NetOne, asociación internacional de profesionales de los medios de comunicación, del cine y de los operadores de tecnologías de la información, junto a New Humanity, Organización No Gubernamental (ONG), realidades fundadas en el espíritu y los valores que animan al Movimiento de los Focolares, en colaboración con la Misión de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, lanzaron la iniciativa «IA: un camino hacia la paz mundial y el desarrollo humano integral», una reflexión sobre la ética de la inteligencia artificial y sus implicancias.

El miércoles 21 de febrero, NetOne junto con la ONG New Humanity, en colaboración con la Misión de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, coorganizaron la iniciativa «AI: un camino hacia la paz global y el desarrollo humano integral», que tuvo lugar en Nueva York, UNHQ, Sala de Conferencias 6, de 13.15 a 14.45 horas y fue seguida online desde distintas partes del mundo

El discurso de apertura de Su Excelencia el Arzobispo Gabriele Caccia, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, marcó el tono de las reflexiones: «Estamos al borde de una revolución tecnológica sin precedentes en la historia de la humanidad. La aparición de la inteligencia artificial está transformando nuestro mundo de un modo profundo y sin precedentes. Desde revolucionar las industrias hasta transformar nuestra forma de vivir, trabajar e interactuar, la IA se ha convertido en una fuerza impulsora del cambio en el siglo XXI».

En los últimos años, el progreso digital ha traído consigo importantes oportunidades y retos, con serias implicaciones en todos los ámbitos de la sociedad. En esta era de rápidos cambios tecnológicos, la Inteligencia Artificial (IA) ha surgido como una de las herramientas más poderosas con potencial para transformar las sociedades, hacer avanzar la paz y lograr un desarrollo sostenible. Sin embargo, sus implicaciones éticas siguen siendo objeto de intenso debate.

MaddalenaMaltese, periodista y representante de la ONG New Humanity, moderadora de la mesa redonda del evento, recordó que «el 1 de enero, el Papa Francisco, en su mensaje para el Día Internacional de la Paz, planteó preguntas urgentes sobre la IA: «¿Cuáles serán las consecuencias, a medio y largo plazo, de estas nuevas tecnologías digitales? ¿Y qué impacto tendrán sobre las vidas individuales y las sociedades, así como sobre la estabilidad y la paz internacionales?». También señaló que el Secretario General Antonio Guterres, al debatir las prioridades para 2024, hizo hincapié en que la IA afectará a toda la humanidad, reiterando la necesidad de un enfoque universal para abordarla. En la mesa redonda multilateral sobre los retos éticos que plantean la IA y las estrategias se debatió sobre la interacción entre consideraciones técnicas, éticas, políticas, jurídicas y económicas.

El Padre Philip Larrey, Profesor de Filosofía en el Boston College, antiguo Decano de Filosofía en la Pontificia Universidad Lateranense y Presidente de Humanity 2.0. expuso una serie de cuestiones acuciantes empezando por el tema de la paz. «ChatGPT o Géminis podrían escribir un plan de paz perfecto, teniendo en cuenta las situaciones que vivimos, pero ¿estaríamos dispuestos a seguir sus indicaciones?», dijo Larrey, haciendo hincapié en el factor humano como decisivo en las decisiones que hay que tomar, incluso cuando se trata de armas letales. Otro tema central de su charla fue la empatía que pueden demostrar las máquinas y que a veces se prefiere al elemento humano. «Los humanos entienden los significados. Las máquinas no, sin embargo, las máquinas se están volviendo muy, muy buenas simulando lo que consideramos significativo», insistió el profesor del Boston College, advirtiendo del reto cada vez más difícil de discernir lo que pertenece a los humanos y lo que pertenece a la tecnología, con máquinas que en el futuro podrían incluso estar programadas para sentir sentimientos.

Laura Gherlone, investigadora en semiótica del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina y profesora de la Universidad Católica Argentina, miembro de la Comisión Internacional de NetOne, habló de la Inteligencia Artificial y, más en general, de las tecnologías digitales a la luz del pensamiento de la descolonización digital. Argumentó que: «hoy en día, los contextos poscoloniales se encuentran en una encrucijada: quedarse atrás o ponerse al día. Se ven obligados a acelerar drásticamente ciertos procesos que ahora encarnan un modelo tecno-céntrico y supuestamente universal del conocimiento: la digitalización y la implementación de sistemas de inteligencia artificial se encuentran entre estos procesos». Afirma que este proceso «siempre tiene un coste muy elevado, al menos a tres niveles: a nivel económico y técnico-estructural, a nivel social y, por último, la adopción acelerada y forzada del progreso tecnológico como vía hacia un modelo universal de conocimiento». Sugiere que «el debate ético sobre la IA podría enriquecerse enormemente con una reflexión decolonial, integrando, por ejemplo, el trabajo de aquellos movimientos colectivos comprometidos con repensar y rediseñar arquitecturas técnicas «desde el Sur», es decir, soluciones teórico-metodológicas y prácticas que a menudo se dejan de lado por estar alejadas de la lógica del beneficio».

Cerraron el acto dos buenas prácticas de la sociedad civil. Marianne Najm, ingeniera de comunicaciones afincada en Beirut, habló sobre la ética de la IA y el concepto de juramento digital para ingenieros y cualquier persona activa en el mundo digital. El proyecto comenzó en 2019 inspirado en el Juramento Hipocrático, el juramento que la mayoría de los médicos y doctoras hacen al final de su carrera académica. Al igual que el juramento hipocrático pretende despertar la obligación humana de los médicos, el juramento digital pretende despertar la obligación humana de los actores digitales orientando su trabajo hacia un diseño éticamente centrado en el ser humano.

Marcelle Momha, camerunesa residente en Estados Unidos, analista de investigación y política tecnológica especializada en inteligencia artificial, tecnologías emergentes y ciberseguridad, había preparado una charla sobre la comunidad AI 2030, que por motivos de agenda no pudo ser ilustrada, pero está disponible en este enlace. «AI 2030 es una vibrante comunidad de líderes empresariales, científicos de datos, constructores técnicos e investigadores pioneros dedicados a aprovechar el poder transformador de la inteligencia artificial en beneficio de la humanidad, minimizando al mismo tiempo su potencial impacto negativo», explica Marcelle en su ensayo.

En su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, el Santo Padre recordó que «los desarrollos tecnológicos que no conducen a una mejora de la calidad de vida de toda la humanidad, sino que, por el contrario, exacerban las desigualdades y los conflictos, nunca pueden considerarse un verdadero progreso». Como organizaciones de la sociedad civil, queremos acompañar los esfuerzos de Naciones Unidas y de todas aquellas instituciones que trabajan por un compromiso ético con la tecnología que apoye los desarrollos digitales como contribución a la promoción de los principios humanos de paz y fraternidad.

Para ver la conferencia puede acceder a este enlace: https://webtv.un.org/en/asset/k1h/

Para leer los discursos y obtener más información, acceda a: https://www.net-one.org/ia-una-via-per-la-pace-globale-e-lo-sviluppo-umano-integrale/

Fuente https://www.net-one.org

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