Movimiento de los Focolares

Un alma de paz para el mundo

Oct 7, 2024

Hoy, 7 de octubre, es la jornada de ayuno y oración por la paz convocada por el Papa Francisco. Proponemos un extracto del mensaje de Chiara Lubich a los «Jóvenes por un mundo unido» en mayo de 1998.

“Ustedes aspiran, ustedes trabajan por un mundo unido” (un mundo de paz y fraternidad).

¿Y qué hacen? Actividades, que pueden parecer pequeñas y desproporcionadas – aunque significativas en su intención– frente al objetivo que se propusieron. Tal vez […] alguno de ustedes llegue a trabajar directamente en los distintos organismos orientados al mundo unido.

Pero pienso que aunque todo eso sea muy útil, no será eso ni lo uno ni lo otro lo que contribuirá a realizarlo de manera decisiva.

Será más bien ofrecer al mundo […] un alma. Y esta alma es el amor. […]

Hoy es necesario “ser el amor”, o sea, sentir con el otro, ‘vivir el otro’, los otros y tender a la unidad […] en todo el planeta. […]

Por tanto, construir lazos de unidad, de solidaridad, que tienen su raíz en el amor.

Y este amor tienen que vivirlo antes que nada entre ustedes.

Y así llegar a extenderlo entre muchos […] entre la gente, entre los que deciden los destinos de los pueblos, en las instituciones, en las organizaciones pequeñas y grandes del mundo… en todas partes. Entonces sí que las intenciones de quienes las crearon alcanzarán el objetivo. Y se trabajará realmente por un mundo unido, (un mundo más pacífico). […]

Chiara Lubich

Questo pensiero è stato letto da Margaret Karram, Presidente del Movimento dei Focolari, durante Collegamento del 28 settembre 2024. Si può vedere facendo click qui.

https://youtu.be/6TZqxTekn-0?si=oytRXe9XQE7lSUAn&t=3413
___

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Suscríbete a la Newsletter

Pensamiento del día

Artículos relacionados

Vivir el Evangelio: hacer nuevas todas las cosas

Vivir el Evangelio: hacer nuevas todas las cosas

La manera en que Dios obra en nuestras vidas nos muestra la manera de cambiar nuestra perspectiva. Es la oportunidad de renovar nuestra visión de las cosas. ¿Nuestra tarea? Confiar en Dios para ver maravillas.