IDEA DEL MES – Enero 2023

Aprender a hacer el bien y buscar la justicia

Esta IDEA DEL MES es una invitación para ponernos en disposición de aprender, lo cual requiere un esfuerzo por nuestra parte.

¿Qué significa aprender a hacer el bien? En nuestro camino diario, siempre tenemos algo que comprender, porque no siempre algo que aparenta ser bueno lo es realmente. Es necesaria la formación constante de la conciencia, el estudio, la reflexión colectiva, la comunión para identificar el bien. Por otra parte, en ocasiones sabemos cuál es el bien, pero no sabemos cómo concretarlo. Todo esto requiere esfuerzo, paciencia y mucha apertura y trabajo en equipo que nos permitirá mejorar y volver a empezar si nos hemos equivocado.

¿Qué significa buscar la justicia? La justicia es como un tesoro que hay que buscar y desear.  Practicar la justicia nos enseña a hacer el bien. La justicia es, por tanto, la meta de nuestro modo de actuar. Buscar y practicar la justicia nos lleva a tener un amor preferencial por los más necesitados: los indefensos, los oprimidos, los huérfanos, los que están solos, los pobres, los ancianos, los que están atrapados por el abuso de sustancias, los explotados, los desplazados, etc. Estas personas necesitan acciones concretas personales y sociales y no solo discursos o declaraciones genéricas.

Esta IDEA DEL MES nos empuja a ayudar a los demás a tener una mirada atenta y a socorrer al necesitado con hechos; requiere abrir el corazón, la mente y los brazos, sobre todo, a quienes sufren.

Como decía Chiara Lubich, el deseo y la búsqueda de la justicia están grabados desde siempre en la conciencia del hombre. Pero, a pesar de las conquistas y progresos realizados a lo largo de la historia, todavía sigue estando lejos el ideal de justicia y fraternidad. Las guerras todavía en curso, así como el terrorismo y los conflictos étnicos, son señal de desigualdades sociales y económicas, de injusticias, de odios. Sin amor, sin respeto a la persona, sin atender sus necesidades, las relaciones personales pueden ser correctas, pero también pueden volverse burocráticas, incapaces de dar respuestas decididas a las exigencias humanas. Sin amor, nunca habrá justicia verdadera, no se compartirán los bienes entre ricos y pobres, no se atenderá la singularidad de cada hombre y mujer ni la situación concreta en que se encuentran[1].

Vivir por un mundo unido es preocuparse de las heridas de la humanidad a través de pequeños gestos que ayudan a formar la familia humana.

Un día, J. de Argentina se encuentra por casualidad con el director del instituto donde había dado clases, el cual lo había despedido con un pretexto inconsistente. Cuando el director lo reconoce, trata de evitarlo, pero J. va a su encuentro. Le pregunta por él y el director le cuenta las dificultades de los últimos tiempos, le dice que vive en otra ciudad y que está buscando trabajo. J. se ofrece a ayudarlo, y al día siguiente difunde entre sus contactos la noticia de que está buscando trabajo para una persona. La respuesta no tarda en llegar. Cuando el director recibe la noticia de una oferta de trabajo, no se lo puede creer. La acepta, profundamente agradecido y conmovido de que precisamente aquel que él había despedido se interese concretamente por él[2].

Precisamente en ese momento J. recibe, sin esperarlo, la oferta de dos trabajos que siempre había deseado desde que estudiaba en la universidad.

[1] C. LUBICH, Palabra de vida, noviembre de 2006: Ciudad Nueva n. 436 (2006/11), pp. 22-23.
[2] Tomado y adaptado de «Il Vangelo del giorno», Città Nuova, año VIII, n. 1, enero-febrero 2022

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LA IDEA DEL MES, basada en la Palabra de Vida del Movimiento de los Focolares, surgió en Uruguay en el contexto del diálogo entre personas de convicciones diversas. Su lema es “construyendo diálogo”. La finalidad de esta publicación es contribuir y promover el ideal de la fraternidad universal. Actualmente LA IDEA DEL MES se traduce a doce idiomas y se distribuye en más de 25 países.