Se llama “Condecoración de la Orden del Congreso de Colombia”, y fue instituida en 1987 por el parlamento colombiano: es el reconocimiento que las dos cámaras, en nombre del pueblo, otorgan a ciudadanos o instituciones por su servicio al país. Y fue esta la motivación por la que se otorgó la  condecoración –solicitada por el Senador de la República José Darío Salazar Cruz– al Movimiento del los Focolares, que fue entregada al magistrado italiano, Dr. Giovanni Caso, presidente honorario adjunto de la Corte de Casación italiana.

“Acogemos este reconocimiento a la obra de Chiara como un ulterior estímulo a proseguir, con mayor convicción y brío, el camino por ella trazado por doquier y en especial en Colombia”; escribió la presidente de los Focolares María Voce en el mensaje de agradecimiento enviado a los diputados y a todos los presentes reunidos en sesión extraordinaria en el Congreso de la República de Colombia, el 25 de abril. En dicha ocasión se le otorgó a los Focolares el título de “Comendador”, con el objeto de “poner en evidencia el excelso aporte que el Movimiento ha dado a lo largo de sus 40 años de  presencia en Colombia en beneficio de la convivencia y de la fraternidad”.

Estaban presentes el secretario de la Conferencia Episcopal, Mons. Daniel Falla Robles, el obispo anglicano Francisco Duque, y el Personero de Bogotá (responsable de la oficina de Derechos Humanos del distrito), Dr. Ricardo Cañón. En el reconocimiento se recordó en especial cómo los Focolares, en sus 40 años de permanencia en Colombia, han generado “modelos de convivencia en varios ambientes de la sociedad, en el mundo de la pedagogía, del derecho, de la economía…”. En su discurso, el Senador citó entre sus obras concretas, la de Los Chircales, la Escuela Sol Naciente, la colaboración con la Pastoral Social de Soacha, entre otras.

Sobre la fraternidad, “presupuesto esencial de toda convivencia”, también puso el acento María Voce, considerando que “si se aplica a vasta escala, en la acción política, jurídica, social, ofrece posibilidades sorprendentes. Favorece el diálogo a distintos niveles y permite mantener unidas y valorar las culturas, distintas formas de pensar, experiencias humanas divergentes, que de lo contrario podrían desembocar en conflictos irremediables. Gracias a la fraternidad adquiere también un nuevo significado la libertad, y la igualdad, que son las bases de la democracia. La fraternidad puede sustentar y darle nueva luz a los organismos comprometidos en superar las barreras existentes entre individuos y pueblos y acelerar las etapas del camino hacia la unidad de la familia humana y garantizar la paz”.

Prosigue por lo tanto el compromiso de los Focolares en Colombia, donde en días pasados concretaron también una serie de encuentros con el Dr. Caso, quien es miembro de la comisión central internacional de Comunión y Derecho, que es la red internacional de investigadores y profesionales en el campo del derecho. Precedentemente tuvieron lugar en su agenda otras intervenciones en Centroamérica, en especial una importante cita con los profesionales del derecho de Guatemala.

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