La pandemia no solo conlleva graves consecuencias inmediatas, sino que a menudo también pone de relieve muchos problemas preexistentes de carácter personal, social y político. En el siguiente texto Chiara Lubich subraya el primer paso imprescindible para aquellos que realmente quieren cambiar el mundo. 

Un gran psicólogo de nuestro tiempo dijo: «Nuestra civilización muy raras veces trata de aprender el arte de amar y, no obstante el profundo anhelo de amor, casi todo lo demás se considera más importante: el éxito, el prestigio, el dinero, el poder. Casi toda nuestra energía la dedicamos a lograr esos objetivos y casi ninguna a conocer el arte de amar”[1].

El verdadero arte de amar surge enteramente del Evangelio de Cristo. Y ponerlo en práctica es el primer paso imprescindible para poder desencadenar esa revolución pacífica, pero tan incisiva y radical que lo cambia todo. Afecta no solo a la esfera espiritual, sino también a la humana, renovando todas sus expresiones: cultural, filosófica, política, económica, educativa, científica, etc. Es el secreto de esa revolución que permitió a los primeros cristianos invadir el mundo entonces conocido. […]

Este amor no está hecho solo de palabras o de sentimiento, sino que es concreto. Exige que nos hagamos “uno” con los demás, que “vivamos” en cierto modo al otro con sus sufrimientos, sus alegrías, sus necesidades, para comprenderlo y poder ayudarlo eficazmente.

Chiara Lubich

Cf. Chiara Lubich, El arte de amar, Editorial Ciudad Nueva, España, 2006, pág 17
[1] E. Fromm, L’arte di amare, Milano 1971, p.18.

1 Comment

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *