Estas son las cifras del Gen Rosso: el grupo musical que tiene su sede en Loppiano. El conjunto ha emprendido siete proyectos –uno por ciudad- en colaboración con la Fazenda da Esperança – comunidad fundada en 1983 por Fray Hans, Nelson, Lucy y Iraçi, conocida como la Familia da Esperança – y con la prefectura de Guarapuava. La primera ciudad a la que llegaron fue Palmas, en el Estado de Tocantins: allí la Fazenda da Esperança acoge a 25 personas que se están recuperando de las drogas, el alcohol y la violencia. El Gen Rosso las involucró –junto a jóvenes de otras 4 Fazendas de Estados limítrofes- en un intenso taller que, además de llevar al escenario el musical Streetlight, pretendía hacer un camino espiritual de comunión. A los nueve talleres artísticos se sumaron también los jóvenes del Movimiento de los Focolares de varias parroquias y movimientos diocesanos, eran un total de 170 jóvenes. Las dos veladas del espectáculo atrajeron a 2300 personas, además del canal nacional TV Globo, otras emisoras y a las autoridades locales civiles y religiosas. También en la segunda y tercera etapa de Caxias y Manaus, en los Estados de Maranhão y de Amazonia, se siguió el mismo esquema: el objetivo era involucrar a los jóvenes, especialmente a aquellos que han tenido una vida difícil, en un proceso de educación a la paz y de descubrimiento de una vida distinta, a través de la música, la danza y el intercambio. Fueron numerosos los testimonios fuertes en este sentido: «Durante dos años viví en la plaza del teatro, dormía en la banca del frente, vivía de la basura que encontraba… nunca me imaginé que un día no sólo iba a ver lo que estaba detrás de las puertas, sino que subiría al escenario a compartir con todos mi deseo de recomenzar y de tener una vida nueva», afirmó un joven de Manaus. «Lo que conocía del teatro era la puerta de atrás del escenario. Entraba para robar, y cuando estaba cerrada, era el rincón donde me drogaba. Ahora estoy aquí para dar a todos lo mejor de mí: ¡decir que la vida es maravillosa!, contó otro. Fueron significativas también las impresiones del numeroso público –la fiesta de conclusión en Manaus involucró a 6000 personas- : entre la cuales el obispo de Caxias, quien subrayó que «ésta es una forma de evangelizar que llega directamente al corazón de los jóvenes en forma inequívoca y fascinante», varios periodistas le dieron amplio espacio a la iniciativa en sus columnas. Ahora la gira proseguirá hacia Garanhuns (Pernambuco), Casca (Rio Grande do Sul), Guaratinguetá (San Paolo).
Mirar con ojos nuevos la realidad que me rodea
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