Movimiento de los Focolares
Romaamor: sirviendo a los pobres para construir fraternidad

Romaamor: sirviendo a los pobres para construir fraternidad

Una organización sin fines de lucro que ha operado en la capital italiana durante trece años, recuperando el excedente de alimentos o que quedaron sin vender, prepara 250 comidas para los pobres todos los días y también trabaja para promover su inclusión social. La acumulación y el derroche son las plagas de nuestro tiempo y de muchas de nuestras sociedades, pero también hay quienes recogen silenciosamente los alimentos que se desecharían y lo dan a las personas más pobres. Y lo hace no solo para ofrecer asistencia, sino como un gesto concreto de acompañamiento hacia un camino de redención. Es la historia de Dino Impagliazzo y de Romaamor, la organización sin fines de lucro a la que dio vida en la capital en respuesta a la invitación de Chiara Lubich, quien en 2000, recibiendo la ciudadanía honoraria de Roma, pidió hacer una “revolución del amor”, en la ciudad. Desde hace 13 años, Romaamor ofrece 250 comidas al día a las personas sin hogar que se encuentran en las estaciones Tuscolana y Ostiense y en la Plaza San Pedro. Y Dino, que ahora tiene 90 años, experimenta la misma alegría todos los días al entregarse a los demás: “Al ayudar a estas personas a veces hay muchas dificultades – explica – tienes que sacrificarte, pero luego sientes una gran alegría por haber hecho el bien”. Cristo nos enseñó que la esencia del cristianismo es amar a Dios y al prójimo, y Chiara Lubich nos invita a vivir por la fraternidad universal: este es el fundamento de nuestro servicio a los pobres”. Por su compromiso, Dino recibió el Premio Internacional Cartago 2018, porque “su trabajo de sensibilización y capacitación restituye ética a la ciudad y crea concretamente alternativas viables que devuelven el valor a las personas y a las cosas”. Lo entrevistamos: ¿Cómo comenzó la experiencia de Romaamor? Comencé solo, por casualidad, llevándole un sándwich a una persona pobre que conocí en la estación, y lentamente pensé en involucrar a la mayor cantidad de personas posible. Comenzando con mi esposa, luego en el condominio, y el vecindario. Siempre nos hemos referido a los pobres con la conciencia de que en el próximo, ya sea rico, pobre, sano o enfermo, está mi hermano y cuando mi hermano está en dificultades debe ser ayudado y considerado como tal. En el Día de la Alimentación de 2019, el Papa destacó que es necesario un retorno a la sobriedad en los estilos de vida, para cultivar una relación saludable con nosotros mismos, nuestros hermanos y la Creación… Es una elección esencial. Si eres cristiano y sabes bien que cada persona es tu hermano, porque Jesús te lo dijo, si vives no solo para ti mismo sino en relación con los demás y sabes que entre nosotros hay personas que están bien y personas que están mal, entonces, ¿cómo puedes pensar lo contrario? Tu disponibilidad siempre debe ser completa y ofrecida con alegría. Frente al dominio de la “cultura del descarte”, ustedes que eligen servir a los pobres van contra la corriente… Esto es importante, pues no solo aprovechamos los alimentos que caducan, sino que los cocinamos y se los llevamos a las personas que los necesitan. También tratamos de relacionarnos con ellos para hacer algo más que alimentar. Tratamos de adaptar las comidas a las personas a las que ayudamos: los niños, los ancianos, las mujeres y los enfermos tienen diferentes necesidades, y para nuestros huéspedes musulmanes preparamos comidas sin usar carne de cerdo. Nuestro objetivo es promover la inclusión: invito a voluntarios para que intenten establecer una relación cercana con al menos una de estas personas. Al ofrecer la comida, les pido que traigan dos bandejas, una para los pobres y otra para ellos, para sentarse y comer juntos. ¿Cuál es el valor del grupo? Es fundamental, estamos juntos en todo, en decidir el menú, cocinar, compartir las tareas. Si uno piensa en ver si hay enfermos, otro está se ocupa de aquellos que necesitan relacionarse con organismos públicos, y uno da fuerza al otro. Las horas que pasamos juntos son muchas: comenzamos a cocinar por la tarde, terminamos a las ocho, salimos y estamos afuera dos horas. Todo se comparte, también alegrías y dificultades. ¿Alguna de las personas a las que ayudas se volvió voluntaria? ¡Por supuesto! Entre los voluntarios, un tercio son extranjeros que, por ejemplo, se encuentran en centros de acogida y esperan ser reconocidos como refugiados políticos. Los jueces nos señalan a algunos para que presten servicios sociales y hay seminaristas enviados por las diócesis. Venimos de diferentes lugares, pero todos trabajamos con el mismo propósito. ¿Por qué un joven debería venir a Romaamor? Entre los voluntarios hay una avalancha de jóvenes que están en constante crecimiento. Hacen esta experiencia con alegría, son felices y tratan de traer a sus amigos.

Claudia Di Lorenzi

Colaborar juntos por el bien de la humanidad

Colaborar juntos por el bien de la humanidad

Fue firmado un acuerdo de colaboración entre la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) y New Humanity, la ONG internacional del Movimiento de los Focolares. El objetivo es seguir trabajando juntos para abolir el hambre en el mundo antes del 2030.

©FAO/Giulio Napolitano.

Un acuerdo firmado que refuerza la colaboración que ya está en curso, un documento que confirma el compromiso común de hacer desaparecer el hambre y la pobreza de nuestro planeta. Es éste el sentido del acuerdo de colaboración firmado el 19 de diciembre pasado en Roma entre la FAO, la mayor Agencia de las Naciones Unidas que se ocupa de la alimentación y la agricultura, y New Humanity, la ONG internacional del Movimiento de los Focolares. El acuerdo está dirigido a la promoción, en especial entre las nuevas generaciones, de acciones, actividades e iniciativas para realizar el proyecto Hambre Cero, según los objetivos de la Agenda 2030 de la ONU para el desarrollo sostenible. “Gracias por el trabajo que ya han desarrollado con nosotros como New Humanity, colaborando con los Objetivos para el Desarrollo Sostenible (SDG), por Hambre Cero y por el futuro del planeta y del mundo”. Con estas palabras la Dra. Yasmina Bouziane, Directora de la Oficina de Comunicación Internacional de la FAO, acogió en la sede de la FAO de Roma al Dr. Marco Desalvo, Presidente de la ONG New Humanity junto a una pequeña delegación de jóvenes de los Focolares. “Sabemos que tenemos sólo 10 años para alcanzar los Objetivos. Lo que ustedes hacen con jóvenes de todos los estratos sociales es extremamente importante, porque los jóvenes son la innovación, el cambio, son los que esperan las informaciones, sin ellos no podemos llegar a las acciones concretas que queremos realizar”. “Lo que firmamos hoy – agregó-es otra confirmación que es sólo colaborando como podemos ir adelante. Ya apreciamos mucho lo que el Movimiento de los Focolares y New Humanity han hecho a través de sus iniciativas, por lo tanto pienso que juntos seguramente podemos seguir avanzando y verdaderamente sostener a los países y al planeta entero para alcanzar los Objetivos de la Agenda 2030”. “Gracias. También para nosotros, esta firma es muy significativa –dijo Marco Desalvo hablando del acuerdo- Pienso en los miles de jóvenes que ya están trabajando en el Proyecto Hambre Cero. Pere éste es también para nosotros un nuevo compromiso. Ayer pensaba que Chiara Lubich, la fundadora del Movimiento de los Focolares empezó dirigiéndose a hacia quienes tenían hambre, en Trento, pensando en cómo resolver el problema social de la ciudad. Ahora estamos en todo el mundo y queremos seguir adelante y alcanzar el objetivo”. La colaboración entre la FAO y New Humanity empezó ya hace tiempo. Aceptando la invitación que la FAO dirigió a los chicos y a los jóvenes a comprometerse; especialmente a partir de Hambre Cero, se dio vida a muchas iniciativas. Un grupo de chicos de 11 países elaboraron la “Carta de compromiso” (http://www.teens4unity.org/cosa-facciamo/famezero/) de los Chicos por la Unidad hacia el Hambre Cero. Todos los años, en mayo, la “Semana Mundo Unido” y la carrera de relevos “Run4unity” están dedicadas a sensibilizar y a trabajar a favor de Hambre Cero. La revista bimestral Teens tiene una columna dedicada al tema de Hambre Cero (https://www.cittanuova.it/riviste/9772499790212/).- En junio del 2018 fueron acogidas en la sede de la FAO de Roma 630 chicas (entre 9 y 14 años) del Movimiento de los Focolares (https://www.focolare.org/news/2018/06/26/prime-cittadine-famezero/). Ante su compromiso con este objetivo se le entregó a cada una un pasaporte convirtiéndose así en “las primeras ciudadanas Hambre Cero”. Recientemente se realizó un libro (http://new-humanity.org/it/pdf/italiano/diritto-allo-sviluppo/214-new-humanity-e-fao-libro-generazione-fame-zero-ragazzi-in-cammino-verso-un-mondo-senza-fame/file.html), fruto de la colaboración entre la FAO y New Humanity dirigido a chicos (de 12 a  14 años) con el título “Generación #Hambre Cero. Chicos en camino hacia un mundo sin hambre”. En él se propone, a partir de testimonios verídicos, un nuevo estilo de vida que pueda colaborar a realizar un mundo unido y, por lo tanto, a abolir también el hambre y la pobreza. Se le entregó una copia a la Dra. Bouziane “¡Gracias, custodiaré este libro!”. Prosiguió afirmando que, como jóvenes y chicos, deben valorar juntos cuáles son las prioridades en las que se quieren comprometer. De ellos, explicaron los jóvenes presentes, se hablará en los próximos encuentros internacionales de formación para las nuevas generaciones que tendrán lugar en Trento (Italia) a principios del 2020 y en los talleres de los Chicos por la Unidad que se realizarán en Kenia y Costa de Marfil. “Nuestro compromiso –concluyó la Dra. Bouziane – es trabajar con ustedes en sus prioridades y alcanzar junto con ustedes el Hambre Cero”.

Stefania Tanesini

 

Un acontecimiento casi escandaloso

Un acontecimiento casi escandaloso

Felicitación navideña de María Voce, presidenta del Movimiento de los Focolares Navidad es para todos los que la festejamos cada año un momento muy esperado, lleno de emociones, de alegría, de relaciones. Pero en medio de este clima natalicio tan gozoso y alegre a menudo olvidamos que en la base de esta fiesta hay un acontecimiento misterioso, diría casi escandaloso: el escándalo de un Dios que se abaja y se hace hombre, del Omnipotente que se convierte en un niño débil, del Infinito que entra en los límites de la carne humana. Y Dios no lo hace solamente por solidaridad, para estar cerca de nosotros y compartir nuestra existencia. Él entra en la condición humana para demostrarnos con nuestras palabras, con nuestros gestos, con nuestras emociones su misma vida: la de un Dios; una vida capaz de recomponer fracturas, resanar heridas, reconstruir relaciones. Lo hizo hace 2000 años y quiere hacerlo hoy también. Dentro de un mes, el 22 de enero, se conmemorará el centenario del nacimiento de Chiara Lubich, la fundadora de nuestro Movimiento de los Focolares. Y en esta ocasión no puedo dejar de recordar el núcleo de su mensaje, de su espiritualidad de la unidad: el descubrimiento de que Jesús puede nacer también hoy, allí donde dos o más se aman “con ese amor de servicio, de comprensión, de participación en los dolores, en los pesos, en las ansias y en las alegrías de nuestros hermanos, con ese amor que todo lo cubre, que todo lo perdona, y que es típico del cristianismo” . De aquí, la propuesta de hacer de nuestras relaciones humanas el pesebre, la cuna que acoja a Jesús en medio de nosotros, que quiere recomponer nuestro mundo, tan fragmentado hoy día. Mi deseo para esta Navidad es que sea una fiesta de alegría profunda para todos, con el compromiso de ejercitarnos cada día en el amor recíproco para atraer con él la presencia de Jesús entre nosotros, permitiéndole transformar el mundo.

Ha fallecido el Gran Maestro Ajahn Thong

Figura de primer nivel en el budismo theravada tailandés, il Venerable Phra Phrom Mongkol Vi dejó de existir el 12 de diciembre pasado a los 97 años. Muy alta la experiencia de diálogo budista-cristiano vivida por él con Chiara Lubich. En la mitad de la década de 1990, gracias a Phramaha Thongratana, monje que había tenido la ocasión de encontrarse con Juan Pablo II y de conocer el Movimiento de los Focolares y Chiara Lubich, el Gran Maestro transcurrió un período en la ciudadela de Loppiano, junto a su joven seguidor, conocido en el ámbito católico también con el nombre de Luce Ardente. Tras los primeros encuentros que él tuvo con la fundadora de los Focolares, nació el deseo de un diálogo entre budismo y cristianismo en Tailandia que, en las palabras del monje debía realizarse «dulcemente, con una caridad exquisita, con mucho amor y dedicándonos a él con el corazón». A esto le añadía una consideración fundamental por el diálogo: «Estos dos términos –budismo e cristianismo– son solamente dos palabras […] el bien, el amor, es lo que une a todos los hombres de cualquier raza, religión, lengua y hace que todos puedan encontrarse y convivir juntos». Por eso su compromiso, decidido y, en algunos aspectos, sorprendente: «Mientras conserve un respiro, mientras viva, trataré de construir relaciones verdaderas y bellas con todos en el mundo». Con esta preparación el anciano y venerable monje llegó a la ciudadela de Loppiano y se alojó en el Centro de espiritualidad llamado Claritas, que acoge regularmente a religiosos de distintas congregaciones que desean vivir una experiencia de comunión de carismas. Dos monjes theravada junto a franciscanos, salesianos, jesuitas, dominicos y otros: una verdadera profecía. El Venerable Phra Phrom Mongkol quedó profundamente impactado por la acogida recibida y, encontrándose con Chiara Lubich, comentó: «El hecho que tú hayas invitado a monjes budistas a venir aquí a estar en medio de tu pueblo, es algo bellísimo». Todo ello no era simplemente formalidad y gentileza, aspectos que sin duda son típicos de la cultura tailandesa. Eran los primeros pasos de una profunda experiencia espiritual, de la que ambos monjes eran bien conscientes. Chiara Lubich confirmó su expectativa de ese primer encuentro, teniendo una actitud de escucha, de alguien que quería aprender más que enseñar: «estoy contenta por esta visita, porque quiero aprender algo bello. ¿Cuál es el corazón de la enseñanza de ustedes?» A partir de allí, empezó un recorrido imprevisible. A comienzos de 1997, en efecto, la líder católica fue invitada a Tailandia a encontrarse con esas personalidades del monaquismo budista, y no era sólo una visita de cortesía. Chiara fue invitada a dirigir su palabra y su testimonio cristiano a varios grupos de monjes, monjas y laicos budistas tanto en Bangkok como, sobre todo, en Chiang Mai. Allí, justamente, en el Templo Wat Rampoeng, el Gran Maestro la presentó con palabras sorprendentes: «Todos ustedes, seguidores míos, se estarán preguntando por qué la madre, que es una mujer, ha sido invitada aquí. Quisiera que ustedes, monjes y novicios, se olvidasen de esa pregunta y no pensasen que ella es una mujer. El que es sabio y está en condiciones de indicar el camino justo para nuestra vida, que sea mujer u hombre, merece respeto. Es como cuando estamos a oscuras: si hay alguien que viene a traernos una lámpara para guiarnos le quedaremos agradecidos, y no nos importa si esa persona que ha venido a traernos la luz para hacernos caminar por el camino justo es una mujer o un hombre, un niño o un adulto». En esas pocas palabras parece condensarse la gran sabiduría de este hombre capaz, junto con otros, de caminar en el sendero del diálogo sin miedos, arrastrando a otros en esta experiencia profética. La misma Lubich, impactada por esta apertura y sensibilidad, captó una presencia superior en esa relación y se dirigió al Gran Maestro con palabras que parecen una profecía: «Sigamos preparando el camino viviendo según la Luz que hemos recibido y muchos nos seguirán». Y ha sido así. Desde hace veinticinco años esta experiencia de diálogo sigue y se desarrolla. En la muerte también algo parece identificar a este anciano monje de la milenaria tradición theravada con la mujer católica fundadora de un movimiento eclesial reciente. El 7 de diciembre, en efecto, en Trento se dio apertura a los festejos para el centenario del nacimiento de Chiara Lubich, que concluirán con un evento interreligioso el 7 de junio de 2020. El Venerable Gran Maestro había expresado su deseo de estar presente para esa ocasión. Una amistad ahora destinada a continuar en la eternidad.

Roberto Catalano (Co-responsable del Diálogo Interreligioso del Movimiento de los Focolares)

En conversación con el Gran Maestre Ajahn Thong, un servicio del Collegamento CH del 13 de febrero de 2016 https://vimeo.com/155648244

En Uruguay se apuesta a la paz

En Uruguay se apuesta a la paz

El Centro “Nueva Vida” de CO.DE.SO (Comunión para el desarrollo social, de los Focolares), en convenio con el Instituto del Niño y adolescente del Uruguay, desde hace 15 años lleva adelante una importante acción social de apoyo a los más jóvenes y a sus familias en situación de vulnerabilidad, en un barrio marginal de Montevideo. “Las historias y actos de amor son tantos y tan hermosos que se podría escribir un libro. Los jóvenes son el motor de Nueva Vida, una acción social que nos impulsa siempre a más, que nos interpela, que nos estimula a no perder de vista lo importante: que el amor recíproco sea la ley que rija nuestro Centro”. Así se expresa Luis Mayobre, presidente del Centro casi desde sus inicios, en el 2004, cuando el arzobispo de Montevideo pidió a los Focolares si podían hacerse cargo de una obra social comenzada por una religiosa en un barrio marginal de la capital uruguaya. Fue el nacimiento del “Centro Nueva Vida”, un nombre que indicaba ya su objetivo desde sus primeros pasos: abrir posibilidades de una “nueva vida” más digna para quienes se involucrarían con el Centro. “El año 2018 estuvo marcado por un clima de violencia en el barrio Borro –cuenta Mayobre–. Fueron meses de verdadera angustia, donde corrían riesgo nuestras vidas debido a un enfrentamiento entre dos familias narcotraficantes rivales. La gente, junto a los educadores y al personal de Nueva Vida, enfrentaron con valor y decisión las contínuas balaceras que se producían en horarios en donde la mayoría de las organizaciones funcionaban, agravándose aún más en la noche. Por lo que redoblamos nuestra presencia, ya que las familias nos necesitaban; muchas de ellas fueron sacadas de sus viviendas que fueron ocupadas por los narcos”. ¿Cómo actuaron en un clima tan complicado? “Junto con el Párroco, p. Ricardo Villalba, solicitamos una entrevista con el Ministro del Interior, encargado de la policía, para buscar las soluciones. Pero éstas demoraron en llegar, por lo que nos tocó proteger y acoger a familias que luego derivamos a distintos servicios del Estado que les procuraron nuevas viviendas. No a todas, por lo que tuvimos que buscar otras posibilidades para poder alojar a las familias amenazadas y desplazadas. Una de ellas, cuyos 2 hijos participan del Centro Juvenil, tenían que abandonar su precaria vivienda, ya que fueron amenazados de muerte, y desde las Instituciones del Estado no había respuesta. Es así que la coordinadora del Centro y su equipo se puso en campaña para conseguir una nueva vivienda. Buscaron durante meses, hasta que lograron que una de las hijas con la que no se llevaban bien, les cediera una parte del terreno donde vivía, también muy precariamente. Contactaron a la fundación ‘Un techo para mi País’ que construye casas de emergencia y lograron que aprobaran la construcción de una nueva modalidad de casas, mejor que las de emergencia. Es así que todo el equipo, junto a la familia, construyó la nueva vivienda. Y hasta el padre Ricardo, se puso a disposición con sus grandes dotes de pintor. Finalmente se logró que la familia tuviera una vivienda digna y segura. Otra experiencia importante fue la resolución de un caso de violencia familiar, detectado por nuestro equipo, que llevó a la intervención de las autoridades para salvaguardar la vida de los niños y su madre. A pesar de las amenazas e insultos recibidos, llevamos adelante nuestra causa permitiendo una situación mucho mejor de esa familia”. ¿Cuál es la población y los servicios que ofrece el Centro? “Llevamos adelante tres proyectos por edad: el CAIF, Club de Niños y Centro Juvenil. En este clima de violencia, nos propusimos, en cada uno de los proyectos, ser constructores de paz, de esperanza y sobre todo de alegría, para vencer el odio, miedo y violencia. Y como toda crisis, estuvo llena de oportunidades, crecimiento y de alianzas profundas. Un especial cuidado lo hemos tenido con nuestros niños del CAIF, los más pequeños, a quienes todas estas tensiones influyen más. Se logró generar el ambiente adecuado para que 48 niños (2 y 3 años), así como 60 bebes (0 a 2) con sus madres, pudieran realizar sus talleres con normalidad. También realizamos muchas salidas didácticas, para generara espacios de belleza, armonía y paz. Una experiencia interesante es que a muchos de los paseos venían miembros de las dos familias rivales y siempre se relacionaron bien. En el proyecto Club de Niños atendemos a 62 niñas y niños en edad escolar (6 a 11 años). Estamos abocados en seguir bajando la deserción escolar y la repetición, En estos últimos años hemos alcanzado valores inferiores al 5% del total, muy distante al 36% con el cual iniciamos por el 2004. Hemos incentivado los talleres de arte, música, recreación, para poder sensibilizar a nuestros niños a desarrollar valores culturales de convivencia, de amor por el otro y adquirir la ‘cultura del dar’. Hemos desterrado la violencia y el maltrato como forma de relación. También las clases de natación y paseos acuáticos, favorecen los hábitos de higiene y cuidado corporal que llevamos adelante. En el Centro Juvenil recibimos diariamente a 52 jóvenes (12 a 18 años). Este año el 95% de ellos participan a contra horario del sistema formal, meta que nos propusimos lograr desde que comenzamos. Seis de ellos ya están en niveles superiores de bachillerato, un enorme avance ya que el promedio del barrio no pasa de los primeros años. Además, mantenemos talleres complementarios a su formación secundaria: un taller de tejido y de carpintería y, este año, también de comunicación; todos llevados adelante en forma voluntaria por miembros del Movimiento”. ¿El Centro tiene relación con otras asociaciones que trabajan en la zona? “Sí, con los años se ha ido generando una red con todas las instituciones presentes en el Borro, con las cuales colaboramos y nos ayudamos. También participamos a la vida de la parroquia de la zona, Nuestra Señora de Guadalupe. El párroco y otro sacerdote vienen una vez por semana al Centro. El padre Ricardo lleva adelante un coro y en la fiesta de la primavera dibujó hermosos diseños en los rostros de niños y educadores.” ¿Vienen también, como voluntarios, miembros de los Focolares de otros países? “Siempre vienen. Este año ha sido muy importante el aporte de Elisa Ranzi y Mateo Allione, italianos, que dejaron sus huellas indelebles en nuestros corazones. Por esto, agradecemos a todos los que nos ayudan. Su colaboración es muy importante para sostener parte de las actividades que realizamos. Toda ayuda por pequeña que sea cuenta, por lo que les alentamos a continuar apoyándonos. Saben que cuentan con nuestras oraciones y todo nuestro amor”.

Stefania Tanesini

Chiara Lubich y el Padre Oreste Benzi. Las sorpresas del Espíritu

En noviembre de 2019 tuvo lugar la clausura de la fase diocesana de las causas de beatificación de Chiara Lubich y del Padre Oreste Benzi fundadores respectivamente de un Movimiento y de una nueva Comunidad eclesial. En el fermento del ’68, en medio de un fenómeno revolucionario del siglo XX que involucró a países en varias latitudes, nacieron, suscitadas por carismas, muchas nuevas Comunidades eclesiales. Fundadas por laicos, irrumpieron en la vida de jóvenes, hombres y mujeres, e inmediatamente echaron raíces, se involucraron y se difundieron en la sociedad. También ellas aportaron una revolución, pero evangélica, y la oración al Espíritu Santo de los Padres que participaron en el Concilio Ecuménico Vaticano II, concluido en 1965, encontró una respuesta inmediata. Ya en los albores del ‘900 brotaron nuevas realidades carismáticas en la Iglesia. Hacia mediados de siglo, unos veinte años antes del Concilio, surgió el Movimiento de los Focolares trayendo consigo una novedad; la inspiración había sido “donada” a una joven trentina laica, Chiara Lubich. Nacida en 1920, tenía una fe generosa. Realizó su sueño de donarse a Dios la madrugada del 7 de diciembre de 1943, en el marco de la segunda guerra mundial. La predilección por los pobres, la vida comunitaria caracterizada por una espiritualidad colectiva, basada en la Palabra de Dios, es el lugar donde se encarna el carisma de la unidad que muy pronto se abre al mundo. El Padre Oreste Benzi nace en 1927 en San Clemente, un pueblito del interior de Rimini. Fue ordenado sacerdote con 24 años, se dedicó a los adolescentes. El lema de su vida era tener “un encuentro simpático con Cristo”. Con los adolescentes transcurría los períodos veraniegos en la Casa Madonna delle Vette de Canazei, allí, en 1968, nació la Asociación Papa Juan XXIII, que hizo propio el compromiso de amar a los más pobres entre los pobres en estrecha relación con Chisto porque: “sólo quien sabe estar de rodillas puede estar de pie junto a los pobres”. Realizó obras consideradas irrealizables, desde el cotidiano compartir con los marginados a la lucha contra la trata de seres humanos. Chiara y el Padre Benzi son dos personas diversas: una mujer y un hombre, una laica y un sacerdote, una mujer de montaña y un hombre de la colina cerca del mar, ambos fundadores de obras generadas por un carisma, luz que se injerta en la historia. Realidades inéditas en la Iglesia, reproponen el anuncio antiguo y nuevo de Jesús, involucrando a quien adhiere un camino de fe y de humanidad. El testimonio cristalino del Evangelio, no se detiene en los fundadores, sino que se extiende a los miembros. Es también gracias a los Movimientos y nuevas Comunidades que a finales del milenio, y seguidamente, la santidad de pueblo avanza y se injerta en la cotidianidad. Chiara inventó el simpático lema de las “6 S”, para seguir a Jesús: “Seré santo si soy santo súbito (enseguida)”. Entre los Focolares hay varias causas de beatificación en curso. E n el 2004, cuando llegó el Decreto eclesial de reconocimiento definitivo de su Asociación, el Padre Benzi afirmó: “Es un don inestimable”, porque “los hermanos y las hermanas miembros de la Comunidad (…) pueden vivir alegres y serenos en la certeza absoluta de que la vocación de la Comunidad es un camino seguro para santificarse” (…) En la Asociación Papa Juan XXIII está en camino la causa de beatificación de la Sierva de Dios Sandra Sabattini. El 2 de octubre pasado llegó la noticia de que Sandra será proclamada beata en el 2020. Entre las últimas llamadas telefónicas realizadas por el Padre Oreste se encuentra la del 31 de octubre de 2007 al Centro internacional del Movimiento de los Focolares, con voz serena le urgía informar a Chiara sobre una iniciativa que la Asociación estaba organizando y preguntarle se la podía apoyar. Lamentablemente no pudo recibir la respuesta positiva de Chiara porque la noche siguiente, entre el primero y el dos de noviembre dejó esta tierra. En el 2008, el 14 de marzo, Chiara regresó a la casa del Padre. Hoy, este mes de noviembre, parece el símbolo de sus dos itinerarios, distintos pero cercanos.

Lina Ciampi