Ene 15, 2018 | Sin categorizar
Nací y crecí en Macao, una ex colonia portuguesa que ahora forma parte de China continental. Allí conocí el Ideal de la unidad en una Mariápolis. Macao es una pequeña ciudad que se puede visitar en pocas horas, por lo tanto, la invitación a un Genfest que tendría lugar en Roma, junto con miles de jóvenes de todo el mundo, me atraía mucho, aunque no tenía la mínima idea de qué era. Recién había empezado a vivir este Ideal junto con otros jóvenes y algunas focolarinas venían a menudo a visitarnos y nos traían noticias y la vida concreta del Evangelio vivida en el Movimiento en todo el mundo. Ese mundo que había conocido sólo a través de las lecciones de Geografía, ahora, con el Ideal de la unidad, se había vuelto pequeño y cercano. En cuanto llegamos a Roma, algunos días antes, nos reunimos en una casa con muchos jóvenes provenientes de Filipinas, Hong Kong, Australia, América Latina… ¿Cómo convivir con todos ellos? Nosotras asiáticas éramos un poco tímidas y, sin conocer el idioma no sabíamos cómo comunicarnos. Pero en cambio no había necesidad de hablar para entendernos, nos congregaba la misma alegría y enseguida entre nosotros nació un fuerte vínculo. Después de un par de días nos sentíamos una única familia. Después supimos que el título del Genfest era: “Por un Mundo Unido”. El Genfest se realizó en un estadio abierto, por lo tanto rezábamos mucho para que no lloviera. Se esperaban cientos de autobuses de toda Europa.

Chiara Lubich
Supimos que Chiara Lubich (a quien todavía no conocía personalmente) deseaba que el Genfest fuera “un momento de Dios”. Más que a la fiesta, Chiara nos llevaba a lo esencial. Aunque entonces no entendía mucho el italiano tenía la tarea de traducir para los gen chinos, filipinos y brasileños. No fue nada fácil, todo lo contario. Cuando empezó el Genfest, entre la emoción y la dificultad de escuchar, no lograba traducir. Cuando Chiara subió al palco, los 40.000 jóvenes éramos “un solo corazón y una sola alma”. Estábamos fascinados por su presencia y allí entendí quién era Chiara. Aún en medio del inmenso estadio, cada uno la sentía cercana. No entendí todo lo que dijo, pero sentía que ya habíamos emprendido el camino hacia el mundo unido. Pero un ideal tan grande exigía el compromiso de cada uno. En un momento dado llegó la lluvia… Era impresionante ver como quien tenía paraguas lo usaba para tapar a quien tenía delante. Y a pesar de que no logramos, por motivos técnicos, entender el mensaje de Chiara, todos estábamos felices. Su presencia en medio nuestro, por el amor recíproco, nos arrastraba y nos llenaba de alegría. ¡Ese “momento de Dios” se estaba realizando!”. Al terminar el Genfest todos los 40.000 partimos con la convicción que recorriendo el camino que Chiara Lubich nos había indicado habríamos podido dar nuestro aporte a la construcción de un mundo más unido. Y empezamos enseguida: amando a cada persona que encontrábamos y viviendo el amor recíproco entre nosotros 24 horas sobre 24. Del de Sousa
Ene 13, 2018 | Sin categorizar

Foto: Pixabay
Mantener encendido el amor, aquel amor que el Espíritu Santo infundió en nuestros corazones […] tiene que expresarse en hechos concretos. En los próximos quince días examinémonos precisamente sobre este aspecto del amor, y sobre el modo de concretarlo, y trabajemos para hacerlo auténtico. ¿Cómo? […] Nosotros sabemos que, viviendo en este mundo, es fácil llenarse de polvo, acumular en casa, poco a poco, cosas más o menos útiles, o superfluas. Se trata, quizás, de un lápiz de más, de un libro, de alguna prenda de vestir, de un instrumento, de un cuadro, de alguna alfombra; de ropa de la casa, de muebles; de cosas voluminosas, o pequeñas, de alguna cantidad de dinero. ¿Por qué no recoger todos estos objetos y ponerlos a disposición de quien, en nuestra comunidad, no tiene, o de los pobres, o del “Jesús Abandonado cotidiano”, como nosotros llamamos las calamidades que dejan a mucha gente en el dolor, en la angustia, en el frío y en tantos y tantos peligros? Cada mañana, nada más levantarnos, nos lavamos la cara. ¿No sería tal vez necesario que, a principios de cada año, comprobásemos lo superfluo que tenemos y lo diéramos a los demás por deber de caridad? En los focolares se hace de vez en cuando lo que llamamos “la montañita”: es decir, se amontona todo lo que tenemos de más y se distribuye. ¿No podemos hacer esto todos nosotros? […] Recogiendo todo lo que es superfluo y donándolo, nuestra caridad hacia el prójimo será verdadera y, de este modo, mantendremos la presencia viva del Resucitado en nosotros. Sé por experiencia que para hacer esto hace falta un poco de tiempo. Es necesario considerar bien cada cosa. Naturalmente, dispongamos sólo de lo que podamos decir que es nuestro, y determinemos lo que es superfluo y lo que no lo es. Seamos generosos, y pensemos que es mejor quedarse sin algo que es útil que tener cosas innecesarias. […] Huyamos también nosotros de esos apegos, del poco o mucho consumismo que tal vez, involuntariamente, ha penetrado en nuestra vida. Nos sentiremos más libres y más ligeros, más aptos para trabajar para […] hacer que el presente año sea fructuosísimo. De “Buscando las cosas de arriba” – Ciudad Nueva 1993 – pp. 124-126
Ene 12, 2018 | Sin categorizar

© Osservatore Romano
“Las mujeres, ¿el futuro de la Iglesia?” es el título del artículo de la entrevista de Alberto Chiara, de dos páginas, ilustrado por amplias fotos, en el número especial de fin de año de la Revista editada por la San Pablo. Pero en el curso de la entrevista, el tema se extiende, pasando del rol de la mujer en la Iglesia a los desafíos que se le abren desde el pontificado de Francisco, para ir al encuentro de los pobres y de los marginados, hasta el compromiso de diálogo con las nuevas generaciones. El mes de octubre estará dedicado a los jóvenes, en un Sinodo de Obispos, precedido por una serie de eventos presinodales de gran relieve. Las mujeres, ¿salvarán la Iglesia?. «Ya la salvó Jesús», responde sintéticamente María Voce. «Cuenta lo que hacen, juntos, los hombres y las mujeres de las diversas comunidades». El periodista recuerda los recientes nombramientos del Papa Francisco, en dos Discaterios clave – el de los laicos y el de la familia y la vida- de dos mujeres, ambas casadas y con hijos, Linda Ghisoni y Gabriella Gambino. La primera nombrada es docente universitaria y Juez instructora del Tribunal para las causas de anulación de matrimonios en Lazio y la segunda es Profesora de Bioética y Filosofía del Derecho en la Universidad romana de Tor Vergata y de Ciencias del Matrimonio y de la Familia en el Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II. «Me parece que en el Papa Francisco existe la intención de afirmar una relación auténtica, ¿verdad?, de complementariedad entre la mujer y el hombre», replica María Voce. «Naturalmente esta relación existió siempre. Al comienzo “Dios creó al ser humano como hombre y mujer”. Creó dos seres diferentes, los cuales, juntos, componen la humanidad» Después de tanto machismo, ¿es el momento de revancha para las mujeres?. «El Papa Francisco quiere que la mujer tenga, igual que el hombre, la posibilidad de dar su opinión dentro de la Iglesia, asumiendo también los roles de responsabilidad cada vez mayor, pero sin aplastar al hombre, en toda caso, mostrando sus propias condiciones, su particular capacidad generadora y de maternidad. Ninguna revancha, por lo tanto, aunque es cierto que hasta este momento las mujeres no tuvieron su espacio propio. En la Iglesia y tampoco en la sociedad» Sobre el estado de salud de la Iglesia en esta época, María Voce comenta: «Estoy muy feliz de vivir en esta época, con esta Iglesia». «No podríamos vivir un momento mejor que éste». Y agrega: el rasgo característico que más me convence es «la serenidad profunda que existe en la relación entre el Pontífice y el pueblo de Dios. Francisco es un Papa siempre generoso en el recibimiento, dispuesto a abrir puertas, atento a comprender las dificultades de la humanidad». No esconde las dificultades del momento, también dentro de la Iglesia, pero «cada época tiene sus dificultades. Nuestros días no escapan de esta regla. Muchas veces pienso en cuánto debe sufrir el Papa Bergoglio cuando no se siente comprendido, cuando es calificado con juicios severos por palabras que se dicen fuera de contexto…» Debo elegir primero una, luego dos palabras que definan al actual Pontífice. La presidente de los Focolares indica “caridad” y “verdad”, pero especifica: «Una no excluye la otra. Bergoglio sabe que algunas cosas que él dice o que él hace pueden dar fastidio, pueden no ser comprendidas hasta el fondo por todos. Pero actúa, movido por el amor, para mejorar, corrigiendo ciertas situaciones» Con respecto a los sectores predilectos del actual Pontífice, Emmaus observa: «La insistente atención del Papa a los pobres, a los enfermos, a los marginados, su capacidad de inclinarse ante quien se equivoca, no lo hace sentir de otra categoría» Delante de una Iglesia cada vez más abierta al diálogo, de par en par con todos, María Voce expresa un sueño: «Que el Papa promueva una jornada de oración común e invite a los jefes de otras Iglesias, Ortodoxos, Anglicanos, Luteranos, Metodistas, Bautistas…. a rezar juntos una vez por año, durante la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos o en otros momentos. Creo que si los creyentes vieran a sus jefes rezar juntos de forma habitual descubrirían que la unidad es posible en la diversidad». La conclusión de la entrevista está dedicada, con una referencia a los jóvenes, de quienes la Iglesia quiere ocuparse este año con especial atención: «Nosotros los adultos deberemos escucharlos»
Ene 9, 2018 | Sin categorizar
En el año del 50° del Gen Verde, el conjunto internacional lanzó ¡TURN IT UP! «Una invitación –dicen- a “subir el volumen de la unidad”. Y esto exige un amor, concreto, universal y que sabe tomar la iniciativa». La idea ha viajado junto a grupo por el mundo, ha resonado en las plazas, en las escuelas, en las casas. Ha contagiado a muchos y se ha convertido en un compromiso de vida. «Ahora que termina el año –agregan las artistas- la idea nos regresa “vestida de mil colores”, cantada por innumerables voces, danzada con fantasía por pueblos diferentes. Son 465 los chicos y chicas, de 31 ciudades, de 21 países de los 5 continentes, los protagonistas del video montaje ¡TURN IT UP!, con su pasión, entusiasmo y alegría». https://youtu.be/DKoodP6IYqg?t=40
Ene 6, 2018 | Sin categorizar
Estos tres sabios orientales, los Magos, que se pusieron en camino andando por el desierto para buscar a un niño, representan la marcha del cristianismo para reencontrar la inocencia. Ese niño era un rey, pero era un rey sin alojamiento; y ellos fueron igualmente, caminando a la luz de las constelaciones, teniendo como guía una estrella. Éste es el milagro de Cristo. Que sacude a la gente de sus lugares fijos, desarraiga los corazones de intereses que los petrifican, impulsa más allá del recinto sagrado, para poner en circulación a los hombres y las cosas en la búsqueda de la unidad y bajo el impulso de la universalidad: y así, ante su cuna arriban de todo lugar los profetas, judíos y filósofos griegos, arte y literatura, especulaciones y costumbres, despojándose a lo largo del trayecto de lo idolátrico que tenían, es decir lo erróneo, anti-racional, y deshumano. Y todo se recoge alrededor de Cristo, que es la razón total. Los Magos llevaban desde Arabia y Mesopotamia tesoros y perfumes: afectos y efectos. El amor los sacaba de la lejanía para acercarlos a Cristo, que era el gran pobre y está siempre presente en los pobres. Esta marcha de los Magos simboliza así cada esfuerzo que se hace para acercarse desde todas las lejanías, para subir de la bajeza, para llegar con el ofrecimiento de los corazones y el de los bienes materiales, a través de los desiertos del egoísmo, a la unidad con Dios: “Dios se hizo hombre a fin de que el hombre se hiciese Dios”, como dijo S. Agustín: uno descendió para que el otro ascendiera. Es una marcha larga, y hecha por la noche, entre insidias y tribulaciones. La verdad no se conquista sin esfuerzo; Dios es un premio otorgado a quien con fatiga lo busca: pero el que busca, encuentra. Igino Giordani, I Re magi, «La Via» n.97, 6 de enero de 1951, p.4
Ene 5, 2018 | Sin categorizar
Desde una pequeña ciudad del Norte de Italia a los cinco continentes. Un amplio dossier de corte sociológico delinea la historia de los Focolares, desde su nacimiento hasta su aprobación definitiva por parte de la Iglesia en 1965. Una reconstrucción detallada, promovida por la misma fundadora de los Focolares ya en los años ’80, publicada por primera vez en una edición francesa en el 2010, últimamente ha sido traducida en italiano por Città Nuova. Piero Coda, rector del Instituto Universitario Sophia (IUS) en el prefacio, introduce la investigación de Callebaut con estas palabras: «Un acercamiento científico e integral de la historia de los Focolares, que hasta ahora no existía. […] La presente investigación, por primera vez, construye e instruye un dossier histórico e interpretativo del relevante fenómeno que representa el Movimiento de los Focolares […] El trabajo es acucioso, puntual, y en la medida de lo posible exhaustivo […] intachable y excelente desde el punto de vista histórico». Entrevistado por Lorenzo Prezzi para settimananews.it, Bernhard Callebaut (Bruges, 1953), graduado en Derecho, Filosofía y Sociología en la Universidad Católica de Lovania, actualmente es profesor estable del Instituto Universitario Sophia, de Florencia, donde es también Director Grupo de investigación del Programa“Religions in a Global Word”, explica el sentido de la obra: «Pienso que el puro relato testimonial, en el que se siente muy viva la persona, será siempre válido. No creo que un libro como el mío puede borrar de mi historia en shock benéfico experimentado al leer algunas páginas del primer libro de Chiara Lubich (Meditaciones); son páginas que estimulan a vivir los mensajes que contiene. Hecha esta premisa, creo que, en un segundo momento, hay que respetar la exigencia de entender, de contextualizar, de vincular un fenómeno a la historia pasada y percibir al menos un poco su perspectiva futura».
Los primeros veinte años de la historia de los Focolares están marcados por las “iluminaciones” de Chiara Lubich, que se convirtieron seguidamente en el núcleo central de su espiritualidad. «El carisma siempre se concede a alguien en particular, también aquí» explica Callebaut. «Sólo después de un cierto tiempo Chiara se da cuenta que en realidad ese don había sido dado a ella y a nadie más, al menos no en esa forma tan fuerte, límpida, arrolladora. Pero, con el tiempo, se dio cuenta que también sus primeros compañeros, que habían sido mandamos a otras partes –primero a Italia, después a Europa y a otros continentes- y también ellos se volvieron portadores, multiplicadores del carisma, “pequeñas fuentes” también ellos». «Hoy por hoy –en mi libro está documentado ampliamente- el corazón del carisma de Chiara Lubich está vinculado al haber identificado –por un don- y después haber desmenuzado, como nunca antes en la historia de dos milenios de vida cristiana, el significado de ese ápice de la pasión que lo constituye el momento del grito de abandono del hombre-Dios». La de los Focolares es, al inicio, una historia hecha de una larga y dolorosa espera del reconocimiento por parte de la Iglesia. «A principios de los años Cincuenta el Santo Oficio examina los documentos sobre los Focolares e inicia una serie de verificaciones sobre la joven fundadora. Para ponerla a prueba a ella y a los suyos y medir su fidelidad a la Iglesia, le pide que dé un paso atrás, que no sea más la responsable del Movimiento. Para su entorno siempre que claro quién era realmente el alma del Movimiento y nunca hubo crisis de liderazgo durante esos años, hasta que Pablo VI resolvió definitivamente la cuestión. En 1965 Chiara Lubich firmará su primera carta como presidente de los Focolares. Hoy, a distancia del tiempo, se empieza a entender que detrás de su estatura de portadora de un carisma, había también una densidad de pensamiento poco común». En años más recientes, la intuición carismática de la fundadora se traduce también en una serie de propuestas concretas como aporte a la resolución de cuestiones sociales y culturales. Como la Economía de Comunión, «que hace una opción preferencial por los pobres y, al mismo tiempo, valora a quien sabe contribuir con la vida económica con el talento poco común del emprendimiento», o la fundación del Instituto Universitario Sophia, «como interesante aporte a los debates y a la faena del pensamiento contemporáneo». Hoy día, todos los miembros de los Focolares de alguna forma llevan y multiplican» el carisma de Chiara Lubich «para realizar el ut omnes». Y concluye Callebaut: «Hay trabajo para algunos siglos, me parece».
Callebaut Bernhard, Tradition, charisme et prophétie dans le Mouvement international des Focolari. Analyse sociologique, Paris, Nouvelle Cité, 2010, LXXXIII + 537 p. Trad. it. La nascita dei Focolari. Storia e sociologia di un carisma (El nacimiento de los Focolares. Historia y sociología de un carisma) (1943-1965), Città Nuova – Sophia, Roma 2017, pp. 640. Lee la entrevista completa de Lorenzo Prezzi: http://www.settimananews.it/spiritualita/focolari-movimento-carisma-storia/