Movimiento de los Focolares
Ecuador: un nuevo comienzo

Ecuador: un nuevo comienzo

Ecuador_01El Festival por la paz concluye en Ecuador la Semana Mundo Unido, expo de actividades fraternas promovidas por los jóvenes del Movimiento de los Focolares.  El relato de Francesco Ricciardi, de la delegación internacional, quien recorrió las calles del país latinoamericano, en una experiencia en la cual aparece con fuerza la vocación comunitaria de América del Sur. «Instrumentos tradicionales y modernos se unen para armar una fiesta. En el palco, se presentan jóvenes de África, de Asia, de Europa, de las Américas… En síntesis, hoy todo el mundo ¡está presente en Quito! “Incluso en medio de la destrucción ocurrida semanas atrás – nos dice Juan Carlos- hemos visto como se ha generado una cadena de generosidad y solidaridad”. En el palco se cuentan, una detrás de otra, experiencias concretas que se refieren a la etapa post terremoto. Jesús, por ejemplo, cuenta: «Cuando vimos las primeras imágenes, nos dimos cuenta de la gravedad de los daños. Con algunos amigos organizamos una recolección de artículos de primera necesidad, trabajando desde la mañana hasta bastante tarde en la noche, por amor a nuestros hermanos y hermanas». Y Natalia sigue: «Nos dirigimos a los lugares devastados por el terremoto para responder a este grito de dolor. Al principio no resultaba claro de qué manera ayudar. Comprendí que podía amar escuchando, para recibir el dolor de cualquier persona que encontraba». David cuenta: «vi manos desinteresadas que no titubearon ni un segundo en donar comida, agua, medicamentos, dinero; y manos que, aunque no tenían nada, se ponían a disposición para ayudar. Veía un Ecuador resquebrajado por la desesperación, por el miedo, el hambre y la sed; pero también vi rostros de alegría, de satisfacción y de esperanza al recibir ayuda desinteresada. Trabajé al lado de personas que dejaron todo a un lado, su trabajo, los estudios y sus propias familias para ayudar a aquéllos que habían perdido todo. Pude mirar de cerca la bondad de los ecuatorianos y de muchos más» Ecuador_04Hubo momentos artísticos que hicieron que la fiesta fuera más alegre y a la vez preparaban para recibir los testimonios. Melany cuenta: «Cuando comencé a cantar en el coro universitario, me di cuenta de que para ganarse un lugar en el grupo mis compañeros no dudaban en ofender o insultar. Un día decidí compartir las canciones que había escrito. Éste fue el primer paso. Desde ese momento, todo fue diferente. También los otros comenzaron a compartir muchos talentos escondidos, que, finalmente, ¡podían manifestar sin miedo! La relación entre todos mejoró muchísimo. El 8 de mayo de 2015, organizamos un concierto de música latinoamericana con el objetivo de transmitir el valor de la fraternidad». Giorgio y Lara, jóvenes libaneses, que, si bien están sufriendo en medio de una de las más sangrientas guerras de la historia, encuentran la fuerza para amar a todos: «La guerra en Siria ha provocado más de 6,5 millones de refugiados sólo en mi país y 3 millones han huido hacia los países vecinos. No obstante esto, centenares de manifestaciones se han organizado en todo Medio Oriente para recolectar fondos y artículos de todo tipo y testimoniar juntos, cristianos y musulmanes, que la unidad es posible. Conciertos, fiestas, vigilias de oración han transformado el miedo en esperanza, el odio en perdón, la venganza en paz. Muchas familias, aún con pocos recursos económicos han acogido a los refugiados iraquíes. En Siria muchas personas nos dijeron que “el amor vence todo, también cuando parece que es imposible”» David y Catalina, presentan las “Escuelas de Paz”, una iniciativa promovida en colaboración con el Istituto Universitario Sophia: «El objetivo es crear espacios de formación teórica y práctica para profundizar las relaciones consigo mismos, con los demás, con la creación, con los objetos y con la trascendencia. La fraternidad universal puede crear una política al servicio del hombre; una economía basada en la comunión; una ecología en equilibrio: la Tierra es la casa de todos» Es una realización concreta del United World Project. El festival de la inculturación concluye con Samiy, un joven indígena de la comunidad Kitu Kara: «Hemos vivido una semana en la que experimentamos que es posible vivir la fraternidad, la unidad, la solidaridad y la paz en nuestra vida, en nuestro ambiente y en todo nuestro planeta. La humanidad está viva; nuestro compromiso es personal, pero podemos lograrlo sólo si nos sentimos parte de una comunidad. Hoy hemos asistido a la belleza de la diversidad y a la riqueza de las culturas». La alegría es incontenible. Y así, durante las canciones que concluían esa Semana, ¡nos encontramos todos bailando en el estadio!. Jóvenes y adultos, niños y adolescentes. Todos festejando y gozando. Pero no es una alegría efímera, es la consciencia de que somos muchos, un pueblo que quiere que el Amor sea su propia bandera. Y como dicen Lidia y Walter «ésta no es una conclusión. ¡Esto es sólo el comienzo!» Fuente: Città Nuova online  

Semana de oración por la unidad de los cristianos en el hemisferio sur

Semana de oración por la unidad de los cristianos en el hemisferio sur

2015-Posadas-preghieraEn este período en todo el hemisferio sur pero también en algunas iglesias evangélicas del norte, por la cercanía a la fiesta de Pentecostés, el Consejo ecuménico de las Iglesias, junto a la Iglesia Católica invitan a celebrar la Semana de oración por la unidad de los cristianos, sobre el tema “Llamados a anunciar a todos las obras maravillosas de Dios”. El Movimiento de los Focolares, junto a otros, en varias partes del mundo, trabaja activamente en la preparación de momentos de encuentro y reflexión entre los fieles, con representantes de varias iglesias, y de acciones comunes entre las iglesias locales para ayudar a los menos favorecidos. Por ejemplo, en Rosario (Argentina), donde el año pasado se recogió una suma consistente para un lugar de acogida nocturna para personas sin casa. O en Chile, donde se reunieron juntas todas las autoridades eclesiales: el cardenal de Santiago, el arzobispo de la Iglesia siro-ortodoxa, la obispa luterana y numerosos pastores y dirigentes de Movimientos y comunidades cristianas. La semana de oración es también un punto de partida para otras actividades durante el año. souc_nova

Después de la crisis, el amor. El verdadero amor.

Después de la crisis, el amor. El verdadero amor.

Mariarosa e Renzo Bardi-a«“La historia de una familia está surcada por crisis de todo tipo”, afirma el papa Francisco, cuando empieza a hablar de la crisis de pareja en Amoris Laetitia (AL 232 y ss.), identificando las distintas fases con mucho realismo. Esas páginas  parecen contar mi historia. Yo, que siendo un niño de apenas 5 años, por la guerra me quedé huérfano de padre y de perspectivas. Yo, que siendo joven, encontré en el amor de una chica un soplo de vida nueva y una esperanza de felicidad. Yo, que hecho hombre, me sentí defraudado y me quedé solo. Pero también el relato de una comunidad que acoge y salva. Una vez finalizados los estudios náuticos, me embarqué en los buques de la Marina Mercante y durante unos días de permiso conocí a Mariarosa y floreció el amor. Un sentimiento tan grande que no admitía distancias. Por ella dejé el mar. El nuevo trabajo nos obligó a vivir lejos de nuestras familias, de los amigos, de la vida de siempre. Todo el universo estaba encerrado en nosotros dos envueltos en un sueño. Tanto ella como yo concentrábamos en el otro cualquier expectativa de felicidad. Todo marchaba sobre ruedas hasta que nuestras diversidades, que en un primer momento resultaban atrayentes, empezaron a molestarnos, hasta el punto de que nos parecían inaceptables. Llegamos a no reconocernos más y a convencernos de que habíamos elegido a la persona equivocada.  Con amarga decepción, tuvimos que admitir que el sueño se había acabado. Y con él, nuestro matrimonio. Nos dejamos. Me encontré solo, en una casa vacía, sumido en la rabia y en la desesperación. image027Luego de una fiesta de bodas de un colega, uno de los invitados me dio ánimo para volver a casa. Animado por su escucha profunda, le conté mi situación. Él me brindó su amistad, pero yo, decepcionado por la vida y por las personas, le contesté que ya no creía en la amistad. “Yo te propongo una amistad nueva – dijo reanudando el discurso con confianza – la de amarnos como Jesús nos amó”. Ese “como” abrió una brecha en mi alma. Empecé a verme con su familia y sus amigos del Focolar, amigos que se volvieron  también mis amigos. Era realmente lo que necesitaba: la cercanía de personas que no me juzgaban, no me daban consejos, no se jactaban de su propia felicidad. Por el contrario sabían comprender la angustia de quienes como yo estábamos a la deriva. Su manera de vivir era como un espejo en el que veía reflejado todo mi pasado, marcado por una serie de errores y egoísmos ensartados, que lo habían malogrado. Sobre su ejemplo, yo también empecé a hacer algo bueno por los demás. 20160511-01Dos años después, recibí una carta de Mariarosa, absolutamente inesperada. También ella en su ciudad, a través de caminos completamente distintos, había conocido a personas que le hicieron encontrar la mirada de amor de Jesús. Titubeantes, nos volvimos a encontrar y en ese momento advertimos que Dios nos había dado un corazón nuevo y la certeza de que nuestro amor podía volver a florecer. Un amor cuya medida ya no era esperar, sino dar. En la misericordia empezó una trayectoria hasta la refundación de nuestra familia, que se alegraría por la llegada de seis hijos, entre ellos,  tres gemelas. Ya no aislados sino compartiendo con otras parejas iniciábamos el recomenzar de cada día, experimentando que aún en medio de las fatigas y de las pruebas, que nunca faltan, podemos construirnos como pareja con un horizonte de felicidad, en una vida cotidiana en la que se entrelazan comunión, reciprocidad, profundo deseo de compartir sentimientos, propósitos, donación hacia los hijos y hacia todos. Experimentamos así, en la alegría, como escribe Francisco, que una crisis superada lleva realmente a “mejorar, asentar y madurar el vino de la unión”. Y también que cada crisis es la ocasión para “llegar a beber juntos el mejor vino” (AL 232)».    

Cárceles: “Los jóvenes del comité externo”

Cárceles: “Los jóvenes del comité externo”

20160510-03«Sentíamos la exigencia fuerte de sumergirnos en las heridas de nuestra ciudad. Nos involucró en esta tarea Patrizia, profesora y colaboradora de la revista Città Nuova, quien estaba escribiendo un libro sobre los menores, hijos de detenidos y que recién había conocido el comité Break the Wall. Se trata de 7 detenidos que, entre las distintas actividades que realizaban en su sección, estaban tratando de que se hiciera algo más para los niños que los fríos encuentros que se realizaban en el locutorio. Querían realizar fiestas, eventos para que los niños se divirtieran y tuvieran un lindo recuerdo de sus padres que por estar presos, estaban separados de ellos. Entre nosotros y los detenidos del Comité, las educadoras y la directora de la sección se estableció en seguida una relación de confianza y colaboración. El primer encuentro con los detenidos fue en la Navidad de 2014. Nos impresionó la normativa de la policía carcelaria de dejar, por motivos de seguridad,  todas nuestras pertenencias antes de entrar por el portón. Se referían a los objetos personales, pero para nosotros esto sonó como un llamado simbólico a dejar atrás todos nuestros prejuicios. Los detenidos no podían creer que tantos jóvenes pudieran emplear la mañana de un sábado para estar allí con ellos. A partir de esa fiesta empezamos un camino que no era tanto de voluntariado sino de una relación verdadera y profunda construida con los mismos detenidos. Alguno, escuchándonos hablar de lo que hacíamos, nos dijo que éramos muy valientes. Para nosotros, en cambio, se trataba de tener confianza en el otro, aunque hubiese cometido un crimen, y así transmitir la esperanza de que es posible cambiar y recomenzar. Recordamos la alegría de uno de ellos que estaba feliz de poder emplear sus talentos en algo legal, sin sacar ningún provecho de la acción, como ocurría en cambio con las actividades ilícitas. Para él que no tenía hijos, trabajar para los niños, hacía que se sintiera pleno y satisfecho. El año pasado nos encontramos con los detenidos del Comité, para planificar un nuevo evento. Una carta de ellos de agradecimiento confirmó el entusiasmo y la alegría de aquel encuentro, en el que pudimos sentarnos juntos, como si no estuviéramos en una habitación dentro de una cárcel. También merendamos juntos, porque nos recibieron cálidamente, como si fuéramos viejos amigos. Ahora nos llaman “los jóvenes del Comité externo”. En esa ocasión se abrieron y nos contaron los efectos concretos de estar detenidos en la vida cotidiana. Por ejemplo, nos decían que quien está en la cárcel no logra enfocar el panorama, los ojos deben volver a adquirir la capacidad de mirar lejos, pues pierden la costumbre de mirar el horizonte. Uno de ellos nos saludó con un mensaje: “A los jóvenes les digo que continúen dedicándose a estas actividades porque a menudo quien está adentro lo único que necesita es ver que desde afuera existe interés hacia nuestros problemas, para tener una segunda oportunidad. A menudo la cárcel corta los puentes y el abandono crea monstruos. Por esto, de mi parte les agradezco”. En marzo pasado, en ocasión de la fiesta del padre, organizamos juegos y actividades con las que animamos la mañana o la tarde. Media jornada muy sencilla, permitió que esas familias, por lo general divididas, vivieran bellos momentos juntos y que esos niños conservaran lindos recuerdos de la relación tan delicada y difícil con sus papás. Algunos de nuestros amigos estaban presentes en la visita que el Papa Francisco realizó a la cárcel el Jueves Santo del año pasado y participaron en la celebración de la S. Misa y nos contaron sobre la profunda emoción que vivieron. Fue para ellos un momento precioso. «La cárcel – nos dicen a menudo-, además de la libertad elimina las emociones». Pero en este tiempo tal vez algo cambió: existe la alegría de encontrarse y de colaborar sin prejuicios. En ellos hemos descubierto el rostro de Jesús prisionero, de Jesús marginado. Cada vez que salimos de la cárcel de Rebibbia, sentimos que aprendimos el valor de querer cambiar, de admitir los propios errores, de recomenzar. Experimentamos el amor personal de Dios y de su inmensa Misericordia».  

María Voce y Jesús Morán en Kenia

Síntesis del programa del viaje:

  • 15 mayo: fiesta de acogida en la “Mariápolis Piero”
  • 17-20 mayo: participación en varios momentos en la Escuela para la inculturación.
  • 21-22 mayo: participación en el encuentro pan-africano de Familias Nuevas.
  • 25 mayo: saludo al Consejo Académico de la CUEA (Catholic University of Eastern Africa)
  • 27 mayo: intervención ante la Comisión Ecuménica.
  • 28-29 mayo: encuentro con la comunidad del Movimiento de los Focolares en Kenia, y una representación de Burundi, Ruanda, Uganda, Tanzania –inauguración de la Iglesia “María de la Luz”.

Loppiano – Ejercicios espirituales para consagradas

22 -28 de agosto En el Año de la Misericordia, las Consagradas que adhieren al Movimiento de los Focolares convocan a una semana de ejercicios espirituales en la ciudadela de Loppiano, en el Centro de espiritualidad “Casa Emaús”. «Las Consagradas también tendrán la posibilidad de ahondar su propio carisma a la luz de la espiritualidad de la unidad –declara la responsable, Sor Antonia Moioli – y en este contexto podrán vivir la reciprocidad de los carismas, creciendo en el ser constructoras de puentes hacia todos aquellos que encuentran». Invitación

Fiesta de Europa. La perspectiva de los Focolares

Fiesta de Europa. La perspectiva de los Focolares

Europe«Resignación y cansancio no pertenecen al alma de Europa; las dificultades pueden convertirse en potentes promotoras de unidad», ha afirmado el papa Francisco a la consigna del Premio Carlomagno, el pasado 6 de mayo. Si para buena parte de los europeos el 9 de mayo significa celebrar la integración, la unidad y la paz en Europa en el aniversario de la declaración de Schuman del 9 de mayo de 1950, en el origen de la Unión Europea, para otros, marcó el comienzo del período de privación de derechos bajo la Unión Soviética, comenzado con la declaración de la victoria de Stalin en Alemania el 9 de mayo de 1945. Esta es la historia con la cual el innovador proceso de integración de Europa debe enfrentarse hoy, después de 60 años. Y sobre las contradicciones inherentes a estos paradigmas culturales y sociales que atraviesan los pueblos de Europa, en la crisis actual, se plantea la pregunta: ¿Es todavía válida y actual la experiencia europea? ¿Los europeos todavía quieren estar juntos? Para Pasquale Ferrara, diplomático italiano, estudioso y profesor de Relaciones Internacionales y Diplomacia, «la visión europea de la integración, es decir, poner juntos no tanto la soberanía cuanto la voluntad política de muchos países para gobernar juntos fenómenos que escapan al control de los Estados, sigue siendo una gran intuición». Mediante la integración «Europa demuestra que el multilateralismo puede tener, también hoy, un valor añadido si ya no es el estado el foco de atención, sino la función política que desempeña, es decir, responder a las necesidades de los ciudadanos en un mundo globalizado y transnacional». dsc_5834«Una Europa capaz de estar junta y redescubrir de esta forma lo que puede hacer más y mejor por el mundo». Así, Maria Voce resume la perspectiva del Movimiento de los Focolares en su participación en los procesos en curso en Europa. Un ejemplo de esto es “Juntos por Europa”, en el que convergen más de 300 Comunidades y Movimientos de iglesias cristianas, una red que trabaja con objetivos comunes en función del continente, promoviendo una cultura de reciprocidad mediante la cual individuos y pueblos pueden aceptarse, conocerse, reconciliarse, apoyarse mutuamente. «”Juntos por Europa” no es un fin en sí mismo, sino que posee una naturaleza exquisitamente política, en el sentido más noble del término: trabaja por el bien de esta porción de humanidad que es Europa, con el fin de reavivar sus raíces, consciente también de dar un aporte al resto del mundo». Del 30 de junio al 2 de julio de 2016 “Juntos por Europa” promueve en Munich, Alemania, un evento de reflexión y acción. Durante dos días, 36 mesas redondas y foros permitirán el intercambio de experiencias y perspectivas sobre muchas cuestiones relativas a Europa. El evento tendrá su conclusión, el tercer día, con un acto público en la plaza. Papa Francisco y el Patriarca Bartolomé asistirán a través de vídeo mensajes personales. Jean-Claude Junker, presidente de la Comisión Europea y Thorbjørn Jagland, secretario general del Consejo de Europa, han otorgado su patrocinio (http://www.together4europe.org/). «En el momento en que hay más necesidad de Europa, menos Europa se muestra a la altura de estos desafíos», afirma Ferrara en referencia a la falta de figuras políticas con una visión amplia. Y concluye: «¿Pero quizás miramos en la dirección equivocada? Tal vez pensamos que se necesiten uno o más líderes políticos y en cambio debemos tomar en cuenta a la sociedad civil, centrándonos más en los jóvenes y en su creatividad social y política, en su capacidad de imaginar el “viejo” continente como un continente “nuevo”». Fuente: Notas de Prensa

Slotmob: una pequeña idea que se expande cada vez más

Slotmob: una pequeña idea que se expande cada vez más

SlotmobFue en el verano de 2013, gracias a la comunión entre un grupo de jóvenes de Roma, cuando nació la idea de hacer algo para frenar la proliferación de los juegos de azar. Era cada vez más frecuente ver a personas mayores y a jóvenes ante las máquinitas tragamonedas, instaladas en muchísimas cafeterías. En los últimos años, a pesar de la crisis económica, el ofrecimiento y el consumo de juegos de azar en Italia ha crecido en forma vertiginosa. Los italianos gastan 85 billones por año y las maquinitas tragamonedas de última generación son más de 50.000. Se calcula que los adictos a los juegos de azar son casi 800.000. Vemos que el juego de azar está devastando nuestras ciudades, empobreciendo el tejido social, creando soledad y aislamiento. La causa del crecimiento exponencial de la oferta del juego de azar es una visión de la economía en la cual están interesadas las multinacionales del sector, con el consentimiento de un Estado que ve en esto la posibilidad de una ganancia. Ante este escenario desolador, este grupo de jóvenes romanos se preguntaba qué se podía hacer… y de allí nació la idea de premiar a los dueños de las cafeterías que decidieran no tener estas maquinitas tragamonedas en su local. Los jóvenes fueron masivamente a comer a esas cafeterías y realizaron una Slotmob[1]. Al principio pensaban proponerlo sólo en Roma y Milán, pero la idea simple y concreta atrajo a distintas personas, del norte al sur de la península. En estos dos años y medio se realizaron 120 slotmob, en los que participaron  más de 10.000 personas, poniendo en red a más de 200 asociaciones. Se crearon así relaciones entre realidades muy distintas entre ellas, creando espacios de encuentro y conocimiento, tejiendo ese vínculo social que el azar había disgregado. «En Roma concentramos nuestro esfuerzo en una zona llamada “Las Vegas” de Italia – cuenta María Chiara- . En poco tiempo se creó una red que involucró a 7 asociaciones locales, que se ocupan del juego de azar bajo distintas modalidades. Nació una relación sincera, no priva de las dificultades del trabajo en común. Así nació el proyecto “No nos metamos en el azar”, que involucró algunas escuelas de la ciudad. Hablar con los jóvenes del poder de nuestras elecciones y de cómo podemos cambiar una realidad injusta a partir de nosotros mismos, no es un ejercicio fácil, pero es de verdad importante construir un mundo más justo e involucrar a los jóvenes en este proceso de cambio». 1462534289«En la experiencia Slotmob – sigue- estamos encontrándonos con muchas personas, muchas historias, que nos llevan a comprender cómo esta adicción al juego de azar es una herida abierta en nuestra sociedad. Durante uno de estos slotmob, un señor que nos había ayudado a organizar los juegos con los muchachos, tomó el micrófono y nos contó su experiencia como adicto al azar. No dijo: “Mi vida está hecha de luces y de sombras y lo que me empuja al juego de azar es la soledad, pero hoy viéndolos a todos ustedes aquí ya no me siento solo. Por lo tanto me comprometo a no jugar más y si me encuentran delante de una maquinita traga monedas, están autorizados a detenerme recordándome esta promesa que hoy les hago». «Si miramos hacia atrás – concluye María Chiara- hemos logrado resultados impensables: se bloquearon dos leyes que disminuyeron el poder de los alcaldes en el manejo  del juego de azar; hemos obtenido el veto parcial de la publicidad en televisión y una mayor atención de los medios de comunicación sobre el tema. Somos conscientes de que el camino es todavía largo. Queremos que la publicidad sobre el juego de azar se prohíba totalmente y queremos que se debata a fin de que la gestión de juegos de azar no esté en manos de las multinacionales. Por estas razones el 7 de mayo próximo estaremos en más de 40 plazas de toda Italia para afirmar nuestro Sí a una economía distinta, y premiar aquellas cafeterías que dijeron que no al juego de azar».   [1] Campaña contra el uso de las “slot machines” (máquinas tragamonedas),

Chiara Lubich a los Jóvenes por un Mundo Unido

Chiara Lubich a los Jóvenes por un Mundo Unido

1271678«Queridísimos Jóvenes por un Mundo Unido: Sé que desean recibir un mensaje que contribuya también al buen éxito de la Semana Mundo Unido. ¿Qué tema deseo tratar? No puedo elegir uno más apropiado que el objetivo de ustedes: el mundo unido. Pero, ¿podemos hablar de mundo unido? ¿Es factible pensar en un mundo unido, de manera que la atención que le dedicamos y las fuerzas que empleamos para ello puedan cooperar realmente para alcanzar un día ese objetivo? ¿Acaso la nuestra es una utopía, irrealizable y fantástica, como alguien puede pensar? Vivimos tiempos en los que no faltan los indicios de que el mundo se encamina hacia ese objetivo. En primer lugar, la convicción de que la unidad es un signo de los tiempos. Y esto significa que las personas que poseen especiales cualidades y capacidades para escrutar los tiempos en los que vivimos afirman que el mundo se encamina hacia la unidad. Varias veces yo misma he hablado sobre esto, y quizás algunos lo recuerden, pero lo he hecho examinando sobre todo su aspecto religioso. Pero esa tendencia a la unidad, en esta época, no se limita a este ámbito; se extiende también al político. Además de la ONU, integrada por casi todos los Estados del mundo, existe en África, por ejemplo, la Organización de la Unidad Africana, o sea, una organización compuesta por casi todos los Países africanos. En Asia existen varias asociaciones de Estados como: la Organización de la Conferencia Islámica, que comprende 53 Países musulmanes; la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, y otras. En América recordamos la Organización de Estados Americanos (del Norte, Centro y Sudamérica), y el Sistema Económico Latinoamericano. En Europa existe la Comunidad Económica Europea Central que además comprende los Países del Este y la Unión Europea. Por otra parte, muchas personas de gran sabiduría y de diferentes culturas han expresado su pensamiento sobre este tema; y sería bueno conocerlo. Pero aquí, en Brasil, desde donde les dirijo este mensaje, no tengo la posibilidad de tenerlo a mano. Encuentro solamente algunos pensamientos de los últimos Papas que, por ser personas santas, además de acreditadas, afirman cosas que pueden interesar a todo el mundo. Tanto el Papa Pío XII, como Juan XXIII y Pablo VI expresaron ideas parecidas a esas. Pablo VI, en la Populorum Progressio, dice: “… ¿Quién no ve la necesidad de llegar progresivamente a instaurar una autoridad mundial que pueda actuar eficazmente en el terreno jurídico y político?”. El Papa actual, en nuestro Genfest 1990, se expresó así: “Realmente, parece que la prospectiva que emerge de los múltiples signos de los tiempos es la de un mundo unido. Es la gran expectativa de los hombres de hoy, la esperanza y, al mismo tiempo, el gran desafío del futuro. Percibimos que estamos procediendo hacia la unidad bajo el impulso de una excepcional aceleración”. Queridísimos jóvenes: Ustedes aspiran, ustedes trabajan por un mundo unido. ¿Y qué hacen? Actividades, que pueden parecer incluso pequeñas y desproporcionadas, aunque significativas, frente al objetivo que se han propuesto. Tal vez, cuando tengan unos años más, alguno de ustedes  podrá trabajar directamente en los distintos organismos orientados al mundo unido. Pero pienso que, aunque todo eso será muy útil, no será ni eso ni aquello lo que contribuirá a realizarlo de manera decisiva. Lo principal será ofrecer al mundo, en este proceso hacia la unidad que lo domina, un alma. Y esa alma es el amor. Deben desencadenar a su alrededor, en todos los Países donde viven, la revolución del amor. Hoy no basta hacer beneficencia o prestar asistencia, aunque con ello damos por amor. Hoy es necesario “ser el amor”, o sea, sentir lo que el otro siente, ‘vivir el otro’ , ‘los otros’, y tender a la unidad según nuestra espiritualidad de fuego, ya encendida por acá y por allá, también gracias a ustedes, por todo el planeta. Lo afirmaba también Juan Pablo II, aún en el Genfest 1990: “Sean conscientes – lo repito – que el camino hacia el mundo unido… se basa en la construcción de relaciones solidarias y la solidaridad tiene sus raíces en la caridad” (en el amor). Por tanto, construir relaciones de unidad enraizadas en el amor. Y deben vivir este amor antes que nada entre ustedes. Y así, llegar a realizarlo con muchos, muchos, en todos los ambientes que frecuentan: entre la gente, por ejemplo, entre los que deciden el destino de los pueblos, en las instituciones, en las organizaciones pequeñas y grandes del mundo… en todas partes. Entonces sí que las intenciones de quienes las instituyeron alcanzarán el objetivo. Y se trabajará realmente por un mundo unido. Coraje, entonces, Jóvenes por un Mundo Unido. Sigan el más fascinante y espléndido Ideal que pueda existir en la Tierra. Y ¡no están solos! Lo saben ustedes, que están orgullosos del nombre de cristianos, pues si viven así, Cristo está entre ustedes. Lo saben ustedes, que tienen otra convicción o creencia religiosa, que la unión hace la fuerza. Entonces, adelante: empiecen o sigan, con el entusiasmo que les caracteriza y con la determinación que no les falta. Yo, todos nosotros, estamos con ustedes… hasta alcanzar la victoria final, cuando Dios quiera. Pero ¿quién cosechará, si no hay quien siembra? Ésta es la tarea de ustedes, en este momento de la historia que, en el fondo, ya hace vislumbrar que no está lejos el objetivo por el cual viven.» Chiara Lubich