Movimiento de los Focolares
Francisco se encuentra con los neocatecumenales

Francisco se encuentra con los neocatecumenales

El 5 de mayo en Tor Vergata (Roma) el Papa Francisco se encontrará con los miembros del Camino neocatecumenal. La ocasión del encuentro internacional coincide con los 50 años de presencia en Roma. Se esperan 150 mil participantes de 134 naciones. El Papa enviará a 36 nuevas “missio ad gentes”: grupos que llevarán el Evangelio en zonas secularizadas o con poca presencia cristiana. Francisco benedecirá también a 20 comunidades de las parroquias de Roma que ya han incluído esta forma de iniciación cristiana. El encuentro, que se concluirá con el canto del “Te Deum”, será guiado por el equipo internacional del Camino neocatecumenal, integrado por Kiko Argüello, el padre Mario Pezzi y Ascensión Romero.

Chiara Lubich: un carisma motor de vida nueva

Chiara Lubich: un carisma motor de vida nueva

“El recorrido de una profecía”. A diez años de la muerte de la Fundadora de los Focolares, un congreso promovido por la Embajada de Italia ante la Santa Sede, el 3 de Mayo, en conjunto con el Soberano Militar Orden de Malta y en colaboración con el Movimiento de los Focolares, ha sido la ocasión para una reflección sobre la Economía a la luz del carisma de la unidad. Han participado Mons. Giovanni Angelo Becciu, sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado, Maria Voce, presidente del Movimiento de los Focolares, Luigino Bruni, profesor de Economía de la Universidad LUMSA de Roma, Leonardo Becchetti, profesor de Economía de la Universidad de los Estudios de Roma Tor Vergata y Simona Rizzi, presidente del Consorcio Tassano Servizi Territoriali. En su intervención, Maria Voce ha afirmado que el Movimiento de los Focolares «no alcanzaría su propia vocación si no actuara la primera página de la doctrina social cristiana, el canto del Magnificat, en donde está escrito que: “A los hambrientos ha colmado de bienes y ha despedido a los ricos con las manos vacías”». La Economía di Comunión, nacida por una inspiración de Chiara Lubich, ha dado vida a un movimiento de pensamiento y acción solidaria y social, en diálogo con la cultura contemporánea y con la economía civil, a nivel local e internacional.

La “Casa de los niños” en Damasco

La “Casa de los niños” en Damasco

“La Maison des enfants” a Damasco, © Zéna.

«Una bomba estalló a pocos metros de mi casa. Yo tendría que haber estado en el lugar de la explosión de camino a mi trabajo. Pero ese día estaba diez minutos atrasada. Un signo del destino». Su voz es clara y calma, en un francés casi perfecto. Una serenidad que contrasta con el sonido de bombas y aviones que marcan la vida cotidiana de la capital, Damasco. Zéna, nacida en Líbano hace 35 años, llegó a Siria en julio del año pasado. Es miembro del Movimiento de los Focolares, y decidió unirse al país en guerra tras una larga reflexión. En su país natal vivió la guerra y las bombas. «Conservaba todo dentro de mí. Tenía miedo. Pero un día empecé a ver las cosas de una manera positiva. Me dirigí a Dios y vine a Damasco con los Focolares». Los primeros seis meses vivió bajo los bombardeos. «Hasta diciembre los atentados eran a diario, pero conseguíamos aún vivir», cuenta. «Un día de enero, sin embargo, una bomba cayó a pocos metros de casa… En Siria, a pesar del coraje de los habitantes, el miedo y el peligro nunca están lejos». En Damasco, en el barrio pobre de Douela, Zéna trabaja en la “Maison des enfants” (casa de los niños), gestionada por los miembros del Movimiento en colaboración con otras personas. El centro comprende cuatro clases de 90 niños, de una edad entre los 6 y los 10 años. Ocho docentes, todos jóvenes graduados sirios. «La hemos llamado la “Casa de los niños” porque queremos ser una familia para ellos. Tenemos muchas solicitudes para entrar, y no podemos satisfacer a todos. Acogemos a los niños más pobres, muchos de los cuales han perdido a sus padres o han sufrido violencias. Tienen que estar acompañados por adultos que los quieran». En febrero, la “Maison” tuvo que cerrar durante algunas semanas a causa de un atentado. «Fue un momento terrible. Cuando a los niños se les pregunta si tienen miedo de las bombas, la mayoría responde evasivamente, rechazando incluso la realidad. Había mucho sufrimiento relacionado con las consecuencias de la guerra». El centro fue abierto nuevamente a principios de abril, con gran alegría de los estudiantes: «Están felices de venir, en cambio están tristes cuando se tienen que ir». La vida ha vuelto a Siria. Ahora el país está casi por entero bajo el control del gobierno sirio. «Durante los fines de semana, los bares están abiertos hasta la una o las dos de la mañana. Las personas están nerviosas, tienen necesidad de desahogarse». Zéna vive en la “Puerta Este – Bab Sharqi – de Damasco, en la ciudad vieja. En el barrio cayeron pocas bombas en siete años, sin embargo quedan los signos de largos años de conflicto. «Hoy hay poco trabajo. Muchos jóvenes se marchan, van a Europa o al Líbano para evitar el servicio militar o para encontrar trabajo. En Siria por cada hombre hay ocho o diez mujeres». El Movimiento de los Focolares, lleva a cabo con serenidad su misión. «Aqui los cristianos están protegidos por el gobierno. Somos muy respetados. Después de siete años de guerra, las iglesias orientales han podido hacer las procesiones pascuales en las calles. Al final del conflicto – prosigue – el mismo pueblo sirio reconstruirá el país. La obra es enorme. Damasco no ha sido destruida, pero en las regiones de Aleppo y Homs el daño es ingente. La lira siria ha perdido mucho de su valor y muchas familias acomodadas ahora son pobres. Las élites han desaparecido, hay personas en gran dificultad. ¿Cómo podemos encontrar aquí un trabajo para los jóvenes graduados? A pesar de todo ello, muchos se han quedado. Creen en la recuperación de su país». Antes de la reconstrucción física y del restablecimiento económico, Siria tendrá que erradicar los conflictos armados en el territorio. Zéna está convencida de que el final de la guerra está cerca. «Si no hay intervenciones externas, estoy segura de que la guerra, en suelo sirio, terminará antes de finales de 2018. Tenemos que crear trabajo y volver a dar dignidad a las personas. Espero realmente que, poco a poco, vuelvan las empresas y los turistas también. Tenemos que dar una nueva motivación a los sirios. A partir de los niños, pilares de la futura sociedad». “Sus” niños, justamente. Hoy le toca a Zéna preparar la comida. «Son el futuro de Siria. Cada día, vengo a trabajar con una alegría indescriptible». Fuente: imprimaturweb.fr

El Evangelio vivido: “Como libres hijos de Dios”

Fábrica de bombones. Durante el verano viajé a Alemania con una amiga, para trabajar en una conocida fábrica de bombones. Fuimos recibidas con mucha frialdad por los 400 empleados. En especial una señora que trabajaba en mi cadena empaquetando los bombones. Ella era muy agresiva conmigo. Un día, justo ella, cometió un error que podía costarle mucho. Cuando llegó el responsable de la sección, sin pensarlo demasiado, yo me asumí la culpa de ese error. Recibí  un severo reproche, con la posibilidad de que, en el próximo error, podría perder el trabajo. Pero estaba contenta: lo había hecho a Jesús. Ese gesto le impactó a mis colegas. Desde ese momento, la atmósfera cambió, comenzamos a tratarnos todos de manera más cordial, y cuando llegó el momento de irnos, nos parecía que dejábamos a una verdadera familia. Krisztina – Rumania Una gran novedad Durante un encuentro en la parroquia, me quedé impresionado por la alegría y la simplicidad de un grupo de jóvenes, que eran más o menos de mi edad. Para una persona como yo, acostumbrada a recurrir a Dios sólo en los momentos de necesidad, sentir que hablaban de Él como Dios Amor era una novedad. Sin demasiados razonamientos, en los días siguientes probé a hacer como ellos. En primer lugar me puse a ayudar en las tareas de la casa y a prestarle atención a las exigencias de mi hermana más pequeña. Un domingo renuncié incluso a ir al fútbol para ayudar a mi papá a colocar un techado en mi casa. En la escuela, a pesar de mi costumbre de estudiar por mi cuenta, me puse a ayudar a una compañera a repasar juntos la clase. Daniel – Argentina En el supermercado Como de costumbre fui al supermercado, pues tenía que preparar una cena para unos treinta jóvenes en mi casa, y dado que iba a estar ocupada en un congreso de varios días, pensé hacer una gran compra para tener las cosas en casa. Mientras estaba colocando la compra en la cinta de la caja, vi que la señora detrás de mí había comprado muy pocas cosas. La invité a que pasara primero. Después de ella, estaba una señora mayor con 10 paquetes de pañuelos en la mano. Le dije si quería pasar adelante también ella. Me dijo que su marido había ido a buscar una caja de agua. Cuando llegó el marido, aparté mis cosas y los dejé pasar. Finalmente, ¡llegó mi turno de pasar a la caja! Pero llegó un joven que había comprado una cajonera y tenía en sus brazos una caja muy pesada, y me di cuenta de que era amor que pasara primero él. Comencé a llenar mis bolsas. Al final la chica de la caja sacó el ticket de las compras y me dijo: “Hoy usted ¡no paga nada!”. Y pensé: ¿será una broma? Y la cajera me preguntó: “¿cómo se llama?”. Le respondí: “Chiu”. Escuché un parlante que decía: “¡Hoy la señora Chiu se ganó una compra de 107 euro!”. No había calculado esta probabilidad, ¡había sólo amado a los prójimos que estaban en la cola detrás de mí! Chiu  – Hong Kong Negocio de productos alimenticios Dirijo un negocio de productos alimenticios y estoy acostumbrado por lo tanto, al ambiente del comercio, donde en primer lugar cuenta la ganancia, no la persona en sí misma. Conocí algunos cristianos que tratan de poner en práctica el mandamiento de Jesús. Pensé: si ellos lo logran, ¿por qué no pruebo yo también? La mañana siguiente pensé: no quiero más pesar la mercadería con doble papel grueso, a partir de hoy uso sólo uno liviano. Sentí una gran alegría y libertad, comprendí, que amando se me abrían horizontes nuevos. Beppino – Italia

Fiesta del Trabajo

El 1° de Mayo, Fiesta de los trabajadores, se celebra y se recuerda la lucha de los trabajadores, sin barreras geográficas o sociales, para lograr afirmar sus derechos y mejorar su condición laboral. “Ocho horas de trabajo, ocho horas de pausa, ocho horas para dormir” fue la palabra de orden, acuñada en Australia en el 1855 y compartida por la mayoría de los movimientos sindicales a los albores del siglo pasado. Fueron las organizaciones de trabajadores norteamericanos que desarrollaron un gran movimiento de lucha por la cuestión de las ocho horas. El Estado de Illinois, en el 1866, aprobó una ley que introducía ese límite horario a la jornada laboral. La ley entró en vigor el 1° de Mayo de 1867 y en ese día se organizó en Chicago una gran manifestación, con la partecipación de diez mil trabajadores: el corteo más numeroso, hasta entonces, de trabajadores por las calles de esa ciudad. La manifestación fue reprimida con la fuerza. Desde entonces muchos pasos positivos se han dado, aunque en muchas partes del mundo aún hoy los trabajadores no gozan de los mismos derechos y dignidad. Para los cristianos, el trabajo está ligado a la identidad profunda de la persona. El mismo Jesús transcurrió gran parte de su vida trabajando como carpintero junto a su padre.

Primero de mayo, la fiesta de Loppiano

Primero de mayo, la fiesta de Loppiano

El primero de mayo en Loppiano es sinónimo de la fiesta de los jóvenes. Umberto Giannettoni, quien vivió durante 40 años en la ciudadela internacional y que falleció hace pocos días, nos deja un testimonio directo del nacimiento de los desarrollos de un evento que posteriormente se convirtió en una cita isegura para millares de jóvenes, que, en todos los continentes, creen y trabajan para llevar la unidad y la paz en el mundo. Entre sus recuerdos, están también aquéllos vinculados a los comienzos del Genfest. El texto que sigue es extraído de “En una historia muchas historias”, una autobiografía, escrita a veces en tercera persona, otras veces en primera persona, que el mismo autor definió como un “don personal y testimonio”. «”Un testimonio dado como servicio es bueno, nos hace buenos….” (Papa Francisco). La historia de cada uno es un tejido armonioso entre todo aquello que el hombre logra realizar con la luz de su razón, con sus fuerzas y todo lo que le es ofrecido gratuitamente por la penetrante luz de la divina revelación, en una constante conversión». 6207111132_0f401954ef_oEl primero de mayo de 1971 tuvo lugar la primera fiesta de los jóvenes en Loppiano. «Chiara Lubich, después de un encuentro con el Prior de Taizé, en Rocca di Papa (Roma), hablaba de la ciudadela como de una “ciudad de los jóvenes”. Giorgio Marchetti, colaborador cercano de Chiara, durante un viaje a Padua, se quedó por poco tiempo en Loppiano. Contó lo que Chiara había dicho. A Umberto le vino como un relámpago en el alma la exigencia. Había que responderle enseguida a Chiara. El fin de semana organizó una excursión con los responsables de los Focolares de la escuela al “Passo del Muraglione”, en los Apeninos. En la mañana del domingo, dos camionetas y un auto viajaron a este lugar. En una cafetería del “Passo” estudiaron la posibilidad de realizar un gran encuentro de jóvenes en Loppiano, que se realizaría el 1º de mayo. […]. Invitarían para participar a jóvenes de varias zonas y países. Cada uno sería invitado para colaborar artísticamente. Cuando salieron de la cafetería, fueron sorprendidos por una escena especial. La calle estaba cubierta por una delgada capa de hielo. La lluvia, que continuó con un descenso de la temperatura, produjo esta situación. Las camionetas tenían dificultades para mantenerse dentro de los límites de la ruta, tenían la fuerte impresión de que alguien quería impedirles llevar adelante la decisión tomada […]» «En Loppiano existía un hermoso grupo de jóvenes con grandes talentos muy valiosos. Entre muchos de ellos, Heleno Oliveira, un joven brasiliano, cantautor, quien contribuyó de forma importante en la parte artística. Todos se comprometieron al máximo. El primero de mayo de 1971, en el anfiteatro natural de “Campo Giallo”, bajo un sol maravilloso, vimos llegar a millares y millares de jóvenes. La jornada, en la cual ofrecieron una colaboración muchos jóvenes de Italia y de Europa, fue muy eficaz para los jóvenes. Esa noche se fueron felices y plenos de Dios que sintieron que entraba en sus vidas. Desde Trento llegó Paolo Bampi, un joven enfermo de leucemia que cantó una canción arrastradora: “…pero, ¿qué están buscando, qué es lo que quieren?…”. El Gen Rosso cantó “Dios es Amor”. Además, hubo también piezas de teatro, de danza. Cada actuación fue premiada con un “primer premio”, que el jurado otorgó a distintas expresiones: la belleza, la unidad, el contenido, el compromiso. Fue un “in crescendo” de alegría sincera y explosiva que contagiaba a todos. Cuando llegó la noche, bajo los rayos de un sol que llenaba de oro todo el espacio, en una calma solemne, después de la intensa jornada […], existía en todos la fuerte impresión de la presencia de María» Posteriormente, hubo una segunda cita de fiesta de los jóvenes, en 1972, que fue aún más numerosa. «Chiara Lubich comprendió que éste sería un instrumento importante para todo el movimiento juvenil. Decidió comprometer a los centros Gen Mundiales en la organización del “Genfest” de 1973, que comenzó a realizarse siempre en Loppiano. En ese año, el padre Pasquale Foresi (cofundador del Movimiento de los Focolares) estuvo presente y dio un discurso importante sobre el llamado de seguir a Jesús. En el anfiteatro al aire libre estaban presentes casi 10 mil jóvenes». ¡Ya nació el Genfest! Fuente: www.loppiano.it Transmisión en vivo: https://www.primomaggioloppiano.it/live/

Pon el amor en movimiento

Pon el amor en movimiento

Cómo comenzó esta aventura de la unidad. Queridísimos, comenzó cuando no yo, sino Otro lo quiso. No sé si saben que de vez en cuando, llegan a la Tierra, dones, llamados carismas. Los envía Aquél que gobierna la historia, la conduce hacia un objetivo bien preciso: el bien, haciendo concurrir a éste incluso todo lo negativo que nosotros, hombres y mujeres, podemos realizar en este mundo. Es Dios, Dios que es Amor, en quien muchos de nosotros creemos fuertemente. Sin embargo, un día, hace muchos años, uno de estos carismas llegó también a nosotros. Por él, entendimos que sobre nosotros, jóvenes de entonces, había un designio maravilloso, una tarea, casi una misión: trabajar en la vida, que se nos había dado, para que todos sean uno, poniendo en movimiento, en nuestro corazón y en el de otros, el amor. ¿Fantasías? ¿Utopía? Ciertamente, no. Si Jesús un día pidió a su Padre del Cielo precisamente así: “Que todos sean uno”. ¿Podía el Padre- Dios de un Hijo-Dios, con el cual es un solo Dios, no escuchar su voz? Partimos seguros hacia esa meta y ahora en el mundo, entre chicos, jóvenes y personas adultas, somos millones y millones de casi todas las naciones existentes. No podemos contar cuántos somos; es una empresa imposible. Obviamente entre los nuestros existe quien no tiene nuestra fe, pero quizás tiene otra, o no la tiene. También estos poseen la así llamada benevolencia, que en todo corazón humano no puede faltar. Así se camina, también junto a ellos, hacia el objetivo de la familia universal, hacia la edificación de un mundo unido. ¿Y si Dios está con nosotros, quién estará contra nosotros? […] Y ahora ustedes empuñen la bandera de nuestro ideal; por un lado dice: unidad, amarse mutuamente hasta estar dispuestos a morir el uno por el otro; el otro sugiere el medio: el esfuerzo, la fatiga, el estar dispuestos también a sufrir, para que en el mundo florezca una sola familia. Son jóvenes, jóvenes. La valentía no puede faltarles. Si nosotros pudimos hacerlo, ¿por qué ustedes no? Chiara Lubich   (Del Archivo del Centro Chiara Lubich)

Mayo significa joven

Mayo significa joven

El zoom apunta a los jóvenes. Este año también partirá idealmente desde Loppiano, la ciudadela de los Focolares, la ya tradicional cita “Semana mundo unido”, una red mundial de acciones marcadas por un espíritu de hermandad entre pueblos y culturas. Desde hace más de veinte años la “Semana” está en el corazón de las iniciativas de los jóvenes de los Focolares, que quieren dar testimonio a todos, no sólo a sus coetáneos sino también a las más altas instituciones, que el mundo unido no es un sueño extraviado entre los vientos de guerra o bajo el peso del malestar social, sino que es una realidad posible. Especialmente si quienes tomen las riendas de la sociedad son las nuevas generaciones, formadas en una cultura de paz. El 1 de mayo, la ciudadela italiana de los Focolares hospedará una de las etapas “nacionales” en el camino hacia el Genfest de Manila (“Beyond all borders”, julio de 2018), reuniendo a 3 mil jóvenes de todas partes de Italia. Una fiesta para hablar de la más difícil de las fronteras que hay que superar para ir al encuentro de los demás: uno mismo. “Beyond me”, en Loppiano, contará las historias de quien ha querido, ante todo, producir en sí mismo un profundo cambio, saliendo de su propia zona de comfort para abrirse a los valores de la solidaridad y a las necesidades del que está a su lado. Para muchos jóvenes presentes, esta experiencia de apertura tiene sus raíces en un encuentro personal con Dios, que transformó sus vidas y permitió superar los miedos. Para otros, fue una superación de una enfermedad o de una discapacidad, para otros la toma de conciencia de un malestar. Estará presente también, en nombre de una amistad ya probada, y con la mira en la visita del Papa a ambas ciudadelas, el 10 de mayo, un nutrido grupo de jóvenes de Nomadelfia. La “Semana mundo unido” (United World Week), que abrirá sus puertas inmediatamente después, será, en cambio, un único gran evento, desplazado en varios puntos del mundo. Una exposición internacional – parte integrante del United World Project – que desde hace más de dos décadas (la primera edición fue en mayo de 1995) vuelve en esta época del año a dar vida, en diversos puntos del planeta – pero sobre todo allí donde prevalecen la soledad, la pobreza, la marginación – a relaciones de pacífica convivencia entre pueblos y culturas. Con el tiempo, la “Semana Mundo Unido” se ha abierto un espacio en la opinión pública, a través de los medios de comunicación social y las redes, permitiendo que esas acciones de fraternidad sean conocidas por las instituciones locales, nacionales y supranacionales, y también por personalidades del mundo de la cultura, del deporte, de la sociedad civil y religiosa. La edición de 2018 tendrá como hilo conductor el tema “Generación Hambre Cero”, uno de los 17 objetivos del desarrollo sustentable contenidos en la Agenda aprobada por los Estados miembros de las Naciones Unidas, para ser alcanzados antes de 2030. Los chicos y jóvenes del Movimiento de los Focolares ya se han comprometido, desde hace tiempo, en dar su aporte al importante proyecto llevado a cabo por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura) sobre los temas de la desnutrición, el derroche de alimentos, el respeto de la naturaleza, con iniciativas personales y colectivas dirigidas a un uso responsable de los recursos de la tierra. La “Semana” será entonces una ocasión para mostrar los frutos de esta colaboración e involucrar a un número creciente de chicos, ciudadanos e instituciones para alcanzar el objetivo. Concluirá, con un “epicentro” el domingo 6 de mayo, con el “Run for unity”, competencia deportiva realizada por centenares de miles de chicos de nacionalidades, religiones, culturas, etnias diversas, que cubrirán la tierra, pasándose idealmente un testimonio de “fraternidad”, de Este a Oeste. En cada etapa, recorrida a pie, o en bicicleta, o haciendo correr un pensamiento de paz, esta carrera de relevos más contracorriente que exista, se enriquecerá con eventos deportivos, juegos, acciones de solidaridad y todo lo que pueda servir para dar testimonio que el sueño de un mundo unido resiste, a pesar de las tensiones o señales contrarias. Y acaso estos chicos serán los protagonistas de todo ello. Chiara Favotti

Nos dejó Tommaso Sorgi

Nos dejó Tommaso Sorgi

Tommaso Sorgi con Igino Giordani

El pasado 24 de abril, Tommaso Sorgi «nos dejó serenamente, luego de una larga vida, completamente entregada a la Iglesia, a la Obra de María y al bien de la humanidad». Así anunció el Movimiento de los Focolares la muerte de este hombre político elegido repetidas veces diputado del Parlamento italiano, entre los primeros focolarinos casados y un estrecho colaborador de Chiara Lubich. Sorgi comenzó y dirigió por muchos años el Centro Igino Giordani. Ayer, 26 de abril, se celebró el funeral en Téramo, su ciudad natal. En breve publicaremos un perfil de su vida.