Tiempo de fraternidad en Loppiano, ciudad “joven”
A menudo definida como “laboratorio de fraternidad”, la ciudadela de Loppiano, con sus ciudadanos de todas las naciones y razas, es el marco de la fiesta del 1� de mayo que en 35 años ha visto la participación de más de 150.000 jóvenes. A la fraternidad está dedicado todo el programa de una jornada con un sol resplandeciente: apenas llegaron, los más de 5.000 jóvenes provenientes de toda Italia, pero también de Europa del Este y del Oeste, de Argelia, de África, Asia, Oceanía y de las tres Américas, han participado en cuatro talleres: el deporte, “Fraternidad: juego en equipo”; los medios, “Fraternidad Online”; la política, “Libertad, igualdad… �y la fraternidad?”; y finalmente el arte, bajo el título “FraternArte”.Ha sido rico el intercambio de hechos de fraternidad vividos en varios países. La conexión telefónica de la tarde con Tierra Santa ha dado un respiro a este “viaje” en el tiempo de la fraternidad.

La fraternidad, motor de un mundo en paz, de un mundo unido
A los jóvenes reunidos en Loppiano y en la ciudadela Arco Iris de Lisboa, Chiara Lubich les envió un mensaje deseándoles a todos que respondan al reto de la fraternidad, “motor de un mundo en paz, de un mundo unido”. “En un mundo en una búsqueda inquieta de Dios, que cree sólo en lo que toca –agregó- es posible abrir espacio a Jesús mismo, atrayéndolo, hasta el punto de que se haga presente en medio nuestro” �Cómo? “Viviendo al cien por ciento el arte de amar, hasta que resplandezca la presencia de Jesús en medio de ustedes por doquier, allí donde estén y donde el Resucitado los colmará con sus dones: alegría nunca antes conocida, una paz nunca experimentada, luz abundantísima, para recomponer la tierra en unidad”.

Lisboa: el world wide web de la unidad
En Lisboa los jóvenes se reunieron el 1� de mayo. Eran más de 1000 de Portugal, España y la isla de Timor. El programa lusitano se expresaba en el título de la jornada: www.deunidade. Está todavía vivo en la Península Ibérica el recuerdo del atentado del 11 de marzo en Madrid: entre los presentes está quien vivió la difícil situación del ‘después del 11 de marzo’, y afirma, con su testimonio de vida, que el perdón es posible y es la única vía capaz de construir la verdadera fraternidad entre las personas de religiones distintas. No sólo en el propio país, sino tejiendo una red de paz en el mundo entero. En el encuentro estaba presente también el Imán Allal Bachar de España.

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