Embarazo y trabajo
2014_07_gravidanzaAnte la noticia de que esperaba un niño, a pesar de las promesas recibidas, la empresa en la que trabajaba no estuvo dispuesta a darme más permisos, ni indemnizaciones, ni garantías para el futuro. Por lo que tuve que renunciar. A este punto un amigo me ofreció un cargo en su oficina. Era un contrato ficticio: ahí no podía trabajar, pero me reconocerían los derechos como madre trabajadora. Ya estaba preparando los documentos cuando mi conciencia se rebeló. Era ilegal, estaba organizando un robo al Estado, y yo quería ser una madre honesta para el hijo que estaba esperando. Entonces rechacé la propuesta, y afronté la objeción de mis parientes. También ellos, días después quedaron sorprendidos de cómo Dios respondió con su providencia: a mi esposo le ofrecieron un nuevo curso profesional, la cuna, el cochecito, ropa para el niño, y un nuevo trabajo para mí.

M. L. – Sicilia

La tabla de planchar
Desde hacía poco mi hijo se había ido a vivir solo. A menudo venía a visitarme y un día, viéndome planchar, me dijo: «¿Sabes una cosa? Me hace falta una tabla de planchar». No lo pensé dos veces y le ofrecí la mía. Él se fue contento, pero más feliz me sentí yo de poder darle algo que realmente necesitaba. Después de un par de días una amiga me preguntó: «¿Te serviría una tabla de planchar? Tengo una en la bodega que ya no me sirve». Me quedé congelada, además era mucho más cómoda de la que había regalado.

R. B. – Suiza

El compañero de escuela
Un día, un compañero de mi clase empezó a tirar por los aires los libros y los cuadernos, blasfemando contra Dios: «¿Por qué no estás cuando te necesito? ¿Qué estás haciendo allá arriba?». No entendía lo que le pasaba, hasta que me enteré de que a su mamá la tenían que operar de cáncer. Estuve cerca, compartiendo con él este gran dolor, y al final, le pedimos juntos a Jesús que la operación saliera bien. También mis otras compañeras rezaron. Mi salón de clase parecía transformado, este episodio nos unió más. La operación salió bien y todos agradecimos a Dios.

J.S. – Alemania

Trabajo de traducciones
2014_07_interpreteNecesitaba dinero y había logrado conseguir trabajo haciendo traducciones. Un día una amiga me contó que estaba pasando un momento difícil económicamente. Entonces le ofrecí que compartiera conmigo el trabajo que estaba haciendo. Ese mismo día me ofrecieron un trabajo donde podía ganar el doble de lo que iba a compartir con mi amiga.

E. M. – Azores

 

3 Comments

  • Grazie delle preziose esperienze sulla Parola di Vita del mese, le ritengo molto utili per incoraggiarci a fare anche noi esperienze sulla Parola e a mettere in pratica la Parola.
    Per lo stesso motivo grazie dei profili di quelli che ci hanno preceduto, sono perle preziossime che Dio ha colto nel suo amore e che anche tramite questa pubblicazione, ricordo, conosco, amo, chiedo aiuto per il santo viaggio della vita!
    Ernesto

  • Ça fait de la joie au cœur de vous lire et grande sera notre joie si on pouvait recevoir la parole de vie sur notre email.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *