Por primera vez juntos por una semana: hebreos, musulmanes, hindúes, budistas, cristianos. Pertenecen a la familia de Chiara Lubich Liridona es de Macedonia del Norte y es musulmana, sunita. En su reciente viaje le presentó al Papa Francisco la experiencia que vive con otros jóvenes de los Focolares, cristianos y musulmanes, concluyendo con la pregunta: «¿Es lícito seguir soñando?» . Del 17 al 23 de junio, su sueño se entrecruzó con el de unas cuarenta personas, de 15 países, de 5 credos diferentes, acogidos en Castel Gandolfo, como se espera a la “gente de la casa” por el equipo del centro del diálogo interreligioso de los Focolares. La primera etapa fue en la capilla que custodia la tumba de Chiara Lubich . Con un canto de Vinu Aram, hindú, líder del Movimiento Shanti Ashram, para expresar a nombre de todos el amor que los vincula a la «fuente» que cambió sus vidas. El Dr. Amer, musulmán, docente de teología comparada, dijo: «Provengo de Jordania, donde fluye el Jordán. Esto me hace pensar que nuestro camino inicia con la purificación del alma. A menudo me pregunto cómo las personas le pueden quitar la vida a otras o a sí mismas empujadas por un extremismo radical. Le pido a Dios la valentía de estar dispuestos a dar la vida por el Bien, para dar testimonio de este amor entre nosotros y a todos». La cuarta parte de los participantes tenía menos de treinta y cinco años. Entre ellos estaban Kyoko, budista, de Japón, Nadjib y Rassim musulmanes de Argelia, Israa y Shahnaze, chiitas, que viven en Estados Unidos, Vijay hindú de Coimbatore. Vivieron días «proféticos» profundizando la experiencia mística del verano del ’49. Shubhada Joshi, hindú, cuenta: «Cuando escuché hablar por primera vez de “Jesús Abandonado” estaba soportando grandes sufrimientos y no lograba entender. Empecé a ver el otro lado de la medalla del amor. Estoy descubriendo mi tradición en un mejor modo. Después de tres días este «laboratorio» se abrió a un centenar de personas, la mayoría cristianas, comprometidas en el camino de la fraternidad de los Focolares. El mensaje del nuevo Presidente del Consejo Pontificio para el diálogo interreligioso, Mons. Ayuso Guixot expresó un signo de profunda «sintonía» con la obra del Papa Francisco. El relato de este diálogo en el magisterio de los últimos Papas lo presentó Rita Moussallem y Roberto Catalano, poniendo en evidencia la apertura y el espíritu profético del Vaticano II. Por lo tanto formación y transformación. Cada uno llegó con el «cargamento» de sus propias experiencias, encontró en el compartir con hermanos y hermanas de distintos credos la «escuela» más auténtica, e hizo la experiencia de un «Dios presente». Además del diálogo, miramos hacia adelante juntos. Por otra parte el Papa Francisco, le había respondido a Liridona que había que: «llegar a ser buenos escultores de los propios sueños, con aplicación y esfuerzo, y especialmente con un gran deseo de ver como la piedra, por la que nadie daría nada, se convierte en una obra de arte» .
Gianna Sibelli
0 comentarios