Cover MP 2019

A lo largo de este año también, en todo el mundo, el Movimiento de los Focolares ha invitado a hombres y mujeres, a pequeños y gente adulta, a personas de toda proveniencia para hacer, en las Mariápolis, la experiencia de una ciudad que está basada en la ley de la fraternidad.

Mariapolis 2019 TexasLas formas son diferentes, la experiencia es la misma: la Mariápolis es la expresión típica de los Focolares. Durante algunos días, los que participan en estos eventos –que por lo general se desarrollan en verano– se ven invitados a realizar una utopía, que es la de una sociedad basada en el amor recíproco del Evangelio.

Con ocasión de la gran Mariápolis Europea, realizada en cuatro etapas de una semana cada una, en el lugar de su nacimiento, en Fiera di Primiero (norte de Italia), esta experiencia celebró este verano boreal de 2019 sus setenta años de vida. Pero también en otras partes del mundo atrajo a gente de toda proveniencia. Fueron 235 las Mariápolis que tuvieron lugar en 2019 con una participación de alrededor de 46.000 personas. Llegaron a nuestra redacción cartas y narraciones desde Gales, Vietnam, Perú, Canadá, Finlandia, Italia, Bulgaria y Brasil.

Mariapolis 2019 SveziaEn Turquía la Mariápolis se llevó a cabo en Şile, una pequeña localidad a orillas del Mar Negro, cerca de Estambul, una ubicación que les dio a todos un toque muy apreciado de vacaciones. Los 70 participantes llegaban de Ankara, Iskenderun, Esmirna y también del extranjero. El tema central fue la santidad personal y comunitaria, afrontado a través de la presentación de algunos de los santos de esas tierras: San Juan Crisóstomo, San Efraín, Santa Elena y Santa Tecla, cuyas historias ofrecieron una mirada de reconocimiento a la Iglesia de los primeros siglos.
En Kerrville, Texas (Estados Unidos) se profundizó el tema que este año ha guiado la vida de los Focolares en todo el mundo: el Espíritu Santo y la Iglesia. De las 350 personas presentes, 100 participaban por primera vez en una Mariápolis, quizás porque el tema de la Iglesia, en una situación marcada por tantos escándalos y sufrimientos, suscitaba un particular interés.

El mismo tema, pero profundizado con un enfoque ecuménico fue central en la Mariápolis de Suecia, que se realizó en Marielund-Estocolmo con la participación de luteranos y católicos. Estaban presentes también en la Mariápolis dos budistas y algunos no creyentes. Los participantes llegaban de varias ciudades de Suecia, con una buena representación de Noruega. Mariapolis 2019 UcrainaA pesar de esa diversidad fue posible reflexionar profundamente sobre “el Espíritu Santo como aquel que es la energía de la Iglesia –escriben– y que les da a todos una gracia particular para poner en práctica el llamado de cada uno, en función de la unidad de todos los miembros del cuerpo místico de Cristo”.

El grupo de jóvenes, en la Mariápolis de Leópolis, Ucrania, dio un especial toque de alegría al participar activamente en la elaboración del programa. Se les confió a los chicos y a los niños la preparación y la conducción de un día entero. Lo hicieron de una forma muy atractiva y participativa. Y al empezar cada día eran los niños los que les “enseñaban” a los adultos, contando cómo habían vivido las palabras del Evangelio durante la jornada anterior.
La Mariápolis que se organizó en Penang, Malasia, estuvo caracterizada, en cambio, por la diversidad de idiomas, culturas, proveniencias étnicas y también por las grandes distancias. Los que llegaban desde Singapur, por ejemplo, habían afrontado un viaje de 700 km. Decían así: “El esfuerzo por mantener vivo entre nosotros el amor recíproco y de esta manera dar lugar a la presencia de Jesús en medio de nosotros, el compromiso por encarar y superar las dificultades y la disponibilidad a renunciar a las ideas de cada uno, hicieron posible esta empresa”.

Mariapolis 2019 VenezuelaEn la Mariápolis de Boconó, en el oeste de Venezuela, el encuentro quería ofrecer a los asistentes la posibilidad de descansar, teniendo presentes las dificultades de una vida cotidiana extenuante por los largos períodos sin electricidad, las colas interminables para cargar combustible y por la estrechez económica. A este ofrecimiento que era atrayente (incluso desde el punto de vista económico) muchos adhirieron, más del doble del número de personas previstas. Pero la primera noche un huracán, con granizo, lluvia, árboles arrancados y viento muy fuerte, provocó un corte de electricidad hasta el final de la Mariápolis. La consecuencia fue un colapso total: baños sin agua, imposibilidad de cocinar y problemas para conservar los alimentos. Luego, a través de la profundización de la espiritualidad, el amor invencible de Dios pasó a ser una experiencia existencial. Encontraron la forma de cocinar con leña, un vecino les ofreció un generador, la atención de todos por las necesidades de los demás creció. “Dios no se deja ganar en generosidad”, escriben concluyendo esta maravillosa experiencia.

Joachim Schwind

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