¿Cómo nació la idea del mundo unido? ¿Cómo empezó esta aventura de la unidad? Chiara Lubich respondió a los jóvenes del Movimiento de los Focolares en 1999 con motivo de la Semana  Mundo Unido, laboratorio global para mostrar historias, acciones, iniciativas que contribuyen a realizar la fraternidad, la unidad y la paz.

Cómo comenzó esta aventura de la unidad.

Queridos, comenzó cuando no yo, sino Otro lo quiso.

No sé si saben que de vez en cuando, llegan a la Tierra, dones, llamados carismas. Los envía Aquél que gobierna la historia, la conduce hacia un objetivo bien preciso: el bien, haciendo concurrir a este incluso todo lo negativo que nosotros, hombres y mujeres, podemos realizar en este mundo.

Es Dios, Dios que es Amor, en quien muchos de nosotros creemos fuertemente.

Sin embargo, un día, hace muchos años, uno de estos carismas llegó también a nosotros.

Por él, entendimos que sobre nosotros, jóvenes de entonces, había un designio maravilloso, una tarea, casi una misión: trabajar en la vida, que se nos había dado, para que todos sean uno, poniendo en movimiento, en nuestro corazón y en el de otros, el amor.

¿Fantasías? ¿Utopía?

Ciertamente, no. Si Jesús un día pidió a su Padre del Cielo precisamente así: “Que todos sean uno”. ¿Podía el Padre-Dios de un Hijo-Dios, con el cual es un solo Dios, no escuchar su voz?

Partimos seguros hacia esa meta y ahora en el mundo, entre chicos, jóvenes y personas adultas, somos millones y millones de casi todas las naciones existentes. No podemos contar cuántos somos; es una empresa imposible.

Obviamente entre los nuestros existe quien no tiene nuestra fe, pero quizás tiene otra, o no la tiene. También estos poseen la así llamada benevolencia, que en todo corazón humano no puede faltar. Así se camina, también junto a ellos, hacia el objetivo de la familia universal, hacia la edificación de un mundo unido.

¿Y si Dios está con nosotros, quién estará contra nosotros?

[…] Si yo fuera uno de ustedes, antes que nada haría mío el patrimonio, que ya existe. Me sentiría solidario con aquellas millones de personas ya en marcha y trataría de llevar a la causa dos contribuciones posibles:

En la fidelidad a quien comenzó, en la solidaridad con todos los que nos han precedido, me propondría amar con un ardor – si es posible – todavía mayor e intensificar la red de nuestro Movimiento, que ya abraza nuestro planeta. Es decir, trataría de crecer en profundidad y en extensión.

Estaría siempre atenta a las necesidades que, de vez en cuando, presenta la humanidad para darles respuesta.

Chiara Lubich

Rocca di Papa, 26 de abril de 1999, del mensaje para los Jóvenes por un Mundo Unido y para el 1º de mayo en Loppiano (Italia)

Fuente: Centro Chiara Lubich  

 

1 Comment

  • Anche io sono stata una giovane per il mondo unito quando ero a Torino prima di sposarmi circa 31 anni fa. È stata una bella esperienza,!

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