Nov 4, 2021 | Sin categorizar
Ha sido inaugurado en la ciudadela de los Focolares de Loppiano (Italia) el nuevo Año académico del Instituto Universitario. El centro del debate fue la ecología integral y sus implicancias para la universidad. El Instituto Universitario Sophia tiene una ambición: proponer en el sistema pedagógico universitario el modelo usado por los filósofos griegos antes de Cristo, como el Gimnasio o el Liceo, en donde la convivencia entre docentes y alumnos era el resorte educativo fundamental, pero introduciendo allí los valores cristianos de la persona y de la comunión. No es una empresa menor, en un lugar de investigación y de “ecología integral”. Dice Federico Rovea, un ex-estudiante de Sophia, actualmente docente: “Sophia quiere decir hacer universidad, buscar la verdad en un clima de amistad”. Todo ello ha sido experimentado el 29 de octubre de 2021, en Loppiano (Italia), en el Instituto Universitario Sophia, durante la ceremonia de inauguración del año académico 2021-2022. El tema ha sido: “¿Qué implicancias tiene para la universidad esta época de la ecología integral?”.
La Presidente de los Focolares, Margaret Karram, que es vice-Gran Canciller del Instituto remarcó en su discurso que “los objetivos que Sophia se propone son altos y emocionantes, demandan de todos que den lo mejor de sí en una continua apertura al diálogo y a la escucha, un lugar en el que el compromiso intelectual siempre está en búsqueda de nuevos caminos para responder a las exigencias culturales de nuestro tiempo”. Llenas de significado también las palabras del nuevo rector, Giuseppe Argiolas, que volvió a recorrer el gran desafío relacionado con la pandemia: “Hemos realizado lo que en el pasado habíamos imaginado hacer en varios años: 1) completar por internet el año académico 2019/20; 2) crear las condiciones para una oferta de nivel, con una plataforma profesional; 3) ofrecer un diploma específico para quienes quieran estudiar en Sophia pero no tienen la posibilidad de venir a Loppiano. Se trata de Sophia Web Academy: Cultura de la unidad y Liderazgo dialógico”.
En un apreciado discurso, Valeria Garré, en representación de los estudiantes, puso el acento en tres palabras: camino, compromiso y apertura: “Sophia es mi casa cuando me doy cuenta de que la ecología es realmente integral cuando lo es incluso en situaciones no fáciles, en las relaciones, en el cuidado de los espacios, siendo fieles en llevar adelante una tarea”. Al final, el Cardenal Giuseppe Betori, Arzobispo de Florencia y Gran Canciller de Sophia, se concentró en el encuentro –que está previsto en Florencia para el próximo mes de febrero– de algunos obispos e intendentes de países del Mediterráneo. “Nuestras Iglesias sienten la necesidad de redescubrir la propia identidad, a partir de una común pertenencia mediterránea. Partiendo de ella cada una de las Iglesias locales y cada uno de los gobiernos puede ponerse en esa actitud de escucha y de acogida del grito de la humanidad, sin tener miedo de reconocer en ese grito de naturaleza política, religiosa, social, cultural, económica, sanitaria, alimenticia, hídrica y ecológica, el grito de Cristo, su ‘¿por qué?’”. Por consiguiente, el tema central de la ceremonia fue la ecología integral. El Profesor Sergio Rondinara quiso hacer propio el reto ecológico relacionándolo con un más profundo e invasivo reto antropológico: “Si en un pasado reciente la relación entre persona humana y naturaleza fue una relación equilibrada y a menudo de colaboración (pensemos sólo en la sociedad agrícola y campesina) hoy ésta ha asumido una configuración crítica a la que generalmente damos el nombre de crisis ambiental”. Y explicó cómo se puede salir de una crisis tal, trabajando a cuatro niveles: “Nivel antropológico cultural, nivel del pensamiento, nivel ético y nivel religioso, o sea otros tantos senderos de un recorrido educativo personal y social”. En el debate, el Profesor Mario Taccolini, de la Universidad Católica de Milán, hizo hincapié en la experiencia hecha por su universidad para poner en el centro del interés la necesidad de una ecología integral, mientras que la Profesora Stefania Papa, de la Universidad Vanvitelli (Nápoles), destacó la necesidad de programas universitarios que estén animados por una cultura vital. Nos queda una convicción: la ecología integral no es un objetivo sólo científico o político, sino que es un modo de “estar en el mundo”.
Michele Zanzucchi
Nov 1, 2021 | Sin categorizar
En la fiesta de Todos los Santos, Chiara Lubich nos invita a buscar la santidad juntos para testimoniar el amor recíproco también más allá del límite de nuestra vita terrena. Hemos comprendido que estamos llamados a amar a los hermanos, pero se puede amar poco o mucho. Ama poco aquel que se limita a hacerlo durante su vida terrena; ama mucho en cambio, quien encuentra el modo de amarlos también después, a lo largo de los años y de los siglos, porque, viviendo Cristo en él, se queda en la tierra como modelo al que muchos pueden imitar. Así han hecho los santos. Se sigue meditando sobre sus vidas, sus escritos y sus obras, incluso después de siglos y siglos de haber dejado esta tierra. Siguiendo su ejemplo, nosotros también podemos hacer esto: hacernos santos por amor a nuestros contemporáneos y a los que vendrán, para darles luz y estímulo en el camino de la vida durante largo tiempo, e infundir en sus corazones la llama del amor. Hacernos santos, por lo tanto, no para satisfacción nuestra, sino ̶ además que para gloria de Dios ̶ por nuestros hermanos
Chiara Lubich
En: Chiara Lubich, Santificarse Juntos, Ciudad Nueva, Madrid 1994, p. 88
Oct 29, 2021 | Sin categorizar
“El amor familiar: vocación y camino de santidad” es el tema del X Encuentro Mundial de las Familais que tendrá lugar en Roma del 22 al 26 de junio de 2022. Marcelo Chávez y Pia Noria, focolarinos casados chilenos, responsables del Movimiento Familias Nuevas del Cono Sur (Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay), relatan su historia y la expectativa ante este evento. “Desde niño sentía que Dios me llamaba a seguirlo, a pesar de que no sabía bien cuál era el camino que tenía que emprender. Después de un período de discernimiento entendí que mi camino era el matrimonio”. Son las palabras con las que Marcelo Chávez, el esposo de Pía y papá de tres espléndidas hijas, relata el maravilloso designio que Dios tenía en mente para ambos. La de ellos es una vocación nacida a partir de una amistad de décadas, vivida compartiendo el mismo ideal de vida; un bellísimo viaje de novios que dio inicio a una nueva gran aventura en el matrimonio. Su familia hoy se ha vuelto una “Iglesia viva” junto con muchas otras, todas protagonistas del X Encuentro Mundial de las Familias “El Amor familiar: vocación y camino de santidad”, que se realizará en Roma (Italia) del 22 al 26 de junio de 2022. ¿Cómo se están preparando para este evento que, como ha escrito el papa Francisco en su mensaje de presentación, debido a la pandemia, asumirá un formato “multicéntrico y difuso”? Cuando el papa Francisco inauguró el año de Amoris Laetitia en marzo de 2021, indicando que se concluiría con el X Encuentro Mundial de las Familias en Roma, enseguida sentimos el llamado a participar en el evento presencialmente. Después, en julio 2021, cuando el Papa nos invitó a todos a vivir juntos este evento mediante una nueva modalidad, cada uno con su propia diócesis, sentimos que Roma extendía sus brazos hacia el mundo, acercándose a todas las familias, hasta la periferia, para que ninguno se quedara fuera. Intuimos que podíamos vivir este milagro de la unidad familiar siendo protagonistas, y no sólo mirando desde lejos. Por eso viviremos el encuentro desde donde estamos, adhiriendo a las iniciativas que se suscitarán en la Arquidiócesis de Santiago del Chile junto a otros Movimientos. ¿Qué quiere decir, como familia, recorrer el camino hacia la santidad? El 6 de septiembre del 2021 festejamos 18 años de matrimonio y, también en los momentos difíciles, no hemos tenido dudas, nuestro llamado siempre ha sido a amar al otro como lo quiere Dios. Dios nos ha tomado la palabra cuando dijimos nuestro “sí” y nos ha ayudado a ir adelante. Este camino de santidad en el matrimonio, lo entendemos como un camino compartido, recorrido juntos, unidos, en donde cada uno contribuye también a la santificación del otro. ¿De qué modo Jesús es el apoyo en sus vidas y qué papel ha jugado la oración, sobre todo en este tiempo de pandemia? En estos 18 años, día tras día, nos hemos dado cuenta que la medida del amor conyugal implica realmente dar la vida el uno por el otro. Estar dispuestos a ello con la gracia de Cristo nos ha permitido darnos cuenta cuando nuestras diferencias están asumiendo una dimensión diversa. Naturalmente ha habido situaciones en donde no ha sido fácil afrontar los conflictos, algunos más difíciles que otros, pero ha sido en esos momentos que hemos sentido el fuerte deseo de ser fieles al sacramento del matrimonio y de seguir amando a Jesús también en las dificultades. Esto requiere tener valor y con gran fuerza de voluntad nos confiamos a Dios, a la Sagrada Familia para afrontar las situaciones complejas que los desafíos de hoy comportan. La oración nos ha sostenido y nos sostiene en este viaje, nos da fuerza y la seguridad que todo es Amor de Dios. En este período de pandemia, especialmente, la oración en familia ha sido importante al igual que la oración con la comunidad de los Focolares y con otras familias. Aunque no podíamos recibir a Jesús Eucaristía, entendimos que el encuentro con Él siempre lo podíamos tener y que Su amor se habría manifestado en medio nuestro. Durante la rueda de prensa de presentación del Encuentro el Card. Kevin Farell, Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida dijo: “Las familias son la semilla que puede fecundar el mundo. Ellas son las evangelizadoras que dan testimonio al mundo de la belleza familiar”. ¿Cómo podemos llevar este testimonio más allá de los muros domésticos? Esta realidad la encontramos reflejada en la Sagrada Familia de Nazaret. Es esta la grandeza y la importancia de ser familia hoy, ser el lugar donde Jesús nace y se dona al mundo. Nosotros experimentamos que el amor de Dios que se ha manifestado en nuestra vida no puede quedarse en nuestra familia, sino que se debe irradiar y ser la base para encontrarnos con otras familias, parejas, novios. Todos es una oportunidad para amar y para donar el amor de Dios. Caminar junto a otras familias significa formar comunidades, compartir los bienes, las necesidades, las preocupaciones y estar atentos a las necesidades de todos.
Maria Grazia Berretta
Oct 28, 2021 | Sin categorizar
El 29 de octubre de 1971 nacía la Beata Chiara Luce Badano. Varios eventos en todo el mundo la recordarán. En Sassello (Italia), su pueblo de origen, la Santa Misa, el Timeout y la proyección de un video inédito con una entrevista a sus padres, realizado por la Fundación Chiara Badano. La Beata Chiara Luce Badano hoy cumpliría 50 años. Nacía 50 años atrás, el 29 de octubre de 1971, y hoy es un ejemplo de vida para miles de jóvenes. Chiara vivió poco menos de 19 años y “Luce” es el nombre que Chiara Lubich le propuso añadiéndolo al suyo y deseándole que fuera portadora de la luz del amor de Dios.
Siendo adolescente conoció el Ideal de la unidad y llegó a ser una Gen, la generación de jóvenes y chicos del Movimiento de los Focolares. Siempre atenta al prójimo, vivió su juventud como una chica normal y tal vez no imaginó nunca que iba a lidiar con la enfermedad cuando sólo tanía 17 años: una enfermedad grave. Si hoy Chiara Luce viviese, ¿cómo sería y en qué estaría comprometida su vida? Una pregunta que muchos nos planteamos, justamente porque sentimos a Chiara Luce cercana, como una de nosotros, hoy como ayer. Se lo hemos preguntado a tres de sus amigos más íntimos, Chicca y Franz Coriasco y Cristina Cuneo, de la Fundación Chiara Badano. “Por lo que hemos vivido con ella, podemos imaginar que sería una chica completamente normal –afirma Chicca–, pero consciente de que viviendo el Evangelio y el ideal de Chiara Lubich, se pueden hacer grandes cosas”. ¿Qué anhelos tendría? “Creemos que son los jóvenes los que podrían responder a esta pregunta –interviene diciendo Cristina–. De hecho, uno de los últimos mensajes de Chiara Badano, que fue como su testamento, era el de “entregar” a los jóvenes la antorcha, “como en las Olimpíadas”. Y así lo han entendido muchos jóvenes, con su compromiso concreto para reducir las desigualdades y las injusticias sociales, por el cuidado del ambiente, por la tutela del bien común, en las situaciones más dolorosas propias de cada contexto. Mucho más aún en este período de emergencias pandémicas. En síntesis, sanar las heridas abiertas como ella trató de hacer durante toda su vida: en su medida, pero siempre con una gran concreción”. Y Franz agrega: “Ella escribía una vez: ‘A menudo el hombre no vive su vida porque se encuentra sumergido en tiempos que no existen: o en el recuerdo o en la añoranza del pasado, o proyectado hacia el futuro. En realidad, el único tiempo que el hombre posee es el momento presente, que debe vivirse completamente, aprovechándolo en plenitud… De esa forma, tomaríamos conciencia del valor de nuestra vida, un regalo precioso que no puede y no debe ser desperdiciado ni destruido por egoísmos estériles e inútiles ambiciones”. Una cita cotidiana con ella y con todos en el mundo era el Timeout: todos los días, a las 12 del mediodía nos deteníamos para pedir por la paz. Era una urgencia fundamental para ella y pensamos que lo sigue siendo para todos nosotros hoy también”. La Iglesia la beatificó el 25 de septiembre de 2010 tras haber reconocido el milagro de la curación improvisa de un chico de Trieste (Italia). Del 28 al 30 octubre en varias partes del mundo habrá eventos para recordarla. El primero será el 28 de octubre a las 20 horas (Easter time de Estados Unidos y Cánada). El evento está organizado por New City Press, Living City y la YCNA (Youth Center for North America), con números artísticos y momentos interactivos con personas impactadas por el testimonio de vida de Chiara Luce. En el programa habrá un mensaje de una testigo directa que conoció a Chiara. Será también una ocasión para presentar dos nuevos libros sobre Chiara en inglés: “Blessed Chiara Badano. Her Secrets to Happiness” (https://www.newcitypress.com/blessed-chiara-badano.html), particularmente dirigido a los chicos, con texto de Geraldine Guadagno e ilustraciones de Loretta Rauschuber, y “In my staying is your going. The Life and Thoughts of Chiara Luce Badano” (https://www.newcitypress.com/in-my-staying-is-your-going.html), elaborado por la Fundación Chiara Badano. En Sassello, su ciudad natal, el 29 de octubre se celebrará una Santa Misa a las 18 horas de Italia, que podrá seguirse en directo por streaming en la página www.chiarabadano.org. A continuación se proyectará el video “Chiara Badano: una vida de luz” (dirigido por Marco Aleotti) con entrevistas inéditas a sus padres, que cuentan de ella y de la vida de la familia. El video estará disponible en los días siguientes siempre en la página dedicada a ella. El sábado 30 de octubre, su fiesta litúrgica, a las 12 (hora italiana) directamente desde el cementerio de Sassello, alrededor de Chiara Luce y siempre por streaming en www.chiarabadano.org se hará el Timeout: un minuto de silencio para pedir por la paz en todo el mundo. A las 15 horas se celebrará la Santa Misa en la parroquia de la Santísima Trinidad de Sassello celebrada por el obispo Mons. Luigi Testore con la participación del postulador, el Padre Gianni Califano. Concluyendo, se hará la premiación de los ganadores del Premio Chiara Luce Badano 2021.
Lorenzo Russo
Oct 25, 2021 | Sin categorizar
“La vida puede traducirse en una aventura divina”, escribe Chiara Lubich, sugiriendo el modo de hacer que nuestra existencia sea tal. Es necesario aprender a ver lo que nos sucede creyendo que todo es un signo del amor de Dios por nosotros y que todo lo que nos sucede puede contribuir a nuestro bien. Todo contribuye al bien para quienes aman a Dios. El hecho es que Él tiene un propio designio de amor sobre cada uno de nosotros, nos ama con amor personal, y si creemho toltoos en ese amor y correspondemos con el nuestro ̶ esta es la condición ̶ Dios conduce cada cosa hacia el cumplimiento de ese designio. Basta mirar a Jesús. Sabemos cómo Él amó al Padre. Pues bien, si pensamos en Él aunque sea un momento, podemos ver cómo realizó esta Palabra durante toda su vida. Para Él nada sucedía por mera casualidad. Todo tenía un significado. Pero la encarnación de esta Palabra se ve en Él, de manera especialisima, sobre todo en el último tramo de su existencia: nada sucedió por casualidad durante su pasión y muerte. También el abandono por parte del Padre, prueba extrema para Él, cooperó al bien porque con su superación Jesús dio cumplimiento a su Obra. Las causas eran tal vez ciegas: quienes lo sometieron a sufrimientos y después a la muerte no sabían lo que hacían. Y no solo en el sentido de que no conocían a quien flagelaban y crucificaban, sino también porque no sabían que eran autores de un sacrificio, del sacrificio por excelencia, que llevaría a la salvación de la humanidad. Los dolores le llegaban a Jesús, por tanto, sin esta intención, pero Él, porque amaba al Padre, los tradujo todos en medios de redención, viendo en esos terribles momentos, por el contrario, la hora esperada desde siempre, el cumplimiento de su divina aventura terrenal. El ejemplo de Jesús tiene que ser una luz para nuestra vida: todo lo que llega, lo que sucede, lo que nos rodea y también todo lo que nos hace sufrir, tenemos que saber leerlo como voluntad de Dios que nos ama, o una permisión suya, que es igualmente amor. Entonces todo resultará más que interesante en la vida; todo tendrá un sentido; todo, será extremadamente útil. ¡Ánimo! Aún estamos vivos. Todavía estamos en viaje. La vida puede convertirse en una divina aventura. El designio de Dios sobre nosotros todavía puede cumplirse. Basta amar y tener los ojos abiertos a su voluntad siempre espléndida.
Chiara Lubich
(Chiara Lubich, Conversazioni in collegamento telefonico, a cura di Michel Vandeleene, Città Nuova, Roma, 2019, pp. 160-161)
Oct 21, 2021 | Sin categorizar
“Cuánto hicieron a uno de estos hermanos Míos, aun a los más pequeños, a Mí me lo hicieron” (Mt 25,40). Es el pasaje del Evangelio que se evidencia en esta experiencia narrada por Gustavo Clariá, focolarino argentino en Lima. Un relato que tiene el sabor de aquella alegría de los pequeños gestos capaces de derrumbar muros y hacer felices a los demás. La primera vez que lo vi estaba allí, inmóvil, con algo en las manos que, desde lejos, non lograba detectar qué era. La doble mascarilla y el gorro permitían ver solo sus ojos. Esa mirada apagada, perdida en el vacío, atrajo mi atención. Permanecía de pie teniendo algo que, acercándome, descubrí que era una cajita de golosinas. No cabían dudas, estaba allí para venderlas y, sin embargo, no hacía nada para ofrecerlas. Lo saludé sin obtener respuesta. Saliendo de Misa lo volví a saludar, pero otra vez sin éxito. “Este hombre tan triste tendrá mi edad –pensé–. ¡Qué injusta se presenta, a veces, la vida! Sin embargo Dios lo ama inmensamente, como me ama a mí”. Me propuse saludarlo cada día, pero ¿era un simple saludo lo que él se esperaba? Él estaba allí para hacer su trabajo y, obviamente, esperaría que alguien se diese cuenta. Decidí, entonces, comprarle algo. No tengo la costumbre de gastar en golosinas y de comerlas a cualquier hora, pero de algún modo tenía que comenzar. Me detuve y me interesé por la variedad de sus productos como si estuviera en un gran negocio de dulces. Después de un atento examen, elegí un chocolatín a la menta. Pagué, le agradecí y lo saludé, sin suscitar reacción alguna. La escena se repitió por varios días de la misma manera. Luego de un mes de ausencia, volví a la Misa de la parroquia. Él estaba siempre allí, en el mismo lugar en donde lo dejé. Lo saludé sin esperarme nada, pero cuando me reconoció se le escapó una sonrisa, como si estuviera contento de volver a verme. No lograba creerlo. Durante la Misa pasó la señora con la bandeja de las ofrendas, busqué en mi bolsillo y tanteé una moneda de 2 soles. Estaba por ponerla en la bandeja, cuando pensé: “Jesús se identifica también en las personas que más sufren. Con 2 soles puedo comprarle otra golosina”. A la salida me dirigí a donde estaba: “¿Qué me puede ofrecer hoy de rico?”. Por primera vez me miró y, con un gesto cómplice, comenzó a buscar en la cajita hasta que encontró lo que quería hacerme probar: “Le gustará, es un chocolatín con sabor a fresa muy rico y cuesta 2 soles”. No lo podía creer. Fue el diálogo más largo del mundo. Había pronunciado una frase completa solo para mí. Le agradecí infinitamente por su gentileza y, felices, nos despedimos. No veo la hora de volver a encontrarlo para confirmarle su elección: el chocolatín con sabor a fresa era riquísimo.
Gustavo E. Clariá