Movimiento de los Focolares
Cinco años al ritmo internacional de “Milonga”

Cinco años al ritmo internacional de “Milonga”

Una iniciativa que conjuga las ganas de hacer con las múltiples necesidades que existen en el mundo. Es el deseo que en 2016 generó “Milonga”, un programa de voluntariado internacional intercultural y fraterno. Una nueva oportunidad, una propuesta renovada para llevar ayuda donde sea necesario. Es la misión que aún hoy, después de 5 años, lleva a cabo “Milonga“. Nacida del aporte de Nueva Humanidad, Jóvenes por un Mundo Unido y Uniredes Latinoamericana de organizaciones sociales inspiradas en el carisma de la unidad, con la colaboración de Sociedade Movimento dos Focolares-Brasile, Sumà Fraternidad y Promoción Integral de la Persona, esta plataforma de voluntariado internacional es el resultado de un deseo muy sentido por los jóvenes de experiencias sociales globales. Los primeros voluntarios partieron en 2016 para Bolivia y Brasil. Posteriormente, más de 200 jóvenes siguieron sus pasos, cruzando fronteras para ofrecer su tiempo, su talento, su profesionalidad. Una pequeña pero importante contribución para superar las desigualdades en el mundo. Pero, ¿qué tiene de distintivo “Milonga” en comparación con otros programas de voluntariado? Para Virginia Osorio, integrante uruguaya del Equipo de Coordinación, “Milonga” fue la oportunidad de conectar en red a diferentes actores y así generar un sistema de cooperación internacional diferente, que ponga en el centro la fraternidad, en el que el servicio se fortalezca por la interculturalidad y la formación a una ciudadanía global y local, tejiendo lazos no sólo de norte a sur, sino en todas direcciones.” Los jóvenes de entre 21 y 35 años colaboran en sinergia con el trabajo de las ONG que cada día se empeñan en las distintas periferias del planeta. Marco Provenzale, italiano, dice: “Por eso el programa toma el nombre de un baile latinoamericano de raíces africanas y juega con las siglas ONG: Mil ONG en acción”. Las comunidades y ciudadelas del Movimiento de los Focolares también se han sumado a esta iniciativa como espacios significativos de acción y formación para jóvenes motivados y deseosos de comprometerse con la problemática social. En estos cinco años, “Milonga” ha visto cuánto este camino ha marcado la vida de muchos jóvenes. “La experiencia que tienen entre ellos refleja el papel que juegan como ciudadanos del mundo -prosigue Virginia Osorio-, y los anima a actuar a nivel local, allí donde nace el sufrimiento”. A los muchos que se han ofrecido como voluntarios en los últimos años, durante la pandemia ha habido más de un centenar que han realizado una experiencia intercultural virtual. Esta posibilidad permitió apoyar acciones como la recaudación de fondos, ayuda a los niños en edad escolar, preparación de exámenes, práctica de diferentes idiomas y mucho más. Antonela, joven argentina, hizo un voluntariado virtual en Brasil y ahora se prepara para finalmente hacerlo en persona: “Antes no participaba en cosas de este tipo. Hoy, sin embargo, si no hago algo concreto, me siento vacía. Esta nueva conciencia me fue transmitida por la experiencia que hice con Milonga .”

Janeth Lucía Cárdenas y equipo de MilONGa

Evangelio Vivido: Sentirse mirados por Dios

En la Encarnación los ojos de Dios le revelaron a María que su pequeña y frágil humanidad servía a Su diseño de salvación. El Adviento puede ser para todos nosotros la oportunidad para volver a empezar a vivir la experiencia más bella, sentirnos mirados por Dios y dejarnos conducir por Él, como hizo con María, para después profundizar cada día con una alegría profunda en el corazón y un canto de alabanza en sus labios. Volver a vivir Un amigo, comprometido en la reinserción de los exconvictos le propuso a nuestra comunidad religiosa que acogiera a uno de ellos por algunos meses, poco después del final de su pena. Pietro, así se llamaba, demostró ser un experto en el mantenimiento de infraestructuras e incansable a la hora de reparar todo lo que era necesario. Una verdadera bendición para nosotros que, no contamos con muchos medios económicos y tampoco tenemos mucho tiempo para dedicarnos a ellos. Un día después de la cena, mientras estábamos en el jardín, Pietro empezó a abrirse: “Estoy agradecido con ustedes no sólo por la hospitalidad recibida, sino por su respeto hacia mí. Los exconvictos a menudo son considerados como apestados y la gente los mantiene a distancia. A pesar de que la inclusión sería la única medicina capaz de sanar ciertas heridas”. Antes de irse nos dejó una tarjeta: “Gracias. Ahora puedo regresar a la sociedad porque sé que también yo tengo algo para aportar”. (F. de O. – Italia) Como el hijo pródigo Cuando un vagabundo llamado A. se abrió conmigo y me contó cómo había terminado en ese estado de miseria, tuve la impresión de volver a ver en él al hijo pródigo de la parábola, en su afán por rescatar su libertad. Ante mi propuesta de regresar donde sus familiares, su primera reacción fue de rechazo, imposible decirles a ellos el nivel al que se había reducido. Solo la idea de presentarse ante sus hermanos y hermanas, todos exitosos y con una vida realizada, aumentaba su humillación. Sin embargo -él lo recordó en ese momento- ellos no habían dejado de amarlo y esperarlo. No dijo más y se quedó en silencio. A. volvió a aparecer después de algunos días. Esta vez me pedía ayuda para comprar el boleto aéreo y regresar a su patria. Sin dudar le di la suma necesaria. Después de no mucho tiempo recibí noticias de su parte: “Era como me había dicho. La alegría de volver a abrazarme fue el verdadero regalo que le podía dar a mi gente. Gracias por recordarme por qué estoy aquí”. (J.G. – España) De la mano Debido a un ictus se me quedó paralizada la parte izquierda del cuerpo. De golpe mi vida cambió. También me afligía todo el caos que esto procuraba en la pequeña empresa que recién había abierto, en la dinámica de mi familia, en mis hijos adolescentes. Me tuve que ejercitar mucho para aceptar este nuevo estilo de vida. Sin embargo, mientras se derrumbaba un mundo, veía abrirse dimensiones que había descuidado y no había sabido apreciar antes, como la vida de fe. De hecho, hacía años que no rezaba. Reconocía que estaba ahí la causa de mi fragilidad, y me resultó espontáneo volver a rezar, no con las palabras aprendidas en el catecismo, sino dialogando. Volví a aprender a conversar con Dios. Mientras tanto proseguía el tratamiento. A un cierto momento la recuperación de todas las funciones a nivel motor me tomó por sorpresa. Ahora que estoy en convalecencia, puedo afirmar que el amor de Dios quiso sumergirme en la vida en un modo pleno y no superficial. Me ha dado una mano y yo me aferré a ella. (D.A. – Argentina)

A cargo de Maria Grazia Berretta

(Tomado de “Vangelo del Giorno” (El Evangelio del día), Città Nuova, año VII, n.4, noviembre-diciembre

Chiara Lubich: creer en la Palabra de Dios

En este periodo de Navidad, la Palabra de Vida de diciembre de 2021 nos invita a vivir palabras dedicadas a María: “Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor” (Lc 1,45). También el texto que sigue está dedicado a la Madre de Dios. En el mismo, Chiara Lubich nos invita a tener, como María, una disponibilidad total a creer y poner en práctica lo anunciado de parte del Señor. En María hay un vínculo estrecho entre fe y maternidad, como fruto de la escucha de la Palabra. Y Lucas aquí nos refiere algo que tiene que ver también con nosotros. Más adelante, en su Evangelio, Jesús dice: “Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica” (Lc 8, 21). Casi como anticipando estas palabras, Isabel, movida por el Espíritu Santo, nos anuncia que todo discípulo puede volverse “madre” del Señor. La condición es que crea en la Palabra de Dios y la viva. (…) María, después de Jesús, es la que mejor y más perfectamente supo decir “sí” a Dios. Esta es, sobre todo, su santidad y su grandeza. Si Jesús es el Verbo, la Palabra encarnada, María, por su fe en la Palabra, es la Palabra vivida, siendo criatura como nosotros, igual a nosotros. El rol de María, como madre de Dios, es excelso y grandioso. Pero Dios no llama solo a la Virgen a generar a Cristo en sí misma. Si bien de otra manera, todo cristiano tiene un rol semejante: el de encarnar a Cristo hasta repetir, como San Pablo: «Ya no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí (Gal 2, 20). Pero ¿cómo hacerlo realidad? Con la actitud de María hacia la Palabra de Dios, es decir, con total disponibilidad. Creer, por tanto, con María, que se verificarán todas las promesas contenidas en la Palabra de Jesús y, afrontar como María, si fuera necesario, el riesgo del absurdo que a veces su Palabra comporta. Grandes o pequeñas, pero siempre maravillosas, son las cosas que le suceden a quien cree en la Palabra.

Chiara Lubich

(Chiara Lubich, en Parole di Vita, a cura di Fabio Ciardi, Opere di Chiara Lubich, Città Nuova, 2017, pag. 610-612)

Navidad: hacer que sobre los establos florezcan las estrellas

Acoger al Niño Jesús en la fría cueva de nuestro corazón; dar hospitalidad a aquella Luz que no había encontrado lugar en otro sitio y decidió brillar sobre nosotros, haciendo nuevas todas las cosas. En pocas palabras, Igino Giordani nos narra la Navidad. Jesús nació en un establo para mostrarnos que puede nacer también en nuestro corazón, que es un lugar no muy distinto. Y cuando nace en nuestro corazón, como en la cueva, los ángeles se levantan a cantar, la luz brilla en la noche, y la paz llueve sobre la tierra. Jesús, con su Navidad, inició una Revolución: sacó al hombre de los establos y lo elevó a las estrellas. Esclavo del más fuerte, hizo de él un hermano, un igual. No se puede reducir todo a canciones y velitas. No puede uno burlarse de Dios. El Padre nuestro en el Cielo reclama el pan nuestro en la tierra. Está claro: permanece la acción de quien quiere nuevamente esclavizarnos; volver a quitarnos la libertad. Y esto con distintas formas de presión (…). Desvanece la libertad y desvanece la caridad: y de ese modo se vive según la carne, y en vez de servidores voluntarios de nuestro hermano, nos convertimos en sus explotadores. En cambio, esta es la ley, esta es la justicia: tratar al hermano como me trato a mí. Servicio recíproco, donde justicia y caridad son una cosa sola. Son Dios que vive en nosotros: el Verbo – la Razón – que se encarna entre nosotros, y hace que sobre los establos florezcan las estrellas.

Igino Giordani, «La Via», 24.12.1949

ESCOCIA | Glasgow: grandes religiones, guardianas de la creación

Lorna Gold, presidente del Movimiento Laudato Si’, y Martin Palmer, fundador y presidente de  Faith Invest, explican de qué manera las grandes religiones pueden ser una fuerza impulsora de la sociedad civil en lo que se refiere a cambio climático. Durante la conferencia  COP26, los líderes religiosos presentes participaron en varios eventos que fueron ocasiones para conocerse y dialogar.  Entre éstos, un evento que se realizó en la Mezquita y otro que tuvo como anfitrión al Movimiento de los Focolares. Martin Palmer (Inglaterra) ha transcurrido toda su vida laboral comprometiéndose con las principales religiones de todo el mundo en lo relativo a cuestiones ambientales.  Ello empezó en 1986, cuando el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo –que era presidente internacional de World Wildlife Fund (WWF)– le pidió que reuniera a los representantes de cinco de las principales religiones del mundo para examinar la forma en la que en estos credos  entendían su lugar en la naturaleza. Crearon un programa completo para inducir a las religiones a que colaboraran  con los principales grupos ambientales, la ONU, el Banco Mundial y otros organismos. Lorna Gold es vicepresidente del Consejo del Global Catholic Climate Movement y  presidente del Movimiento Laudato Si’. Coordina el trabajo de éstos respecto de la acción por el clima que realizan las comunidades de fe y llevó adelante una acción para que la Iglesia Católica en Irlanda y a nivel global desinvierta de los combustibles fósiles. En nuestras entrevistas, hablamos de muchos temas que se referían a la COP26, a la crisis climática y a la situación actual… Naturalmente, no fue posible incluirlo todo en el servicio transmitido por la Conexión. Por ejemplo, Martin Palmer nos habló del período especial que estamos atravesando; nos dijo: “Pienso que estamos en el ápice de un gran cambio. El gran cambio es que en lugar de esperar a que sean los gobiernos los que den el ejemplo, es la sociedad civil, son los jóvenes y los ancianos quienes lo hacen.  Trabajo en ello desde hace 40 años.  Pienso en el ascenso de las organizaciones femeninas, que simplemente no estaban en 1997. Pienso en el rol de los indígenas, pienso en el rol de las comunidades de fe, del mundo de las ONG y del mundo de la educación.  Veo que ahora estamos en un momento de transformación. Todavía sigue habiendo muchas personas que piensan que si protestamos, podemos influir sobre los gobiernos… Debo decir que yo no lo creo”. “Las religiones se están encontrando con el mundo financiero, con el mundo de la educación y están diciéndoles: ¿cómo podemos crear una colaboración? Allí donde tenemos el dinero, podemos influir. Tenemos las estructuras. Tenemos los medios para generar un cambio…”. Luego tuvimos un intercambio muy interesante con Lorna Gold acerca de lo que ella definió “ansiedad de clima”, y dijo: “Pienso que es algo que todos afrontaremos, en una medida u otra, porque una vez que aceptas que hay una crisis climática y que no todo  será tan “color de rosa” en el futuro –como habríamos querido– la perspectiva de un mundo unido está bastante lejos; si el cambio climático no puede resolverse… “(…) Trato de gestionar esta ansiedad. Una manera es transcurrir tiempo con la naturaleza.  La naturaleza es una gran sanadora.  Estar al aire libre, meditar en la naturaleza y encontrar a  Dios en la creación. Te hace entender que la naturaleza es bastante resiliente.  La vemos volver a generarse a nuestro alrededor”. “Verdaderamente, creo que este momento que estamos viviendo es una crisis, pero también puede ser un  kairós. Un kairós, como dice el Papa Francisco, es una oportunidad, un momento oportuno para pensar, para convertirnos, para sufrir en nosotros esa profunda conversión ecológica y empezar a movernos en una dirección distinta.”   https://www.youtube.com/watch?v=CYuJpSFYyM8