“Regreso al futuro, para una economía más humana” es el título del encuentro que tuvo lugar el 4 de marzo en la Embajada de Italia ante la Santa Sede. Empresarios, académicos y economistas juntos por una economía más justa, más inclusiva y sostenible. En línea con el gran evento “The Economy of Francesco”.

“En el 2000 abrimos una pequeña empresa de cosméticos, en un local de 60 metros cuadrados con un solo empleado. Hoy trabajamos en un edificio de 7500 metros cuadrados donde trabajan 43 personas y producimos alrededor de 100 mil piezas por día. Nuestro beneficio y nuestra fortaleza son las personas”. Estas son las palabras de Marco Piccolo, un empresario de Turín (Italia), 45 años, 4 hijos, que también tiene tiempo para enseñar a los jóvenes en la parroquia.

Con su empresa se adhiere a la Aipec, la Asociación italiana de empresarios para una Economía de Comunión, vinculada a la intuición que tuvo Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, basada en el modelo económico que coloca en el centro de la empresa al hombre como persona y la “cultura de dar”.

La Reynaldi de Marco es una empresa que ha apostado por los jóvenes y las mujeres (70% entre empleados y gerentes) pero también por la sostenibilidad medioambiental: la empresa de hecho no emite CO2, no desperdicia agua y no es perjudicial para el medio ambiente. Estas características empujan a muchas grandes empresas del norte de Europa y Estados Unidos a comprar sus productos. “Con esta visión empresarial, es posible transformar un sistema económico, hacer las cosas bien y centrarse en el cuidado de las personas que están en la empresa”, dijo en la reunión organizada en Roma, en la Embajada de Italia ante la Santa Sede, titulada “Regreso al futuro, por una economía más humana”. El evento, promovido por la Universidad Católica del Sagrado Corazón, el Movimiento de los Focolares y por la Embajada de Italia ante la Santa Sede, nació del deseo de ofrecer una oportunidad para reflexionar sobre el sistema económico actual y la necesidad de iniciar un proceso global de renovación para que la economía del futuro sea más justa, inclusiva y sostenible, en línea con el gran evento “La economía de Francisco” que el Santo Padre desea que se celebre en Asís el próximo noviembre.

La empresa de Marco es un ejemplo virtuoso de una economía más humana. Una economía que, usando las palabras del papa Francisco “hace vivir y no mata, incluye y no excluye, cuida la creación y evita saquearla”.

La Reynaldi fue una de las primeras empresas en Italia en transformar su forma jurídica y paso de una compañía con fines de lucro a una ‘Compañía de Beneficios’, es decir, integra en su objeto social, además de los objetivos de beneficios, el de provocar un impacto positivo en la sociedad y en la biosfera. “Cuidamos a las personas que trabajan con nosotros y es por eso que queremos que el tiempo de trabajo no sea abrumador”, continúa Marco. “Queremos que haya tiempo de vida para la familia y para que las personas estén bien”.

Muchas son las empresas o cooperativas virtuosas, siguiendo el ejemplo de la de Marco. Al igual que Conad, sociedad cooperativa de la gran distribuidora italiana que involucra a las oficinas de Caritas para no desperdiciar la comida de sus supermercados, destinándola a quienes la necesitan. O bien, cuando tiene que comprar productos de otras empresas, verifica si explotan el trabajo infantil o utilizan contratación ilícita de mano de obra. Así lo afirmó Francesco Pugliese, CEO de Conad que habló en la reunión: “Si cada uno de nosotros hace su parte, tanto en el comportamiento, como en brindar a la comunidad una parte de tu bienestar, esto puede contribuir a una mejora general de la sociedad”.

Si queremos redefinir el progreso económico para el futuro, debemos involucrar sobre todo a los jóvenes que saben cómo hacerse preguntas, cómo dialogar y encontrar respuestas importantes. Y el Papa quería que fueran los creadores del evento La economía de Francesco. “Sabemos que san Francisco de Asís es fuente de inspiración para entender la economía y las finanzas. Esperamos que el evento de noviembre nos ayude a redescubrir esto”, dice la hermana Alessandra Smerilli, consejera de Estado de la Ciudad del Vaticano. “Y en Asís, los jóvenes intentarán hacer propuestas y trabajar en 12 ámbitos temáticos donde trataremos de cubrir todos los temas importantes para presentar una propuesta para cada ámbito, como un compromiso personal, pero también como un compromiso con las instituciones, las empresas y la política”, concluye la hermana Alessandra.

Pero es necesario hacer redes, dialogar entre instituciones, empresas y universidades para encontrar soluciones que ayuden a los jóvenes a encontrar trabajo. El embajador Pietro Sebastiani lo ha recordado: “El mundo de hoy es más complejo de lo que era antes y muchas sociedades han experimentado el flagelo del desempleo juvenil durante mucho tiempo”. Pero existen oportunidades y todos deben perseguir su propio talento”.

Lorenzo Russo

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