Jul 17, 2020 | Sin categorizar
La vida del Gen Verde durante la pandemia “Estábamos en pleno tour por España y desde Italia llegaban noticias preocupantes sobre el Covid-19 y el aumento de contagios. Había que decidir si suspender o no la gira y cómo regresar a Italia. Pocas horas (mejor dicho, minutos) para tomar la decisión, comunicarlo a los organizadores y tan sólo en un día, embarcarnos en el último barco que salió de Barcelona”. Un recuerdo que sigue todavía muy vivo y que Mileni del Gen Verde comparte meses después, cuando parece que la pandemia del Covid-19 esté volviendo. Y en estos 4 meses el Gen Verde ha transformado una situación dolorosa en una gran oportunidad: “enseguida nos preguntamos –cuenta Annalisa– cómo ayudar a las personas; a diario recibíamos noticias de amigos que habían contraído el virus y nos pedían que estuviésemos cerca de ellos… pero ¿cómo? ¿De qué forma no dejarlos solos en estos momentos tan terribles respetando la distancia social? Nos vino de inmediato una idea, tal como han hecho muchos otros artistas en todo el mundo: la de conectarnos desde nuestra casa”. Así comenzó la aventura del primer streaming: pocos instrumentos, una escasa red de internet para soportar una conexión que quién sabe cuántos verían. Transcurridos unos meses, podemos decir que han sido muchos los streaming que ha llevado a cabo el Gen Verde, así como decenas y decenas han sido las reuniones a través de zoom, instagram, skype… ocasiones todas ellas de encontrar a jóvenes y menos jóvenes del mundo entero: desde Filipinas a Argentina, desde USA a Rumanía, desde Italia a Australia… También estos meses han sido la cuna apropiada para la creación de nuevas composiciones: desde el monólogo Il silenzio a la pieza musical Tears and light, sin olvidar los videos realizados expresamente para compartir, incluso a la distancia, el triduo pascual… y todo se ha compartido inmediatamente por las redes sociales, el canal YouTube e Internet. Un trabajo enorme, puede que hasta mayor del que se hace durante una gira o en los talleres con los jóvenes, y el Gen Verde no ha escatimado esfuerzos ni ha dicho nunca no a cualquiera que quería vivir un momento de intercambio con ellas. “Estamos súper contentas -dice Marita- porque en este tiempo, a pesar de las dificultades, con estas citas digitales nos hemos encontrado con cientos de miles de personas; no puedo decir que sea lo mismo que en vivo… falta el contacto físico, mirarnos a los ojos, pero puedo decir que nunca en sólo 4 meses, habíamos podido encontrarnos con tantas personas. Para nosotras del Gen Verde ha sido una experiencia que ha superado cualquier expectativa”. Y ahora, tras el último encuentro de este primer ciclo, el Gen Verde se dedica a nuevos proyectos y a nuevas propuestas para compartir lo más pronto posible. En resumen, el Gen Verde mira siempre a lo lejos y no se detiene jamás. Pero ¿cuál es el secreto? “Nosotras vivimos sin mirarnos a nosotras mismas – explica Sally – lo que nos interesa es construir relaciones orientadas hacia la fraternidad universal. En este periodo de pandemia hemos recibido muchísimos ecos después de nuestros directos y estas impresiones son las que nos han hecho ir siempre adelante tratando de dar lo mejor de nosotras. No nos engañamos, ni queremos engañar a nadie: la pandemia no ha sido una broma y la situación en muchos países es muy crítica todavía, pero estamos seguras de que todo lo que hemos hecho ha significado para muchos vivir un momento de respiro y de alivio, al menos”. De hecho, los correos y los mensajes que han llegado al Gen Verde por las redes hablan precisamente de esta sensación de paz y de serenidad. Ahora, seguimos adelante con la preparación de nuevos proyectos y el lanzamiento de nuevas canciones para poder dar esperanza a este mundo tan necesitado.“
Tiziana Nicastro
Jul 16, 2020 | Sin categorizar
Chiara Lubich relata el especial pacto de unidad hecho con Igino Giordani (a quien llamó “Foco”) el 16 de julio de 1949, preludio de su experiencia mística de ese verano. De una entrevista concedida a la periodista Sandra Hoggett en 2002 https://vimeo.com/438640671
Jul 15, 2020 | Sin categorizar
Los jóvenes de los Focolares han comenzado una nueva campaña #daretocare para cuidar nuestras sociedades y el planeta Tierra y ser ciudadanos activos para tratar de construir un trozo de mundo unido. La entrevista con Elena Pulcini, profesora de filosofía social en la Universidad de Florencia, en Italia.
Elena Pulcini, profesora de filosofía social en la Universidad de Florencia (Italia), se ha dedicado como investigadora al tema de la cuidado durante muchos años. Ha participado en la primera transmisión en vivo #daretocare de los jóvenes del Movimiento de los Focolares, el pasado 20 de junio. ¿Qué impacto ha tenido la experiencia de la pandemia que estamos atravesando en su visión del cuidado? “Me parece sobre todo que ha surgido una imagen del cuidado como asistencia, explicó Pulcini. Pensamos en todo el personal médico y sanitario. Esto ha despertado elementos positivos, pasiones que habían sido algo olvidadas, como la gratitud, la compasión, el sentimiento de nuestra vulnerabilidad. Y esto fue muy positivo porque realmente lo necesitamos y es necesario despertar lo que yo llamo pasiones empáticas. Al mismo tiempo, sin embargo, el cuidado se ha mantenido algo encerrado dentro de un significado esencialmente de asistencia, lo que en inglés se llama “atención” y no “cuidado”. El cuidado se tiene que volver un modo de vivir”. Nos gusta soñar con una sociedad donde el cuidado sea la piedra angular de los sistemas políticos locales y globales. ¿Es una utopía o es realizable? “Seguramente el cuidado significa responder a algo. En este caso significa darse cuenta de la existencia del otro. Desde el momento en que me doy cuenta de esto y no estoy cerrado en mi individualismo, hay una capacidad que tenemos dentro de nosotros que es la empatía, es decir, ponerse en el lugar del otro. ¿Pero quién es el otro hoy? Aquí, están surgiendo nuevas figuras de lo que consideramos que es el otro para nosotros. Entonces, el otro hoy es diferente, también son las generaciones futuras, también es la naturaleza, el medio ambiente, la Tierra que nos alberga. Por lo tanto, el cuidado realmente se convierte en la respuesta general a los grandes desafíos de nuestro tiempo, si sabemos encontrarla a través de la capacidad empática de relacionarnos con el otro. Así que no sé si es realmente realizable, pero creo que no podemos perder la perspectiva utópica. La responsabilidad no es suficiente, también es necesario cultivar la esperanza”. ¿Qué sugerencias nos daría para hacer esto y para orientar a nuestras sociedades, desde las instituciones, hacia el cuidado? “Creo que debemos actuar en todos los lugares donde operamos para sacar el cuidado de la esfera restringida de la privacidad. (…) Tengo que pensar en mí mismo como un sujeto de cuidado en mi familia, en mi profesión docente, cuando me encuentro con una persona pobre marginada en la calle o cuando voy a bañarme a la playa, tengo que cuidar todas las dimensiones. Debemos adoptar el cuidado como un estilo de vida capaz de romper nuestro individualismo ilimitado, que está trayendo no solo la autodestrucción de la humanidad, sino también la destrucción del mundo viviente. Por lo tanto, debemos tratar de responder a las patologías de nuestra sociedad, que significa educar para la democracia. Siempre me ha gustado un filósofo del siglo XIX llamado Alexis de Tocqueville, quien dijo que “debemos educar para la democracia”. Es una lección aún por aprender y creo que esto significa cultivar las propias emociones empáticas para ser estimulados en el cuidado con gusto, con satisfacción, no con restricciones”.
Los jóvenes del Movimiento de los Focolares
Jul 14, 2020 | Sin categorizar
Cinco años después de la publicación de la Encíclica del papa Francisco, el paradigma de la ecología integral guía la lectura de este tiempo de pandemia. Entrevista con Luca Fiorani, responsable de EcoOne.
Han pasado cinco años desde la publicación de Laudato Si, la encíclica del papa Francisco sobre el cuidado del planeta. Hablamos de ello con Luca Fiorani, profesor de las universidades Lumsa, Marconi y Sophia, investigador de ENEA y responsable de EcoOne, la red ecológica del Movimiento de los Focolares. En tiempos de pandemia, ¿qué enseñanzas pueden extraerse de la Laudato Si y su paradigma de ecología integral? Pienso en el “todo conectado”. Antes de la pandemia, el Papa nos hizo saborear su lado positivo, la maravillosa relación que existe entre los elementos naturales, incluida la persona. La pandemia, en cambio, subrayó el lado oscuro de este “todo conectado”, porque la actividad humana, que ha llevado a la destrucción de los hábitats naturales, y el salto de especie del virus del animal al hombre están relacionados. ¿Cuál es el fundamento evangélico del compromiso con el cuidado de la creación? Es “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Uno de los conceptos clave de la Laudato Si es “escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres”. Es cierto que para el Evangelio la naturaleza tiene valor en sí misma, pero también es cierto que cuidar la naturaleza significa garantizar un planeta saludable para los más desfavorecidos y para nuestros hijos. Significa recordarnos del “billón inferior”, ese billón de personas que es víctima de una “pandemia crónica”, debido a 17 enfermedades tropicales desatendidas. ¿Puede el concepto de ecología integral guiar los caminos futuros? Este es el concepto fundamental de toda la enseñanza del papa Francisco, que nos invita a superar el actual sistema socio-económico. Hoy vivimos en el paradigma de la revolución industrial, que considera que los recursos naturales son ilimitados. En cambio, estos recursos son limitados y, por lo tanto, se debe encontrar un modelo de desarrollo diferente, que también tenga en cuenta las necesidades de los pueblos olvidados por las llamadas sociedades “evolucionadas”. La Laudato Si invita a una “conversión ecológica”. ¿Qué significa vivir los principios de la ecología integral? La ecología integral no solo concierne al medio ambiente sino a todos los aspectos de la vida humana, la sociedad, la economía, la política. Entonces, cada uno de nosotros debe tratar de cambiar su vida comenzando, por ejemplo, por las elecciones de consumo. Además, podemos elegir gobernantes sensibles al cuidado de la naturaleza y hacer campañas de presión para no invertir en combustibles fósiles y en favor de las fuentes de energía renovables. En este año especial de celebraciones de la Laudato Si, ¿con qué iniciativas estará presente el Movimiento de los Focolares? El Movimiento participa en las iniciativas de la Iglesia Católica y en los eventos promovidos por el Movimiento Católico Mundial por el Clima, al que se adhiere. Además, organiza el congreso “Nuevas formas hacia la ecología integral” que se realizará en Castel Gandolfo (Roma), del 23 al 25 de octubre, cuyos detalles están disponibles en www.ecoone.org Su último libro se titula “El sueño (loco) de Francisco. Pequeño manual (científico) de ecología integral”. ¿Por qué habla de un sueño loco? Porque parece realmente imposible cambiar el rumbo en este planeta, hacia un mundo en el que todos nos sintamos hermanos y construyamos más puentes que muros, pero, como dijo la fundadora de los Focolares. Chiara Lubich, “¡solo aquellos con grandes ideales hacen la historia!”.
Claudia Di Lorenzi
Jul 13, 2020 | Sin categorizar
Estar confinados ha puesto a menudo a prueba nuestra caridad. De hecho, no es fácil vivir encerrados en casa, codo a codo con los otros. Cuando estamos muy cerca, tocamos los límites unos de otros y esto nos exige un “plus de amor” que se llama “soportar”. Es reconfortante saber que también Chiara Lubich encontró este tipo de dificultades en su vida comunitaria. (…) Estos días he ojeado un libro que (…) se titula El secreto de Madre Teresa, de Calcuta por supuesto. Lo abro por la mitad, donde habla de la «mística de la caridad». Leo este capítulo y otros. Me enfrasco con mucho interés en esas páginas: todo lo que se refiere a ella −que pronto proclamarán santa− me interesa personalmente. Durante años ha sido una amiga muy valiosa. Veo patente, luminosa, la radicalidad extrema de su vida, de su vocación totalitaria, que impresiona y casi asusta; pero sobre todo me empuja a imitarla en el compromiso específico, radical y totalitario que Dios me pide a mí. (…) Movida por esta convicción, tomo en mis manos nuestro Estatuto, convencida de que allí encontraré la medida y el tipo de radicalidad de vida que el Señor quiere de mí. Lo abro e inmediatamente, en la primera página, siento un pequeño sobresalto espiritual, como un descubrimiento de ese momento (¡y hace ya casi 60 años que lo conozco!). Se trata de la «norma de las normas, la premisa de cualquier otra regla» de mi vida y nuestra vida: generar –así lo expresaba el papa Pablo VI– y mantener primero y ante todo (…) a Jesús entre nosotros con el amor recíproco. (…) Inmediatamente propongo vivir esta norma, mientras tanto en mi focolar y con los que tengo más cerca. Pero ya lo sabemos: «El que esté sin pecado, que arroje la primera piedra»[1]. Tampoco en nuestra casa todo es siempre perfecto: una palabra de más, mía o de las otras, un silencio excesivo, un juicio, un pequeño apego, un sufrimiento mal soportado…, cosas que sin duda hacen que Jesús se sienta incómodo entre nosotras, cuando no impiden su presencia. Comprendo que debo ser yo la primera en dejarle espacio, allanándolo todo, colmándolo todo, sazonándolo todo con la máxima caridad; todo −en las demás y en mí− «soportando», palabra ésta que en general no usamos, pero que el apóstol Pablo aconseja vivamente. Soportar no es un tipo de caridad cualquiera. Es una caridad especial, la quintaesencia de la caridad. Comienzo, y no me va mal; ¡funciona! Otras veces había invitado inmediatamente a mis compañeras a hacer lo mismo. Ahora no. Primero siento el deber de poner todo de mi parte, y da resultado. Y además me llena el corazón de felicidad, quizá porque de este modo Él vuelve a hacerse presente y se queda. A ellas se lo diré más tarde, pero sin dejar de sentir el deber de seguir comportándome así, como si estuviera sola. Y siento una enorme alegría al recordar las palabras de Jesús: «Misericordia quiero, no sacrificio»[2]. ¡Misericordia! Ésta es la caridad superfina que se nos pide y que vale más que el sacrificio, porque el sacrificio más bello es este amor que también sabe soportar, que en caso necesario sabe perdonar y olvidar. (…) Esta es la radicalidad, la integridad que se le pide a nuestra vida.
Chiara Lubich
(En una conferencia telefónica, Rocca di Papa, 20 de febrero de 2003) Cf.:“Para ser una pequeña María”, en: Chiara Lubich, Unidos hacia el Padre, Ciudad Nueva, Madrid 2005, pp. 21-24. [1] Cf. Jn 8, 7. [2] Mt 9, 13.
Jul 11, 2020 | Sin categorizar
“El diálogo interreligioso de Chiara Lubich -dice María Voce, Presidenta del Movimiento de los Focolares- fue una verdadera profecía que se está realizando ahora como una respuesta concreta a las necesidades de la humanidad”. El Copresidente Jesús Morán explica cómo la ética de la asistencia está en la base del nuevo Pathway que lanzarán el 20 de junio de 2020 los jóvenes del Movimiento de los Focolares. https://vimeo.com/429563912
Jul 10, 2020 | Sin categorizar
Estados Unidos: entrar al “pecado original del racismo” Las dos crisis que están sacudiendo el país, pandemia y racismo, podrían conducir a un futuro mejor. Un aporte de Susanne Janssen, directora de Living City Magazine.
El racismo es un virus que nunca ha sido aniquilado en los Estados Unidos. Después de la Guerra Civil (1861–1865), la esclavitud fue declarada derrotada en los papeles, pero aún hoy personas de color y blancos no son tratados de la misma manera. La muerte de George Floyd ha vuelto a poner en evidencia el problema. Como los 8 atroces minutos durante los cuales Floyd imploró por su vida fueron filmados, ya no se podía decir que era sólo culpa de la víctima; este vídeo, junto a las tantas personas (no sólo afroamericanas) que se unieron durante las manifestaciones contra el racismo, representan un signo de que esta vez algo es diferente. Esperemos que lo que ha sucedido no se agote solamente en una ola de protestas, sino que sea portador de un verdadero cambio. El rol de la Iglesia Tras algunos días de silencio, la Iglesia se unió a quienes cuestionan el racismo. El cardenal de Boston, Sean O’Malley, escribió que el homicidio de George Floyd “es una dolorosa prueba de lo que ha sido y es para los afroamericanos: el fracaso de una sociedad que no es capaz de proteger sus vidas y las de sus hijos. Las manifestaciones y las protestas de estos días son pedidos de justicia y expresiones angustiantes de un profundo dolor emotivo del que no podemos alejarnos.” La Conferencia Episcopal de los Estados Unidos afirmó también que el racismo es como el pecado original de los Estados Unidos, que acompaña el crecimiento de la nación y la impregna hasta nuestros días. Se intensifican en la Iglesia y en la sociedad los espacios de reflexión. Los primeros pasos Con el lema “quitar los recursos” se pretende algo más que una simple operación de restructuración del cuerpo de la policía. La intención es empezar de nuevo y hacer nacer una policía más controlada por los ciudadanos. En los últimos años se habla mucho de su progresiva militarización; pero en realidad hay que decir que muchas de las funciones que desempeña en la práctica serían competencia de los asistentes sociales. A diferencia de casos de violencia contra afroamericanos acaecidos anteriormente, hoy en día muchas personas tratan de aprender, escuchar y afrontar el pasado, concentrando la reflexión sobre problemas estructurales que aún permanecen tras la abolición de la esclavitud y los que están relacionados con la segregación, como las llamadas “leyes de Jim Crow” y la ley sobre los derechos civiles de 1964. Sin duda mirar a la cara los prejuicios que están dentro de cada uno de nosotros y los privilegios sociales de que gozan los blancos, ya es un primer paso. Dos autores, Ibram X. Kendi y Robin DiAngelo, afirman que se requiere un paso que vaya más allá de “ser una buena persona”. Por el contrario hay que combatir las estructuras de opresión. Aún hoy, en una situación cotidiana como lo es un control de policía, sólo el color de la piel puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. El aporte de los Focolares En primer lugar, las comunidades del Movimiento de los Focolares tratan de examinar si incluso en su interior hay discriminaciones y racismo. El pensamiento de los Focolares acerca de la justicia racial es el punto de partida para entrar en un diálogo sincero entre nosotros y con las personas a nuestro alrededor. Damos espacio a la escucha de dolorosos testimonios de racismo, pero además también a escuchar las vivencias de quien ha crecido en un contexto de blancos y trata de comenzar un proceso de reconocimiento de sus propios límites. Estas conversaciones no son fáciles, pero son necesarias para construir relaciones más auténticas. “Si no prestamos atención, acabaremos por suscribir los principios de la retórica común acerca de la diversidad que a menudo sostiene los privilegios y acentúa las diferencias”, afirma una docente latina de color. Un académico de más de 80 años comparte con los demás que durante su vida tuvo que aprender a ser más abierto, sobre todo cuando una de sus hijas se casó con un jamaicano. “Pensé que sus hijos sufrirían la discriminación. Pero ahora veo que son un ejemplo luminoso para muchos”. El rol de los jóvenes Los jóvenes están en primera fila y piden un cambio de mentalidad. Dice una joven de raza mixta: “Quiero ayudar a mis hermanos y hermanas para que se los escuche más, si no me arrepentiré de ello toda la vida…” Hasta el mismo slogan “Black Lives Matter” que ha unido a muchas personas e invadió las calles es objeto de polarización. No es raro encontrarse con mensajes que tratan de desacreditar a quienes luchan por una mayor justicia, pero poco a poco se nota un cambio en la opinión pública. Muchos, de hecho, condenan el modo con el cual el presidente Donald Trump gestionó estas crisis recientes: la pandemia y el racismo estructural. Por ahora el candidato del Partido Democrático, Joe Biden, tiene una ventaja en los sondeos de un 13%, pero aún es muy pronto para decir cómo será la situación en noviembre cuando los norteamericanos sean llamados a las urnas.
Susanne Janssen, directora de la revista Living City
Jul 9, 2020 | Sin categorizar
Las organizaciones sociales de los Focolares atienden a más de 3.500 familias y crean redes de solidaridad en tiempos de pandemia. Repartidas en todo el territorio nacional, las veintiuna organizaciones sociales que se inspiran en el carisma del Movimiento de los Focolares están dando un importante testimonio de solidaridad y fraternidad en este tiempo de pandemia.

Foto: Obra Lumen
La relación que se ha instaurado en estos años con las familias en condiciones de vulnerabilidad ha permitido a estas organizaciones que tomasen conciencia de los múltiples retos que deben afrontar en este difícil período. La lista es larga. Las comunidades denuncian el temor de exposición al virus, la situación de sus pequeñas y a menudo malsanas viviendas, en donde el aislamiento social es prácticamente imposible. Denuncian asimismo la dificultad de recibir asistencia del Gobierno, el hacinamiento en los hospitales y transporte público y la enorme tasa de desocupación. Según un estudio publicado por el periódico Nexo, en los barrios marginales, en siete de cada diez familias hay personas que han quedado sin trabajo durante la pandemia. Por todo ello, lo sabemos, la pandemia no es democrática. “Aun en medio de las dificultades, tenemos el deseo de continuar ahora con mayor fuerza para ‘dar la vida’ por nuestra gente. Por ese motivo, las organizaciones sociales siguen atendiendo de una manera nueva a las comunidades en las que están integradas. No hay actividades presenciales, pero el incesante trabajo sigue”, destaca Virginia Tesini, representante nacional del Movimiento de los Focolares para las obras sociales. 
Foto: Instituto Mundo Unido
Todas las organizaciones han llevado a cabo acciones de solidaridad en este período. Y quisiéramos compartir con ustedes algunos números de esta red de generosidad, gracias al aporte de muchos miembros y amigos del Movimiento de los Focolares y de estas organizaciones: 3500 personas ayudadas regularmente; 130 toneladas de alimentos no perecederos donados; 3 toneladas de alimentos naturales; 30 toneladas de materiales para higiene y limpieza; 30.000 comidas; 10.000 mascarillas de tejido. La creatividad es grande e incluso las canastas con comida típica de las fiestas de junio fueron distribuidas, reforzando nuestra cultura. “Además, varias de nuestras organizaciones hicieron una red para las recolecciones, yincanas solidarias, donaciones de obras de arte por parte de artistas con venta a través de las redes sociales y donación de fondos a la organización, servicio virtual con un equipo de profesionales para las personas que sufren depresión y ansiedad, cursos, acciones para prevenir el coronavirus e incluso la creación de puestos de trabajo y rédito con la realización de mascarillas, sólo para citar algunas iniciativas”, completó Tesini. Frente a realidades tan demandantes y a respuestas tan inmediatas y humanas, no podemos dejar de estar de acuerdo con el Papa Francisco en su carta a los movimientos populares, de la que transcribimos un trozo aquí abajo: “Si la lucha contra el COVID-19 es una guerra, ustedes son un verdadero ejército invisible que combate en las trincheras más peligrosas. Un ejército que no tiene otra arma que la solidaridad, la esperanza y el sentido de comunidad que reverbera en estos días en los que nadie se salva solo. Ustedes son para mí, como les he dicho en nuestros encuentros, verdaderos poetas sociales, que desde las periferias olvidadas crean dignamente soluciones a los problemas más urgentes de los excluidos.” __________ Si quieres colaborar, incluso a distancia, en alguna acción de solidaridad de las obras sociales del Movimiento de los Focolares en Brasil, consulta la lista que está más abajo. Región Sur Porto Alegre (RS) – AFASO-RS – Associação de Famílias em Solidariedade do Rio Grande do Sul. Florianópolis (SC) – IVG – Instituto Vilson Groh Curitiba (PR) – Anpecom (con alcance nacional) -> campaña extraordinaria Covid-19 Región Sudeste Vargem Grande Paulista (SP) – Mariápolis Ginetta – SMF – Sociedade Movimento dos Focolari Itapetininga (SP) – ANSPAZ – Associação Nossa Senhora Rainha da Paz (con prestaciones a nivel nacional) Guaratinguetá (SP) – Fazenda da Esperança – Campaña de emergencia para sostener a personas en la calle (organización a nivel internacional) São José do Rio Pardo (SP) – MAPEAR – Associação Mobilizando Amigos pelo Amor Rio Grande da Serra (SP) – PROFAVI – Promoção a Favor da Vida São Paulo (SP) – AFAGO-SP – Associação de apoio à família, ao grupo e à comunidade – São Paulo Rio de Janeiro (RJ) – Grupo Pensar Rio de Janeiro (RJ) – CMSMA – Casa do menor São Miguel Arcanjo (organización activa a nival internacional) Juiz de Fora (MG) – Casa Bethanea Región Centro-occidental Brasília (DF) – AFAGO-DF – Associação de apoio à família, ao grupo e à comunidade do Distrito Federal Región Noreste Maceió (AL) – IMU – Instituto Mundo Unido Recife (PE) – Escola Santa Maria Recife (PE) – AACA – Associação de apoio à criança e ao adolescente Recife (PE) – Comunidade Católica Lumen Teresina (PI) – NAV – Núcleo de Ação Voluntária Itapecuru-Mirim (MA) – SERCOM – Serviço Comunitário – Projeto Magnificat Región Norte Belém (PA) – Mariápolis Glória – NAC – Núcleo de Ação Comunitária Manaus (AM) – ACACF – Associação Comunitária de Apoio à Criança e à Família – Projeto Roger Cunha Rodrigues Fuente: http://www.focolares.org.br
Jul 8, 2020 | Sin categorizar
Aunque el Gobierno demuestre su incapacidad en la conducción de los brasileños hacia la superación de la crisis, se está tejiendo, por otro lado, una impresionante red humanitaria. El secretario de redacción de la revista Cidade Nova nos detalla lo que está pasando. Cuando empecé a escribir este artículo, ya más de 51 mil personas habían muerto, víctimas del Covid-19, desde el mes de marzo, cuando la enfermedad llegó a nuestro país. Además, se ha estimado que más de un millón de personas ya se han contagiado. Ello sin considerar los casos no señalados oficialmente. En las ciudades en las que se ha permitido una cierta apertura de la circulación, el número de nuevos casos ha aumentado de una manera significativa. Más allá de la buena noticia que la mayoría de estas personas han sobrevivido al nuevo coronavirus, el número de muertos es terrible. Para los especialistas en general, la postura del Gobierno Federal en la lucha contra la enfermedad y la falta de conciencia de muchos ciudadanos brasileños acerca de la peligrosidad del Covid-19, ambas cosas en conjunto, explican esta desastrosa situación.

Foto: Magnificat
Por lo que se refiere al comportamiento de la población, parece que mucha gente se convence de la facilidad del contagio, o incluso del peligro de vida, sólo cuando una persona cercana a ellos es víctima de la enfermedad. Otros corren los riesgos de los contactos en público, incluso conscientes del problema, debido a que no consiguen encontrar otra manera para mantener a sus familias. No todos, de hecho, pueden trabajar en casa. En realidad, la tasa de desocupación está creciendo rápidamente y una recesión aguda tiende a ser inevitable, como así también el colapso de la economía. Por lo que se refiere a la posición del Gobierno federal, el presidente Jair Messias Bolsonaro es duramente criticado a diario por no haber actuado en favor de la población tanto para protegerla como para salvaguardar a quienes son víctimas del contagio, sobre todo la gran masa de la población económicamente más vulnerable. Contrariamente a lo que sostienen los expertos de todo el mundo, él insiste en pedirle a la gente que salga del aislamiento social y que vuelva a sus actividades normales, con la justificación de que “todos moriremos de hambre si la economía se detiene”. En la línea de esta postura, Bolsonaro criticó a los Gobernadores y los Alcaldes del Estado por haber insistido en el aislamiento social; atacó a la prensa con la justificación de que la divulgación de los datos sobre la enfermedad está tergiversada e incluso alentó a sus seguidores más radicalizados a que invadieran los hospitales para demostrar que hay camas libres, contrariamente a lo que manifiestan los medios en general. Incluso el atraso en la publicación del balance de los muertos parece reflejar esa actitud del Presidente en la lucha contra el aislamiento social, hasta ahora la única práctica segura y recomendada para prevenir el contagio por coronavirus. Además del hecho que, tras haber perdido a dos médicos que ocupaban el cargo de Ministro de Salud, en este momento ese ministerio, crucial por el contexto actual, se encuentra conducido provisionalmente por el general de ejército Eduardo Pazzuelo, paracaidista en formación y sin ningún conocimiento o experiencia en el campo de la salud pública o privada. Vale la pena hacer notar que el Brasil tiene un sistema sanitario público considerado un modelo por los especialistas de todo el mundo, el SUS (Unified Health System). Sin embargo, por largo tiempo debilitado por la falta de inversión y de políticas públicas adecuadas, este sistema se ha revelado insuficiente para atender a la población, sobre todo a los más necesitados. Los que apoyan más firmemente al Presidente brasileño siguen sus ideas acabadamente, sosteniendo que fue elegido democráticamente (y ello debe ser respetado), que los medios indican sólo lo que consideran negativo del Gobierno (y no muestran nunca el bien que ha hecho) y, peor aún, no presentan la realidad de los hechos. Al final, el balance de este desencuentro es que la que de hecho pierde, una vez más, es la población brasileña en general, y sobre todo los pobres. En realidad, la histórica desigualdad social del Brasil ha quedado exacerbada por la crisis sanitaria y económica causada por la pandemia del Covid-19. Un consuelo y una esperanza frente a este cuadro complejo, nace de una red silenciosa de héroes anónimos que aceptan correr los riesgos y no miden los esfuerzos en ayudar a quienes tienen más necesidad y más sufren por esta crisis sin precedentes. 
Foto: Centro Social Roger Cunha Rodrigues
Solidaridad en red Cuando empezó la pandemia del Covid-19, mucha gente, grupos e instituciones civiles y religiosas del Brasil, como en otras regiones del mundo, se arremangaron y empezaron a movilizarse para ayudar a los más vulnerables en esta coyuntura: los ancianos, los enfermos y los pobres, entre otros. Una gran red de solidaridad se entretejió en todo el país, guiada por héroes anónimos, muchos de los cuales se convirtieron en verdaderos mártires, víctimas fatales de la enfermedad. Todo ello sin contar el trabajo de los profesionales de la salud y otros (como por ejemplo los que actúan en el campo de la seguridad, de los transportes, comerciantes de alimentos y medicamentos) que se colocan en primera fila en esta lucha contra el coronavirus. Estos gestos de solidaridad pueden ser simples, originales y de distintas proporciones. Vale la pena tanto hacerle las compras a un vecino anciano, como distribuir alimentos a las personas que viven en la calle. Vidal Nunes, por ejemplo, docente universitario, de la ciudad de Vila Velha (estado de Espírito Santo) preparó una gran olla de guiso y decidió ofrecerlo a los vecinos. La iniciativa contagió a una de esas personas y decidió formar un grupo de mutua ayuda entre los residentes del vecindario. 
Foto: Instituto Mundo Unido
Los entes que se dedican a obras sociales también han empezado a concentrar los esfuerzos en ayudar a las personas más afectadas por la crisis. Un ejemplo de este trabajo es la iniciativa conjunta de Obra Lumen y Fazenda da Esperança, a la que han adherido varios otros entes, que ahora reciben a residentes sin vivienda fija en distintas regiones del Brasil. Otras organizaciones – como la Asociación Nacional para la Economía de Comunión (Anpecom) – han movilizado empresas y empresarios asociados y simpatizantes con el objetivo de realizar una comunión de recursos para ayudar a las familias pobres. En el Distrito Federal y en la ciudad de Goiânia, en la región centro-occidental del país, un grupo de personas de distintas edades, relacionadas con el Movimiento de los Focolares, organizó y lanzó el Proyecto Be Light, a través del cual dio ayuda material y contención a las familias en dificultad y también a una aldea indígena de la región. La revista Cidade Nova ha constatado que entre finales de marzo y finales de abril de este año, según los cálculos de la Asociación Brasileña para la Adquisición de Recursos, se hicieron efectivos 1.100 millones de reales (unos 165 mil euros) en donaciones por parte de bancos y empresas. La solidaridad no es sólo en términos de ayuda material. Hay gente que se ha movido para ayudar a sus amigos a fin de que asuman un comportamiento sano durante la cuarentena. Es el caso de la profesora de educación física, Renata Castilho Leite, de la ciudad de São José dos Campos (estado de San Pablo), que decidió grabar más de 40 breves vídeos con las indicaciones para el ejercicio físico que todos pueden hacer en casa. 
Foto: Associação de Atendimento a Criança e ao Adolescente
Está también el que acepta correr riesgos o superar obstáculos para actuar en forma solidaria. Uno de estos ejemplos nos llega de la directora de la escuela pública Cleusa Regina de Vargas Araújo, de la pequeña localidad de Garuva (dentro del estado de Santa Catarina, al sur del Brasil). Cuando se dio cuenta de que muchos de sus estudiantes no tenían acceso a internet y no podían continuar los estudios a distancia durante la cuarentena, no lo dudó: recorrió hasta 6 kilómetros para entregar material y alimentos de casa en casa. Además de este gesto de donación material, la directora quiso donar su tiempo y su atención a los alumnos y parientes que encontraron en ella a alguien capaz de atender a sus necesidades. Si consideramos ésta y miles de experiencias más, que no llegarán a ser noticia, en tiempos de distanciamiento social, este encuentro entre personas nunca ha sido más importante para un país que necesita cambiar estrategia contra el coronavirus.
Luís Henrique Marques
Secretario de Redacción de la revista Cidade Nova
Jul 7, 2020 | Sin categorizar
“Discovering Gen Rosso”, para ir a las raíces de la historia del conjunto artístico internacional La llegada del coronavirus y, en consecuencia, el lockdown han puesto en crisis las costumbres de todos. Incluso el conjunto artístico internacional Gen Rosso tuvo que reinventar sus días permaneciendo encerrado en casa.
“Este encerramiento nos ha dado a cada uno de nosotros la oportunidad de profundizar aún más en los mensajes que hemos estado cantando durante más de 50 años, dice Massimiliano Zanoni, gerente de producción. Acostumbrados a viajar por el mundo, conocer gente y llevar música a los escenarios de los 5 continentes, nos encontramos encerrados dentro de las cuatro paredes de nuestra casa. En lugar de ciudades, mares y montañas, ahora teníamos una computadora y algunas ventanas para mirar hacia afuera. En lugar de las miles de personas que conocimos en cada gira, ahora teníamos tres, cuatro que viven con nosotros. No podíamos encontrarnos los 25, para trabajar, crear y tocar juntos como lo habíamos hecho durante 53 años”. Y así, después de una primera serie de transmisiones en vivo llamada “Gen Rosso a casa tua”, con la que entraron en las casas de las personas, pensaron en volver a las raíces con algunos shows históricos en vivo. Nació el proyecto “Descubriendo al Gen Rosso” para traer a la gente a la casa del conjunto.
“Muchos no saben que no solo hacemos conciertos – continúa Massimiliano Zanoni –, sino también proyectos con las escuelas o el Village, que son semanas de convivencia con artistas jóvenes para hacerlos vivir la experiencia de la unidad en la creación artística”. Entonces, como cuando invitas a alguien a casa por primera vez y, como una señal de bienvenida, le haces conocer la casa, nosotros con Discovering Gen Rosso queríamos mostrar algunas páginas de nuestro álbum de recuerdos, como el musical una historia que cambia o Streetlight, haciéndolos partícipes de nuestros proyectos actuales, como los proyectos Village y Fuertes sin violencia, revelando algunas pequeñas ideas para el futuro”. Descubriendo al Gen Rosso es un nuevo paso hacia esa evolución que ha permitido al conjunto internacional ser constructores de unidad en todo el mundo, en muchos años de historia. Aquí están los próximos eventos en la página de Youtube del conjunto: el 16 de julio, una transmisión dedicada al Village (cursos artísticos realizados por el Gen Rosso); el 28 de julio el lanzamiento del nuevo single “Shock of the World”. De hecho, hablar de “single” es un poco reductivo porque hay un nuevo álbum en proceso que se revelará pronto. Finalmente, el 2 de agosto, se concluirá con la transmisión en vivo del concierto LIFE, la última producción del Gen Rosso, desde Loppiano.
Lorenzo Russo