En las Colinas de La Guacamaya, un barrio marginal de Valencia, importante ciudad industrial de Venezuela, muchos padres no tienen dónde dejar a sus niños durante las horas de trabajo, como sucede en tantas otras partes.

Ya desde hace varios años Ofelia, una voluntaria del Movimiento de los Focolares, fundó el preescolar Arco Iris, y construyó las instalaciones en el jardín de su casa. Estos niños reciben una atención personalizada, allí aprenden las nociones básicas para poder frecuentar con éxito la escuela.

Los niños que asisten al preescolar son actualmente 40, de los cuatro a los… catorce años. De hecho, dado que hay niños que por motivos ajenos a su voluntad no pueden ir a la escuela regular, se decidió ofrecerles la posibilidad de seguir instruyéndose de algún modo en las instalaciones del preescolar.

Hace algún tiempo tuvo lugar un tiroteo entre la policía y la banda organizada que domina el barrio. No era la primera vez, tanto que ya habían muerto 6 personas. Pero en esta ocasión el hecho sucedió cerca del preescolar.

Cuenta Ofelia: “Para evitar que los niños se asustaran los pusimos a cantar. Después, cuando las mamás desesperadas vinieron a buscar a los niños hablamos con cada una, tratando de calmarlas, les explicamos que tenían que tratar de controlarse por el bien de los niños. Las invitamos a rezar juntas para que cesara la violencia”.

Prosigue Ofelia: «Al día siguiente lanzamos con los niños el ‘dado del amor’ y cuando salió ‘amar a todos’ nos preguntaron: ‘¿pero también a los bandidos?’ y después ‘¿pero también a la policía?’. Nosotras maestras respondimos: ‘¡Sí! Y saben ¿qué podemos hacer?’ Podemos rezar por ellos’. Entonces invitamos a todos los niños a hacer oraciones espontáneas que por su inocencia eran bellísimas. Una niña de cuatro años pidió que ya no haya pistolas en el mundo, y otro niño le pidió a Dios que nos ayude a amar más y que cambie el corazón de los bandidos”.

Otra prioridad del preescolar Arco Iris es la relación con los padres de familia. Es muy importante, porque los niños permanecen en el preescolar sólo algunos años y por lo tanto la experiencia que hacen, aunque es bella y rica de valores, es temporal; mientras que con sus padres estarán todo el tiempo que sea necesario para su formación como personas.

El tema que afrontamos este año fue “Cómo comunicarnos con nuestros niños”. Las distintas actividades previstas en los talleres fueron desarrolladas por las mismas maestras, quienes aceptaron generosamente dedicar todo el domingo a los padres, conscientes de que estaban haciendo una inversión en el futuro de sus pequeños alumnos.

El preescolar Arco Iris: una pequeña semilla de esperanza en la violenta periferia venezolana.

4 Comments

  • Bellísimo Ofelia. Cuanto bien le hacen a los niños y a sus familias, sobre todo reconocer que Dios les ama inmensamente, en medio de esta realidad. Dios les bendiga!

  • Thank you Ofelia for keeping the children’s focus on communicating love and peace in the midst of the said turmoil. Keep your faith alive. God bless you, «Arcoiris» and the children.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *