Hacerlo todo con amor

El amor mutuo, vivido entre pueblos y comunidades, es un signo de esperanza para toda la humanidad y un bálsamo para las divisiones que siempre la amenazan.

Carlos Díaz, filósofo español contemporáneo, dice: "Amar supone una verdadera creación del ser amado por parte del amante; la persona amada aparece ante él o ella como preciosa, digna y merecedora de algo absolutamente gratuito y no estrictamente exigido: el amor. El poder y la capacidad activa de amar surgen ya en él o ella”. Esta conciencia renovada es la que nos permite abrirnos sin miedo a los demás para entender sus necesidades y ponernos a su lado, compartiendo recursos materiales y espirituales.

Fijémonos en las acciones de personas como Jesús, Gandhi, Albert Schweitzer o la Madre Teresa. Siempre fueron los primeros en dar. Al instinto egoísta de acaparar se opone la generosidad; al de concertarnos en nuestras propias necesidades, la atención al otro; a la cultura del poseer, la del dar. No cuenta si podemos dar mucho o poco. Lo que importa es cómo damos, cuánto amor ponemos hasta en un pequeño gesto de atención al otro.

Chiara Lubich escribió: "El amor es esencial, porque sabe acercarse al prójimo, incluso con un simple gesto de escucha, de servicio, de disponibilidad. ¡Qué importante [...] es tratar de ser amor para cada uno! Encontraremos el camino directo para entrar en su corazón y aliviarlo".

Esta Idea nos anima a acercarnos a los demás con respeto y transparencia, con creatividad, dejando espacio a sus mejores aspiraciones, para que cada uno pueda dar su contribución al bien común. Nos ayuda a valorar cada ocasión concreta de nuestra vida cotidiana: desde las tareas domésticas o el trabajo en el campo y el taller, hasta el trabajo de oficina, las tareas escolares, así como las responsabilidades en el campo civil, político y religioso. Todo puede transformarse en servicio atento y generoso.

Citamos una experiencia significativa en Camerún hecha por de un grupo de jóvenes de Buea (suroeste de Camerún) que organizaron una colecta de bienes y fondos para ayudar a los desplazados internos a causa de la guerra. Entre las muchas personas que conocieron, un día se toparon con un hombre profundamente abatido porque había perdido un brazo durante su huida. Vivir con esta discapacidad no era fácil para él, ya que se veía obligado a cambiar drásticamente sus hábitos; un gran reto con el que convivir cada día. La visita de aquellos jóvenes le hizo experimentar una gran alegría y le permitió superar esos momentos de desánimo que siempre le oprimían, hasta el punto de expresar, como cuenta Regina, sus sentimientos más íntimos con estas palabras: "A través de vuestra visita sentí un gran amor que hoy me da esperanza para seguir adelante con más ánimo". Las palabras de este hombre dieron aún más ímpetu y vigor a la acción que los jóvenes habían emprendido, sabiendo, como añade Marita, que "nada es demasiado pequeño si se hace por amor".

Continuemos hoy nuestro compromiso sabiendo que es el amor lo que mueve el mundo, y que es la necesidad vital de todo ser humano. ¡Comprobémoslo!


LA IDEA DEL MES, basada en la Palabra de Vida del Movimiento de los Focolares, surgió en Uruguay en el contexto del diálogo entre personas de convicciones diversas. Su lema es “construyendo diálogo”. La finalidad de esta publicación es contribuir y promover el ideal de la fraternidad universal. Actualmente LA IDEA DEL MES se traduce a doce idiomas y se distribuye en más de 25 países.

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IDEA DEL MES - Febrero 2024

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