«La Madre Teresa es (…) una maestra excelsa del arte de amar. Amaba de verdad a todos. No preguntaba a su prójimo si era católico, hindú o musulmán, etc. (…). La Madre Teresa era, sin duda, la primera en amar. Era ella la que iba en busca de aquellos para los que Dios la había enviado. La Madre Teresa veía, quizás como nadie más, a Jesús en cada uno. Precisamente su lema era «A mí me lo hiciste». La Madre Teresa se hacía uno con todos. Se hizo pobre con los pobres, pero, sobre todo, como los pobres (…). No aceptaba nada que no pudiesen tener también los pobres. Por ejemplo, es conocida su renuncia y la de sus monjas a una simple lavadora, renuncia que muchos no entendían, diciendo ¡en estos tiempos!, Pero ella lo hacía porque los pobres no la tenían, por tanto, tampoco la quería tener ella. Cargó e hizo suya la miseria de los pobres, sus penas, sus enfermedades y su muerte. La Madre Teresa amaba a todos como a sí misma, hasta ofrecerles a ellos su propio ideal. Por ejemplo, invitaba a los voluntarios, los que prestaban servicio en su Obra durante un cierto tiempo, a buscar su propia “Calcuta” en el lugar al que cada uno volvía. Porque – decía – hay pobres por todas partes. La Madre Teresa, sin lugar a dudas, amaba a sus enemigos. Nunca se detuvo a contestar las acusaciones absurdas que le hacían, sino que rezaba por sus enemigos. Sí, en ella puede verse « el arte de amar» encarnado a la perfección. Era una (…) reina de la caridad». Chiara Lubich Conferencia telefónica del 25 de septiembre de 1997 publicada en: Chiara Lubich, Construir el castillo exterior, Ciudad Nueva, Roma 2004, pp. 29-30 Leer también:
- El Magnificat de Madre Teresa recogido por Lubich – comunicado de prensa SIF, 1° de septiembre de 2016.
- Madre Teresa de Calcuta y Chiara Lubich: dos mujeres en diálogo – entrevista de Radio Vaticana, 10 de septiembre de 1997.
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