May 13, 2018 | Focolare Worldwide
Vive y trabaja en la provincia de Génova, ciudad del Noroeste, en un territorio agradable, entre el mar y los montes circundantes. Trabaja como presidente de uno de los consorcios de la red de empresas sociales, con casi setecientos empleados en el sector de atención social, asistencial y de inserción laboral de personas discapacitadas. Es una referencia nacional de la AIPEC (Asociación Italiana de Empresarios para una Economía de Comunión). A pesar de su comprometido trabajo no perdió nada de su rapidez mental y sencillez. Su testimonio fue escuchado muy atentamente durante un Convenio de la Embajada de Italia en la Santa Sede, el 3 de mayo pasado, que tuvo por título “Chiara Lubich y la Economía de Comunión”: «Tenía el deseo de desempeñar un trabajo que fuera útil para los demás. Apenas me recibí, gané un concurso público como educadora para la integración social de los niños discapacitados. Me sentía útil, pero el trabajo era zafral, con un contrato a término. En esa situación había otras jóvenes que tenían mi mismo deseo de crecer en la profesión social. Una de ellas nos habló de algunas personas que hacía algunos años trabajaban en una cooperativa del territorio y se ocupaban de personas discapacitadas. El encuentro con ellos fue determinante: pusieron a nuestra disposición un espacio, nos dedicaron tiempo y nos ofrecieron su experiencia. Nuestra cooperativa nació así, como un don, por un gesto de gratuidad que recibimos y a continuación lo aplicamos. Comprendimos más adelante que ese gesto fundaba sus raíces en los valores de la Economía de Comunión. Esta experiencia de vida, antes que de trabajo, marcó y caracterizó el estilo de nuestra empresa».

© 2018 Il Sentiero di Arianna
Así fue que nació, en 1996, “Il sentiero di Arianna”, una cooperativa formada al comienzo por nueve jóvenes mujeres, que ponen en común los recursos ganados y los reinvierten en formación y desarrollo de la empresa. De ese núcleo inicial, hoy la empresa cuenta con más de 130 socios, el 85% son mujeres. «Cuanto más fieles éramos a los valores de la Economía de Comunión, más se desarrollaban nuestras cooperativas, convirtiéndose en un valor para toda la comunidad. Cuanto mayor contenido le dábamos a palabras como trabajo, dignidad de la persona, reciprocidad, formación, ayuda recíproca, tanto más lográbamos superar los infaltables períodos críticos. La fuerza de las mujeres empresarias fue determinante. Chiara Lubich nos indicaba un camino concreto, generador de posibilidades de cambio. Su visión de un mundo más igualitario y su idea de la economía nos atraía inmensamente» “Il Sentiero di Arianna” – explica- es una organización que da a las mujeres la posibilidad de que sean protagonistas. «Aquí la noticia de un embarazo es siempre una hermosa noticia. Muchas de nosotros pudieron y pueden hoy vivir con serenidad la maternidad y el regreso al trabajo. Pero también las mujeres que no son madres son generadoras de cambios y de innovación, porque saben procesar etapas positivas para mejorar organizativamente a fin de armonizar mejor los tiempos de trabajo y los tiempos de atención a sus familias. Porque las necesidades son muchas. Y nosotros partimos realmente de las necesidades de nuestras familias y de la comunidad, proponiendo soluciones, entrelazando desafíos de relación social y económica con los entes, las instituciones y las otras empresas». 
© 2018 Il Sentiero di Arianna
Con este espíritu, el Grupo Tassano contribuyó a sostener el desarrollo de otras realidades empresariales. «La empresa más fuerte es la que nace como expresión de un territorio. A través de las redes nacionales a las que pertenecemos como cooperadores, nos estamos comprometiendo en temas del desarrollo económico fundado en los valores éticos, respetuosos del hombre y del ambiente. A través de AIPEC encontramos empresas y empresarios que pertenecen a sectores diferentes, pero que comparten el mismo sentido de responsabilidad social. Juntos estamos comprometidos en proponer un modelo económico nuevo: inclusivo, solidario, de desarrollo sustentable». ¿Qué significa para Simona ser una empresaria de Economía de Comunión? «Quiere decir ser siempre sí mismos. Acogedores, respetuosos, coherentes, atentos al uso de los recursos, vinculados a los demás y al mismo tiempo libres. Una persona es siempre la misma, aún en tiempos y espacios distintos. Lo mismo vale para una empresa». Chiara Favotti
May 12, 2018 | Sin categorizar
: palabra divina. Si en un momento dado fuese pronunciada por el Omnipotente y los hombres la llevasen a la práctica en sus más variadas aplicaciones, veríamos el mundo pararse de golpe en su marcha general y, como en una moviola, reanudar la carrera de la vida en dirección opuesta. Innumerables personas desandarían el ancho camino de la perdición y se convertirían a Dios, encaminándose por la senda estrecha… Familias desmembradas por peleas, heladas por la incomprensión y el odio y como muertas debido a los divorcios, se recompondrían. Y nacerían niños en un ambiente de amor humano y divino y se forjarían como hombres nuevos para un mañana más cristiano. Las fábricas, normalmente llenas de «esclavos» del trabajo en un ambiente de tedio, si no de blasfemia, se convertirían en lugares de paz, donde cada cual trabaja en su parcela para bien de todos. Y las escuelas reventarían los muros de la limitada ciencia para poner conocimientos de todo tipo al servicio de la contemplación eterna, aprendida en los pupitres como en un continuo desvelarse de misterios intuidos a partir de pequeñas fórmulas, de leyes simples, hasta de los números… Y los parlamentos se transformarían en un lugar de encuentro de hombres a los que les apremia, más que la idea que cada uno sostiene, el bien de todos, sin engaños a hermanos ni a patrias. En definitiva, veríamos el mundo hacerse más bueno y el Cielo bajar como por encanto a la Tierra, y la armonía de la creación serviría de marco a la concordia de los corazones. Veríamos… ¡Es un sueño! ¡Parece un sueño! Y sin embargo, Tú no pediste menos cuando rezaste: «Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo». Chiara Lubich Fuente: Lubich, Chiara Fermentos de unidad, Ed. Ciudad Nueva, 1969.
May 10, 2018 | Sin categorizar

Foto © D. Salmaso – CSC Audiovisivi
“Quiero alzar la mirada hacia el horizonte e invitaros a alzarla junto a mí, para mirar con fidelidad confiada y con generosidad creativa al futuro que ya empieza hoy”. En su primera visita a Loppiano, primer pontífice que se encuentra con la Ciudadela del Movimiento de los Focolares, cerca de Florencia, Papa Francisco lanza un desafío a la comunidad presente, para la iglesia universal y para la humanidad entera: “construir una cultura compartida del encuentro y una civilización global de la alianza”. Una cultura que sea respuesta a las llagas de este tiempo, caracterizado por una pobreza creciente y el drama de las migraciones forzadas. “En el cambio de época que estamos viviendo” –señala de hecho el Papa- es necesario “comprometerse” para “trazar nuevos caminos para recorrer juntos”, y sirven “hombres y mujeres, jóvenes, familias, personas de todas las vocaciones y profesiones” que estén a la altura de esta tarea Desde la entrada al Santuario dedicado a María Theotokos, Madre de Dios, a los siete mil presentes, hijos espirituales de Chiara Lubich, fundadora de los Focolares, el Santo Padre propone el desafío de la “fidelidad creativa: ser fieles a la inspiración originaria y juntos estar abiertos al soplo del Espíritu Santo y emprender con valor los nuevos caminos que Él sugiere” 
Foto © R. Bassolino – CSC Audiovisivi
Para hacer esto –señala Francisco- es necesaria “humildad, apertura, sinergia, capacidad de riesgo”, y además practicar el “discernimiento comunitario”, esto es: “es necesario escuchar a Dios hasta sentir con él el grito del pueblo, y hay que escuchar al pueblo hasta transmitirle la voluntad a la que Dios lo llama”. Un reto para el que se pide fidelidad también cuando el entusiasmo de los comienzos deja paso –para los movimientos- a la búsqueda de nuevas vías para actualizar el carisma. Respondiendo a las preguntas de los Focolares el Papa cita entonces a San Pablo e invita a tener en cuenta dos palabras clave: parresía y hyponomè. La primera expresa “el coraje y la sinceridad en el dar testimonio de la verdad y junto a la confianza en Dios y en su misericordia”, el antídoto contra “cada falso temor, cada tentación de esconderse en el vivir tranquilo, en ‘lo correcto’”. La segunda traduce la perseverancia en las “situaciones complicadas que la vida nos presenta”, y encuentra fundamento en la conciencia del amor de Dios que “nos hace capaces de vivir con tenacidad, serenidad, positividad, fantasía… y también con un poco de sentido del humor”. El Pontífice invita por tanto, a traer a la memoria los primeros días, cuando Chiara imaginó Loppiano como “un boceto de ciudad nueva en el espíritu del Evangelio”, expresión de un pueblo unido en la diversidad y con el corazón en la Eucaristía, fuente de vida nueva. Un pueblo que el Papa insta a salir “para lanzar la levadura del Evangelio en la pasta de la sociedad” sobre todo donde hay pobreza, sufrimiento y búsqueda. “El carisma de la unidad – es un estímulo providencial y una ayuda potente para vivir esta mística evangélica del Nosotros”. 
Foto © R. Orefice – CSC Audiovisivi
Pero la renovación de la cultura no puede no pedir una formación nueva. En Loppiano, que nace también como ciudad-escuela con centros de estudio como la Universidad Sophia, el Papa insta a inaugurar un “pacto formativo” basado en el diálogo y la proximidad, para “ejercitar juntos los tres lenguajes: de la cabeza, del corazón y de las manos”. En esta perspectiva –añade- “es importante que Loppiano sea un centro universitario destinado a quien busca la Sabiduría y se pone como objetivo la construcción de una cultura de la unidad”: una experiencia académica “de frontera”. Pero es María sobre todo – concluye Francisco- “la escuela a seguir (…) para aprender a conocer a Jesús, a vivir de Jesús y con Jesús”: “y no olvidéis que María, la primera discípula de Jesús, era una laica. Ella es la mujer de la fidelidad, del coraje, de la parresía, de la paciencia”. En la ciudad de Loppiano la invitación del Papa hace eco a la intuición de Chiara Lubich, “primera piedra” de la Obra de María, y resuena consolidando un recorrido: “Nuestro deseo –son las palabras de Maria Voce, Presidente de los Focolares- es que quien visita esta ciudad, encuentre una casa, una familia, una madre: ¡María! Es ella que forma e informa cada expresión de la vida social del Movimiento de los Focolares (…) Es ella quien en el Magníficat nos señala un programa de vida y de acción y nos empuja a abrir de par en par la puertas del corazón a todos aquellos que sufren, que buscan la felicidad”. Discurso completo del Santo Padre
May 10, 2018 | Sin categorizar

Foto © D. Salmaso – CSC Audiovisivi
En las calles aún envueltas en la niebla matutina, desde las primeras horas de la jornada, “el pueblo de Loppiano” sube hacia la Ciudadela, a veinte kilómetros de Florencia. Las formas de los vestidos y sombreros de distintos colores revelan proveniencias también muy lejanas. Pero ninguno puede decirse “lejano” de este boceto de mundo que está por acoger y hacer propias las palabras del Papa. Roger, veintiséis años, es de Costa de Marfil. Vive en la Ciudadela Internacional desde hace poco más de un año. “Cuando se anunció la visita del Papa, como ciudadanos de Loppiano no preguntamos cómo acogerlo para hacerle encontrar el pueblo del Evangelio. Nos dividimos en pequeños grupos para poner en común las experiencias cotidianas de Evangelio vivido. Éste es el regalo que queremos hacerle. Ha sido bonito acogerlo, pero aún mejor será, después, vivir lo que nos dirá”. Y Franco Galli, corresponsable de la Ciudadela junto a Donatella Donato Di Paola: “Este tiempo ha sido la ocasión para asistir a la acción de Dios. 
Foto © R. Orefice – CSC Audiovisivi
Ahora esperamos escuchar las palabras que él tiene en el corazón para decirnos. Existen grandes transformaciones en acto en el mundo. El Papa nos hará ver la realidad con sus ojos”. Rodeado por el grupo de monjes budistas que, como él, han llegado desde Tailandia, con la típica túnica naranja, se encuentra Prahama Thongratana Tavorn, conocido aquí como Luce Ardente. Un “monje itinerante” que recorre su país visitando escuelas, cárceles, llevando a todas partes un mensaje de paz. En Italia y especialmente en Loppiano, Luce Ardente está en casa. Acercándose a él no se puede no quedar fascinado por la alegría que transmiten sus palabras, en una lengua dulce y muy musical. Gracias a la ayuda del traductor nos explica: “en el budismo decimos que nos hemos conocido ya en nuestras vidas precedentes. Por esto, cuando nos vemos, no nos conocemos, pero nos reconocemos, porque ya somos hermanos, hay algo que nos une desde siempre”. Han pasado solo veinte minutos desde que aterrizó el Papa Francisco en la Ciudadela Internacional. Pero parecen una eternidad. Minutos densos de emoción, con el festivo repiqueteo de las campanas, interpretando una acogida que no encuentra palabras para expresarse. “Ha vuelto el sol” canta Gen Rosso, y de verdad vuelve el sol, inesperado, tras las lluvias torrenciales del día anterior. Papa Francisco, tras pasar junto a la alegre multitud, entra en el Santuario dedicado a la “Madre de Dios” a la que, al mismo tiempo, en el lugar sagrado, le vienen dedicadas unas notas musicales que la saludan como “Madre dulcísima”.
Hace cuatro años, con ocasión del cincuenta aniversario de Loppiano, Papa Francisco deseó a la Ciudadela “mirar hacia adelante, siempre, y aspirar a lo más alto con confianza, coraje y fantasía”. Recordando estas palabras Maria Voce toma la palabra: “Hemos intentado el guiarnos por sus palabras. Gracias, Santidad, en nombre de todo el Movimiento de los Focolares, que ve en esta visita suya una mirada del amor de Dios”. Tras una presentación del variado perfil de la Ciudadela, le dirigen algunas preguntas y, en su responder, Papa Francisco comienza diciendo, entre otras cosas: “En Loppiano todos se sienten en casa. He querido venir a visitarla porque quiere ser una ilustración de la misión de la Iglesia hoy”. El Papa invita a la perseverancia, con tenacidad, serenidad, positividad, y también con sentido del humor, “el comportamiento humano que más se acerca a la gracia de Dios”. “El carisma de la unidad es una ayuda para vivir la mística evangélica del nosotros, esto es, a caminar juntos en la historia de los hombres. Lo opuesto al individualismo es el ‘nosotros’. En Loppiano –continúa el Papa- se vive la experiencia de caminar juntos”. Pero advierte, “la historia de Loppiano no está más que en sus inicios, una pequeña semilla lanzada en los surcos de la historia. Dramáticas urgencias piden el máximo. Es necesario empeñarse no solo por el encuentro entre las personas, las culturas y los pueblos, sino para vencer todos juntos al reto enorme de construir una cultura compartida del encuentro en una civilización global de la alianza”. “Cambia la realidad, el miedo no me para, yo vuelvo a empezar desde aquí”. Sobre las notas de los conjuntos musicales de Loppiano se ha lanzado, y superará sus pequeños confines, el llamamiento a construir una cultura del “nosotros”. Chiara Favotti
Fotos en Flickr
May 10, 2018 | Sin categorizar

Foto © D. Salmaso – CSC Audiovisivi
“Construir una cultura compartida del encuentro” Éste es el desafío que el Papa Francisco ha lanzado esta mañana desde el Centro Internacional de Loppiano (Florencia, Italia) no solo a las siete mil personas presentes en el Santuario María Theotókos, sino también al mundo entero. Haciendo referencia a las “urgencias a menudo dramáticas que nos interpelan desde todas partes y no pueden dejarnos tranquilos” –el Santo Padre ha subrayado que no es suficiente con “encuentro entre las personas, las culturas y los pueblos”. Son necesarios hombres y mujeres “capaces de trazar caminos nuevos para recorrer juntos” para dar vida a una “civilización global de la alianza” Papa Francisco llegó puntual a la Ciudadela de los Focolares a las 10 h. donde le esperaban Maria Voce, Presidente del Movimiento, Jesús Morán, Copresidente, y el Obispo de Fiesole, Mons. Mario Meini. Tras una breve oración en el Santuario, ha encontrado a los ochocientos cincuenta habitantes de Loppiano provenientes de sesenta y cinco naciones y a las miles de personas llegadas de toda Italia y otros lugares, en su mayoría cercanos al Movimiento de los Focolares. Es la primera vez que un pontífice visita esta “pequeña ciudad” que –como la ha definido Maria Voce en su saludo de bienvenida- quiere ser un “laboratorio de convivencia humana, boceto de mundo unido y testimonio de cómo podría ser la sociedad si estuviera basada en el amor recíproco del Evangelio”. 
Foto © D. Salmaso – CSC Audiovisivi
Ha continuado un diálogo abierto y sincero, articulado en torno a algunas preguntas de un grupo de ciudadanos de Loppiano. Las preguntas han tocado desde varias perspectivas, el argumento del desafío cristiano ante la modernidad. El Santo Padre ha animado a no “esconderse en el vivir tranquilo, en “lo correcto” o, es más, en una sutil hipocresía, (…) sino a vivir como discípulos sinceros y valientes en caridad y verdad” y a afrontar las dificultades “con tenacidad, serenidad, positividad, fantasía… y también con un poco de sentido del humor”. Y haciendo referencia a la misión de un proyecto original como Loppiano en el actual contexto social, el Papa ha invitado a levantar la mirada junto a él “para mirar con fidelidad confiada y con creatividad generosa, al futuro que ya empieza hoy”. Tras impartir su bendición, treinta y siete ciudadanos de Loppiano de distinta proveniencia, religión, edad y condición social, han saludado personalmente a Papa Francisco. En respuesta a las palabras del Santo Padre, el Copresidente de los Focolares, Jesús Morán le ha entregado un regalo simbólico: un “pacto” firmado por todos los habitantes, con el empeño de vivir de manera que Loppiano sea cada vez más un lugar de fraternidad y reciprocidad. A la invitación a firmar a su vez el “Pacto de Loppiano”, el Santo Padre ha adherido con alegría, entre los aplausos de todos los presentes.
https://www.youtube.com/watch?v=pTr9KGJ7wLM
May 8, 2018 | Focolare Worldwide
«¿Qué hacías cuando tenías mi edad? ¿Qué juegos me aconsejas?». Es la pregunta que Luis Francisco, de 10 años, mexicano, le quiere hacer al Papa Francisco mientras espera su llegada. Como él, todos los habitantes de la ciudadela internacional han estado haciendo la cuenta regresiva. Una espera iniciada en los primeros días de febrero, cuando llegó de la secretaría del Papa Francisco el anuncio de su visita, el 10 de mayo, a las ciudadelas de Nomadelfia y de Loppiano. En la primera de las 24 ciudadelas de los Focolares, surgidas en el tiempo en varias partes del mundo, el Papa Francisco vendrá a ver personalmente cómo se vive “en la escuela del único Maestro”, como él mismo la definió. “Sorpresa y profunda alegría”, exclamó María Voce, presidente de los Focolares, cuando supo la noticia totalmente inesperada de esa visita. Loppiano en estos días, su gente, muchísimos jóvenes de paso, todos están en ebullición. Caras sonrientes, felices. Ha concluido hace muy poco el evento del Genfest, que desde toda Italia, pero también de otros países, ha llamado a cientos de jóvenes, a finales de abril, y a miles la mañana del 1 de mayo, radiantes a pesar de la lluvia que amenazaba. El clima de fiesta continuó en una espera llena de entusiasmo y esperanza, como es natural ante la inminencia de un acontecimiento que se recordará por mucho tiempo.
Hemos estado, con la telecámara, realizando breves entrevistas a la gente de Loppiano, en sus puestos de trabajo, o en las normales actividades, para sondar qué se piensa. Benedetta se encuentra en la ciudadela por un período de formación en la escuela de las focolarinas. Para ella la visita del Papa es también un regalo de Dios, porque cae justo en el día de su cumpleaños: «Aunque se quedará poco tiempo, espero que pueda encontrarse con una familia, la que tratamos de construir cada día». Desde 1966 en Loppiano tiene su sede el grupo musical Gen Rosso, nacido por un deseo de Chiara Lubich para difundir con la música el mensaje de un mundo más justo, pacífico y solidario. Sus integrantes viven en primera persona este espíritu, un estilo de vida con la impronta de la comunión y la fraternidad. Desde hace algún tiempo forma parte del grupo también Michele Sole, que en el atrio delante del santuario dedicado a la Madre de Dios (Theotokos), en donde todo está preparado para este histórico encuentro, él cantará “Madre dolcissima”. Al Papa le envía un mensaje de agradecimiento «por haber tenido el coraje de llamarse Francisco. Creo que no fue fácil elegir un nombre que significa una opción preferencial por los pobres, por los últimos». Desde la sala de ensayo, mientras tanto, salen las notas de “Accendi la pace”, que los componentes del Gen Rosso están ensayando junto con la otra banda internacional de Loppiano, el Gen Verde, un grupo multidisciplinario, formado por artistas, profesionales de la música, que se distingue por su perfil claramente internacional.
Roberto Cipollone, con su seudónimo artístico Ciro, que vive en Loppiano desde 1977, tiene el talento de saber usar la imaginación y la habilidad para transformar objetos ya en desuso o material de descarte en obras que llegan a tocar el corazón y lo llenan de maravilla. Es el “artista que les da nueva vida”. Con su arte hizo nacer un taller, expresión de originalidad y amor por la naturaleza a través de la escultura, la pintura y la artesanía. «Espero que el Papa pueda encontrar aquí sus deseos más recónditos realizados». Aranza, mexicana, está participando con su familia de la “Escuela Loreto” en donde las familias de países e idiomas diferentes profundizan la espiritualidad de la unidad. La internacionalidad y la inmersión “full time” en los cursos, que empiezan todos los años en septiembre y terminan en junio, hacen de esa escuela una experiencia única de intercambio y enriquecimiento entre culturas. Del Papa quisiera una respuesta a una pregunta, breve pero exigente: «¿Qué podemos hacer, nosotros los jóvenes, para vencer las imposiciones y los estereotipos del mundo?». Natalia, en cambio, es una estudiante brasileña que en Loppiano cursa en el Instituto Universitario Sophia. Del Papa espera conocer el rol de los jóvenes casados en la Iglesia. Mucha preguntas, interrogantes y expectativas. Pero la misma, gozosa espera. Chiara Favotti
LIVE STREAMING from Loppiano on 10th May at 10.00 (CEST) http://live.focolare.org Vatican Media Live: 08.00 am -12.00
May 8, 2018 | Sin categorizar
El 9 de mayo se celebra en Europa la paz y la unidad. La fecha recuerda la histórica “Declaración Schuman”, con la cual el 9 de mayo de 1950, el Ministro de Relaciones Exteriores de Francia de aquel momento, propuso la creación de un primer núcleo económico, que finalizó con la gradual construcción de una federación de Estados Europeos indispensable para el mantenimiento de relaciones pacíficas. Como primera etapa, Robert Schuman indicaba la gestión común del carbón y del acero, para Francia y Alemania Occidental, pero dentro de un marco de organización al cual podrían adherir posteriormente otros países. Se sentaban así las premisas para una integración mucho más amplia y comprensiva, al punto que la Declaración es considerada simbólicamente como la fecha de nacimiento del largo proceso de paz y estabilidad que dio inicio a la Unión Europea. La fiesta es una ocasión para acercar las instituciones a los ciudadanos y a los pueblos entre ellos, profundizando la conciencia de que los valores de la paz, de la integración y de la solidaridad deben ser puestos en la base de la convivencia humana.
May 8, 2018 | Sin categorizar
El Papa Francisco visitará Loppiano (Florencia, Italia), la ciudadela internacional del Movimiento de los Focolares.
May 7, 2018 | Focolare Worldwide
En Loppiano todo está preparado para recibir al Santo Padre. Están llegando más de seis mil personas de toda Italia, pero serán varios miles los que se conectarán en streaming desde los cinco continentes. Le hemos preguntado a María Voce, presidente de los Focolares, cómo se desarrollará este encuentro tan esperado. «Queremos presentar al Papa – explicó – esta pequeña ciudad, la primera que nació entre otras 24 esparcidas en todo el mundo, que quiere ofrecer un modelo de convivencia fundado sobre los principios del Evangelio de la solidaridad y la fraternidad, sin duda una experiencia única, pero exportable y difusiva. En Loppiano el Papa no se encontrará sólo con los 750 habitantes – prosiguió María Voce – sino también con una representación de la familia mundial del Movimiento de los Focolares. Le harán algunas preguntas sobre temas que nos tocan de cerca: el reto de la fidelidad a la idea carismática de Chiara Lubich en el contacto con las cambiantes condiciones de hoy; la formación de los jóvenes a una cultura de la fraternidad; la contribución del modelo de convivencia de Loppiano a un anuncio actual del mensaje cristiano y a la superación de barreras, nacionalismos y prejuicios». El Movimiento de los Focolars es una constelación variopinta que coloca en el centro del propio actuar el diálogo y un estilo de vida que ayuda a construir en el mundo la unidad y la paz. Cuenta con más de 2 millones de adherentes pertenecientes a muchas Iglesias Cristianas, pero también de distintos credos religiosos y de inspiración laica. Son alrededor de mil las obras sociales que funcionan en los distintos países, y alrededor de 800 las empresas que en el mundo trabajan según los principios de la Economía de Comunión. Llegó al décimo año de vida el Instituto Universitario Sophia, que tiene sede justamente en Loppiano.
A su llegada a la ciudadela, el Santo Padre se dirigirá directamente al Santuario María Theotokos, adonde entrará para un breve momento de oración. Se detendrá frente al cuadro de la Virgen con el Niño, obra de un pintor de religión hindú, símbolo del diálogo que es uno de los pilares de la convivencia en Loppiano. A continuación, en el atrio, María Voce le transmitirá al Papa el saludo de los Focolares. Algunos ciudadanos de Loppiano le dirigirán luego algunas preguntas. El diálogo con el Santo Padre tendrá algunos intervalos con trozos musicales de artistas provenientes de distintos países y contextos religiosos. Al final, unos treinta ciudadanos saludarán personalmente al Papa, quien – tras la bendición – dejará el atrio para regresar a Roma. Live streaming 10.5.2018, 10.00 – 12.00 (CEST): Vatican Media Live http://live.focolare.org
May 6, 2018 | Focolare Worldwide

Simone Barlaam
«Como pueden ver, por el color de mi cabello tengo algunos años más que ustedes. Pero también yo formo parte de la familia del Genfest. Los Genfest en los que participé siendo chico quedaron impresos dentro de mí. ¿Qué me quedó de esas experiencias? Dos cosas. La primera: para mí que provenía de un pueblo pequeño de Abruzzo (Italia), cada Genfest era una inmersión en una experiencia de mundialidad. La segunda: en el Genfest comprendí que cada uno es protagonista de su propio destino, que mi futuro dependía de mí. Desde entonces cada día trato de estar en la vida para realizar mis aspiraciones. También las más complicadas y aparentemente imposibles. Es lo mismo que hoy, con mi esposa Claudia, estamos tratando de transmitir a nuestros hijos. Me gusta pensar que existe un designio más grande sobre cada uno de nosotros. Como partes de un rompecabezas, los acontecimientos de la vida se entremezclan, se entrelazan, parece difícil encontrar su justo lugar, pero después repentinamente empiezan a calzar. En enero del 2000, Claudia y yo estábamos en Australia, en Sydney, en nuestra luna de miel y estábamos paseando por el novísimo parque Olímpico. Hacíamos programas y poníamos las bases para construir nuestra familia. Simone estaba por llegar y estábamos felices y llenos de amor. Nos sentíamos invencibles. Después la llegada de Simone fue difícil. El día que nació descubrimos que tenía una hipoplasia del fémur y una coxa vara. Una discapacidad permanente agravada por una fractura del fémur. Tenía un fémur quince centímetros más corto que el otro y era frágil como un pedazo de vidrio. A lo largo de los años, Simone ha sufrido doce operaciones quirúrgicas: para alargar la extremidad, intervenciones correctivas de la cadera, trasplantes óseos para consolidar el cuello del fémur que no se sostenía. Doce operaciones seguidas por larguísimos meses con un yeso que lo inmovilizaba del cuello para abajo. En los largos períodos en cama, Simone aprendió a dibujar, era lo único que lograba hacer estando acostado. Amaba dibujar peces, sobre todo tiburones por su fuerza y su velocidad. Tanto es así que un querido amigo nuestro lo apodó “Simone el tiburón”. Cuando tenía el yeso hasta el pecho, a menudo veíamos la película de Nemo, que tenía una aleta más corta que la otra. Yo me sentía como Marlin, el padre de Nemo. Ansioso ante su futuro. Lleno de temor ante lo que podría sucederle. Pero como Marlin, en un momento entendí que Simone podía afrontar solo su “océano”. Sin temor. También con una aleta más corta. Simone empezó a hacer deporte. Nadar era el único deporte que podía hacer, para mover los músculos sin correr el riesgo de romper su hueso de cristal. Después de un tiempo empezó a competir. Algunos años después empezó a entrenar con los chicos del equipo nacional italiano de natación, todos los días, después de la escuela, durante dos horas y media, que llegaron a ser cinco antes de las competencias más importantes. Tanto que con 17 años, en los últimos mundiales de natación paraolímpica que se realizaron en Ciudad de México, en diciembre pasado, Simone ganó dos medallas de oro, en los 50 y 100 metros libre, una de plata y otra de bronce. Son las competencias más rápidas en natación. Ahora, exactamente 16 años después de nuestra luna de miel, Simone está en Australia como estudiante de intercambio para hacer su cuarto año de liceo y proseguir su entrenamiento de alto rendimiento. Sigue entrenando, estudia y compite con los mejores nadadores australianos en el Olimpic Aquatic Centre de Sydney, precisamente donde Claudia y yo lo llevamos cuando todavía estaba en el vientre. Bien, si hace algunos años alguien me hubiara dicho que iba a tener un hijo con dos títulos de campeón del mundo, habría dicho que estaba loco. Simone tiene una aleta más corta, pero es más fuerte de lo que todos creíamos. Tuvo el valor de abrirla y de volar. Les deseo, los invito, a que también ustedes abran sus alas. Que tengan valor. Y aprendan a volar. Sigan sus pasiones. No se den por satisfechos.» Riccardo Barlaam