El 9 de noviembre de hace 28 años el gobierno alemán oriental decretaba la apertura de las fronteras con la República Federal.
Apenas se supo, miles de berlineses del Este se precipitaron a las calles armados de picos para demolir de una buena vez el muro que los dividía del oeste.
La caída del muro se interpretó universalmente como el signo de una nuova época que comenzaba.
Los berlineses del Este fueron acogidos con mucho regocijo de parte de sus hermanos del Oeste, tanto che los bares cercanos al muro comenzaron a ofrecer cerveza gratis a todos.
Poco menos de un año después, el 3 de octubre de 1990, Alemania se reunificaba definitivamente como la República Federal de Alemania.
Hoy, algunos restos que quedan del muro se han transformado en el símbolo de una época histórica y un memorial que recuerda a las 170 personas que murieron en el intento desesperado de atravesarlo.

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