Movimiento de los Focolares
Austria/3: 50 años de unidad

Austria/3: 50 años de unidad

Y finalmente, en la tarde del sábado 19, el esperado encuentro con María Voce y Giancarlo Faletti por la gran fiesta común. La cita era a pocos kilómetros de la capital, en el Multiversum de Schwechat, una moderna estructura multifuncional que acoge conciertos, eventos culturales y deportivos, ferias. Fueron alrededor de 700 los participantes provenientes de nueve regiones de Austria.

En el saludo inicial, los responsables nacionales del Movimiento de los Focolares, María Magerl y Andreas Amann, expresaron la alegría, pero sobre todo la gratitud a Dios, por Chiara Lubich y por la espiritualidad de la unidad que, ha dado un nuevo sentido, profundidad y plenitud a la vida de muchos. Gratitud también por todos los que en estos cincuenta años han contribuido, cada uno en su lugar, al desarrollo del Movimiento. Un motivo de especial alegría en esta celebración, era la presencia, en ciertos casos después de años de ausencia, de muchos “constructores y compañeros de viaje de un tiempo”.

En la primera parte del encuentro, mediante fotos históricas y videos testimoniales, casi como ojeando un álbum de familia, se hizo un repaso de las etapas fundamentales de la historia de los Focolares en Austria. Hasta llegar al 2001, año en que Chiara transcurrió diez días en Austria, dando importantes indicaciones sobre los campos de acción en los cuales podían comprometer las fuerzas de la comunidad focolarina. Un vídeo con una síntesis de su discurso en el congreso de los alcaldes “1000 ciudades por Europa” (Innsbruck), hizo revivir a muchos de los presentes ese evento tan especial. Cerró la retrospectiva el recuerdo lleno de gratitud de los muchos miembros del Movimiento de todas las edades y vocaciones llegados a la Patria celeste.

Siguió la presentación de los Focolares en Austria hoy, empezando por la Mariápolis permanente Giosi y el Centro Mariápolis Am Spiegeln. Entre los “tesoros de familia”, el testimonio de Reinhard Domig: quien, en agosto del 2008,  fue víctima de un feroz asalto en su oficina postal, y perdonó a su asaltante. Fueron varias las experiencias de “diálogo” dentro de la Iglesia Católica, en la relación con cristianos de otras Iglesias, pero también con fieles de otros credos (sobre todo musulmanes) y con personas de convicciones no religiosas, ya en curso desde hace años con miembros de Partido comunista. Es sobre todo un diálogo de la vida, mediante el intercambio y la participación en acciones comunes con proyectos de integración para necesitados o de pedagogía u otras iniciativas, a nivel más cultural, referentes a los ámbitos de la economía, de la ecología, del deporte y de la comunicación.

De los más jóvenes escuchamos la ilustración de los Socialday para los damnificados, anicianos y niños de refugiados, el relevo mundial por la paz Run4unity y las acciones para permitir a los muchachos de Indonesia que participaran en el próximo Genfest de Budapest. Y todo con un único fin: contribuir a la fraternidad en un país siempre más plural como Austria.

A este punto, como respuesta al deseo de muchos deconocerla personalmente, María Voce tomó la palabra para dar un breve saludo. La fiesta prosiguió en el palco con canciones, juegos y otros números artísticos; seguido de un rico buffet.

2012-05-19-austria-festa-50anni-emmaus-saluta-walter-baier-cleaschiffmann-10La mañana del domingo 20, una nueva cita en el Multiversum, esta vez con los más comprometidos de la comunidad. El programa preveía, después una Misa animada por los cantos de los gen, un encuentro-diálogo con María Voce y Giancarlo Faletti. Sencillas, iluminadas, estimulantes fueron sus respuestas a algunas preguntas planteadas por jóvenes y adultos sobre argumentos referentes sobre todo a los testimonios que presentan los desafíos cotidianos para incidir más efectivamente en los varios ámbitos de la sociedad.

Entre la alegría común, que concluyó con un gran aplauso, los presidente de los Focolares terminó con el augurio: «La idea de que la nuestra es una vida y no una organización, siempre me ha acompañado en estos años y me ha hecho entender qué es la libertad de los hijos de Dios. No sé si es algo muy osado, pero quisiera hacerles un augurio de libertad, que quiere decir: liberarse también del deseo de ser eficientes, de la exigencia de hacer las cosas bien, del recuerdo de cosas que no salieron como querían, de la situación histórica. Liberarse para tener la felicidad de poder decir sí a Dios y saber que Él espera su colaboración, para hacer de esta Austria “ideal” un ejemplo de libertad auténtica, profunda; libertad que proviene también del reconocer y aceptar los propios límites, del pensar que a pesar de ellos podemos hacer algo bueno (¡¡esto es todavía más difícil!!), del creer que más allá de ellos Dios actúa. Actua si le decimos que sí. Y lleva ese fuego q dice la Palabra de vida de este mes que ya se está acabando, pero que todavía tenemos algunos días para continuar el incendio. Este es mi augurio: ¡que sean libres de prender el fuego!».

Austria/3: 50 años de unidad

Filipinas: un “pozo de petróleo espiritual”

Con sus 93 millones de habitantes de 70 dialectos, esparcidos en un archipiélago de más de 7 mil islas, las Filipinas –único País católico del sudeste asiático- es de los más poblados del mundo. No obstante la riqueza humana y los recursos naturales, gran parte de la población vive en condiciones de pobreza. Su estructura social podría ser comparada a una pirámide: el 80% de la riqueza está en manos del 5% de la población, y la clase media casi no existe.

Los filipinos son un pueblo muy hospitalario, alegre, generoso, que sabe soportar y dar valor al sufrimiento, gracias a su raíz  cristiana. En 1966 recibió el espíritu del Movimiento de los focolares, que poco a poco fue penetrando en muchísimos ambientes, tanto religiosos como civiles. Hoy sus miembros son casi 5.000 los más cercanos  y más de 100.000 los adherentes y simpatizantes.

Chiara Lubich visitó las Filipinas dos veces: en 1982 comparó a las Filipinas con “un pozo de petróleo espiritual” con respecto al resto de Asia, y en 1997 recibió en la Universidad de Santo Tomás en Manila la laurea honoris causa en Teología, primera mujer laica en recibir este título. Esto le permitió establecer relaciones de colaboración, especialmente en el campo de la Economía de Comunión.

Los centros de los focolares están en Manila, Cebu y Davao y las varias comunidades del Movimiento están esparcidas en muchos miles de islas y unidas por el mismo estilo de vida, que a pesar de las distancias, experimentan un verdadero espíritu de familia, al unísono de la cultura local.

La Mariápolis Pace de Tagaytay, una de las ciudadelas, fundada por Chiara Lubich en 1982, es testimonio de la posibilidad de un amor concreto y recíproco también entre amigos musulmanes, algunos hindúes y budistas. Es sede de la School for Oriental Religions, que realiza periódicamente cursos de formación para aprender a dialogar en el respeto recíproco. No falta además una activa comunión de vida con los hermanos de otras iglesias y comunidades eclesiales cristianas.Se subraya la participación de muchos sacerdotes y seminaristas en la vida del Focolar, como también la de unos cuantos amigos obispos, gracias a la escuela para sacerdotes de Tagaytay.

El espíritu de los Focolares se afirmó también como posible respuesta a los distintos problemas sociales.

Es importante la experiencia de los 6 centros de Bukas Palad, que recoge a millares de pobres, el Pag-asa Social Center en Tagaytay, Sulyap ng Pag-asa, la Focolare Carpentry, de Cainta, uno de los principales proyectos desarrollados por AMU en las Filipinas, que formó al trabajo a centenares de jóvenes. Y también el sostén a distancia, en colaboración con Familias Nuevas, que permite ayudar a más de 1.800 niños.

Tagaytay, 1997: el intendente le otorga a Chiara Lubich la ciudadanía honoraria de Tagaytay

Numerosas son las experiencias de acciones concretas en las ciudades y en los pueblos, por la ayuda brindada luego de las calamidades naturales –como por ejemplo cuando se produjo el tifón Ondoy del 2010- asi como también las intervenciones en  favor de leyes más justas. Es el caso de la comunidad de Antipolo, una ciudad de más de medio millón de habitantes, en la extrema periferia de la capital, que se comprometió en una campaña de sensibilización con el objetivo de proteger a la familia y la vida, en respuesta a un decreto sobre la llamada “salud reproductiva”.

De especial relieve es el compromiso de las empresas que adhieren al proyecto de Economía de Comunión – entre ellas las más conocidas son el Bangko Kabayan, y APCEI en Manila, la empresa “Filo d’Oro” en Cebu, de los voluntarios hospitalarios (Sinag Volunteers) en varias estructuras sanitarias públicas, de diversos periodistas en el campo de los medios de comunicación y de una importante  actividad a nivel educativo.

Teresa Ganzon, una de las primeras jóvenes en haber conocido a los Focolares en los años turbulentos de los ’60 y ’70, con el marido y ahora con dos hijas ya profesionales, lleva adelante el ya nombrado Bangko Kabayan, instituto bancario rural, con diez mil clientes. El 85% son mujeres de sectores pobres: las cuales llenas de coraje y emprendimiento han logrado construirse una dignidad social gracias al programa de micro-crédito del banco. Ni siquiera la reciente crisis ha minado la fe del Bangko Kabayan, que colaborando con los otros institutos bancarios a nivel rural y hasta con algunos competidores, ha contribuido de forma decisiva a salvar la industria en el territorio en que trabaja.

 

 

Austria/3: 50 años de unidad

Filipinas: Las tiernas notas de los niños de Plas

Tacloban City se encuentra en la Isla de Leyte, en el nordeste de Filipinas. En esta ciudad vive Plácido Maga, conocido por todos con el nombre de “Plas”, que desde 1991 vive el ideal de la unidad, tratando de hacer concreto este compromiso suyo en la vida de todos los días.

En 1996 Plácido inició un trabajo como profesor de guitarra, enseñando a tocar a los niños de diversas escuelas elementales. La enseñanza se convirtió así para él en una oportunidad de amar y servir al prójimo, a través de su talento musical.

En el año 2000, caminando por las calles de Ormoc, una de las ciudades de su provincia, Plácido vio algunos niños echados en la acera que utilizaban cartones y periódicos como mantas para taparse. Otros pequeños no tenían ninguna indumentaria para protegerse del frío. Decidió acercarse a ellos y supo que ni siquiera tenían nada para comer, durmiendo casi siempre con el estómago vacío.

Impresionado por la situación, Plácido compró un poco de comida para los niños, los cuáles, sintiéndose acogidos y queridos, contaron a Plash su situación. Plash decidió volver al día siguiente. Ellos, los más olvidados y también los más indefensos de la ciudad, estaban encontrando un nuevo amigo.

A Plácido le vinieron a la mente una frase de Chiara Lubich«Cuando damos algo de nosotros, poniendo amor en cada acción, la vida crece dentro de nosotros». Y la felicidad que encontró aquella tarde, en el encuentro con aquellos niños, fué la prueba.

El día después Plácido volvió a esa calle y mantuvo la promesa de pasar un poco de tiempo con sus pequeños amigos. Pero sintió que tenía que hacer algo más por ellos, que tenía que buscarles un alojamiento digno y confortable. Aquel Ideal que Plácido había elegido años antes, tenía ahora un posibilidad de hacerse concreto, ocupándose de la situación de estos marginados de la sociedad.

Plácido presentó la cuestión al Municipio, se contactó con las Organizaciones no Gubernamentales presentes en el lugar para sensibilizarlas con el problema. Sin temor a que se burlaran de él continuó buscando una solución, teniendo presente no tanto las consecuencias de las acciones sobre sí mismo, sino el interés en el otro, en este caso de los niños.

Consiguió así implicar en su proyecto a otras personas que viven por el mismo ideal. Y se dió cuenta de que cuando el amor evangélico se hace “regla” de nuestra vida, llegamos a ser todos más creativos, más valientes e incluso heroicos.

Plácido no se conformó con resolver una situación de emergencia, sino que sintió que debía poner a los niños en condiciones de dar ellos también algo, para hacerles probar la misma alegría que había probado él cuando se había “donado” al prójimo. Se puso por tanto a enseñar a los niños a tocar una pequeña guitarra, el uquelele, creando un pequeño repertorio que los niños representarían en dos espectáculos, recibiendo el aplauso de la gente.

Hoy los niños viven en el Centro Lingap, una casa de rehabilitación que se ha convertido en dormitorio del Departamento de Salud Social. Plácido continua visitando a los pequeños, enseñándoles no sólo a tocar, sino también a rezar. Sobre todo está cerca de ellos.

Mandaue City

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Austria/2: el abad, el cardenal, los jóvenes

La estadía en Austria de la presidente y del copresidente del Movimiento de los Focolares tuvo el jueves 17 de mayo tres entrevistas muy distintas entre ellas pero de gran significado: la visita, que incluía también la Misa y el almuerzo, a la abadía cisterciense de Heiligenkreuz, corazón místico de la Foresta Vienesa; el siguiente encuentro en el arzobispado de Viena con el cardenal Christoph Schönborn; y finalmente en el Centro Mariápolis Am Spiegeln, a la noche el encuentro con un nutrido grupo de “Jóvenes por un mundo unido” que llegaron de varias localidades del País, con el título “Let’Bridge Austria”, una de las etapas introductorias hacia el próximo Genfest de Budapest (31 de agosto-2 de septiembre 2012)

 Pasando en revista los acontecimientos del día, el copresidente Giancarlo Faletti nos confió “la profunda impresión que tuvo durante la visita al Heiligenkreuz, abadía milenaria vinculada a un carisma –el benedictino- que expresa toda su vitalidad a través de las mismas paredes, a través de la liturgia y a través del recibimiento verdaderamente fraternal recibido por el Abad y por los mayores responsables de la comunidad cisterciense”

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 Y la presidente María Voce, habló sobre el  coloquio muy abierto y cordial que mantuvo con el primado de Viena: “El Cardenal tiene un gran aprecio por el Movimiento por lo que hace en Austria y por el testimonio que da el Centro Mariápolis; ha también agradecido a las focolarinas y los focolarinos de Viena por haber recibido inmediatamente y puesto en práctica su pedido de una escuela de formación para crear discípulos de Cristo. Por mi parte le agradecí por la posibilidad que dio a nuestros sacerdotes de formar un focolar en la incipiente ciudadela. La vida en común entre sacerdotes es un argumento de especial sensibilidad para el Cardenal, el sufre profundamente en su corazón la soledad en que a menudo los sacerdotes viven. Entre otras cosas recordó a Chiara Lubich, que vió por primera vez en el Sínodo del vigésimo año del Vaticano II, al cual ella fue invitada junto con la madre Teresa de Calcuta. En aquella época, él era un joven teólogo y no se había animado a acercarse a estas dos figuras, a quienes admiraba por su fuerza carismática”

 Ambos, luego, a propósito de la efervescente noche transcurrida en el Centro Mariápolis – dos horas y pico de testimonios, momentos musicales y diálogo entre generaciones -, coincidieron: “Fue hermoso, un verdadero baño de vitalidad. Por la apertura y libertad de  esquemas, los jóvenes se parecen en cualquier parte del mundo. Era interesante mirar sus ojos, sus rostros, sentirlos proyectados hacia el futuro pero también escuchándonos, que tenemos la experiencia en las espaldas. Cuando el Cardenal supo sobre ellos y sobre el Genfest, estaba contento: observaba que los jóvenes tienen necesidad de estas manifestaciones de masa para no sentirse solos y pocos, sino juntos tomar coraje para testimoniar su fe en Cristo”

 Por Oreste Paliotti, enviado