Movimiento de los Focolares

De la cultura de la confianza a la primacía de las relaciones

A un grupo de focolarinos, el 19 de septiembre pasado María Voce le contó aquello que más le importa en este momento. Transcribimos algunos fragmentos de este discurso espontáneo. Lo ha definido “un nuevo paso” y lo está comunicando a las comunidades de los Focolares de todo el mundo. Ahora lo que más le importa a la presidenta de los Focolares, Maria Voce, se podría resumir en una palabra: “relaciones”. Una nueva invitación que parece cumplir una parábola que comenzó hace 12 años, en los primeros días de su toma de posesión como presidente de los Focolares, cuando invitó a todos a vivir según la “cultura de la confianza”, para construir con compromiso relaciones que generen una convivencia social pacífica y respetuosa de la diversidad. Hoy, al final de su segundo mandato, pocos meses antes de la Asamblea de los Focolares y en un momento marcado profundamente por esta larga pandemia y crisis económica, María Voce vuelve a uno de los temas clave de su presidencia: la centralidad de las relaciones, visto en la óptica del carisma de Chiara Lubich. Una invitación, una vez más, a trabajar en red y en comunión con aquellos – individuos, comunidades y organizaciones –  que apuntan en la misma dirección, la de la fraternidad. “Este pensamiento fue muy fuerte para mí: Chiara en el 43 se enfrentó a este mundo desastroso, donde todo se derrumbaba, y Dios le dijo: no es cierto que todo se derrumbe. Hay una cosa que no se derrumba: ¡es Dios, solo Dios! ¿Y qué hizo Chiara? Salió a decir: está Dios, Dios nos ama, este Dios está más allá de la guerra. Esto era lo que se necesitaba en ese momento. Jesús vino a la tierra y no vino solo, porque seguramente donde estaba Jesús, que era el Hijo de Dios, estaba toda la Trinidad. Entonces el Dios de la Trinidad vino a la tierra para abrirnos el camino, para enseñarnos a vivir a su manera. ¿Y para hacer qué? Transformar el mundo. Pero ¿qué significa esto? Significa relaciones, significa vínculos, significa igualdad, significa escucha mutua, significa uno en el otro, que uno se pierde en el otro. Esta mañana estaba pensando en esto y decía: vino a la tierra y ¿qué hizo? Caminaba por las calles de Galilea, ¿y qué encontró? Un funcionario probablemente corrupto que recaudaba impuestos; encontró a un niño fascinado por las palabras que decía; encontró al dueño de un pequeño negocio, Pedro, que tenía una barca. Y los llamó, y tuvo el valor de transformarlos en sus apóstoles, que significa personas enviadas para continuar llevando su mensaje hasta los últimos confines de la tierra. Luego, ¿a quién más encontró? Encontró gente de todo tipo, encontró a la pecadora, encontró al muerto, encontró a los hambrientos, y ¿qué hizo? Multiplicó los panes, resucitó a los muertos, es decir, se ocupó de las necesidades de los demás, estando en medio de ellos. Después, incluso fue tan lejos como para arrastrar a esta multitud detrás de él. ¿Qué significa esto? Construyó la comunidad, es decir, hizo una comunidad capaz de escuchar a los demás, de darse cuenta de que hablaban otro idioma, pero de escucharlos en su idioma. ¿Qué significa eso? Capaces de aceptarse a sí mismos plenamente, capaces de entenderse incluso cuando uno habla de manera diferente, capaces de aceptarse plenamente. Transformó a estas personas en su fraternidad, en su comunidad, y las hizo vivir en solidaridad entre sí, porque cuando tenían hambre decía: “Denles de comer”; cuando sanó a esa otra mujer que tenía fiebre, pero luego la puso a servir; la niña que resucitó se la devolvió a la familia para que la familia pudiera cuidarla. Es decir, no destruyó nada de lo que había allí, ¡pero lo transformó! Y ¿qué debemos hacer? Debemos transformar el mundo, siendo nosotros este Jesús. Debemos llevar estas relaciones trinitarias. Y no hay otro camino que elegir a Jesús abandonado, que significa saber perderse el uno en el otro, saber hacer emerger al otro. Entonces, Dios Padre seguirá creando cosas nuevas y el Espíritu Santo seguirá iluminándonos”.

Recogido por Stefania Tanesini

 

Jóvenes: nuevas ideas gracias a la web

Jóvenes: nuevas ideas gracias a la web

Una escuela de formación internacional realizada completamente online a causa del Covid con metodologías nuevas y la participación de 115 Gen 2, los jóvenes de los Focolares, de 18 países. Un laboratorio replicado en varias partes del mundo. ¿Puede la emergencia Covid detener nuestro compromiso en la realización de un mundo más unido y la posibilidad de hacerlo juntos?  Una pregunta que, en estos meses, no ha dejado en paz a muchos Gen 2, los jóvenes del Movimiento de los Focolares, junto a sus formadores. Entonces, aunque la pandemia les haya impedido viajar de un país a otro o incluso salir de casa, las nuevas tecnologías han permitido a los jóvenes seguir trabajando por la paz y la unidad del mundo, e incluso han favorecido el nacimiento de iniciativas nuevas y originales, todas rigurosamente vía web. Por ello, viendo los encuentros internacionales programados desde hacía tiempo, los jóvenes de los Focolares decidieron no cancelar ni siquiera la escuela internacional anual de formación para responsables de los grupos juveniles prevista para agosto de 2020 en Italia y,  en cambio,  realizarla justamente online.   Sin duda requirió un trabajo extra para transformar los programas de los 10 días de escuela, adaptarlos a la modalidad de formación vía web y buscar plataformas y app que permitiesen momentos de escucha y profundización, pero que favoreciesen también momentos de comunión, todos juntos y en pequeños grupos. Así nació la “Escuela Internacional 2020” con un formato completamente nuevo. Participaron en ella 82 jóvenes y 33 adultos formadores, de 38 países y 16 idiomas. “Aprender a trabajar online es algo positivo que el Covid nos ha dejado –dijo uno de los participantes de Argentina– también porque facilita la participación de quienes, por motivos económicos o de tiempo, nunca había hecho y no habría conseguido hacer una experiencia internacional trasladándose físicamente”. La escuela, que tuvo como título “Así en la tierra como en el cielo”, estuvo centrada en temáticas de carácter espiritual y de actualidad, como la paz, el compromiso social y la ciudadanía activa, profundizadas a la luz del carisma de Chiara Lubich. Uno de los puntos principales fue: “Dare to Care” (Atreverse a cuidar), tema central del recorrido (Pathways) que los jóvenes, con todo el Movimiento de los Focolares, se comprometieron a poner en práctica. Todos los años al recorrido de  Pathways se asocia un color: este años es el negro que Chiara Lubich había relacionado con el compromiso político, civil y social por el bien común.  Y, así como el negro hace de fondo a todos los demás colores, este compromiso es el fondo sobre el cual resaltan los varios ámbitos de la vida de todos los días: la familia, la sociedad, la escuela. Se arrancó con escritos de Chiara Lubich, luego experiencias de testigos comprometidos en el ámbito político y social; expertos como el teólogo Padre Fabio Ciardi, miembro de la Escuela Abbá, el Centro de Estudios del Movimiento de los Focolares; Alberto Lo Presti, director del Centro Igino Giordani; Daniela Ropelato y Antonio Maria Baggio, docentes del Instituto Universitario Sophia de  Loppiano (Italia). “Ustedes son personas que han decidido dar la vida –fueron las palabras conclusivas de María Voce, Presidente del Movimento de los Focolares y del Co-Presidente Jesús  Morán– en esta escuela han hecho la prueba en este laboratorio. Ahora el laboratorio termina, ahora hay que ir a vivir”. De allí en más,  esta escuela, junto al compromiso de vida que trae consigo, se está difundiendo y multiplicando: los 100 participantes se han hecho promotores de otras ediciones en diez distintos puntos del globo.

Letizia Spano

Un modo nuevo de ver las cosas

No tener preferencias y no esperarse una recompensa: he aquí la receta sencilla pero revolucionaria de Chiara Lubich para un estilo de amor que puede cambiar el mundo también hoy. “El que está en Cristo, es una nueva creación; “pasó lo viejo, todo es nuevo” (2 Cor 5, 17). (Esta frase) habla […] del  “hombre nuevo” (Cf. Ef 4,24) que, mediante el bautismo y la adhesión a la fe, se ha establecido en nosotros […] con un modo nuevo de ver las cosas, de actuar, de amar. […] ¿Cómo es este amor? […] Siendo una participación del amor mismo que está en Dios, que es Dios, se diferencia del amor simplemente humano por innumerables elementos, pero sobre todo por dos aspectos: el amor humano hace distinciones, es parcial, ama a algunos hermanos, como por ejemplo a los que son de su misma sangre, o a los cultos, a los ricos, a los guapos, a los respetables, a los sanos, a los jóvenes…; ama a los de una cierta raza o categoría, y no ama, o por lo menos no del mismo modo, a los demás. El amor divino, en cambio, ama a todos, es universal. La segunda diferencia está en el hecho de que en el amor humano, generalmente, uno ama porque es amado; e incluso cuando el amor es noble, se ama en el otro algo de uno mismo. Hay siempre algo de egoísmo en el amor humano, o bien, se espera a amar cuando el interés nos lleve a hacerlo. El amor divino, sobrenatural, en cambio, es gratuito, es el primero en amar. Por tanto, si queremos dejar vivir en nosotros al “hombre nuevo” si queremos dejar encendida en nosotros la llama del amor sobrenatural, también nosotros tenemos que amar a todos y ser los primeros en amar. En fin, tenemos que ser como Jesús, otros Jesús. Jesús murió en la cruz por todos: su amor fue universal. Y con su muerte fue el primero en amar.

Chiara Lubich

(En una conferencia telefónica, Rocca di Papa, 8 de enero de 1987) Extraído de: “Amar a todos, ser los primeros en amar”. Cf. Chiara Lubich, Buscando las cosas de arriba, Ciudad Nueva, Madrid, 1993, págs. 15-16.

Un lenguaje capaz de construir puentes

Un lenguaje capaz de construir puentes

Trento, ciudad natal de Chiara Lubich. Será la sede del próximo congreso dedicado a profundizar el valor de los textos, discursos y escritos, de la fundadora de los Focolares desde el punto de vista lingüístico y literario. El evento, que se desarrolla en el marco del centenario del nacimiento de Lubich, es coordinado por un grupo de estudio y de investigación internacional y podrá ser seguido por Internet.

© CSC Audiovisivi

No sólo palabras, sino cofres capaces de ofrecer nuevas comprensiones del carisma de Chiara Lubich. El análisis de lenguaje de la fundadora de los Focolares, de los textos de sus discursos y escritos, es, desde hace algunos años, el centro del trabajo de un Grupo internacional de Estudio e investigación en el ámbito de la Lingüística, la Filología y la Literatura que forma parte de la Escuela Abba del Movimiento de los Focolares. El Grupo, junto con el Centro Chiara Lubich, entre otras cosas es el promotor del congreso que tendrá lugar en Trento del 24 al 27 de septiembre de 2020 con el título “Chiara Lubich en diálogo con el mundo. Un enfoque lingüístico, filológico y literario de sus escritos”. Al respecto hablamos con la coordinadora, Anna María Rossi, lingüista, docente, colaboradora del Centro Chiara Lubich, una de las curadoras de la exposición “Chiara Lubich Ciudad Mundo” de las Galerías de Trento (Italia). ¿Por qué decidieron para este congreso un título que pone el acento en el estar “en diálogo con el mundo” de Lubich? Es una elección que nació espontáneamente de la experiencia de diálogo entre los estudiosos y estudiosas del grupo de investigación que lo promueve. Ellos representan ámbitos disciplinarios, edades, proveniencias culturales, geográficas y sociales muy distintas. Nutriendo del mensaje y del testimonio de Chiara Lubich nuestra vida y nuestro trabajo, experimentamos la riqueza y la fecundidad del diálogo, de la apertura al otro y de la valoración de la diversidad. A este propósito los discursos y los escritos de Chiara son una fuente preciosa, que amerita un estudio atento. Además nos parece que en el contexto en el que vivimos hoy, en un mundo cada vez más interconectado, pero que a veces le cuesta encontrar las palabras capaces de construir un tejido de relaciones auténticas, la temática del diálogo en todo sentido es particularmente actual. Las temáticas que serán afrontadas en el congreso son varias, tocarán distintos ámbitos y serán profundizadas por estudiosos de varias partes del mundo. Según su parecer, ¿cuáles con los aportes más originales e innovadores que ofrecerá este congreso para la comprensión del pensamiento y del Carisma de Chiara Lubich? Los escritos de autoras y autores que podemos considerar maestros del espíritu, como por ejemplo las místicas y los místicos, especialmente aquellos contemporáneos, a menudo son vistos como textos de edificación espiritual. En realidad son obras de gran valor literario, testimonios de una lengua viva, creativa, audaz. Son escritos que merecen ser estudiados y hacerlos accesibles a un público vario, no necesariamente religioso, pero que se deja tocar por la belleza y los valores. La palabra de Chiara, hablada o escrita, sus textos y sus discursos, son expresión de una excelente capacidad de entrar en relación con el otro y de donar su pensamiento y sus aspiraciones en forma sencilla, comprensible para todos, y al mismo tiempo literariamente eficaz. Los estudios más recientes en el ámbito lingüístico ponen en evidencia además cómo no sólo la realidad construye el lenguaje, sino que también es el lenguaje, las palabras que usamos, las que construye la realidad. No es difícil constatarlo también en la vida cotidiana; palabras de odio, excluyentes, ofensivas logran crear una sociedad cerrada, violenta, agresiva. Chiara siempre usó un lenguaje capaz de construir puentes, de abrir nuevas comprensiones, de llegar a cada persona, a cada pueblo. No por nada sus escritos son traducidos en los más variados idiomas, y también esto es un signo de un pensamiento y de una palabra capaz de abrazar a todo el mundo. ¿Es la primera vez que se realiza un congreso de este tipo? No, este evento pretende ser una continuación de otro congreso que se realizó en Castel Gandolfo (Italia) en el 2015, cuyo título se inspiró en una expresión de Chiara Lubich: “el decir es dar”. La palabra entendida como “don” y principal constructora de relaciones suscitó reflexiones de investigadores e investigadoras de varios campos del ámbito humanista, y que fueron recogidas en una publicación editada por Città Nuova “El decir es dar. La palabra como don y relación en el pensamiento de Chiara Lubich”. A cinco años de distancia hemos pensado de dar continuidad a aquella iniciativa, para presentar ulteriores estudios en el ámbito lingüístico y literario, basados en textos, sobre su pensamiento y carisma. Este encuentro habría tenido que realizarse en abril del 2020, en el marco de los eventos por el Centenario del nacimiento de Chiara Lubich, pero fue anulado debido al confinamiento. ¿Puede decirnos ahora cómo se va a desarrollar? Después de la pandemia suspendimos todo tipo de actividad pública, sin perder la esperanza de poder realizar igualmente el evento en el año del Centenario de Chiara, si bien con modalidades distintas. De hecho ahora –gracias a las nuevas modalidades de comunicación- nos encontramos en una situación que, paradójicamente, favorece una participación más amplia. De acuerdo con la Fundación del Museo histórico del Trentino, que albergue el evento en las Galerías de Trento, podemos acoger con seguridad unas cincuenta personas en forma presencial. Pero también se podrá seguir el Congreso a través de una conexión por zoom, solicitando el link a la Secretaría organizativa (studi_linguistici@centrochiaralubich.org.) De este modo participarán personas de varias partes del mundo; ya hemos recibido inscripciones desde México, Brasil, Venezuela, Taiwán. Las ponencias serán traducidas simultáneamente en portugués e inglés. Esperamos que sea realmente una posibilidad de “diálogo con el mundo”.

A cargo de Anna Lisa Innocenti

Evangelio vivido: den y se les dará

Jesús revela la novedad del Evangelio: el Padre ama a cada hijo personalmente con un amor “desbordante” y les dona la capacidad de ensanchar el corazón a los hermanos. Son palabras acuciantes y exigentes: dar de lo nuestro; bienes materiales, pero también acogida, misericordia, perdón, con generosidad, al igual que Dios. Leche en polvo En una ciudad satélite cerca de Brasilia, hay un barrio muy pobre donde desde hace años llevamos no sólo ayudas materiales, promoción humana, sino que intentamos difundir la buena noticia de Jesús. Siempre me sorprende ver cómo estas personas descubren el amor de Dios y empiezan a ayudarse entre ellos, compartiendo lo poco que tienen con quien tiene menos. Ofrecen incluso la propia barraca. Fieles al “den y se les dará”, una señora a la que le habíamos entregado leche en polvo para sus niños nos contó que lo había compartido con su vecina que no tenía nada para darle a sus hijos. Ese mismo día, para su sorpresa, recibió más leche en polvo. (H.I. – Brasil) La herida Durante ciertas fiestas le doy a mis cuatro hijos una cuota para que compren regalos para los niños pobres. Este año mi hijo menor me pidió más dinero, había sabido que su papá estaba desocupado y no podía hacerles regalos a los niños que había tenido con otra mujer. Para mí fue como un balde de agua fría. Mi esposo nos había abandonado hacía años y dentro la herida estaba ahí. Esa noche lloré mucho, me sentía traicionada también por mis muchachos. Pero quizás era yo la que me estaba equivocando y el pequeño me estaba dando una lección. A la mañana siguiente le aumenté la cuota. Tiempo después mis hijos me pidieron que le ayudara a su papá a encontrar un trabajo. Era el colmo. ¡Precisamente ellos que nunca habían recibido ni un regalo de él ahora me pedían esto a mí! A pesar de los recuerdos dolorosos, entendí que tenía que poner en práctica el mandamiento de Jesús de amar a los enemigos. Le agradecí a Dios por su generosidad pero también porque me habían permitido quitar de mi corazón un resentimiento que me torturaba desde hacía años. (C.C. – Colombia) Despido Hace varios meses cuando la importante compañía de computación en la que trabajo anunció que iban a despedir al 40% de los empleados, entré en shock. Gracias a ese trabajo en mi familia no nos faltaba nada, si siquiera lo superfluo. ¿Cómo pagaríamos las cuotas de la casa? ¿Cómo hacer con el seguro de salud? Y así con las demás cosas. Con Jennifer y mis hijas nos sentimos más responsables con respecto a nuestra economía. Dispuestos a vender los objetos de mayor valor y a otros posibles sacrificios, pensamos en la posibilidad de trabajar por cuenta propia, considerando nuestras capacidades personales… Pero sobre todo nos confiamos a Dios Padre, y seguimos manteniendo la esperanza. El día de los despidos, 6500 de mis colegas perdieron el trabajo. Habría preferido desaparecer para no ver; pero después me quedé para compartir el momento con quien se iba. No sé cómo terminarán las cosas para mí, pero una cosa es segura, esta prueba nos ha unido más como familia, ha creado un vínculo profundo con otras familias y nos ha permitido abrir los ojos a los problemas de los demás. Ahora nos damos cuenta cuáles son las cosas importantes en la vida. (Roger – Usa) Perdoné al asesino de mi hijo Desde cuando mi hijo fue asesinado en un asalto, ya nada tenía sentido en mi vida. En mi búsqueda desesperada de ayuda, participé en un encuentro sobre el Evangelio. Allí escuché hablar de la frase de Jesús “Amen a sus enemigos”. Palabras que en mí resonaron como un mazazo. ¿Cómo podía yo perdonar a quien había asesinado a mi hijo? Sin embargo una semilla entró en mí. Frecuentando ese grupo, advertía cada vez más fuerte el impulso a perdonar. Quería reencontrar la paz del corazón. Y de cuál paz hablaba el Evangelio: “Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios”. En la tragedia de mi familia, finalmente prevaleció la decisión de perdonar. Ahora puedo decirme verdaderamente “hija de Dios”. Recientemente fui llamada a una confrontación con el asesino de mi hijo que había sido capturado. Lo conocía. Fue duro, pero intervino la gracia. No sentí odio, ni rencor hacia él. En mi corazón de madre había sólo una gran piedad y la intención de confiarlo a la misericordia de Dios. (M.A. – Venezuela)

a cargo de  Stefania Tanesini

(tomado de Il Vangelo del Giorno (El Evangelio de cada día), Città Nuova, año VI, n.5, septiembre-octubre 2020)

Chile, nace de los mismos chicos un proyecto de eco-educación

Del interés por el ambiente nace una propuesta inesperada y el inicio de un compromiso en el ámbito ecológico que hoy día ha alcanzado amplias dimensiones. La historia de Javier, un joven de diecisiete años de Chile. Siempre me ha gustado mucho la naturaleza y he sentido una conexión especial con ella. En el año 2017 me enteré del daño que la humanidad le estaba haciendo al planeta, “y –me dije- ¿qué puede hacer un simple adolecente para ayudar a cambiar la realidad del planeta?”. Pero, un día, mi tía me invitó a participar en un Foro de Desarrollo Sostenible que se realizaría en la sede de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe). Estaba sorprendido y al mismo tiempo entusiasmado porque mi tía que me dijo que como adolescentes debíamos asumir las decisiones importantes y alzar la voz, ya que el futuro nos pertenece a nosotros, entonces decidí participar y con la ayuda de la escuela involucré a otros compañeros interesados en la problemática social y ambiental. Durante el Foro pudimos conocer los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y las acciones que están realizando los países de América Latina y el Caribe para alcanzarlos. También tuvimos la oportunidad de expresar nuestra opinión ante todas las autoridades presentes. Una de las iniciativas que más nos llamó la atención fue CONCAUSA que es parte de la ONG América Solidaria. Esta ONG trabaja especialmente por la superación de la pobreza infantil y apoya la formación de los adolescentes para que sean auténticos agentes de cambio. Con dos compañeras decidimos crear un proyecto de educación. Lo postulamos al programa CONCAUSA una primera vez y no calificó. Sin embargo tiempo después, visto nuestro interés en estas temáticas CONCAUSA decidió llevar a cabo un taller llamado Accionadores, el cual nos enseñó a elaborar mejor un proyecto. Vimos que en el colegio había “basura” botada en el suelo y se generaban residuos sin ninguna conciencia. Nos propusimos promover la reutilización y reciclaje de los residuos y crear una cultura ecológica. Así nació el proyecto “Eco-Educación”. Observamos que gran parte del residuo eran Tetra-Pack. Entonces los reutilizamos para crear “Econtendores” para diferenciar la basura reutilizable, y lo envoltorios y botellas plásticas las usamos para hacer eco-ladrillos. Gracias a nuestro trabajo muchos de nuestros compañeros han aprendido a reciclar y ahora han involucrado a sus padres y lo hacen también en sus casas. Mientras tanto también junto con los Chicos por la Unidad de los Focolares de los que formo parte, hemos incluido, durante nuestros encuentros periódicos, talleres y la profundización de los temas ambientales. Después de un año de trabajo con nuestro proyecto “Eco-educación”, fuimos elegidos para representar a Chile en un Campamento Continental de “Concausa” que se realiza cada año en nuestro país y en el cual participan proyectos de las tres Américas. Yo estuve entre los participantes. La experiencia fue inolvidable. . Conocí personas de muchos países, cada uno tenía una cultura diferente, al conocernos recíprocamente nos sentimos iguales, éramos y somos una familia, una generación que lucha por un futuro más unido y solidario. . El último día fuimos invitados a  presentar un discurso frente a las autoridades de América Solidaria, UNICEF y CEPAL sobre las distintas realidades que vivimos en nuestros países y de qué manera estamos dando nuestro aporte a favor del ambiente. Ahora sigo conectado con los participantes en el Campamento y seguimos trabajando juntos a través de vídeo llamadas. Hemos ideado el proyecto “1000 Acciones para un Cambio” que intenta generar acciones ecológicas para mitigar la crisis climática, soy el representante en mi país para la implementación de este proyecto.  Aquí el testimonio de Javier con ocasión del lanzamiento de la campaña Pathway 2020-2021 “Dare to care”

A cargo de Anna Lisa Innocenti