De Venezuela a Burundi, de Australia a Vietnam. En todos los idiomas, de todos los credos religiosos. Cristianos, hebreos, musulmanes. Nuncios apostólicos, niños, jóvenes, familias. Por doquier se veía la gratitud hacia el carisma dejado por Chiara en la tierra. En todas partes, en un clima de familia, se renovó el compromiso de llevar adelante su sueño, de ver realizada la oración de Jesús al Padre: “que todos sean uno”. “A partir de ese 14 de marzo de 2008 –dijo en Caracas el Nuncio Apostólico de Venezuela, Mons. Pietro Parolin- este canto, este himno de alegría y de gratitud del corazón y de los labios de Chiara Lubich, no se apagará más por toda la eternidad”. En una Misa concelebrada por 4 obispos y doce sacerdotes, ante la presencia de distintos Movimientos eclesiales, el Nuncio indicó el camino a seguir. “Si en una ciudad, como en esta ciudad, en Caracas, se encendiera el fuego que Jesús ha traído a la tierra y este fuego resistiera, por la buena voluntad de sus habitantes, al hielo del mundo, dentro de poco veríamos toda la ciudad incendiada por el amor de Dios”. De Perú a San Salvador. Y también en Honduras, Guatemala, Nicaragua. “En las homilías de las varias Misas –escriben Martita y Gustavo desde San Salvador- resonaron las palabras ‘santidad’, ‘carisma para toda la Iglesia’, signo de una espiritualidad que ya es conocida y apreciada”. Una difusión que ha ido más allá de los confines de la Iglesia Católica. En Tucumán –en la zona de Córdoba, en Argentina- Chiara fue recordada con un encuentro interreligioso en el que participaron cristianos de varias iglesias, hebreos y musulmanes. “Yo estoy entre aquellos que no conocieron a Chiara –dijo el Rabino Salomon Nusbaumm – pero he conocido sus frutos. Y conociendo el fruto se puede bendecir el árbol. Dios Omnipotente acoja a Chiara junto con todos los justos”. Desde Quito, en Ecuador, escribe la comunidad del Focolar: “También la tragedia de Japón y el peligro de un tsunami que vivimos aquí, nos parecía un llamado del Eterno Padre a radicarnos en lo esencial”. La comunidad de Costa Rica en cambio pensó en un programa “en la plaza” con stands sobre los frutos del carisma de Chiara y momentos de música y espectáculo para atraer la atención de los transeúntes. Participación del pueblo en las manifestaciones promovidas por el aniversario de Chiara en Brasil. De la Mariápolis Ginetta a Porto Alegre, a la Mariápolis Santa María en la zona de Recife, donde –escriben- “en 35 ciudades, con una participación conjunta de 4.273 personas, hemos recordado el tercer año de su llegada al Paraíso”. Un salto interoceánico y llegamos a Cebú, en Filipinas, donde el arzobispo de la ciudad, Mons. José Palma, se quedó en el programa de toda la jornada. Refiriéndose a la beatificación de Chiara Luce Badano, Mons. Palma habló de la futura beatificación de Chiara, augurando que antes de un par de años se inicie el proceso. Chiara fue recordada también en Bangkok, en Vietnam, en Myanmar. En India en las ciudades de Mumbai, Bangalore, Delhi y Goa. En la nunciatura –escriben desde Mumbai los dos responsables de la zona- “el Nuncio empezó la Misa pidiendo la gracia de que todos puedan ser como ella, testimonio de amor con fuerza y valentía para dar la luz a todos como ella hizo”. En Medan, en Indonesia, parece realmente que estamos en los últimos confines de la tierra. Sin embargo también desde allí nos escriben: “La atmósfera es muy bella, se sentía que Chiara estaba vivísima y en todos era tangible la alegría y la gratitud por haber sido generados como hijos suyos y por formar parte de su extraordinaria familia”. El aniversario de Chiara ha sido “un momento de Dios” también para toda la zona de Australia: desde Nueva Caledonia a Nueva Zelanda, a Perth, Melbourne y Sídney. Y, para finalizar este viaje alrededor del planeta, vayamos a África. De Buyumbura, en Burundi, nos escribe la comunidad: “Chiara estaba con nosotros, en el centro de la fiesta. Impresionante la nutrida presencia y el regreso de personas que habían tenido una relación con Chiara. Ella pasa y sigue atrayendo”. Son jóvenes la mayoría de los 800 presentes en la Ciudadela Piero en Kenia; todos hablan de “alegría, renovación, santidad abierta a todos”. Queremos seguir llevando la consigna de Chiara y ofrecer nuestros brazos para llevarle a Dios nuestra parte de continente”, escriben. También en algunas ciudades de Congo – Kinshasa (700), Kikwit (2000), Lubumbashi, (400), Goma (200) y Bukavu (100) – el 3° aniversario de la partida de Chiara fue recordado por muchos. La característica común: una fuerte presencia de Chiara y un fuerte impulso a transformar y santificar el ambiente donde se vive. El alcalde del Municipio de Nzinda expresó su gratitud por haber sido invitado. “He descubierto la riqueza y la realidad de la vida de la Obra, esencial para realizar la fraternidad universal capaz de remover la injusticia y los antivalores de la sociedad congolesa”.
Ser constructores de paz
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