26 Sep 2022 | Sin categorizar
Si queremos imitar a Jesús, debemos tratar de poner en práctica lo que Él dijo e hizo. Palabras y hechos que encontramos en el Evangelio, un texto siempre actual y todo por vivir. Así veremos que es posible encontrar una vía de solución también para los conflictos y los problemas que tenemos que afrontar cotidianamente. Lavar los pies… No cabe duda: este gesto de Jesús es una ilustración clara, concreta y eficaz del mandato del amor; Jesús quiere enseñar a sus discípulos esa humildad que es la base del amor. (…) Precisamente porque Jesús es el Señor y el Maestro, su ejemplo se convierte en norma para los suyos. La comunidad cristiana –luego también cada uno de nosotros– es invitada a convertirlo en la regla de oro de su vida. Poco después Jesús lo expresará como ley fundamental de la Iglesia: el discípulo debe amar a sus hermanos como Él mismo nos amó. (…) La imitación que Jesús nos pide no consiste en repetir literalmente su gesto, aunque hemos de tenerlo siempre ante nosotros como ejemplo luminosísimo e incomparable. Imitar a Jesús significa comprender que los cristianos tenemos sentido si vivimos “por” los demás, si concebimos nuestra existencia como un servicio a los hermanos, si planteamos toda nuestra vida sobre esta base. Entonces habremos realizado lo que Jesús más desea. Habremos entendido el Evangelio. Seremos verdaderamente dichosos.
Chiara Lubich
(Chiara Lubich, Palabras de Vida/1, Ciudad Nueva, Madrid 2020, pp. 244-245
20 Sep 2022 | Sin categorizar
En un clima de alegría, paz y fraternidad, concluyó días atrás la Undécima Asamblea General del Consejo Ecuménico mundial de las Iglesias, en Karlsruhe, Alemania. Nos lo cuenta el equipo del Centro “Uno”, secretaría internacional para el ecumenismo del Movimiento de los Focolares, presente en el evento. “El amor de Cristo mueve el mundo a la reconciliación y a la unidad”. Ése ha sido el lema cristológico alrededor del cual se llevó a cabo la undécima Asamblea General del Consejo Ecuménico de las Iglesias (CEC) que tuvo lugar en Karlsruhe (Alemania) del 31 de agosto al 8 de septiembre de 2022. Estaban presentes los representantes de alrededor de 350 Iglesias. Delegados y líderes miembros del CEC, líderes de otras comunidades de fe que colaboran con el Consejo trabajando por la unidad de la humanidad, como así también una delegación tanto de la Iglesia ucraniana, como de la rusa. Un fuerte signo y un testimonio concreto de cómo este Consejo realmente es una plataforma siempre abierta al diálogo. Los participantes provenientes de todos los continentes de la tierra trajeron consigo la imagen viva de toda la humanidad, en su diversidad, sufrimiento y riqueza. Contaron sus historias, su gran amor por Cristo, las luchas por la paz, y el deseo de apuntar a la unidad justamente. Un proyecto que para realizarse no requiere un amor cualquiera, sino que necesita el Amor que nace del corazón de la Trinidad, que se encuentra sólo en el contacto con Dios. Ello fue expresado en la especial importancia y atención que se le dieron a la oración. Todos los días, de hecho, empezaba y se concluía rezando, dentro de una tienda espaciosa y luminosa preparada especialmente en memoria del lugar del pacto, en donde el pueblo hebreo se encontraba con Moisés. La diversidad de las liturgias, de los idiomas, de la música, de los cantos y las costumbres, alimentó la alegría y el asombro por la riqueza de la única fe común, expresada a través de una infinidad de formas. Las delegaciones llegaron a Karlsruhe como peregrinos que quieren acompañarse y sostenerse mutualmente, trazar nuevas direcciones y dar testimonio juntos del amor de Dios. Guiaba la delegación de la Iglesia Católica el Cardinal Kurt Koch, quien, durante la apertura del evento, transmitió algunas palabras del Papa Francisco escritas para la ocasión, alentando a los participantes a crecer en la comunión fraterna en el nombre de Cristo, para ser creíbles como Iglesia en salida y para alivio del mundo en una época de divisiones y guerras. El aporte del Movimiento de los Focolares se insertó como una pieza en este gran mosaico, con una presencia de más de 30 personas, católicas y de varias Iglesias, entre obispos amigos de los Focolares, focolarinas y focolarinos, gen (los jóvenes del Movimiento), voluntarios de Dios y un amigo musulmán. Estar presentes junto a tantas personas de las distintas Iglesias fue una experiencia única para cada uno de nosotros y una ocasión preciosa para sentirnos una sola cosa en el amor de Cristo. La asamblea concluyó entregando un informe, acogido por una gran mayoría que expresó su consentimiento, y que hace referencia a tres retos significativos de nuestro tiempo: justicia climática, justicia racial, igualdad entre el hombre y la mujer. Todo ello haciendo hincapié en la manera en que las Iglesias pueden afrontarlas. Elementos que no sólo nos ponen en camino sino que, como se lee en algunas líneas de este documento final, manifiestan la similitud con los objetivos y con el espíritu que guía al Movimiento de los Focolares: “Se puede definir la búsqueda de la unidad que está inspirada por el amor y basada en una relación profunda y recíproca como: un ‘ecumenismo del corazón’. Es el amor cristiano el que nos impulsa a caminar uno al lado del otro, honestamente, para tratar de ver el mundo con los ojos de los demás y para experimentar la compasión de los unos por los otros”.
Centro “Uno”
19 Sep 2022 | Sin categorizar
San Pablo, en el versículo elegido como “Palabra de vida” de septiembre de 2022, afirma que Él se hizo siervo de todos. En el comentario a aquella Palabra, en 1972, Chiara Lubich alienta a quien quiere ser portador de unidad a servir humildemente a los hermanos. Cualquier persona que quiera realizar la unidad ha de vivir lo que dice Pablo: “Siendo libre de todos, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más que pueda”[1]. En el Nuevo Testamento se presenta el verbo “servir” con dos matices diferentes: a veces significa “servir por amor”, y otras, “servir como esclavo”. Sabemos que en aquel entonces los esclavos no tenían ningún derecho. Existían solamente para su amo. Así, los cristianos debían considerar todo lo que poseían –su trabajo, sus carismas y su oración– al servicio de los hermanos. Por ejemplo, respecto al carisma de cada uno, Pedro escribe: “Que cada cual lo ponga al servicio de los demás”[2]. Respecto al trabajo: “El que robaba, que ya no robe, sino que trabaje con sus manos… para que pueda hacer partícipe al que se halle en necesidad”[3]. Respecto a la oración: “Os saluda Epafrás, vuestro compatriota, siervo de Cristo Jesús, que se esfuerza siempre a favor vuestro en sus oraciones…”[4]. La oración también estaba al servicio de los demás. ¿Qué podemos hacer los cristianos (…) en nuestra vida cotidiana? Ante todo, reavivar este sentido de humildad, practicando lo que dice Lucas: “El mayor entre vosotros sea como el más joven y el que gobierna como el que sirve”[5]. De este modo desaparecerán del todo ciertas actitudes de superioridad, tan odiosas y anacrónicas, en quienes mandan. Y en un cristianismo renovado ya no se conocerá el servilismo. En su lugar resplandecerá la fraternidad cristiana con esa belleza que la caracteriza y que lleva a exclamar: “¡Qué bueno, qué dulce habitar los hermanos todos juntos!”[6]. Además será preciso volver a empezar cada día a servir a quien tenemos al lado en cualquier ocasión que se presente, a ejemplo de Jesús, trabajando por los demás, poniendo nuestros talentos y dones al servicio de ellos, rezando por los otros como por uno mismo. Si todos los hombres o al menos un grupo exiguo de ellos fueran verdaderos siervos de Dios en el prójimo, pronto el mundo sería de Cristo
Chiara Lubich
Chiara Lubich, Palabras de Vida/1, Ciudad Nueva, Madrid 2020, pp. 98-100)
[1] 1 Cor 9, 19. [2] Cf. 1 Pe 4, 10. [3] Cf. Ef 4, 28. [4] Col 4, 12. [5] Lc 22, 26. [6] Sal 133, 1.
13 Sep 2022 | Sin categorizar
Una ola excepcional de lluvias monzónicas, cinco veces superior a la media, ha generado una de las inundaciones más desastrosas de Pakistán en las últimas décadas. Una verdadera catástrofe que, a pesar de las enormes dificultades, no ha frenado el deseo de muchas personas sobre el terreno de actuar concretamente por el prójimo. También se inició una recaudación de fondos por parte de la Coordinación de Emergencia del Movimiento de los Focolares. Lo que Pakistán está viviendo hoy es una verdadera emergencia humanitaria y sanitaria. Las lluvias monzónicas, también provocadas por el cambio climático, que comenzaron a producirse a mediados de junio de 2022, han puesto de rodillas a un tercio del país. Unas 33 millones de personas, el 15% de toda la población, han sido desplazadas, más de 1.500 personas han muerto y más de 700.000 hogares han sido destruidos. El peligro de enfermedades como la fiebre tifoidea, el cólera y el dengue crece día a día, y las necesidades son cada vez más urgentes. La megalópolis de Karachi, uno de los lugares donde la realidad del Movimiento de los Focolares está presente desde hace tiempo, no se ha visto tan afectada como otros centros, a los que ya es difícil llegar en condiciones normales, como las provincias de Sind, el sur de Punjab y Baluchistán; sin embargo, “los desplazados también están llegando aquí y nos estamos moviendo para organizar la ayuda en los campos de acogida”, dicen algunos miembros de los Focolares. Además, muchos de los Focolares, de distintas edades y vocaciones, hacen todo lo posible para responder como comunidad necesidades más inminentes, algunos incluso abriendo las puertas de sus casas si es necesario, como ocurrió con Abid, un joven padre de familia, que acogió a dieciséis musulmanes que lo habían perdido todo en el primer piso de su casa. La ciudad más grande afectada por estas inundaciones es Hyderabad. Matthew, un Gen, es decir, uno de los jóvenes del Movimiento local de los Focolares, escribe: “Ahora la situación en el centro de la ciudad es segura, pero los barrios cercanos al río Indo siguen en peligro y algunas partes han sido evacuadas. Las próximas dos semanas serán muy difíciles”. En estos días, el miedo se mezcla con una conciencia lúcida, generando una fuerza interna e instintiva que mira al otro y, con coraje renovado, se moviliza y crea redes. “Como Jóvenes por un Mundo Unido, hace unos meses hemos creado un grupo que se llama “The Spirit of Giving” (El espíritu de dar), somos católicos y de la Iglesia Anglicana de Pakistán, continúa Hanan, el hermano de Mathew, nos reunimos para hacer un plan, para saber qué y cómo ayudar. Se podría pensar que no podemos hacer mucho o que es muy poco, pero nos hemos dicho que cada uno puede dar algo, que debemos mover los corazones”. Y así es como estos jóvenes, llamando a todas las puertas de su barrio, entrando en las tiendas, recaudaron unas 5.000 rupias, mientras que otras 2.000 rupias llegaron providencialmente en respuesta a un volante compartido en las redes sociales. Un deseo de donación que, partiendo de una experiencia de diálogo, se ha transformado en servicio y acción. Entre las muchas personas con dificultades no hay que olvidar que en estas zonas uno de los grupos que más riesgo corre son las comunidades hindúes nómadas: “Las tiendas de nuestras familias estaban en una llanura. Con la inundación, la gente se refugió en una parte elevada del terreno que ahora está rodeada por las aguas, es como si estuvieran en una isla de la que ya no pueden salir”, cuentan algunos jóvenes pertenecientes a estas comunidades. Agruparse en torno a los afectados y poner en marcha iniciativas de ayuda y apoyo específicas, especialmente allí, donde los recursos para hacerlo son escasos, no es sólo un deseo, sino que parece ser una verdadera prioridad para todos. En respuesta a todo este dolor, en Karachi, en un barrio bastante pobre de las afueras de la ciudad, un pequeño grupo de Gen se movilizó de inmediato: “Hemos activado un punto de recolección por el que ha pasado mucha gente: algunos han traído víveres, agua o ropa; otros dejaron dinero en una caja colocada en la entrada”, dice Rizwan. “Vi que no había mucha ropa para los niños”, dice Soiana, “así que empecé a coser para ellos, utilizando la tela que me sobraba de mi trabajo”. Para contribuir a la recaudación de fondos de la Coordinación de Emergencia del Movimiento de los Focolares para Pakistán puedes donar en:
| Acción por un Mundo Unido ONLUS (AMU) |
Acción para Familias Nuevas ONLUS (AFN) |
| IBAN: IT58S 05018 03200 000011204344 En Banca Popolare Etica |
IBAN: IT92J 05018 03200 000016978561 En Banca Popolare Etica |
| Código SWIFT/BIC: ETICIT22XXX |
Código SWIFT/BIC: ETICIT22XXX |
| CAUSA: Emergencia Pakistán |
| Las contribuciones ingresadas en las dos cuentas corrientes con este motivo serán gestionadas conjuntamente por la AMU y la AFN. Para tales donaciones se prevén beneficios fiscales en muchos países de la UE y en otros países, según las distintas normativas locales. Los contribuyentes italianos podrán obtener deducciones y retenciones de sus ingresos, según la normativa de las entidades Onlus, hasta el 10% de sus ingresos y con un límite de 70.000,00 euros al año, excluyendo las donaciones realizadas en efectivo. |
Maria Grazia Berretta
12 Sep 2022 | Sin categorizar
María, así como cuidó y amó a su hijo Jesús, quiere el bien de cada persona. Ella, criatura humana, es el modelo de todo cristiano y, reflejándonos en las etapas de su vida podemos dar nuestro aporte para un mundo nuevo. Aunque nuestro planeta esté atravesado por múltiples tensiones, la Virgen impulsa a los hombres de muchas maneras, y en todas partes, a la unidad. Quiere familias unidas, las distintas generaciones unidas; quiere la unidad entre las etnias, entre las razas, entre los pueblos, entre los cristianos y, en lo posible, con los fieles de otras religiones. Y también, por lo menos en el campo de la acción concreta, con todos los hombres que no tienen una referencia religiosa definida, pero que buscan el bien del hombre. Ella ama a toda la humanidad y quiere la fraternidad universal. (…) Que María, que hizo de Dios el ideal de su vida, haga de manera que lo sea también para nosotros. Que María, que hizo suya la voluntad de Dios en la Encarnación y en toda su vida, nos ayude a cumplirla a la perfección. Que Ella, que amó al prójimo, tal como se manifiesta en su visita a santa Isabel y en las bodas de Caná, infunda en nuestro corazón esa caridad. Que María, que vivió el amor recíproco con plenitud en la familia de Nazaret, nos ayude también a nosotros a ponerlo en práctica. Que María, que supo ofrecer todo dolor al pie de la cruz, fortifique nuestros corazones cuando el dolor nos invada. Que María, que es madre universal, nos ensanche el corazón a la medida de la humanidad.
Chiara Lubich
(Chiara Lubich, Discurso en la Basílica de Santa María Mayor, Roma, 30.11.1987, en María Transparencia de Dios, Ciudad Nueva, Buenos Aires, 2003, pp. 73-74)
10 Sep 2022 | Sin categorizar
Junto a la alegría de reencontrarse de forma presencial después de la pandemia, llega el inesperado y afectuoso saludo del Papa Francisco a los responsables del Movimiento de los Focolares en el mundo reunidos del 10 al 23 de septiembre. «Muchas gracias por tantas buenas noticias. Estoy cerca de usted y de todos ustedes. Rezo por ustedes, por favor háganlo por mí».
Con estas palabras, el Papa ha respondido a Margaret Karram –presidenta del Movimiento de los Focolares– que ha querido empezar con ellas las jornadas de encuentro de los dirigentes de los Focolares en el mundo, junto con el Consejo General del Movimiento. La presidenta dijo a los 104 presentes, que en los últimos días había sentido el impulso de escribir al Papa Francisco para agradecerle su constante cercanía a ella y al Movimiento y con la esperanza de darle una alegría. En su carta al Santo Padre del pasado 6 de septiembre, le escribió entre otras cosas: «Ha transcurrido un año y siete meses desde mi elección como presidenta y le confieso que ha sido un tiempo arduo, con muchos retos que afrontar y decisiones que tomar. He comprendido cada vez más sus palabras referentes a las «podas» necesarias para el crecimiento y –renovando mi elección de abrazar a Jesús crucificado y abandonado en ellas–, he percibido que la humildad se hacía más profunda, aumentaba la esperanza y sentía con más fuerza mi unidad con Usted, Santidad, junto con la certeza de que Dios sigue trabajando. Al mismo tiempo, he visto florecer tantos frutos, pasos espirituales individuales y comunitarios, la atención a los últimos, muchas acciones concretas en favor de los que más sufren». Y concluía asegurando al Papa las oraciones de los miembros del Movimiento. Su sorpresa fue enorme cuando al día siguiente recibió esta respuesta escrita por el Papa de su puño y letra:
7.9.22
Querida hermana: Muchas gracias por su carta de ayer. Muchas gracias por tantas buenas noticias. Estoy cerca de usted y de todos ustedes. Rezo por ustedes, por favor háganlo por mí. Que el Señor la bendiga y la Virgen la proteja. Fraternalmente, Francisco 