Movimiento de los Focolares
“La fraternidad universal: necesidad para Europa”

“La fraternidad universal: necesidad para Europa”

Proponemos un pensamiento de Chiara Lubich sobre Europa,  sacado del discurso que expuso en el primer encuentro de “Juntos por Europa” en mayo del 2004. Estaban presentes 10.000 personas en la ciudad alemana de Stuttgart  y más de 100.000 conectadas en encuentros contemporáneos en varias capitales europeas. El evento fue promovido por más de 150 movimientos y comunidades eclesiales de varias iglesias, de todo el continente europeo.  «La fraternidad universal ha sido también el programa de personas que no estaban inspiradas por motivos religiosos. El proyecto mismo de la Revolución francesa tenía como lema: “libertad, igualdad, fraternidad”, pero después numerosos países, al implantar regímenes democráticos, lograron poner en práctica, de algún modo, la libertad y la igualdad, mientras que la fraternidad fue, en cambio, más anunciada que vivida. Pero quien sobre todo ha proclamado la fraternidad universal y nos ha dado el modo de realizarla ha sido Jesús. Revelándonos la paternidad de Dios ha derribado los muros que separan a los “iguales” de los “diferentes”, a los amigos de los enemigos. Y ha liberado a cada hombre de mil formas de subordinación y de esclavitud, de toda relación injusta, provocando así una auténtica revolución existencial, cultural y política. (…) El instrumento que Jesús nos ha ofrecido para realizar esta fraternidad universal es el amor: un amor grande, un amor nuevo, distinto del que conocemos habitualmente. En efecto, él ha traído a la tierra el estilo de amar del cielo. Este amor exige que se ame a todos: es decir, no solamente a parientes y amigos. Pide que se ame al simpático y al antipático, al compatriota y al extranjero, al europeo y al inmigrante, al de la propia Iglesia y al de otra, de la propia religión y de la que es diferente. Hoy pide que los Países de Europa occidental amen a los de Europa central y oriental, y viceversa, y a todos, que se abran a los demás continentes, según la visión de los fundadores de Europa unida. Este amor también pide que se ame al enemigo, y que se lo perdone si es que nos hubiera hecho mal. Después de las guerras que han ensangrentado nuestro continente, muchos europeos han sido modelos de amor al enemigo y de reconciliación. (…) Me estoy refiriendo a un amor que no hace distingos y toma en consideración a todos aquellos que están físicamente a nuestro lado, y también a aquellos de los que hablamos o se habla; a los destinatarios del trabajo que nos ocupa día tras día, como a aquellos de quienes sabemos algo por los periódicos o la televisión… Porque así ama Dios Padre, que manda el sol y la lluvia sobre todos sus hijos, sobre buenos y malos, sobre justos e injustos (cf. Mt.5,45). (…) El amor que Jesús trajo no es un amor platónico, sentimental, basado en las palabras, es un amor concreto. Exige que se vaya a los hechos. Y esto es posible si nos hacemos “todo a todos”: enfermos con quien está enfermo; alegres con quien está alegre; preocupados, inseguros, hambrientos, pobres con los demás.  Y habiendo probado lo que los demás sienten, actuar en consecuencia. ¡Cuántas formas nuevas de pobreza conoce hoy Europa! Pensemos un poco, por ejemplo, en la marginación de los discapacitados y de los enfermos de SIDA, en el tráfico de las mujeres obligadas a prostituirse, en los vagabundos, en las madres solteras… Pensemos también en quien recurre a los falsos ídolos del hedonismo, del consumismo, en la sed de poder, en el materialismo. Jesús en cada uno de ellos espera nuestro amor concreto, eficaz. Él considera hecho a sí mismo el bien o el mal que hacemos a los demás. Cuando habló del juicio final dijo que a los buenos y a los malos repetirá: “Me lo hicieron a mí” (cf Mt. 25,40). Y cuando este amor es vivido por varias personas, se hace recíproco. Esto es lo que más subraya Jesús: “Ámense los unos a los otros como yo los he amado” (Jn. 13,34). Es el mandamiento que El llama suyo y nuevo. A este amor recíproco no están llamados sólo los individuos, sino también los grupos, los Movimientos, las ciudades, las regiones, los Estados… Los tiempos actuales exigen que los discípulos de Jesús adquieran una conciencia “social” del cristianismo. Es más que nunca urgente y necesario que se ame la patria del otro como la propia: Polonia como Hungría, el Reino Unido como España, la República Checa como Eslovaquia… El amor que trajo Jesús es indispensable para Europa, para que sea también una familia de naciones, la “casa común europea”».

“La fraternidad universal: necesidad para Europa”

Argentina: Fiesta de los Jóvenes 2014 . “Se duplica la locura”

fiesta-de-los-jovenes-4Cada año, en septiembre, en la ciudadela Lía, en Argentina, se realiza la Fiesta de los Jóvenes. Esta vez su lema fue: “Vivamos esta locura”. Se desarrolló presentando un espectáculo en el que, en medio de una fiesta de carnaval, representaba cómo tantas personas, al ponerse una máscara, pierden su identidad y se convierten en parte de una multitud desordenada y sin rostro.

El espectáculo mostró, a través de talleres, teatro, experiencias, música y coreografías, la importancia de la elección de un estilo de vida contracorriente, basado en el amor evangélico.

La jornada fue tan hermosa y apasionante, que contagió a los 120 participantes de Mendoza, ciudad a las faldas de los Andes argentinos, quienes dejaron la ciudadela Lía llevándose en el corazón el deseo de repetir la Fiesta de los Jóvenes en su ciudad.

Sin embargo, para transformar este sueño en realidad se necesitó mucho trabajo. Basta sólo con pensar que había que hacer llegar a Mendoza a los casi 100 jóvenes actores, que dieron vida al show en la Ciudadela Lía, afrontando un viaje de más de 900 kilómetros, y hospedarlos por tres días.

fiesta-de-los-jovenes-22El 10 de noviembre se realizó el primer espectáculo delante de 500 personas, entre las cuales se encontraban alumnos de varios colegios, pero también jóvenes de las periferias de la ciudad. «Vemos muchos problemas en nuestro mundo – son las primeras palabras de los jóvenes actores desde el escenario –, y algunos esperan que los demás busquen soluciones. Nos encontramos aquí 90 jóvenes de 20 países que ya hemos decidido no seguir esperando. Queremos ser los protagonistas de este cambio, y hemos descubierto la receta: trabajar para construir la unidad de la familia humana».

Al día siguiente, la segunda función fue en un Centro de Congresos a 40 km de Mendoza. También en este caso la sala estaba repleta, con los 500 asientos ocupados y otras personas de pie. Algunos chicos llegaron expresamente para el show desde un colegio ubicado a 250 km. de distancia.

Los jóvenes que asistieron al espectáculo se quedaron positivamente sorprendidos viendo a un centenar de coetáneos procedentes de 20 países distintos que, con gran calidad artística, les presentaron una manera de vivir completamente distinta de la que impone la sociedad actual.

fiesta-de-los-jovenes-9En ambas funciones la propuesta de un estilo de vida basado en el amor que se convierte en servicio concreto hacia los demás, tuvo aceptación y todos salieron con el corazón desbordante de alegría.

Pero también para los mismos “actores”, es decir, los chicos que pasan un periodo de su vida en la ciudadela Lía, este viaje fue importante porque demostró que vivir la “locura del amor” es posible si cada uno se propone hacer su parte, sin mirar a lo que fue o a lo que será, sino sólo arraigados en el presente y aprovechándolo bien.

Uno entre los numerosos mensajes recibidos de inmediato por WhatsApp: «¡TODO FUE BELLÍSIMO! Fue vivir realmente el lema de la jornada: “Vivamos esta locura”, porque estos 3 días fueron inolvidables. También mis amigas, que asistieron al programa, ¡quedaron entusiasmadas y emocionadas! Para mí fue especial también poder conocer mejor a los jóvenes que vinieron de la Ciudadela Lía. ¡Sigamos viviendo juntos esta locura!».

Ver también: Argentina, mil jóvenes por una locura

 

 

“La fraternidad universal: necesidad para Europa”

Igino Giordani: las raíces de Europa

IginoGiordani-01«Christopher Dawson, en The Making of Europe, escribe: “La influencia del cristianismo en la conformación de la unidad europea es un impresionante ejemplo de como el curso de la historia es modificado y determinado por la intervención de nuevos influjos espirituales. De igual modo, en el mundo antiguo, vemos que la artificial civilización material del Imperio Romano tuvo necesidad de alguna inspiración religiosa, de algo más profundo que el culto oficial…”. Esta inspiración religiosa llegó y fue el cristianismo.

[…] Se podría decir que las divisiones religiosas, sancionadas por la norma: cuius regio eius religio, fueron pensadas sobre todo para consentir las divisiones políticas, los aislamientos nacionales y, finalmente, las guerras. En la unidad religiosa los conflictos eran considerados fratricidios y se hacía lo posible para eliminarlos. Después, en la división de los cristianos, los conflictos pasaron a ser gloria nacional. Sin embargo, como la conciencia cristiana y europea no había muerto, esas guerras en Europa, a más de un espíritu le han parecido guerras civiles. Porque la conciencia de la común unidad europea nunca ha desaparecido.

No basta una burocracia común

El ruso Soloviov escribió que la Iglesia, así como unificó a Europa con los Francos, después con los Sajones, hoy debería reunificarla con la justicia social, superando las divisiones de clase, de casta y raza. Es decir, eliminando las mayores causas de conflicto.

Justicia social significa esa comunión de bienes espirituales y materiales, que la concepción cristiana, que considera a los hombres como hijos del mismo Padre e iguales entre ellos, propone y suscita en favor de la paz, del bienestar y de la libertad. Pensar que se puede lograr este orden racional sólo con la lucha de clases equivale a repetir el error del militarismo germánico, eslavo, etc., que pretendió unificar a Europa sólo con las armas.

El cristianismo quiere decir una unificación en la libertad y en la paz, con la eliminación de las guerras y de todos los motivos de fricciones.

El aporte de la religión, en este sentido, no está tan dirigido a la estructuración de las instituciones sino a la formación de los espíritus.

De la religión surgen hoy día dos impulsos unificadores: 1) El progresivo sentido de Cuerpo místico. 2) El ecumenismo que ha renacido, por lo que la unidad de la Iglesia provoca la unidad de los pueblos.

Dos impulsos que, mientras rectifican corrientes y eliminan pasiones, de las que proviene la vivisección de Europa, suscitan energías espirituales capaces de dar un alma a esta unidad política; de infundir una inspiración sobrenatural a esta operación humana; de hacer que se vuelva popular la instancia de la unidad. Si se limitara sólo a factores económicos y políticos fracasaría.

No basta un ejército común o una burocracia común para dar vida a una Europa unida. No por nada los políticos tienden a insertar ideologías, es decir, tienden a darle un alma al cuerpo. Europa ya tiene un alma: el cristianismo, su esencia y su génesis».

Igino Giordani

 (Città Nuova n. 5 del 10.3.1972 pp.23-23)

“La fraternidad universal: necesidad para Europa”

Josef Lux, un político constructor de paz

Josef Lux 1“Nunca olvidaré la sonrisa con la que me saludaba cuanto llegaba a casa a la noche tarde, cansado… Aunque sus horas de sueño siempre eran pocas, nunca faltaba a la Misa temprano… Al focolar no llevaba los problemas de la política, si bien en algunas circunstancias nos preguntaba nuestro parecer. De hecho a menudo tenía que ir contra la corriente, pero nunca percibí de parte suya odio hacia sus adversarios”. “Cuando en la mañana salía para el trabajo nos saludaba diciendo: ‘Siempre, enseguida, con alegría’. Era su forma de decir que estaba dispuesto a acoger cualquier situación que la jornada le reservara, incluso difícil. Esta actitud era el verdadero secreto de su vida, que hacía posible el diálogo con todos, también en situaciones a menudo difíciles”. Así los recuerdan dos focolarinos del focolar al que pertenecía Josef Lux. Nacido el 1º de febrero del ‘56, conoció la espiritualidad de Chiara Lubich a finales de los años ‘70, en Chocen, su ciudad natal en la  Bohemia orientale, donde trabajaba como zootécnico en una cooperativa agrícola. En el 86, estando casado con Vera, siente el llamado de Jesús al focolar. Chiara le indica una frase del Evangelio que orienta su vida: “Den al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios ” (Mt 22, 21).

Josef Lux con su esposa Vera

Josef Lux con sua moglie Vera

Los acontecimientos de noviembre del ‘89, que precedieron la caída del comunismo, cambian su vida en modo decisivo. Desde el inicio del proceso de cambio político está entre los organizadores de las manifestaciones en la plaza, y en enero del ’90 es elegido como diputado del Parlamento Nacional por el Partido Popular. Su decisión de entrar en la política es el fruto de una profunda reflexión. De hecho está convencido de que la política puede ser purificada gracias a personas dispuestas a ofrecerse personalmente. En septiembre del ‘90, después de un brillante discurso delante del Congreso del Partido Popular, es elegido presidente del mismo. Trabaja por la transformación de esta agrupación política en un partido moderno de orientación cristiana. En su oficina, reinaba un gran cuadro de Jesús crucificado. Quiere tenerlo siempre delante, especialmente durante las intensas negociaciones de su comprometedor trabajo. En el ‘92 es reelegido como diputado y llega a ser vice Primer Ministro y Ministro de Agricultura del Gobierno Checo hasta el ‘98, siendo para muchos un “signo de contradicción” esestimado por muchos que comparten sus elecciones y rechazado por los adversarios políticos. Vera y sus seis hijos son para él un gran apoyo.
Josef Lux con Vaclav Havel

Josef Lux con Vaclav Havel

En el ‘98 llega el anuncio de una grave enfermedad: leucemia. La noticia suscita una cadena de solidaridad. Muchos ciudadanos de la República Checa y no sólo ellos, se ofrecen como posibles donantes de médula. Aunque es muy difícil encontrar a alguien idóneo, Josef se siente contento, porque de esta forma se enriquece la base de datos de posibles donadores que podrá ayudar a otros enfermos. Finalmente se encuentra en Italia un donador apto y se decide hacer la operación en Seattle (USA). La intervención sale bien, pero durante la convalecencia se produce una infección y su estado se agrava. Los hijos llegan a Seattle, acompañados por un focolarino sacerdote que celebra la Misa en su habitación. Son momentos vividos en un clima espiritual especial. A menudo repite que ofrece su dolor por la difusión del Reino de Dios y por los jóvenes. Chiara Lubich lo acompaña desde cerca y le asegura su oración cotidiana. Con Vera y los hijos se toman de la mano, cantan y rezan el salmo preferido de Josef:Mi refugio es mi fortaleza, mi Dios en quien confío” (Sal 90, 2). Aun consciente de la gravedad de su situación, está tranquilo y pide que recen por él. Y dice: “Sonrían, no lloren” – esa frase se convertirá en su testamento. Chiara, anunciando su fallecimiento el 21 de noviembre de 1999, expresa el deseo de que Josef Lux sea, junto a Igino Giordani, el protector del Movimiento político por la unidad. El primer “milagro” suscitado por su fallecimiento fue un momento de unidad de toda la nación, casi nunca visto después de la “revolución de terciopelo”: en los diarios, en la radio y en la televisión todos –incluso sus adversarios políticos- expresan su estima hacia él y los valores que defendía y difundía en la función pública. Muchos descubrieron en él la figura del “hombre de Estado”, pero también la de un cristiano que encontró en la fe en Dios la fuerza para su forma de actuar valiente a favor de su país.

“La fraternidad universal: necesidad para Europa”

Sicilia: Cultura del don y del bien común

20141120-01Kheit Abdelhafid no encuentra las palabras adecuadas para concluir la jornada: «Créanme, no tengo palabras, al final de esta líndísima jornada no tengo palabras. Porque el año pasado, antes del encuentro sobre el tema de la familia nos preguntábamos si seríamos capaces de hacer un congreso juntos. Y ahora que estamos finalizando el segundo congreso, me doy cuenta de que lo hemos logrado. La jornada de hoy lo demuestra. El futuro, lo veo por nuestros hijos que están juntos, será mejor de lo que vemos hoy en el mundo».

No fue fácil tampoco para el Imán – acostumbrado a las grandes multitudes- encontrar una forma apropiada para concluir el segundo congreso promovido por el Movimiento de los Focolares y la Comunidad islámica de Sicilia, realizado el 16 de noviembre en Catania, sobre el tema “Cultura del don y del bien común”. Casi 450 personas procedentes de varias ciudades de Sicilia oriental abarrotaron la sala del congreso en una extraña mezcla de idiomas y dialectos.

Los relatores que dieron su contribución a la mesa redonda eran personas de gran peso. La misma fue moderada por Michele Zanzucchi, director de Cittá Nuova. Mons. Gaetano Zito, Vicario episcopal para la cultura de la Arquidiócesis de Catania, subrayó el valor de la cultura del estar juntos y de la convivencia. Samia Chouchane, delegada para el diálogo interreligioso de la Unión de las Comunidades Islámicas de Italia (U.CO.I.I.) en Sicilia, en su intervención acentuó las motivaciones de la acción: «Las motivaciones están en el corazón de todo. Imaginemos cuánto más si la motivación es el amor a Dios. Esto nos lleva a no ser indiferentes ante todo lo que ocurre a nuestro lado y en el mundo»

20141120-03Kamel Layachi del Comité Científico del departamento del diálogo interreligioso de la U.CO.I.I. desafió a ambas comunidades para que se abran no sólo al diálogo interreligioso sino también al diálogo intra-religioso para encaminar una reflexión sobre las particulares experiencias religiosas. Margareth Karram del Movimiento de los Focolares en Tierra Santa compartió su experiencia personal. Ella es cristiana, de Palestina, creció en un contexto con presencia mayoritariamente judía y nació – en realidad- en un mundo de diálogo, aún si era un diálogo trabajoso y salpicado por numerosas situaciones que lo frenaban. Y sin embargo, es siempre necesario tratar de conocer al otro, su diversidad, su historia, su cultura: «Hay que conocerse a fondo, no es suficiente la amistad, se precisa un conocimiento profundo. Es la ignorancia lo que nos lleva al miedo». Giusy Brogna encargada del diálogo interreligioso del Movimiento de los Focolares en Sicilia, expresa su gran satisfacción por el congreso: «El camino que hemos emprendido hace algunos años está produciendo sus frutos; siento una gran esperanza y estoy segura de que las dos comunidades, la focolarina y la musulmana, llevarán adelante el diálogo no sólo en Catania sino también en otras ciudades sicilianas».

Al finalizar los trabajos asumieron el compromiso de contribuir económicamente para completar el pago de la excavación de un pozo en Camerún promovido por un proyecto de Acción por un mundo unido (AMU). «El agua es vida – concluyó Kheit Abdelhafid- y el pozo que construiremos juntos será el signo de la vida que existe entre nosotros».

 

 

 

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El árbol de las emociones

20141117-01«Esta experiencia ha sido fantasmagórica, podría sacarme los ojos porque ya lo vi todo. Si dentro de veinte años llego a ser profesor, le voy a decir a mis alumnos: “Esta experiencia la hice yo con mis ex-compañeros” y también les diré que no hubiera logrado hacer todo esto sin ellos y sin el gran artista Antonino».

La materia prima para dar vida al taller creativo, que se realizó en doce salones de clase, fueron 4.700 teselas de vidrio. Fue una experiencia que los chicos definieron como “inolvidable”, y que los ayudó a desarrollar la fantasía y el respeto hacia el otro a través del trabajo colectivo. El taller fue ideado por la Asociación Alessandro Mammucari, que está inspirada en la espiritualidad de los Focolares y que sostiene el proyecto “Sbulloniamoci” (“Desbullyinémonos”), que promueve la Municipalidad de Latina, usando el arte como vehículo principal.

Un artista que trabaja con vidrio, Antonino Casarin, su brazo derecho, Patrizia Sarallo, y la coordinadora y profesora de historia del arte, Tatiana Falsini, involucraron a 120 chicos en esta aventura creativa durante dos días.

Alegría, tristeza, rabia, temor, son las cuatro emociones fundamentales para nuestra sobrevivencia, elegidas como tema base para el laboratorio. Se empezó con una introducción al arte abstracto, subrayando su estrecha relación con el mundo de las emociones. ¿Cómo funciona? La coordinadora, Tatiana, explica: «Se invita a los chicos a observar las obras de arte en vidrio del artista Casarin, y a tratar de percibir su significado más profundo a través de dos sentidos: la vista y el tacto. Pasamos por cada pupitre y todos escuchan con profundo estupor. Después los invitamos a escribir en forma anónima las emociones que cada uno pudo experimentar, invitándolos nuevamente a una escucha, esta vez interior, para reconocer las propias emociones».

Seguidamente se les propone a los chicos que experimenten el arte del vidrio en un taller creativo durante el cual deben realizar una panel por clase, dos por escuela, en donde representen las cuatro estaciones de un árbol, símbolo de las cuatro emociones.

«En este momento, a cada uno se le entrega una formaleta de vidrio trasparente – explica Antonino Casarin – y los chicos tienen que cubrir la superficie encajando y pegando varias piezas que después se cocinan en un horno para vidrio. Invitamos a los chicos a trabajar en equipo, porque se trata de una obra colectiva, de modo que cada uno pueda trabajar de la mejor forma posible, compartiendo las piezas y sus capacidades». Escribe uno de los chicos: «Cuando empezamos a trabajar con las formaletas tenía terror de equivocarme o de no encontrar la pieza que faltaba. Pero cuando nos las devolvieron después de horneadas experimenté una sensación de felicidad».

Los muchachos se entusiasman y trabajan concentrados. Trabajan sin detenerse a pesar de la recreación y en cuanto terminan una formaleta enseguida piden otra y, cuando terminan todas, responden inmediatamente a la invitación a levantarse y ayudar a los compañeros que todavía tienen que concluir. Al terminar de hornear las formaletas nos volvemos a reunir con los chicos para componer el diseño de los árboles: levantamos el panel y estalla un aplauso. Todos coinciden en que logran percibir la belleza del trabajo colectivo que lleva en sí la característica y la diversidad de cada uno y que lo hace único.