Se acerca la Santa Pascua ortodoxa que este año se festeja el domingo 2 de mayo. Delia Surdu, focolarina rumeno-ortodoxa nos cuenta cómo vive estos días de preparación.

La Iglesia ortodoxa después de haber celebrado el domingo 25 de abril la fiesta de Palmas, vive en estos días la Semana Santa y se prepara para festejar el 2 de mayo la resurrección del Señor.

Delia Surdu es una focolarina ortodoxa y vive en el focolar de Velletri, cerca de Roma (Italia). Le preguntamos cómo está viviendo esta Semana Santa a pesar de la pandemia:
“Tengo que decir que es una Semana Santa algo especial debido a la situación mundial, pero es mucho mejor que el año pasado, cuando aquí en Italia había confinamiento completo y pudimos seguir las varias celebraciones solo por internet. Hoy agradecemos a Dios por poder participar, ¡aunque sean horarios reducidos! En estos días especiales, en los cuales estamos en contacto con tanto sufrimiento debido a la pandemia y no solo, también por la soledad que tantos experimentan… siento que estamos más cerca de Jesús crucificado y Abandonado y que si no quitamos la mirada de Él, de la paciencia con la que ha aceptado el dolor, del amor con el que ha dado la vida por nosotros, recibiremos fuerza y resucitaremos junto a Él!”.

En tu focolar eres la única ortodoxa, porque las demás son católicas. ¿Cómo viven la preparación para la Pascua?
“¡Juntas! Esperamos juntas el gran día para repetirnos: ¡Cristo ha resucitado! Festejamos juntas la Pascua católica el 4 de abril y ahora vivimos juntas otro Triduo Pascual, según la tradición de la Iglesia Ortodoxa Rumana de la que formo parte. Las otras focolarinas participarán conmigo en las distintas celebraciones y también para preparar la comida típica de Pascua me darán una mano, ¡ya saben muy bien cómo se hace! ¡Desde que estoy en este focolar una de las alegrías más grandes es preparar junto a una focolarina coreana el ‘sarmale’ (unos rollitos de repollo con carne molida) e intercambiar entre todas los saludos pascuales como se hace tradicionalmente en mi Iglesia! ¡Somos una familia y por lo tanto la fiesta de una es la fiesta de todas!”.

¿Qué fue lo que te impresionó de la espiritualidad de la unidad de Chiara Lubich y del Movimiento de los Focolares? ¿Y cómo te inspira hoy para construir la fraternidad universal?
“Conocí el Movimiento de los Focolares a los 14 años y lo que me impresionó fue descubrir que las palabras de las Sagradas Escrituras cualquiera las podía vivir, también una chica como yo, con simplicidad, en la cotidianidad. Me sentí fuertemente atraída de forma especial por la palabra: “Que todos sean una cosa sola” (Jn. 17,21) y ¡decidí vivir para actuarla! El ideal de la unidad de Chiara me inspira todos los días en todo lo que hago: en mi trabajo con niños con discapacidad, en el tiempo libre, en el focolar, en mi iglesia, etc., tratando de ver en todos a un hermano, una hermana para amar y caminar juntos hacia la fraternidad universal”.

Cuéntanos algo más de tu experiencia de diálogo, que vives cotidianamente con personas de otras Iglesias.
“Vivir junto a personas que pertenecen a una Iglesia distinta de la mía es un enriquecimiento personal. Más que de un diálogo se trata de una vida juntas, donde cada una en el esfuerzo de querer el bien de la otra saca lo mejor de sí y la belleza de la propia tradición, y descubre lo mejor y la belleza de la Iglesia de la otra. Por ejemplo, yo me quedo admirada ante el compromiso que veo en varias acciones sociales que las focolarinas católicas llevan adelante en la sociedad, así como ellas se sienten atraídas por la percepción del Misterio que descubren en nuestra forma de vivir la fe como ortodoxos”.

Lorenzo Russo

 

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