Memoria, agradecimiento, responsabilidad. Éstas son las palabras clave que describen la serie de festejos para celebrar la llegada de algunos focolarinos médicos a la selva camerunense hace ya 50 años. Dieron así comienzo a una obra realizada en estrecha sintonía con los Bangwa, los habitantes del lugar. En el saludo de las autoridades civiles y tradicionales y del copresidente de los Focolares Jesús Morán, se recordó la importancia – según la competencia de cada uno – desde el comienzo, gracias a la cual la región vio a lo largo de estos años un impensado y evidente desarrollo bajo todo punto de vista. Se reafirmó también la validez del método con el cual los focolarinos dialogaron con la población que tenía su religión tradicional. Este típico acercamiento de los Focolares, dio vida, aquí y en el mundo, a muchas experiencias positivas de diálogo interreligioso, como recordó en su intervención Rita Mussallem del Centro para el diálogo interreligoso de los Focolares. El corazón de esta primera jornada fue la intervención de Mons. Nkea Andrew, Obispo de Mamfe, quien, a través de su personal experiencia como Bangwa, confirmó la belleza de este diálogo y su plena afinidad con el Evangelio. Un joven sacerdote austríaco, presente en el evento, comentó: «Impresiona la armonía con la cual los valores de la cultura africana y los valores cristianos se conjugan». En el segundo día, dedicado a los testimonios, un médico y un enfermero, que se encuentran dentro del grupo de los primeros que llegaron a este lugar, subrayaron que la estrecha colaboración con las personas del lugar fue muy sabia al poder dar a los enfermos una atención que consideraba las exigencias del cuerpo y del espíritu. De este modo nacieron nuevas amistades perdurables y resultados de sanación. Fueron impresionantes también los testimonios de acompañamiento en la fase final de la vida. Prosiguieron también los testimonios de algunos ex-estudiantes del Colegio: un comisario de policía, un joven sacerdote, una enfermera. De sus historias emerge que al lado del conocimiento científico de excelencia, existía para ellos la posibilidad de descubrir los valores humanos y espirituales que ahora los hacen personas felices y apreciadas en la sociedad y en la Iglesia. Como signo profético de una nueva economía, se presentaron los primeros pasos, en Camerún, de la Economía de Comunión: proyecto que en breve será lanzado en una conferencia internacional. El tercer día estuvo dedicado al agradecimiento. Algunas intervenciones significativas recordaron a muchos, que entre los primeros, dieron la vida por Fontem, como el Ing. Piero Pasolini, el Dr. Lucio Dal Soglio, etc, quienes como consideraban al otro como un igual a ellos mismos, realizaron su trabajo en la reciprocidad y no en el asistencialismo. Continuaron con las danzas tradicionales de los 5 territorios (Fondoms) que componen la División de Lebialem y que dieron colorido y vitalidad la fiesta. A todos los presentes, más de 2.500 personas, se les sirvió el almuerzo, fruto del amor de muchas madres que incansablemente trabajaron en los días y noches precedentes. De noche, un alegre y conmovedor musical que, con cantos y prosas presentados por los niños y los estudiantes, cuenta la historia de Fontem. El cuarto día se celebró la presencia en Fontem, del Colegio “Our lady seat of wisdom”. A los numerosos exalumnos que llegaron del extranjero y que forman un asociación esparcida en muchos países del mundo, el obispo de Mamfe los exhortó a que tomaran conciencia de los dones que recibieron y que ahora los hacen capaces de ser embajadores de unidad en el lugar donde viven. Charles Tasong, entre los primeros Bangwa en conocer a los Focolares, dijo: «Durante el “Cry-die” (conmemoración de Lucio dal Soglio, del Padre Lino D’Armi y Doris Ronacher, recientemente fallecidos, que dedicaron todas sus energías en Fontem) vi que no existía más el Movimiento de los Focolares y los Bangwa; no más blancos de un lado y negros del otro lado; sino una sola familia. Lo mismo durante la Misa en Menji: no existe más la parroquia y el Movimiento, sino una sola familia. Quiero recoger el desafío de llevar adelante con mi vida la fuerte realidad de unidad vivida en estos días aquí en Fontem» Biagio Sparapano
Juntos somos fuertes
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