amor que hace posible que cada una la lleve a ser un don para las demás, ya que se puede preveer que en la Iglesia del futuro una y sólo una será la verdad, pero expresada de distintos modos, observada desde distintos puntos de vista, embellecida con muchas interpretaciones. Amor recíproco que es evangélico de verdad, y por ello válido, si se practica con la medida querida por Jesús: amaos unos a otros – ha dicho -, como yo os he amado. “Nadie tiene amor más grande que quien da la vida por sus hermanos” (cf Jn 15,13). (…) Sé, por experiencia, que si todos nosotros vivimos así, se obtendrán frutos excepcionales, sobre todo obtendremos un efecto especial: viviendo juntos estos distintos aspectos de nuestro cristianismo advertiremos, de algún modo, que ya desde ahora formamos un solo pueblo cristiano que podrá ser levadura para la plena comunión entre las Iglesias. Será casi el realizarse otro diálogo, después del de la caridad, del teológico y de la oración: un diálogo de la vida, el diálogo del Pueblo de Dios. Diálogo urgente y oportuno si es verdadero, como nos enseña la historia, que no está muy garantizado en campo ecuménico, cuando no se involucra al pueblo. Diálogo que hará descubrir con mayor evidencia y valorar todo el enorme patrimonio ya común entre nosotros cristianos, formado por el bautismo, la Sagrada Escritura, los primeros Concilios, los Padres de la Iglesia, etc. Esperemos de ver realizado este pueblo, pueblo que ya en todo el mundo cristiano está despuntando y que confíamos que también despuntará aquí. (Chiara Lubich, Augsburgo-Alemania, 29 de noviembre de 1998  Fonte: Centro Chiara Lubich