Oct 2, 2014 | Focolare Worldwide
Reconciliación Hace algunos años, mi madre y sus hermanos vendieron una propiedad. Uno de los tíos, insatisfecho por la parte recibida, se opuso a la venta de unas ruinas que habían quedado, y rompió su relación con los demás. Considerando absurdo este litigio que se armaba por tan poca cosa, fui a visitarlo con mi madre y le llevamos de regalo un libro sobre la familia con experiencias positivas. Con el tío litigante tratamos sobre todo de escuchar sus motivos, comprender los motivos de su rencor. Sólo pocos momentos antes de irnos, pude decirle algo sobre el valor de la paz en la familia. Para mi sorpresa se ofreció a llevarme en su auto hasta el ómnibus y, al saludarme, abrazó también a su hermana a quien antes ni siquiera había saludado. M. F. L. – Italia No habría nacido Los padres y las amigas la impulsaban para que abortara. Pero ella, joven madre, segura de poder contar con nosotros, se mantuvo firme y así nació María, una niña lindísima pero delicada. Durante cinco meses, para completar sus estudios en el extranjero, la confió a nuestro cuidado. A veces nos preguntábamos si habíamos hecho bien. Con ninguno de nuestros hijos nos tuvimos que despertar tantas veces durante la noche, ¡ninguno estuvo tan enfermo como María!. Pero prevalecía un pensamiento: sin nuestra disponibilidad, María no habría ni siquiera nacido y su madre no se sabría dónde habría terminado. Cuando volvió, sus familiares la recibieron. Un año después se casó y ahora tiene tres hijos. F. Z.- República Checa Solidaridad Desde hace casi diez años estoy viviendo con mi papá debido a la evolución de su enfermedad. Ya no es más el negociante dispuesto siempre a las bromas con todos ni el abuelo orgulloso de sus nietos. Ahora él es una persona dependiente en todo de los demás. Después de mi inicial rebeldía, que veía todo lo negativo de la situación, me di cuenta de que su enfermedad movilizó mucha solidaridad. Aparecieron personas que vienen a acompañar a mi mamá, los parientes se volvieron más atentos y dispuestos…. Y luego está el acompañamiento de una cuidadora filipina que tiene una óptima relación con todos nosotros a tal punto que la consideramos como un integrante de la familia. Ella fue abandonada por su marido y venir a cuidar a mi papá le ha permitido mantener a sus tres hijos. N. B.- Italia Un hilo de oro Nuestros hijos recién habían terminado sus estudios superiores cuando, Michele, mi marido se enfermó gravemente. Él que era fuerte como una roca. Comenzó su calvario de postración e intervenciones quirúrgicas que lo debilitaban. Teniendo a Dios como nuestro único sostén, Michele y yo nos fuimos preparando al desapego ya cercano. En un momento de confianza entre nosotros, mientras el dolor lo atormentaba, me alentaba: «Eres una mujer maravillosa, nuestros hijos son afortunados al tenerte como madre» Y devolviéndome la alianza matrimonial, agregó: «Te quiero mucho, te quiero por siempre. Te ayudaré más cuando me haya ido». Cuando Michele murió es como si nos hubiera llevado con él; al mismo tiempo lo sentimos cercano a nosotros, vivo como nunca. Un hilo de oro une el cielo y la tierra. L.S.Italia
Sep 22, 2014 | Focolare Worldwide
«Ante una extrema especialización y tecnología que ha reducido la medicina a la pura dimensión biofísica del hombre, se manifiesta la prioridad de la dimensión espiritual y la estrecha correlación entre ambiente, condiciones socioeconómicas y salud. Disminuir la diferencia entre ricos y pobres, incentivar la solidaridad, significa por lo tanto, reducir también las enfermedades y los gastos sanitarios» La Profesora Flavia Caretta presidente internacional de la Asociación Medicina Diálogo Comunión, está convencida del tema. Ella ilustró el proyecto sobre la salud integral de la persona humana en el Simposio “Salud integral – desafíos y prioridades en América Latina”,promovido por la Associaçao Paulista de Medicina (APM) y la Asociación brasileña “Saude, Dialogo, Comunhao”, red de trabajadores de la Salud que se inspiran en la espiritualidad de la unidad del Movimiento de los Focolares. Considerando las recientes manifestaciones brasileñas en contra de los cortes al gasto en salud y la utilización del dinero público para el mundial de fútbol de abril 2014, éste es un tema que arde; manifiesta una larga secuencia de desórdenes del año precedente, en el cual millares de personas se amotinaron en las calles para denunciar el estado de pesada insalubridad del país. Al evento, que tuvo lugar en San Pablo (Brasil) en el pasado mes de agosto, asistieron médicos, docentes universitarios, estudiantes y varios trabajadores de la salud procedentes de todo Brasil, de Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile. Fue la oportunidad para enfrentar el gran tema de la salud integral de la persona.
Otro punto estratégico que se puso en evidencia fue la llamada “revolución de los pacientes”, quienes, de sujetos pasivos están llamados a ser protagonistas activos en la curación, en socios de los médicos. Se destacó a su vez, la responsabilidad de la ciudadanía, que está llamada a la participación social de la misma organización del Sistema sanitario brasileño (SUS). A partir del riquísimo debate surgió un proyecto articulado que puede contribuir a delinear un modelo de política sanitaria que responde a las expectativas no sólo de Brasil sino también de los otros países de América Latina. Un modelo de salud integral – según el Dr. Ruy Tanigawa, miembro del Consejo regional de Medicina del Estado de San Pablo – que “por su validez social está destinado a propagarse”. Es éste el compromiso asumido por los participantes como conclusión del evento, quienes consolidaron y ampliaron la red de colaboración a nivel regional, nacional, extendiéndose también al nivel latinoamericano e internacional.
Sep 4, 2014 | Focolare Worldwide
Que los jóvenes sean «ciudadanos del mundo», o que, por lo menos, lo debieran ser, dado que ninguna población vive aislada, pues se ha convertido prácticamente en un lugar común. Precisamente por esto es importante que los muchachos estén formados en tal sentido, de modo de que sean «capaces de tener una perspectiva, una forma de sentir y de actuar que abrace a quien pasa a nuestro al lado y también al que nos es desconocido porque está lejos, pero nunca es anónimo. Por lo tanto, ciudadanos de la propia ciudad, del propio país y al mismo tiempo ciudadanos del mundo, capaces de “Amar la patria del otro como a la propia patria”».. Así define el ser «ciudadanos del mundo» AMU – Acción Mundo Unido, que también este año y por sexta vez propone a los 1eros y 2dos años de las escuelas secundarias italianas el Campus de ciudadanía planetaria.
La iniciativa tendrá lugar en la ciudadela internacional de Loppiano en Incisa Valdarno (Florencia) en una jornada que se realizará entre abril y mayo de 2015, y está dirigida a todos los estudiantes junto con sus profesores. El objetivo es que los jóvenes adquieran la conciencia del significado y de la importancia de la ciudadanía activa, que sean constructores de una sociedad civil, y que contribuyan a una educación multiétnica e intercultural, gracias también al contexto dentro del cual se desarrolla el Campus: Loppiano. En efecto en Loppiano vive gente de todas las edades y de todos los continentes, llegan a la zona Toscana para vivir la vida de todos los días – de hecho se trata de una ciudad como cualquiera, con escuelas, oficinas, empresas y principalmente, con el ideal de fraternidad universal propuesto por el Movimiento de los Focolares. Un lugar en el cual se experimenta la diversidad como riqueza, y el encuentro con el «diferente» se produce no como una amenaza sino como una oportunidad de intercambio y comunión. El hilo conductor de la jornada será el tema de la globalización. A través de sociodramas, talleres y momentos de diálogo los muchachos conocerán luces y sombras de este proceso, las dinámicas de las relaciones entre los diversos países del mundo, buenas prácticas para un estilo de vida sostenible y solidario, y experiencias ofrecidas directamente por sus protagonistas. Desde allí se partirá para elaborar y proponer acciones concretas para concretar en la vida cotidiana en la propia ciudad de cada uno. Se les pide a las escuelas que tengan interés en asistir, que se pongan en contacto con la oficina “Educación para el Desarrollo” de AMU antes del 31 de diciembre para convenir el itinerario didáctico y el programa, de modo de que éste sea coherente, lo más posible, con el programa realizado durante el año escolar. Secretaría Organizativa: Via Frascati, 342 – Rocca di Papa (RM) Tel. 06 94792170 Email: eas@amu-it.eu
Ago 29, 2014 | Focolare Worldwide
El año pasado, estuve en tratamiento oncológico por un nuevo cáncer. Anímicamente, esta vez fue peor que la primera: dolor y desesperanza. Era duro aceptar de nuevo la enfermedad después de casi cinco años. Las ocho sesiones de quimioterapia duraron seis meses, luego descansé un par de meses antes de las 25 sesiones de radioterapia. Tenía que ir a un hospital a unos 30 km de mi domicilio. En varias ocasiones me acompañaron unas amigas, pero era complicado, pues a veces podía demorarse dos o tres horas, por lo que la mayoría de las veces fui sola. Me llevaba algo para leer, o música o cualquier cosa que me distrajera. Tenía la impresión de que todo era muy impersonal. La segunda semana me fijé en una mujer musulmana que se sentaba aparte en una sala. Tenía una cara de infinita tristeza. Ese día tuve que esperar mucho y pude ver cómo sacaban, en camilla y sedada, a una niña de unos cinco años y la ponían al lado de la señora. Cuando llegué, había oído a las enfermeras hablar sobre la niña, así que al salir me atreví a preguntar por ella. La habían operado de un tumor cerebral y ahora le daban una radioterapia especial que la obligaba a estar muy quieta, por eso la sedaban. Al día siguiente se repitió la escena. Yo observaba y me decía que tenía que hacer algo. Me daba vergüenza acercarme, pues la madre no hablaba mucho español, pero se me ocurrió decirle a la enfermera que le preguntara si necesitaba algo. La enfermera se quedó algo perpleja, pero lo hizo. Al rato me dijo que a la niña le hacía falta un abrigo. También le vendría bien un cochesito. En ese momento me entusiasmé. Tenía un cochesito casi nuevo que guardaba para mi hermana, y varios abrigos de mi hija que seguro le valdrían a la niña… En cuanto llegué a casa preparé lo que pude y tomé también juguetes. Sabía que era a Jesús a quien se lo estaba dando, pues Él mismo dijo: “cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo” (Mt 25, 40). Se lo llevé a la enfermera y no salía de su asombro. Me dijo: “Fíjate cómo estás tú, y a nosotras no se nos ha ocurrido preguntarle si necesitaba algo”. Fui llevando más cosas y siempre, al día siguiente, aparecía la niña tan contenta con su bolsito, su muñeco o lo que le hubiera llevado. Era una gran alegría verla enseñando sus cositas “nuevas”. La madre quería conocerme, si bien yo le había dicho a la enfermera que no le dijese quién era, pues también dice el Evangelio “que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha” (Mt 6, 3). Tras mucho insistir, fui a saludarla. Fue emocionante. Me dio un abrazo y con los ojos llenos de lágrimas me dio las gracias. Yo también me emocioné. Durante los cinco días que me quedaban para acabar la radioterapia, me sentaba con ella y hablábamos. Comencé la radioterapia con miedo y angustiada porque al cabo de un mes y medio mi hija haría la primera comunión y yo me veía fatal, preocupada por si me crecería el pelo. Hoy doy gracias a Dios por haber aprendido a salir de mí misma y ver al hermano que está a tu lado, que también sufre, e intentar hacerte uno con él, acallando tu yo y tus preocupaciones. S. G. (Murcia, España)
Ago 28, 2014 | Focolare Worldwide, Senza categoria
“Net-working – Relaciones en la Iglesia”: cuatro días de vida juntos, encuentros, debates, testimonios, talleres dedicados a jóvenes sacerdotes y seminaristas que quieren ser hombres de Dios, partícipes activos de los desafíos de la gente y de su tiempo. El Padre Justin Nary tiene 42 años y viene de la República Centroafricana. Empieza hablando con calma y parece que se refiere a otra persona cuando cuenta de los más de 2000 musulmanes a los que buscó alojamiento, poniendo en peligro su vida, para salvarlos de la violencia homicida que ensangrentó recientemente a su país. Poco antes había hablado el Padre Josef Pal, rumano, quien contó una tras otra, experiencias de diálogo, que ha sabido entretejer en su ciudad a nivel ecuménico, social, con personas de convicciones no religiosas, tanto en las comunidades parroquiales como con las instituciones civiles. Son fragmentos de vida, historias de sacerdotes “apasionados por la humanidad”, con el deseo de contagiar a los 268 participantes en el “Net-working – Relaciones en la Iglesia”. La cita tuvo lugar en Loppiano, del 19 al 22 de agosto pasados, para sacerdotes, seminaristas y personas orientadas al sacerdocio. “Nos dirigimos a la nueva generación sacerdotal –explica el padre Alexander Duno del Centro sacerdotal de los Focolares, organizador del evento- y la respuesta fue contundente: los participantes provenían de 38 países la mayoría europeos, con una representación de África, Asia y de las Américas, hablaban 12 idiomas. Fueron grandes las expectativas de estos cuatro días caracterizados por la imagen de la “red”: que subrayaba el deseo de comprender, participar y compartir la vida y los dramas de la gente y de sus pueblos.
La característica de todo el encuentro fue el binomio diálogo-comunión. Se realizó en el Centro internacional de Loppiano que acogió a los participantes y que durante más de 50 años ha hecho de la fraternidad su propio distintivo. De este modo se dio vida a un taller en el que expertos, docentes y participantes se constituyeron en un único equipo de trabajo. Además de las plenarias, se trabajó en 27 numerosos talleres temáticos animados por profesionales a nivel internacional. Se afrontaron temas como la familia, la economía, la política, el pluralismo cultural y religioso, el diálogo con el Islam y las grandes religiones. Se dialogó sobre la necesidad de una Iglesia “que salga hacia las periferias existenciales y sobre el perfil de la parroquia hoy como “red de comunidades”. Fue grande la atención que se dedicó a cuestiones cruciales para la vida de los sacerdotes de hoy: el equilibrio en la vida, el don y el desafío del celibato, la soledad y las nuevas formas de vida comunitaria, la capacidad de diálogo en medio de conflictos y desafíos sociales. La primera serie de talleres se enfocó en los escenarios del mundo de hoy descubriéndolos, más allá de las crisis, como fragmentos de fraternidad ya en acto y bocetos de respuestas llenos de esperanza. Fue muy participativa también la segunda serie de talleres sobre las distintas realidades de la actualidad eclesial. De este modo se delineó la imagen de una Iglesia viva, en diálogo, que no retrocede ante las novedades de la contemporaneidad, sino que penetra en los puntos neurálgicos de la historia, para iluminarlos desde la perspectiva de la Palabra evangélica de la unidad, vivida a través de relaciones y comunidades que han hecho de la comunión su fuerza.
“En estos días –comentaba el Padre Stefano Isolan, un joven sacerdote de Fiesole- hemos vivido la belleza de ser presbiterio y no individuos aislados llenos de compromisos y reuniones, de ser realmente nudos de una red, importantes los unos para los otros”, “He experimentado –cuenta un pastor evangélico de Serbia– la alegría de tener muchos hermanos y de sentir el amor que nos une aunque seamos de Iglesias distintas”. “La idea de la comunión no se queda en la cabeza sino que entra en la vida”, afirmó un joven orientado al seminario. Y otro de ellos agregó: : “Aunque somos diferentes entre nosotros, ha habido entre todos gran confianza. Los talleres realmente nos ayudaron”. Una característica común fue la alegría y la esperanza renovada de haber vivido, como auguró el Papa Francisco a los obispos de Asia en su reciente viaje a Corea, una experiencia de “auténtico diálogo”, el que nace de “la capacidad de empatía (…) fruto de nuestra mirada espiritual y de nuestra experiencia personal, que nos lleva a ver a los otros como a hermanos y hermanas”. Ahora, concluido el encuentro, el desafío continua a escala nacional, europea y extra continental: en las parroquias, en las comunidades, al lado de la gente; en las ciudades donde los sacerdotes y seminaristas han vuelto, con el deseo de seguir concretando el lema de San Pablo que se eligió para el congreso: «Acójanse los unos a los otros como Cristo los ha acogido a ustedes ». Visita en sitio web: networking2014.focolare.org Fotogallery: Loppiano
Ago 26, 2014 | Focolare Worldwide
Mientras que desde todo el mundo se levantan voces a favor de la paz, e incluso el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso invita a tomar una posición, nos llega una carta de los musulmanes de los Focolares de Magreb en apoyo a la declaración de los Focolares de Jordania, compartida por todo el Movimiento. «Nosotros, musulmanes del Focolar de África del Norte (Marruecos, Argelia y Túnez) queremos testimoniar nuestra total adhesión y nuestro apoyo pleno a la declaración de los Focolares en Jordania. Nuestras religiones son un tesoro a disposición de la humanidad, existen para magnificar la mejor parte del ser humano. Pero, como sucede actualmente, las mismas son manipuladas al servicio de proyectos de poder y fuerza y no de justicia y de paz. Las religiones son ‘inocentes’. Las víctimas pertenecen a todas las religiones pero, lamentablemente, también los manipuladores. El último engaño, en orden de tiempo, se está desarrollando ante nuestros ojos en Irak y Siria, bajo el estandarte del ISIL. Que se llame Califato, Emirato o Sultanato no cambia el carácter violento, salvaje y deshumano de su ser. Su referencia al Islam es una usurpación, una falsificación, tanto más que sus primeras víctimas han sido otros musulmanes. Sólo consideraciones políticas y geoestratégicas irresponsables han guiado a estos actores y sus maquinaciones. Unimos nuestras voces a aquéllos que en todo el mundo están exhortando a la paz y al diálogo entre las culturas y las religiones. Queremos gritar fuerte porque el silencio mata. Nuestra lejanía de los lugares donde se realizan las operaciones militares no nos impide sentir fuertemente el sufrimiento. En nuestros recuerdos están todavía vivos. Hace sólo pocos meses, personas de todas las religiones se reunieron para dialogar y declararse recíprocamente el amor por cada hermano, cada uno desde su propio credo [Chiara y las religiones. Juntos hacia la unidad de la familia humana – Roma, 20 de marzo de 2014 – ndr]. Nuestro intercambio ha demostrado que son más las cosas que nos unen que las que nos dividen. Expresamos nuestra disponibilidad a participar en todo tipo de iniciativa orientada a una justa solución de los conflictos en curso, recordando que al hacer a los demás lo que nos gustaría que hicieran por nosotros, trazaremos la senda de la fraternidad».