Sep 23, 2019 | Sin categorizar
La conmemoración del Centenario del nacimiento de Chiara Lubich es, para los estudiantes italianos, una primera ocasión de profundizar su pensamiento a la luz de los eventos nacionales e internacionales que caracterizaron la historia del siglo XX.
En el sitio del Ministerio de la Instrucción, la Universidad y la Investigación de Italia (https://www.miur.gov.it/competizioni-e-concorsi-per-studenti) se ha publicado el llamado al Concurso Nacional para la escuela Media y Superior (chicos de 11 a 18 años) sobre el tema: “Una ciudad no basta”. Chiara Lubich ciudadana del mundo. Conocer su figura, su compromiso y su testimonio en el CENTENARIO DE SU NACIMIENTO para la construcción de la Fraternidad y la Unidad de los pueblos. El concurso es promovido por el Centro Chiara Lubich/New Humanity y la Fundación del Museo Histórico de la Región de Trento, en colaboración con el Ministerio de la Instrucción, la Universidad y la Investigación, por el Centenario del nacimiento de Chiara Lubich. ¿A quién está dirigido? Está dirigido a los estudiantes y las estudiantes de todos los colegios italianos de nivel medio y superior, que podrán participar con la realización de un trabajo (en forma de texto escrito o multimedio) escogiendo una de las siguientes áreas temáticas: – Chiara Lubich en el contexto de la Segunda Guerra mundial – Chiara y la caída del muro de Berlín – Chiara “ciudadana del mundo”, en diálogo con pueblos y culturas Los estudiantes y las estudiantes podrán además –y ésta es una cuarta área temática– narrar experiencias positivas y vividas, produciendo textos de “crónica blanca”, inspirados en el mensaje que transmiten los escritos de Chiara Lubich. ¿Cuál es la finalidad del Concurso? El concurso tiene como objetivo desarrollar el espíritu de iniciativa creando situaciones de confrontación didáctica sobre autores aún inexplorados por los libros de texto standard; quiere hacer conocer a Chiara Lubich como significativa protagonista del siglo XX, profundizando su sueño de “un mundo unido”; también quiere acompañar a las nuevas generaciones en activos recorridos de paz y fraternidad entre culturas, lenguas, religiones y pueblos diferentes.
¿A qué fuentes pueden recurrir para afrontar los temas propuestos? Chiara Lubich es una figura ya muy conocida. Sin embargo, tanto docentes como estudiantes podrán contactar también, si lo desean, el Centro Chiara Lubich a través de su página web o escribiendo a: concorso.studenti@centrochiaralubich.org La Fundación Museo histórico de la Región de Trento asimismo inaugurará una exposición internacional multimedios sobre “Chiara Lubich Ciudad Mundo” (estará abierta desde el 7 de diciembre de 2019 a noviembre de 2020), que prevé recorridos específicos dirigidos a los colegios. ¿Cuáles son los términos de participación en el concurso? Los trabajos, rigurosamente inéditos, tendrán que ser enviados no después del 31 de marzo de 2020. El llamado a concurso da indicaciones precisas acerca de las modalidades de presentación de los trabajos. La comisión de evaluación estará compuesta por miembros del mencionado Ministerio, del Centro Chiara Lubich/New Humanity y de la Fundación del Museo Histórico de la Región de Trento. ¿Y la premiación? Los premios serán entregados a los colegios ganadores durante una ceremonia oficial que se llevará a cabo antes de finalizar el año lectivo 2019/2020, presumiblemente en Roma.
Maria Caterina Atzori (Docente referente del proyecto – Centro Chiara Lubich/New Humanity)
Sep 20, 2019 | Sin categorizar
Koen Vanreusel, empresario de EdC belga: “Necesitamos una alianza entre generaciones de emprendedores”
“Necesitamos jóvenes para abrir nuevos caminos, y estamos felices de ayudarlos a través de nuestro trabajo y el intercambio de bienes y conocimientos”. Koen Vanreusel, 4 hijos y 9 nietos, director gerente de “Easykit”, una compañía que tiene 100 empleados en Bélgica, habla de su compromiso con los jóvenes emprendedores en diferentes partes del mundo. Una elección que se mueve desde la adhesión a los principios de la Economía de Comunión (EdC) y que lo llevará a Asís, donde del 26 al 28 de marzo de 2020 se llevará a cabo el evento “La economía de Francisco”, querido por el Papa para jóvenes economistas y empresarios de todo el mundo. Koen, ¿de qué manera los principios de la Economía de Comunión inspiran tu trabajo? La Economía de Comunión es el fruto de la “cultura de dar”, nacida dentro del Movimiento de los Focolares. Una cultura que tiene sus raíces en el Evangelio, donde se dice “Den y se les dará” (Lc 6,36-38), que lleva a compartir bienes materiales e inmateriales, y da lugar a una nueva economía de comunión. En el contexto del trabajo en mi empresa, esto significa poner a la persona en el centro del trabajo y respetar su dignidad: con nuestros empleados tratamos de crear una familia, una comunidad; tenemos 9 puntos de venta en diferentes lugares y siempre tenemos cuidado de que haya una buena relación con los colaboradores. Para nosotros, adherir a la EdC significa dar cada año también parte de las ganancias de la empresa y contribuir así a combatir la pobreza en el mundo. ¿Qué dificultades encuentras viviendo la Economía de Comunión en tu trabajo y cómo las superas? Somos una empresa como todas las demás en el mercado y tenemos las mismas dificultades que las otras empresas también encuentran. Pero cuando tenemos problemas, intentamos crear una atmósfera en la que podamos hablar entre colegas y con la dirección. Para mí es muy importante poder compartir estas experiencias con otros emprendedores que también intentan vivir la EdC: nos encontramos en un clima de confianza, hablamos de las dificultades y juntos tratamos de ver las oportunidades que existen. ¿Cómo intentas involucrar a tus empleados en la “cultura del dar”? Nuestros dependientes saben que compartimos las ganancias de la empresa con los pobres y tratamos de hacer visibles los proyectos que apoyamos para que los podamos compartir. Además, al final del año, cuando se calculan las utilidades, ellos también reciben una parte de la misma y pueden decidir qué obra darlos y así participan, en parte, en el destino de las ganancias de la empresa. Al mismo tiempo, tratamos de darles el ejemplo, dando algo más en el trabajo, haciendo algo gratis para un colega o un proveedor, y demostrando que esto también da una gran alegría. ¿Cómo surgió la idea de apoyar a las empresas de jóvenes en países europeos y de otros continentes?
En una de las reuniones anuales de empresarios europeos de EdC, conocimos a jóvenes de Serbia y Hungría que mostraron su aprecio por nuestro modelo de negocio y decidieron compartirlo con ellos. Los apoyamos para iniciar una empresa en su país y vivimos con ellos este camino: estamos felices de ver que a través de nuestra empresa podemos compartir nuestro conocimiento y nuestro modelo de trabajo. Luego, con motivo de la reunión internacional de EdC en Nairobi, Kenia, conocimos un grupo de jóvenes empresarios congoleños decididos a no abandonar su país en la guerra, y quedarse para ayudar a las personas necesitadas iniciando una empresa. Queríamos estar cerca de estos jóvenes ofreciéndoles nuestras competencias. Nuestro deseo es que las nuevas generaciones de empresarios se adhieran a la Economía de Comunión. ¿Qué efecto podría producir la aplicación del paradigma EdC a gran escala? Puede ayudar a construir una sociedad más justa con menos desequilibrios, con una brecha más pequeña entre ricos y pobres y una tasa más baja de pobreza. Al comprometernos juntos podemos descubrir que un mundo mejor es posible. Hablaremos de ello en octubre, en Bruselas, durante una jornada dedicada a estos temas.
Claudia Di Lorenzi
Sep 18, 2019 | Sin categorizar
El Evangelio hace germinar la semilla de bondad que Dios ha puesto en el corazón humano.Es una semilla de esperanza, que crece en el encuentro personal y cotidianocon el amor de Dios y florece en el amor recíproco. Es un impulso a combatir las malas semillas del individualismo y la indiferencia que provocan aislamiento y conflictos, un impulso a llevar los pesos los unos de los otros, a darnos coraje mutuamente. Herencia Tras la muerte de nuestros padres, entre mi hermana y yo, ambas casadas, habían empezado a nacer incomprensiones por la herencia que considerábamos no estaba bien repartida, y llegamos a convertirnos en enemigas. Me parecía absurdo, pero era así. Pensando en mis hijos imaginaba que ellos también un día podrían volverse como nosotras y empecé a buscar una solución. Me armé de coraje y fui a ver a mi hermana. Ella quedó sorprendida, pero feliz de abrazarme. Después de pedirnos perdón recíprocamente, decidimos ir a buscar las joyas de nuestra madre, que habíamos repartido equitativamente entre nosotras, y las donamos a un ente caritativo. Después de haber actuado así, nos sentimos libres: la generosidad hacia los demás nos había acercado entre nosotras, y también nos hacía sentir más cercanos a nuestros padres desde el Paraíso. (P.F. – Francia) Lo que tengo de más no me pertenece Hace un tiempo, cuando pasábamos las noches en un centro de acogida a los migrantes, Gabriel y yo, tras haber transcurrido la noche allí, por la mañana temprano acompañamos al puerto a un sacerdote y algunos chicos huéspedes del Centro. Tenían que ir a tramitar unos documentos. Hacía frío, nosotros estábamos muy bien vestidos, pero uno de los chicos tenía sólo una camisa muy liviana. Le pregunté si tenía frío, pero por la expresión del rostro caí en la cuenta de que no me había entendido. Entonces me quité el abrigo (yo tenía debajo un sweater muy abrigado) y se lo di. Gabriel, por su parte, le dio un poco de dinero para que pudiera tomar algo durante el día. Volví a casa con una alegría muy grande en el corazón.Cuando llegué a casa, mi esposa me dijo que su hermana hacía tiempo que quería hacerme un regalo, y había optado por un abrigo. (Alfredo – Italia). Todos hijos de Dios Como todas las mañanas, en el metro lleno de gente de todo tipo, generalmente todos absortos leyendo o escribiendo en el smartphone, experimenté por esas personas una sensación de pena, de tristeza. ¿Sabrán por qué vivir? ¿Tendrán un ideal en la vida? Pero luego pensé: cada uno de ellos habrá tenido un dolor en su vida, tal vez alguno de ellos sufre ahora por algo… y los vi de una manera diferente. Ya no como pobre gente, sino como hijos de Dios, quien ama a todos y nos sostiene. (C.T. – Italia) Compartir Estaba en la universidad para rendir un examen, cuando vi que una persona de la administración vino a buscar a un estudiante que debía las cuotas universitarias. Como en ese momento disponía de dinero en mi bolsillo, le propuse a ese estudiante pagar yo por él. Desde ese momento nos hicimos amigos. Conociéndolo mejor, supe que era huérfano de ambos padres y que buscaba un trabajo para pagar el alojamiento universitario. Compartí esa necesidad con otros amigos y nos tomamos el compromiso de ayudarlo tanto económica como espiritualmente. (Steve – Burundi)
Recogido por Chiara Favotti
Sep 17, 2019 | Sin categorizar
Para llevar a cabo su misión de reformar la Iglesia, el jesuita italiano, p. Riccardo Lombardi (1908 – 1979), trató de movilizar a las multitudes predicando en las plazas y a través de la radio. A cuarenta años de su muerte el 9 de septiembre de 2019 en Roma, un congreso para redescubrir a esta figura carismática que también jugó un papel importante en la historia de los Focolares.
La grandeza y – podríamos incluso atrevernos a decir – la santidad de las figuras carismáticas se verifican cuando Dios las prueba al quitarles la salud, su inspiración o incluso la obra que fundaron. Esta lógica evangélica se puede entrever de manera muy clara en la vida del p. Riccardo Lombardi, un jesuita italiano, gran predicador, fundador del Movimiento por un Mundo Mejor. Esto ha sido destacado en un congreso en Roma organizado por su Movimiento, 40 años después de su muerte, en colaboración con los Focolares y la Comunidad de San Egidio. Ante el poder de autodestrucción alcanzado por el hombre y entre los escombros del final de la Segunda Guerra Mundial, Lombardi se convirtió en un predicador de la fraternidad universal en las plazas y a través de la radio, por ello lo llamaron “micrófono de Dios”. Después de una famosa exhortación que el Papa Pío XII dirigió a la diócesis de Roma en 1952, el padre Lombardi quería crear un grupo de personas que renovaran la Iglesia de acuerdo con una espiritualidad de comunión. Lombardi – ha subrayado durante el congreso Andrea Riccardi, historiador y fundador de la Comunidad de San Egidio – hizo y dijo lo que el Papa Pío XII no podía decir y hacer públicamente y, por eso, también se convirtió en el “micrófono del Papa”, al que Lombardi estaba particularmente vinculado.

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Pero con la muerte de Pío XII y el nuevo pontificado de Juan XXIII, comenzó la “noche oscura” del p. Lombardi. Su estilo como predicador de las masas ya no era compatible con la visión de la Iglesia del nuevo Papa y del Vaticano II. Lombardi se sintió marginado, fracasado y sufrió una depresión severa. En este período le volvió – como ha dicho la presidenta de los Focolares, Maria Voce – la idea de hacer converger su obra con la de los Focolares que había conocido en la Mariápolis de 1956 y 1957. Pero Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, con la que Lombardi tenía una relación cercana, no aceptó que Lombardi “destruyera” su propia obra, porque veía en ella una obra de Dios. 
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¿Acaso habrá sido una recompensa del Espíritu Santo por el aporte que el propio padre Lombardi había hecho unos años antes para salvar la obra de Chiara Lubich? En la década de 1950, cuando Chiara pasó la “noche oscura”, en la que su obra estaba siendo estudiada por el Santo Oficio y corrió el riesgo de ser disuelta varias veces por la Iglesia, Chiara estaba dispuesta a dejar su obra para obedecer a la Iglesia. Una de las opciones era fusionarse con el Movimiento por un Mundo Mejor. La perspectiva de una colaboración de las dos obras bajo la dirección del p. Lombardi probablemente detuvo la disolución total de los Focolares. Maria Voce, en su discurso, subrayó la actualidad de la amistad espiritual entre p. Lombardi y Chiara Lubich: “Chiara lo había invitado a construir una relación que se inspirara en la Trinidad ‘al dar y recibir cuánto el Señor’ le había dado a ambos. Esto hizo que la comunión entre ellos estuviera lista para el don de sí mismo e incluso el precio de la oferta de lo que cada uno de ellos, por voluntad de Dios, había generado… El diálogo entre estos dos carismas sigue siendo la semilla para el florecimiento de una comunión cada vez más profunda entre las diversas realidades eclesiales, que Dios espera de nosotros en nuestro mundo tan desgarrado por la división”.
Joachim Schwind
Sep 15, 2019 | Sin categorizar
Concluyendo su asamblea, los jóvenes de los Focolars entregaron al Movimiento un documento que resume un recorrido nada fácil. Será un estímulo para el encuentro anual de los delegados de todo el mundo, que está por empezar. Ha sido una superposición de encuentros buscada y significativa: los dos últimos días de la Asamblea de los Jóvenes del Movimiento de los Focolares –el sábado 14 y el domingo 15 de septiembre– coincidieron con los dos primeros días del encuentro anual de los delegados de los Focolares de todo el mundo. De esta forma, los casi 200 jóvenes, de 66 países y de distintas ramas del Movimiento, tuvieron la posibilidad de presentar a los representantes mundiales del Movimiento la síntesis de los trabajos que habían elaborado sobre su identidad, su formación, su rol en el Movimiento y el compromiso en el mundo. A los 44 delegados, en cambio, que representan las subdivisiones territoriales de los Focolares, les ha brindado la posibilidad de empezar su labor tomando conciencia de las sensibilidades y exigencias de las nuevas generaciones. Lo que se presentó durante la mañana del sábado tuvo un fuerte impacto en la reunión: el mismo documento final de los jóvenes y las preguntas que ellos dirigieron a las “generaciones un poco más maduras” –como definían a los adultos en forma risueña– dejaban vislumbrar que los trabajos no habían sido fáciles. En esos pocos días experimentaron y afrontaron la diversidad de proveniencias, culturas, sensibilidades, religiones y confesiones cristianas. Y con autenticidad y coraje también presentaron las dificultades y los interrogantes abiertos que en no pocos de ellos habían provocado perplejidad y sufrimiento. Más aún impresiona y sorprende la profundidad humana y espiritual que los jóvenes demuestran en sus trabajos. Se percibe un hondo e incansable deseo de esforzarse y comprometerse en todos los campos de sus vidas por la unidad en gran escala, el “mundo unido”, y la disponibilidad para afrontar situaciones dolorosas con un amor preferencial por Jesús en su abandono en la cruz. Con esa base, los jóvenes, demostrando una gran libertad, alientan al Movimento a valorar aún más la diversidad como parte integrante y constitutiva de toda experiencia de unidad y a crear instrumentos y espacios que favorezcan mejor el diálogo incluso sobre temas controvertidos. Con naturalidad piden más participación en la dirección del Movimiento tanto a nivel local como central para compartir en mayor medida la responsabilidad respecto de las futuras generaciones. Pero con la misma sinceridad también presentan la necesidad de ser más formados en la espiritualidad de los Focolares y profundizar las relaciones con los miembros adultos del Movimiento. Maria Voce y Jesús Morán, la presidente y el co-presidente de los Focolares, destacaron la importancia y la madurez de la experiencia que estos jóvenes habían hecho en sólo pocos días. Veían en esa Asamblea y en su documento final “un paso fundamental y una gran herencia para el Movimiento”.
Por la tarde de ese día memorable, jóvenes y adultos juntos celebraron la inauguración del auditorio restructurado, ubicado en la sede internacional del Movimiento en Rocca di Papa, cerca de Roma. Para Maria Voce fue una ocasión para ofrecer a las dos asambleas su mensaje espiritual programático para el próximo año, que tendrá como tema la realidad de Jesús presente en medio de “dos o tres, reunidos en su nombre” (cfr. Mt 18,20). Es el Alfa y Omega de la espiritualidad del Movimiento, como lo definió la presidente en una charla muy incisiva y personal, como si fuese su consigna para todos iniciando el último año de su mandato.
Vivir el amor recíproco, incluso en los momentos dolorosos, para crear el espacio en el que Jesús pueda estar presente en medio de los hombres de hoy y donar su alegría: ése es el recorrido al que Maria Voce invita a los Focolares en los próximos meses. Para los jóvenes esa invitación podrá ser una clave de lectura de la experiencia hecha en esos días. Para los delegados del Movimiento será un aliciente y un impulso para los trabajos que están por comenzar.
Joachim Schwind
Sep 13, 2019 | Sin categorizar
Para sanar la crisis del trabajo se requiere una economía nueva, y para ello hay que darles voz y espacio a los jóvenes que, más que los demás, comprenden lo nuevo y saben actuar. Ése será uno de los objetivos del evento “The Economy of Francesco” que se llevará a cabo en Asís en 2020. En mayo de 2019 los desocupados en Europa han disminuido. Según Eurostat el porcentaje ha bajado al 7,5% en los 19 países de la Eurozona y al 6,3% en los 28 de la UE. Pero es un dato en claroscuro, que va de la mano con una tasa alta de desocupación juvenil: a pesar de que hayan mejorado los datos, urgen políticas más eficaces. Hemos hablado de este tema con Luigino Bruni, economista en la Universidad Lumsa de Roma y director científico de la Comisión que organiza el evento “The Economy of Francesco”, querido por el Papa y dedicado a los jóvenes economistas y emprendedores de todo el mundo, que tendrá lugar en Asís, del 26 al 28 de marzo de 2020.
¿Qué le parece que podemos esperar de este evento? Creo que habrá un gran protagonismo del pensamiento y de la praxis de los jóvenes, que dirán su idea acerca del mundo, porque ya lo están cambiando, en varios frentes, como la ecología, la economía, el desarrollo, la pobreza. No será un congreso, sino un proceso que se encamina, si bien a un ritmo lento, que permite pensar y preguntarse por ejemplo –en los lugares en donde vivió San Francisco– qué significa hoy construir una economía nueva o quiénes son los marginados de hoy. Sobre todo será el momento en el que los jóvenes sellarán un pacto solemne con el Papa Francisco, asegurando su compromiso para cambiar la economía. Ése será el corazón del evento. Además, justamente los jóvenes tienen ideas claras al respecto… Los jóvenes hacen cosas interesantes. Son los primeros que reaccionan bien frente a los cambios, porque son los que más entienden lo nuevo. Hay muchas experiencias de valor en el mundo en el plano de las empresas, de los start-ups (arranque de las empresas), hay un pensamiento de los jóvenes sobre la economía, pero los adultos –que tienen el poder y las cátedras en las universidades– no logran escuchar y dar lugar porque razonan con 20 años de atraso; mientras que los jóvenes tienen algo para decir. En Asís hablarán ellos y los adultos estarán a disposición para escuchar y ayudar.
¿Qué es lo que no funciona en las recetas económicas que hasta ahora se han puesto en acción contra la crisis del trabajo? Hay que leer con atención los datos de Eurostat y de la Oficina Estadística de la Unión Europea: el hecho que haya disminuido la desocupación en Europa no quiere decir que haya aumentado la ocupación. En Italia, por ejemplo, hay mucha gente que ya no busca trabajo. Además, se trabaja menos porque muchos contratos prevén un número menor de horas para dar un empleo a más personas. Hoy las máquinas hacen trabajos que hasta hace 10 años los hacían los hombres. Los robots son nuestros aliados, pero tenemos que inventar trabajos nuevos, porque los tradicionales ya no consiguen absorber suficiente trabajo. Estos nuevos instrumentos, además, ejercen una selección natural de los trabajadores, privilegiando a los más competentes, porque cada vez son menos las personas en condiciones de poder competir con las máquinas. Significa que trabajan menos personas y que son las más capacitadas, y eso crea desigualdades. Entonces es necesario que se dé un “pacto social” para que todos puedan acceder a trabajos remunerados, imaginando nuevas formas de trabajo. ¿Se necesita entonces un enfoque nuevo? En pocos años hemos sufrido un cambio de época, a una velocidad extraordinaria, pero las categorías de pensamiento, los sistemas de trabajo, cambian mucho más lentamente y ese contraste produce la crisis. Por lo tanto, tenemos que trabajar más a nivel cultural, científico y de investigación, porque –como dijo el Papa Francisco– hoy el mundo sufre por la falta de un pensamiento que esté adecuado a los tiempos.
Claudia Di Lorenzi