El 25 de marzo el Papa Francisco consagrará a Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María. Esta súplica forma parte de la oración coral que se eleva en el mundo por la paz y acompaña a la gran red de solidaridad a la que también se adhieren los miembros del Movimiento de los Focolares.

El 25 de marzo, en la solemnidad de la Anunciación del Señor, alrededor de las 18.30 (hora de Roma) el Papa Francisco, desde la Basílica de San Pedro del Vaticano, consagrará a toda la humanidad, y en particular a Rusia y Ucrania, al Corazón Inmaculado de María. Según la tradición católica, con este acto se le confía a la Madre, y por su intercesión a Dios, todas las personas de la tierra, especialmente hoy a todos los que sufren a causa de la guerra.

La Iglesia -escribe el Papa a los obispos del mundo a los que invita a participar- “está fuertemente llamada a interceder ante el Príncipe de la paz y a estar cerca de quienes pagan en su piel las consecuencias de los conflictos”. Porque la guerra es una derrota para todos. Con la guerra todo se pierde. Por eso, continúa el Papa, “acogiendo también numerosas peticiones del Pueblo de Dios, deseo confiar de manera especial a la Virgen las naciones en conflicto”. Este acto “quiere ser un gesto de la Iglesia universal, que en este momento dramático lleva a Dios, a través de la Madre suya y nuestra, el grito de dolor de todos los que sufren e imploran el fin de la violencia, y confía el futuro de la humanidad a la Reina de la Paz”.

El Movimiento de los Focolares, presente en más de 180 países, y por lo tanto también en muchos lugares donde todavía hay conflictos y guerras, adhiere al llamamiento del Papa.

La presidenta del Movimiento de los Focolares, Margaret Karram, hace unos días en Asís, junto con el Consejo General del Movimiento, reunido en la “ciudad de la paz” para unos días de retiro, invocó la oración por la paz universal: “Te pedimos con la fe que mueve montañas, que cese ‘el fuego’ de la guerra y venza el diálogo ‘en busca de caminos de paz’ entre Rusia y Ucrania. Pedimos la gracia que termine cada acto de conflicto especialmente los más olvidados”.

Desde 1991 – los años de la Guerra del Golfo – las comunidades de los Focolares se unen en una oración común por la paz a través del Time Out diario a las 12 horas en cada zona horaria. Cristianos de diferentes Iglesias, creyentes de diferentes religiones se detienen durante un minuto de silencio o de oración para pedir la paz y reorientar su compromiso personal para construirla allí donde se encuentran.

El viernes 25 de marzo, en el mismo momento en el que el Papa hará el acto de Consagración, Card. Konrad Krajewski, enviado del Papa en Fátima, hará el mismo acto para implorar juntos la Paz.

Lorenzo Russo

Link para la transmisión en vivo de la oración desde las 17:00 (hora de Roma)

Acto de consagración al Corazon Inmaculado de Maria en varios idiomas

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