“Este simposio nos ha hecho ver que es posible encontrarnos y compartir nuestras experiencias de fe. Es un puente histórico. Nos hace recordar que la ciudad de Katowice es multicultural desde su origen. Hoy, el hecho de que los representantes de tres grandes religiones hayan hablado sobre los valores universales, como la verdad, la paz, la justicia, nos ha enriquecido recíprocamente”. Así se expresó el obispo de la Iglesia Evangélica-Luterana, Taddeusz Szurman, durante la conclusión del Simposio interreligioso, desarrollado durante la vigilia del de Asís, en la Facultad Teológica de la Universidad de Katowice (Polonia) con el título “Peregrinos de la verdad, peregrinos de la paz”.

Promovido por la Arquidiócesis, junto a las autoridades civiles y la Universidad de Katowice, el simposio contó con la participación de 230 personas. Fue significativa la presencia de los hebreos, junto con Michael Schudrich, Rabino principal de Polonia; de los musulmanes, con el Imán Nedal Abu Tabaq, Mufti de la Liga Musulmana en Polonia; de los cristianos, representados por el Arzobispo católico de Katowice Damián Zimon, el Obispo de la Iglesia Evangélica-Luterana Taddeusz Szurman y el responsable de la Iglesia Ortodoxa en Slesia Sergiusz Dziewiatowski; y de personas de convicciones no religiosas. Había también algunas autoridades civiles, empezando por el Presidente de Katowice Piotr Uszok y rectores de varias universidades, además de representantes de algunos movimientos y comunidades eclesiales.

Para el Movimiento de los Focolares, en Katowice, que participó en la preparación, no es nuevo del diálogo interreligioso. De hecho, mantiene relaciones con grupos de musulmanes con quienes, junto a la Arquidiócesis y el Centro de los Musulmanes, organiza la “Jornada del Islam en la Iglesia católica polaca” (promovida por la Conferencia Episcopal Polaca desde hace más de 10 años). Además, se realizan encuentros con grupos de hebreos y, casi todos los meses, con musulmanes en la sede del Movimiento. Antes del Simposio, en el focolar, los responsables de las tres religiones monoteístas, estrecharon entre ellos un pacto de unidad. Esta atmósfera de fraternidad basada en relaciones profundas y de estima recíproca fue, después, subrayada por muchos de los participantes.

Las intervenciones profundizaron los conceptos de la paz y la verdad – en las tradiciones cristiana, hebrea y musulmana. El Mufti de la Liga Musulmana subrayó la importancia de no tener miedo los unos de los otros, de descubrir las diferencias como dones que enriquecen. El Rabino recordó con afecto la figura de Juan Pablo II, quien le mostró la belleza de estar abiertos a los demás. Cada uno expresó el deseo de buscar lo que nos une y de cooperar para el bien de Katowice y del mundo.

“Estoy muy agradecido con todos los organizadores por haber hecho este simposio tan fraterno- dijo el Arzobispo de Katowice-. He visto una notable presencia de los miembros del Movimiento de los Focolares, y esto ha sido muy importante, fundamental para crear esta atmósfera de fraternidad”.

Como signo visible se plantó un árbol en la plaza que está delante de la Catedral de Katowice. “Hay muchos árboles en Katowice –dijo el Rabino de Alta Slesia-. Pero éste tiene un significado especial: simboliza la fraternidad vivida por nosotros hebreos, cristianos y musulmanes”.

El simposio se concluyó con la proclamación de un Llamado a la Paz –leído en tres idiomas: polaco, hebreo y árabe. Estaba escrito, entre otras cosas: “Todos quieren contribuir para que la humanidad llegue a ser una única familia”.

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