Abr 28, 2014 | Sin categorizar
La originalidad cristiana no consiste en el hecho de afirmar la existencia de Dios, sino de creer que “Dios es Amor”.
Esto implica consecuencias muy importantes respecto de la concepción de Dios, ya que el amor supone relaciones, un yo que se da y un tú que recibe, cuya manifestación más plena se expresa en la reciprocidad de la comunión. Por lo tanto es la dinámica misma del amor que, al mismo tiempo que reconoce que “el Señor es uno solo” (Dt 6, 4), requiere que en Dios se encuentre pluralidad, alteridad, donación, acogida, reciprocidad… Por eso el Dios que presenta el cristianismo es no sólo don de sí, sino don en Sí.
Este es el motivo por el cual no puede soeprender que la fe cristiana afirme un solo Dios en tres Personas. Las relaciones de amor recíproco son constitutivas del ser y de la vida del Dios Uno y Único. ¿Cuáles son las características típicas de tales relaciones divinas unitrinitarias? Y, dado que el ser humano está hecho “a imagen y semejanza” de Dios (Gn 1, 26) y llamado a “participar de la naturaleza divina” (2 Ped 1, 4), ¿cuál es la importancia de vivir en los vínculos humanos y en todos los aspectos de la sociedad, el mismo tipo de relaciones que existen en el Dios unitrino? Intentar ofrecer alguna respuesta a estos dos interrogantes, decisivos no sólo para la fe cristiana sino para el futuro humano, será el objeto de este texto.
Datos del autor:
Cambón, Enrique, sacerdote católico argentino (dióscesis de Avellaneda, Buenos Aires). Doctor en filosofía y teología, y licenciado en Ciencias de la Educación. Docente en instituciones de América Latina y Europa. Autor de numerosos artículos y obras en varios idiomas, sobre temáticas teológicas, ecuménicas, catequísticas y sociales. Reside actualmente en Roma, donde forma parte de un grupo de estudios del Movimiento de los Focolares.
Grupo Editorial Ciudad Nueva – Buenos Aires
Mar 22, 2014 | Cultura
Sinopsis: ¿Es posible creer sin renunciar a razonar? Y si es así, ¿qué papel tiene la razón en el proceso de apertura a la fe? Si la fe no resulta atractiva, no es porque no se pueda demostrar, sino porque se ha debilitado nuestra capacidad de alegrarnos.
Gilbert Keith Chesterton (1874-1936), periodista londinense, confiaba en la razón y creía en la alegría. Buscó el modo de que fueran de la mano y se compenetraran, y descubrió que caminaban juntas hacía tiempo en el cristianismo.
Dos ensayos suyos, Ortodoxia (1908) y El hombre eterno (1925), recogen principalmente su visión del cristianismo: el primero relata su itinerario intelectual, que lo condujo al credo católico, y el segundo demuestra la singularidad histórica de Jesús y su influencia en el interior del ser humano.
Para muchos lectores de Chesterton que se han perdido en sus páginas, o para quienes aún no se han adentrado en ellas, este libro les servirá como mapa para orientarse no solo en Ortodoxia y en El hombre eterno, sino también en otras obras suyas.
En cualquier caso, la lógica de los planteamientos expresados en estos dos libros ayuda a descubrir un amor digno de ser creído e inspirador de auténtica esperanza.
Grupo Editorial Ciudad Nueva – Madrid
Mar 10, 2014 | Cultura
Sinopsis: Una narración de la vida de san Francisco de Asís que armoniza el rigor histórico con un estilo dramático y vivaz. La autora indaga en la vida diaria de Francisco y de Clara y en las vidas del Asís burgués del siglo XIII, cuyas vicisitudes describe bellamente en estas páginas. El libro se lee como una historia de amor y como un relato biográfico de la vida del santo más universalmente aclamado. Han dicho de él «La fuerza de esta novela reside en su cercanía a las realidades históricas del mundo medieval de san Francisco. He podido ver y oír las vidas cotidianas de Francisco y sus hermanos, de Clara y sus hermanas y de gente corriente. La versión que hace Mueller de las vidas de clérigos y caballeros pone un rostro humano a las intrincadas actuaciones de la Iglesia y del Estado en la guerra y en la paz». Murray Bodo, ofm «Francisco, el loco de Asís comienza como un historia del antiguo Oeste Americano. Joan Mueller introduce al lector en la violencia, la ambición y la anarquía del Asís del siglo XIII. A quien se encuentra con Francisco y Clara por primera vez le agradará la historia de un rico mercader y de una hermosa noble que escogen la religión en vez del brillo efímero de su tiempo. Al lector ya familiarizado con sus historias, le encantará la maestría con que Mueller teje un relato moderno a partir de las principales fuentes eruditas». Ingrid Peterson, osf Sobre el autor Mueller, Joan La hermana Joan Mueller (1956), doctora en Filosofía y Letras, es profesora de teología y espiritualidad cristiana en la Universidad Creighton de Omaha (Nebraska, EE. UU.). Erudi-ta franciscana y escritora, es autora de dieciséis libros y numerosos artículos. Grupo Editorial Ciudad Nueva, Madrid
Mar 8, 2014 | Sin categorizar
“Desde la vida de la Palabra la urgencia de comunicar. Hacia una verdadera cultura del encuentro”. Con este lema, del 17 al 23 de febrero se desarrolló en la diócesis de Anse à Veau- et Miragoane, Haití, el Seminario Interdiocesano de Comunicación, organizado por el Departamento de Comunicación del CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano). Los participantes, 79 en total, llegaron de ocho de las diez diócesis haitianas: Les Cayes, Gonaïves, Cap-Haitien, Jeremie, Hinche, Port-aut-Prince, Port-de-Paix y de la diócesis sede. El Seminario, que había sido pedido por Mons. Pierre A. Dumas, obispo de Anse à Veau et Miragoane, fue desarrollado por un equipo de 5 comunicadores de distintos países de América Latina y el Caribe (Argentina, Perú y Cuba) pertenecientes a Netone de América Latina. Los profesores, después de un año de trabajo a distancia para preparar juntos el programa y cada uno de los temas, llegaron a Haití con algunos días de anticipación, lo que les permitió sumergirse en la realidad del pueblo y la Iglesia local.
“Visitamos Radio-Tele Soleil -cuentan- que está funcionando en una sede provisoria en Puerto Príncipe ya que el edificio del Arzobispado donde tenía sus estudios, fue destruído durante el terremoto y murieron varios de sus colaboradores. Es la más importante emisora de la Iglesia católica con cobertura nacional. También pudimos recorrer el centro de Puerto Príncipe, con la Catedral destruida por el terremoto del 2010, casi como un símbolo del dolor de este pueblo”.
El seminario superó todas las expectativas: en 5 jornadas intensas se partió desde la visión trinitaria de la comunicación con la propuesta de la vida de la Palabra, aún antes del hecho comunicativo. Así cada mañana se iniciaba con intercambio de experiencias sobre cómo cada uno había tratado de vivir la frase del Evangelio propuesta el día anterior y la meditación de una nueva frase para ese día. Cada día eran muchos los que contaban a todos cómo habían tratado de poner en práctica el Evangelio. Después se fueron afrontando los distintos medios de comunicación con exposiciones teóricas y talleres: radio, prensa escrita, teatro, televisión e internet. El diálogo, las preguntas, los talleres contaban con muchísima participación e integración de todos. El idioma (se exponía en castellano, las diapositivas y los temas escritos estaban en francés y la traducción era en créole) no significó una barrera para nadie. La Eucaristía final, presidida por Mons. Pierre Dumas, fue un momento de mucha alegría y emoción. Se había construido entre todos un espacio de humanidad renovada.
“Para nosotros –dice el equipo de Netone– fue la posibilidad de cambiar la mirada sobre este pueblo maravilloso, que muchas veces no es reflejado así en los medios de comunicación de nuestros países. Nos hemos enamorado de la sencillez, la alegría, el entusiasmo y la esperanza de los haitianos. Constatamos ser una misma Iglesia, que comparte como hermanos la reciprocidad entre América Latina y el Caribe. Nos llevamos de Haití mucho más de lo que fuimos a dar”.
Feb 6, 2014 | Cultura
Autor: Esteban Valenzuela
Contenido:
El libro expone aspectos de la dimensión profética presente a lo largo de los cinco siglos de la Iglesia latinoamericana, una lectura extraordinariamente estimulante. La mirada hacia un período complejo del cristianismo está enriquecida con numerosas citas e interesantes testimonios. Muchas de tales acciones que se consideran proféticas se encontraron con resistencias y oposiciones de parte de la misma Iglesia. Esto resulta normal, porque el profeta no es principalmente el que anuncia cosas que sucederán en el futuro como las antiguas pitonisas, sino que es alguien que, hablando en nombre de Dios, dice verdades que a menudo nos duele escuchar. Todas esas visiones claramente tenían en común que el reino de Dios se encarna, se hace historia y debe cambiar las relaciones humanas en esta tierra. Es fiel a la visión de Jesús, que se apartó de la posición apocalíptica de Juan el Bautista y procuró crear en esa tierra una comunidad de hermanos… Discernir la verdadera profecía nunca ha sido fácil, como lo atestigua la historia de Israel. Esa dificultad se acrecienta en nuestro continente, donde se mezclan el heroísmo y el horror, el entrecruzamiento de culturas, las tradiciones de la Iglesia y nuevas formas, las ambiguas situaciones de la conquista, la santidad y el martirio, la explotación y la injusticia… Se usa la palabra utopía. Ignacio de Loyola nos enseñó a no ser pequeños en el soñar; él habló siempre del “magis”, el desear siempre más, tener “utopías”, pero conjugó esos sueños con un sentido político que nos obliga a buscar los medios adecuados y a no desanimarnos con el lento avance de la historia.
Datos del autor:
Esteban (Teo) Valenzuela Van Treek es Director del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Jesuita Alberto Hurtado, de Santiago (Chile). Doctor en Historia de la Universidad de Valencia, Master en Desarrollo de la Universidad Wisconsin-Madison, periodista y magister en Ciencia Política en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Fue coordinador de la Pastoral Juvenil, dirigente estudiantil, alcalde y diputado por Rancagua. Se ha desempeñado como consultor en desarrollo y descentralización de la GIZ (Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit) en República Dominicana, Colombia, Guatemala y Paraguay. Escritor y colaborador de las revistas Mensaje y El Mostrador. Entre sus publicaciones: Fragmentos de una Generación (1987), Cómo ganarle a la rabia (1988), Pichilemu Blues (1993), Alegato Histórico Regionalista (1999), El Fantasma Federal (2003), La Voz Terrible (2008), Nacionalismo fraterno y cosmopolita (2010), Gestión Municipal Moderna (2011), Política de la Fraternidad (2012) y Nahual Maya (2012).
Grupo Editorial Ciudad Nueva – Buenos Aires