Movimiento de los Focolares

“Dios”

“Entrégate totalmente a mí” – 7 de diciembre de 1943 Se abre hoy el año del centenario del nacimiento de Chiara Lubich que se festejará en todos aquellos lugares donde hay personas que han hecho propio, su “Ideal” –como ella solía decir– de unidad y de fraternidad universal. “Celebrar para encontrar”, este es el lema que se propone impregnar las más variadas manifestaciones que poco a poco veremos surgir a lo largo de 2020. “Celebrar” porque la recordaremos; pero será para dar a muchos la posibilidad de conocer el mensaje que ella personificaba. Especial importancia reviste la exposición “Chiara Lubich ciudad mundo”, ideada por la Fundación Museo Histórico del Trentino y por el Centro Chiara Lubich (Rocca di Papa); que se inaugura hoy en las Galerías de Trento, su ciudad natal. ¿Por qué el 7 de diciembre de 2019 y no el 22 de enero de 2020, día del aniversario de Chiara? ¿O bien el 14 de marzo, aniversario de su dies natalis? Simplemente porque el 7 de diciembre de 1943, Silvia Lubich se convirtió en Chiara, si se puede decir así. Pocos días antes, en efecto –en lugar de sus hermanitas que se resistían a salir de casa por el frío– había respondido a una petición de su mamá para ir a buscar la leche a un establo cercano; y mientras realizaba este acto de amor, sintió límpida y fuerte una llamada: “Entrégate totalmente a mí”. Al regresar a casa Silvia le escribió una carta apasionada al sacerdote que la acompañaba espiritualmente y él, después de ponerla a prueba, le dio el permiso de consagrarse a Dios para siempre. Así, aquel 7 de diciembre de 1943, todavía antes del amanecer, durante una misa matutina celebrada expresamente para la ocasión, Silvia secretamente –como ella misma dirá– había “desposado a Dios”. A este respecto escribirá 30 años más tarde: “Imagina a una joven enamorada; enamorada de ese amor que es el primero, el más puro, ese aún no declarado, pero que empieza a quemar el alma. Con una única diferencia: la joven enamorada así, en esta tierra, tiene en sus ojos la imagen de su amado; esta otra no lo ve, no lo siente, no lo toca, no siente su perfume con los sentidos de este cuerpo, sino con los del alma, a través de los cuales el Amor ha entrado invadiéndola por completo. De ahí una alegría característica, difícil de volver a probar en la vida, alegría secreta, serena, exultante”. Silvia Lubich –según el registro civil– se había quedado fascinada por la respuesta que santa Clara de Asís le dio a san Francisco, cuando este le preguntó qué deseaba: “¡Dios!”. Aquella joven de 18 años, guapísima y llena de esperanzas, había sabido recoger todos los anhelos de su corazón en aquel único Ser digno de todo amor: “Dios”. Con este ejemplo en los ojos, Silvia cambió su nombre por el de Chiara (Clara), porque también ella experimentaba en su interior los mismos sentimientos. Cambiar de nombre es como adquirir una nueva identidad. Dicho cambio, deseado primero con el corazón, se verificó el 7 de diciembre de 1943. Aquella mañana Silvia había desposado a Dios transformándose en Chiara. Más adelante se eligió el 7 de diciembre como fecha simbólica del nacimiento del Movimiento de los Focolares. Con aquel acto de entrega total se había puesto de hecho la primera piedra del mismo. Años después, la Iglesia católica le dará a ese edificio el nombre de “Obra de María”. Con el nombre: “Dios”, comenzó la divina aventura de Chiara y con ella también la del Movimiento de los Focolares. “Dios” es todo lo que significa el 7 de diciembre para Chiara Lubich. Seguramente no hay, pues, una fecha mejor para inaugurar el año del centenario de su nacimiento.

Michele Vandeleene

Volver a escribir la historia de Chiara

El discurso de Andrea Riccardi, fundador de San Egidio y amigo personal de Chiara, durante la conferencia de prensa del 18 de noviembre pasado. A los pocos días de la apertura oficial del Centenario de Chiara Lubich, el 7 de diciembre próximo, proponemos gran parte del discurso de Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de San Egidio, en la conferencia de prensa del 18 de noviembre pasado. Fue amigo personal de Chiara, colaborador en la construcción del camino de unidad de los movimientos en la Iglesia, y ofrece aquí una reflexión sobre la humanidad y la historicidad de su figura, que aún tiene que descubrirse mucho más. El tiempo a veces reduce a las grandes figuras a “estampitas”, las cubre de polvo o las deja en el olvido. Chiara tenía un corazón lleno de santidad, pero no era una estampita, era una mujer verdadera, una mujer “volcánica”, fue alguien que, siendo originaria de la ciudad de Trento, se abrió al mundo. Se marchó de Trento para ir al mundo entero; ésta es la historia de Chiara: de Trento a Roma, y al mundo. Pues es verdad lo que se ha dicho: si vas a muchos lugares del mundo, desconocidos, incluso en África, encuentras no sólo hijos de Chiara, sino que también percibes el paso de Chiara por allí y su pensamiento. Han pasado cien años desde su nacimiento. Cien años son muchos. Chiara nació en 1920, el mismo año del nacimiento de Juan Pablo II, que siempre cuando la veía la llamaba “mi coetánea”. Ambos habían sido impactados por el drama de la segunda guerra mundial. En Trento Chiara lo sintió con mucha fuerza y su Carisma fue formándose –si así puede decirse– en el corazón de la segunda guerra mundial, en un mundo profundamente dividido y lacerado por el dolor del conflicto bélico. En mi opinión, Chiara es una figura importante incluso fuera de la Iglesia porque no fue una figura solamente interna de la Iglesia, por más de que estuviera profundamente enraizada en la Iglesia, pues siempre estuvo proyectada hacia el mundo. No fue una cristiana “de sacristía”, sino que por el contrario amó y miró al mundo. Chiara ha sido un personaje histórico. En una historia del cristianismo del siglo XX hecha en gran medida por hombres que les dejaban a las mujeres algún rincón de mística o alguna experiencia de caridad, Chiara fue una mujer que hizo la historia en todas sus dimensiones: mística, caridad, pero también política, cambio de la vida, pasión. Así la conocí. Tenía una gran capacidad de relación personal, de amistad: tenía el carisma de la amistad, nadie era igual al otro. Era una mujer que se encontraba con miles de personas, y sin embargo, para ella, nadie era igual a nadie. Además tenía una gran capacidad: la de comunicar una pasión. Fue una mujer apasionada, apasionada por la unidad del mundo. La Unidad es la clave de comprensión de su existencia y de su búsqueda de la paz, que es también ecumenismo. Vivió una profunda sensibilidad ecuménica –más que muchos expertos de ecumenismo– y quisiera recordar, a este respecto, su relación con el Patriarca Athenágoras, sobre el que escribí un libro. Hay también una carta que publiqué en la que se afirma “de Chiara Lubich se dice que siendo mujer y no siendo teóloga se enfervoriza fácilmente…”, pero hoy quisiera decir que, justamente no siendo teóloga y siendo mujer, Chiara había entendido más que los técnicos el ecumenismo. Unidad es también diálogo para alcanzar la paz. Chiara escribe: “Los hijos de Dios son hijos del amor, combaten con un arma que es la misma vida del hombre”. O sea que es la vida en cuanto regalo y, a través del don de la vida, se lucha por cambiar el mundo, cambiar a los demás y realizar este ideal. A Chiara la consumió la pasión por el ideal. Y creo que ello es un punto fundamental al que hay que volver y sobre el cual hay que reflexionar. María Voce mencionó el hecho que estamos en un tiempo de división. Agregaría que estamos también en un tiempo de pequeñas pasiones. Chiara puede ser incluso muy impopular hoy, justamente porque creemos en las divisiones y vivimos de pequeñas pasiones. Pero creo que este año que ustedes dedican, que nosotros dedicamos, a recordar, a hacer que Chiara vuelva a vivir y a encontrarnos con Chiara Lubich, es también un año que cuestiona las modestas pasiones y la resignación a un mundo dividido. Chiara escribe: “Esperemos que el Señor componga un orden nuevo en el mundo. Él es el único capaz de hacer de la humanidad una familia, de cultivar esas distinciones entre los pueblos para que en el esplendor de cada uno al servicio del otro brille la única luz de vida que embelleciendo la patria terrenal hace de ella una antecámara de la patria eterna”. Pienso que celebrar este Centenario es un servicio a la humanidad y también al pensamiento un tanto árido de nuestro tiempo. Su coetáneo Wojtyla escribía: “el mundo sufre, sobre todo por la falta de visión”. Creo que este mundo nuestro puede volver a florecer gracias a una visión que es la de Chiara Lubich. Daría una sola advertencia: cuando usamos la palabra celebración tenemos que tener cuidado. Justamente María prefiere hablar de encuentro. Es un encuentro exigente y este encuentro, querida María, tiene que ser también historia. Debemos tener el coraje de volver a escribir la historia de Chiara Lubich en su tiempo, para entender mejor que su acción ha cambiado la historia. Pienso, por ejemplo, en la aventura de mandar a los focolarinos a Europa del Este, y que así colaboró en gran medida incluso a la caída del muro. Chiara no eligió refugiarse en Occidente, aceptando el muro. Por ello estoy seguro de que este año, que empieza hoy, hará crecer la figura de Chiara en un nuevo encuentro con nuestro tiempo y no la hará empequeñecer.

Sintonía y colaboración

Encuentro entre la Presidencia de la Acción Católica italiana y el Consejo General del Movimiento de los Focolares. Emerge un compromiso común por las víctimas del terremoto en Albania. En la tarde del 29 de noviembre de 2019, unas cincuenta personas, entre miembros de la presidencia nacional de la Acción Católica, el Consejo General del Movimiento y los dirigentes de los Focolares para Italia, se reunieron en el Centro Internacional de los Focolares en Rocca di Papa. Fue tangible desde el comienzo una gran sintonía que, en el desenvolvimiento del encuentro, manifestó toda la riqueza de la comunión: “Es un tiempo propicio, el Espíritu empuja en esa dirección”, dice Matteo Truffelli, presidente de la Acción Católica Italiana (ACI). “Estando juntos con otras realidades eclesiales se experimenta un plus de eclesialidad” afirmó Jesús Morán, copresidente de los Focolares. Después de la oración de Mons. Gualtiero Sigismondi, asistente eclesiástico de la ACI, María Voce, presidente de los Focolares, explicó la específica vocación a la unidad del Movimiento. Matteo Truffelli, a su vez, presentó los puntos focales de su asociación: la misión a la que el Papa Francisco ha invitado a la Acción Católica. Un reto que quiere asumirse con entusiasmo es el de la universalidad. Luego siguieron las experiencias de las dos organizaciones en varios ámbitos. Los Focolares recorrieron la inspiración de Chiara en el terreno interreligioso, cultural y ecuménico. Hay evangélicos, ortodoxos, anglicanos, y hoy existe una iniciativa que encuentra comprometidos a Movimientos de varias Iglesias cristianas para dar respuestas concretas a Europa en el camino de Juntos por Europa. El diálogo interreligioso encuentra su clave en la fraternidad humana. Proficuas también las relaciones con fundadores de movimientos de otras religiones. En la era del pluralismo el difícil desafío es gestionar la diversidad cultural, el rechazo de lo diferente, el riesgo del fundamentalismo o de la asimilación. Es muy vasto el espectro de iniciativas en el ámbito político, económico, del desarme, del ambiente, de la enseñanza, pero es deseo de todos que se vuelva más bella aún la Iglesia también. Chicos y jóvenes son protagonistas de las más importantes cuestiones contemporáneas. Interrogándose acerca de cómo concretizar la propia experiencia de fe en la cotidianidad, la Acción Católica ha lanzado un proyecto Fuera de la sede para jóvenes, estudiantes o trabajadores, que deben proseguir su tarea fuera de las parroquias. Con la Peregrinación Mariana se piensa también en aquellos adultos que tienen afinidad con la religiosidad popular. Finalmente, se colabora con el proyecto Policoro de la Conferencia Episcopal Italiana. Concluyendo esta tarde de comunión Matteo Truffelli propuso una acción común para sostener la población afectada por un terremoto en Albania en los días pasados. Jesús Morán se hizo portavoz del eco positivo que surgió inmediatamente. Los expertos de las dos organizaciones están desarrollando ya un plan de acción para realizar esa colaboración.

Lina Ciampi

Las migraciones desde la costa sur del Mediterráneo/1 parte

¿Cuál es la visión de la migración del norte de África a Europa? ¿De qué manera es posible poner al hombre en el centro, pasando de una visión puramente económica a una visión humana de la migración? Entrevista con Pasquale Ferrara, embajador italiano en Argel. Según el ACNUR*, 75.522 migrantes desembarcaron en las costas europeas de Italia, Malta, Chipre, España y Grecia del 1 de enero al 21 de octubre de 2019. A estos se suman los 16.222 que llegaron por tierra a Grecia y España por un total de 91.844 personas, de las cuales 9.270 en Italia, 2.738 en Malta, 1.183 en Chipre, 25.191 en España, 53.462 en Grecia. Datos que siguen una tendencia descendente y archivan la fase de emergencia, pero no lo suficiente para que Europa inicie un diálogo amplio y constructivo sobre el tema: la posibilidad de crear un sistema europeo de gestión de flujo sigue siendo muy remota, y en general la comparación a nivel institucional no tiene en cuenta la perspectiva de los países africanos. En Argel hablamos con el embajador italiano, Pasquale Ferrara: Embajador, ¿cuál es la visión de la migración a Europa desde el norte de África? Visto desde África, es un fenómeno histórico y estructural, sobre todo infra africano, porque la gran mayoría de los movimientos de migrantes y refugiados se da entre países africanos: más de 20 millones de personas viven en un país que no es su país de origen. Otra cosa es la migración a Europa, que teme una afluencia incontrolada. Aquí el marco dentro del cual leer el fenómeno es solo parcialmente el diferencial del desarrollo. En Europa, a menudo se hace la distinción entre refugiados políticos y migrantes económicos. Pero a menudo los migrantes económicos africanos son el resultado de una mala gestión política de los estados, porque existe un problema de gobernanza, de apropiación de recursos por parte de las oligarquías, de inclusión social. Entonces, de alguna manera ellos también califican como refugiados políticos. Más allá de las migraciones irregulares, en lo que respecta al norte de África, la movilidad circular de las poblaciones que siempre se ha observado en la historia debería restablecerse en el Mediterráneo. Significa, por ejemplo, la posibilidad de venir a Europa por un período de estudio o trabajo, y luego regresar al país de origen. Por el momento, estos movimientos están sujetos a la concesión de la visa, que sin embargo es muy difícil de obtener debido a los numerosos y necesarios controles. Para muchos representa una tragedia, por lo que la tentación de quienes reciben visas, incluso de personas con buenas intenciones, es a menudo la de no regresar al país de origen. La visa debe mantenerse, pero para promover la movilidad circular, es necesario pensar en un sistema más estructurado. Luego, hay otro factor que da impulso a la migración, y es la diferencia en la calidad de los servicios que ofrece una empresa: salud y seguridad social en general, cuya pobre disponibilidad y calidad también afecta, junto con otros factores, como violencia endémica, en la sensación de seguridad, o violencia escolar, para la cual incluso aquellos que no están en una situación de miseria absoluta tratan de aterrizar en Europa para darles a sus hijos una mejor educación. Entonces, deberíamos invertir más en capacitar a las clases dirigentes, los profesionales, los educadores. En Argel, con un reducido número, estamos tratando de hacerlo, aumentando las becas para los jóvenes argelinos que van a Italia a estudiar música, arte, restauración, como una inversión para su futuro profesional. ¿Existe una responsabilidad de Occidente en el empobrecimiento de los países africanos? “Sería prudente al respecto. Este es un relato que se adapta a ciertas oligarquías afro africanas para evitar sus responsabilidades, incluso con respecto a una gobernanza que es dudosa en cuanto a su legitimidad y resultados. El período colonial ha marcado mucho a África y se han determinado las responsabilidades pasadas de Occidente, pero han pasado al menos 50 años desde la descolonización y es difícil atribuir a Occidente los problemas de las sociedades africanas de hoy. La calidad de la gobernanza tiene un gran peso. En la actualidad, en África existe una fuerte presencia de China con programas relacionados con los recursos naturales y minerales en casi todos los países. China considera a África un gran mercado, pero el intercambio es asimétrico a favor de Pekín. Sin embargo, para compensar este desequilibrio, China lleva a cabo proyectos de infraestructura, estadios, teatros y centros culturales por miles de millones de dólares. En la gestión del fenómeno, Europa da pasos inciertos. Faltan políticas comunitarias y parece que, el principio de responsabilidad compartida, no entusiasma en Europa. La elección de la solidaridad no puede depender de la buena voluntad de cada gobierno y de los cambios en su orientación. El tema de la migración debe convertirse en una competencia exclusiva de la Unión Europea como tal, como es el caso de las políticas comerciales para las cuales los estados de la UE han dado a Bruselas la responsabilidad exclusiva de negociar acuerdos con países fuera de Europa. Hoy, por un lado, debido a una cuestión de soberanía nacional, los estados quieren mantener el control sobre la migración y las fronteras, y es comprensible. Por otro lado, acusan a Europa de inercia, pero no le dan las competencias necesarias para operar con eficacia. Pero pasar a esta dimensión decisiva me parece poco probable por ahora, considerando la resistencia que este tema encuentra con respecto a las políticas internas. * https://data2.unhcr.org/en/situations/mediterranean Fin 1° PARTE

por Claudia Di Lorenzi

Albania: unir fuerzas

La comunidad local de los Focolares y la Coordinación de Emergencias del Movimiento, junto con Cáritas y otras familias religiosas, están trabajando para ayudar a las personas afectadas por el terremoto. En la noche del pasado 25 al 26 de noviembre, un fuerte terremoto azotó la costa norte de Albania, en el área de la ciudad de Durres. Hasta la fecha hay al menos 47 muertos, 600 heridos y miles de desplazados, pero parece que todavía hay muchas personas bajo los escombros. El terremoto ha producido daños enormes, edificios derrumbados y cientos de personas sin hogar, y también se sintió en otras áreas de Albania y de la costa adriática. La comunidad local de los Focolares está comprometida junto con la Cáritas Albania, Cáritas diocesanas, las parroquias y otras familias religiosas, en el mapeo del territorio para hacer el censo de las casas, escuelas, iglesias y edificios dañados, y para planificar intervenciones coordinadas. “Estamos juntos con Cáritas y otras realidades y, como siempre, trabajamos unidos”, nos comunican desde Tirana. Se presta especial atención a las aldeas y a las áreas alejadas de los centros urbanos más grandes -desconocidas para los medios de comunicación- que también han sufrido daños significativos. “Crear puentes, favorecer canales de comunicación, poner en red necesidades y recursos, -subrayan- es una prioridad compartida”. Se realizan formas de ayuda concreta por parte del Movimiento de los Focolares acogiendo a las familias y a las personas que no pueden regresar a sus casas damnificadas, dando alojamiento en los hogares de otras familias en zonas no afectadas por el terremoto. Se ofrece también la posibilidad de efectuar una estimación técnica de los daños sufridos. La presencia de los Focolares es tangible además en el proporcionar asistencia psicológica a las víctimas del terremoto, que se ven afectadas por el continuo estado de alerta debido a la repetición de los temblores. Los centros de los Focolares de Macedonia han expresado su solidaridad y también los jóvenes del Movimiento se están activando para llevar ayuda. Hay una clara conciencia de que la prioridad de estos primeros días de emergencia es un esfuerzo coral de coordinación, mientras que en los próximos meses seguirá la necesidad de estructurar un plan de reconstrucción. También el Papa Francisco ha querido expresar su cercanía espiritual y su apoyo paternal hacia las personas y los territorios afectados: “Estoy cerca de las víctimas, rezo por los muertos, por los heridos, por las familias” -dijo en la Audiencia general del miércoles 27 de noviembre- Que el Señor bendiga a este pueblo al que tanto amo”. ________________________________________ Para aquellos que deseen colaborar, se han activado las siguientes cuentas corrientes: Azione per un Mondo Unito ONLUS (AMU) IBAN: IT58 S050 1803 2000 0001 1204 344 Código SWIFT/BIC: CCRTIT2T en Banca Popolare Etica Azione per Famiglie Nuove ONLUS (AFN) IBAN: IT11G0306909606100000001060 Código SWIFT/BIC: BCITITMM en Banca Intesa San Paolo Motivo: Emergencia terremoto en Albania —————– Las contribuciones depositadas en las dos cuentas corrientes con esta motivación serán administradas conjuntamente por AMU y AFN. Para estas donaciones se prevén beneficios fiscales en muchos países de la Unión Europea y en otros países del mundo, según las diferentes normativas locales. Los contribuyentes italianos podrán obtener deducciones y reducciones de impuestos, según la normativa prevista para las Organizaciones sin fines de lucro, de hasta el 10% de los ingresos y con el límite de € 70.000.00 anuales, con excepción de las donaciones hechas en efectivo.

2020: será el año de Chiara

2020: será el año de Chiara

Con el lema “Celebrar para encontrar” ha sido anunciado a la prensa el centenario de Chiara Lubich el próximo 7 de diciembre. Se empieza en Trento, con la inauguración de la exposición internacional “Chiara Lubich ciudad mundo”.

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“Chiara está viva. Esta viva en el espíritu que ella nos ha donado, en la Obra que ha fundado y en su enorme cantidad de seguidores, esparcidos en todos los puntos de la tierra”. Es con estas palabras que la presidente de los Focolares, María Voce, resumió el espíritu con el que el Movimiento se prepara para vivir el 2020, año en el que se celebran los 100 años del nacimiento de su fundadora. Chiara Lubich nació el 22 de enero de 1920 en Trento, ciudad “piloto” que hospedará muchos de los eventos del centenario, entre los cuales la inauguración oficial, el 7 de diciembre próximo de la exposición internacional en las Galerías de Piedicastello. La fecha tiene un fuerte valor simbólico, porque fue el 7 de diciembre de 1943, en pleno segundo conflicto mundial, cuando Chiara se consagró a Dios, dando inicio así a la “divina aventura” de su vida y la de millones de personas en el mundo. Durante la rueda de prensa que tuvo lugar el 18 de noviembre pasado en la sede romana de la Sala de Prensa Extranjera, la Presidente explicó que el objetivo de este año de celebraciones –que tiene como lema “Celebrar para encontrar”- no es recordar a Chiara, sino “encontrarla” en sus obras, en el testimonio de quien estuvo a su lado, en la vida de quienes pertenecen al Movimiento, y en su “mensaje de fraternidad, unidad y comunión”. Un mensaje que ella ha “vivido en primera persona” estableciendo relaciones “con las personas más variadas por cultura, religión, etnia”, porque estaba convencida de que “Dios es Padre de todos y por lo tanto todos somos hermanos”. Un mensaje de fraternidad universal que resulta hoy más que nunca actual “delante todas las corrientes de particularismos y divisiones, de los muros que se erigen, las fronteras que se tratan de construir y que nosotros en cambio queremos abatir porque estamos convencidos de que se pueden derrumbar”. “La aventura de mandar a los focolarinos al este de Europa fue un aporte a la caída del muro” explicó Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de San Egidio– mientras recordó los treinta años de la caída del muro de Berlín. A Riccardi lo unía una profunda amistad espiritual con Chiara. Para él, Chiara es un “personaje histórico” con un perfil inédito: “en medio de la historia del Cristianismo del ‘900 hecha en gran parte por hombres” y en donde “se dejó a las mujeres solo algún rincón de la mística o alguna experiencia de caridad, Chiara ha sido una mujer que ha hecho historia en todo sentido: mística, caridad, pero también política, cambio de vida, pasión”. “La Unidad es el índice mediante el cual se puede entender su existencia, su búsqueda de la paz que era ecumenismo”, agregó, recordando su relación con el Patriarca Ecuménico Atenágoras, después afirmó que precisamente en cuanto mujer si bien no era teóloga, Chiara “comprendió más que los expertos el ecumenismo”. En este mundo de divisiones y pequeñas pasiones que “sufre por la falta de una visión” afirmó citando a San Juan Pablo II, “Chiara puede ser muy poco popular” pero precisamente su visión puede hacer “reflorecer” a la humanidad. El valor profético del mensaje de la Lubich fue puesto en evidencia por Maurizio Gentilini, historiador e investigador, autor de la biografía “Chiara Lubich, el camino de la unidad entre historia y profecía”, que Cittá Nuova publicará próximamente. Respecto a las adquisiciones del Magisterio de la Iglesia, las intuiciones y el espíritu del Concilio Vaticano II –observó- Chiara entra en profunda sintonía, 20 años antes”. Además, “después de siglos de hermenéuticas abstractas, Chiara parece darle a la Trinidad un valor empírico cuando afirma que nosotros estamos hechos de relación” y que “Dios, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, y nos ha creado a su imagen, ha impreso en nosotros el deseo de la comunión”. En la época del individualismo y del choque entre civilizaciones, ella hace propio este anhelo y “lo traduce en la necesidad de diálogo, que se vuelve el camino privilegiado para contribuir a recomponer en fraternidad a la familia humana”. En el análisis de Gentilini, la Lubich se vuelve una anticipadora de la necesidad de una Iglesia en salida, que encontrará “un fuerte estimulo en la Evangelii Gaudium del Papa Francisco”, y propone el “criterio del amor y de la misericordia” como guía para la aplicación de toda ley, que después “es la esencia de la Amoris Laetitia”.

© CSC Audiovisivi

La Exposición que inaugurará en Trento un rico calendario de eventos en los cinco continentes –promovida por la Fundación Museo HIstórico del Trentino y por el Centro Chiara Lubich- tiene como título “Chiara Lubich, Ciudad Mundo”. Presentará el nacimiento y la difusión del mensaje de fraternidad universal de Chiara, que supera los confines de esa primera ciudad al propagarse en el mundo y alcanzar otras culturas, religiones, sensibilidades, pero también las de nuestro tiempo, para proyectarse al futuro con renovada intensidad. La elección del lugar, por otra parte, es peculiar, explica Giuseppe Ferrandi, director de la Fundación: se trata de dos galerías abandonadas, hechas de asfalto y cemento armado, construidas en el centro de la localidad, y que dividían la plaza de la catedral. El encuentro en este “lugar de periferia” con Chiara Lubich y su mensaje de unidad “es formidable”. En el sitio www.centrochiaralubich.org se pueden encontrar los detalles de la Exposición y de los próximos eventos.

Claudia Di Lorenzi