Una pequeña multitud reunida a pesar de la lluvia constante y un árbol con las ramas estilizadas en las que nacen, como hojas, muchos mensajes de paz. Son las imágenes más recientes de la larga amistad entre la comunidad de los Focolares de Escocia y la de los musulmanes de la Ahl Al Bait Society, fundada en 1991 con la finalidad de promover el patrimonio cultural y la fe religiosa de la minoría musulmana presente en el país, ayudándola a integrarse al contexto social. Desde hace tiempo, las dos comunidades juntas promueven momentos de intercambio, encuentro y oración, en los cuales el diálogo interreligioso se propone como elemento clave para afrontar y sanar las numerosas fracturas que hieren peligrosamente el tejido social, no sólo en Europa. El 19 de septiembre pasado, los paraguas abiertos bajo el cielo plomizo son la variopinta demostración de este compromiso. Entre los presentes en la Velada de Paz y Esperanza, estuvieron también algunas personalidades civiles y religiosas, entre ellas Lord Provost, representante del Consejo municipal de la ciudad, el arzobispo metropolita emérito de Glasgow, Mario Conti, y algunos miembros del Consejo de Musulmanes de Escocia.
La fuente de inspiración de esta iniciativa, explican los organizadores, fue el llamado a la solidaridad con los pueblos de Siria lanzado por el Papa Francisco. Explica Liz Taite, del Movimiento de los Focolares: «En un momento en el que varias circunstancias siembran división y conflictos, el Movimiento de los Focolares, junto con personas que profesan distintos credos, quiere promover públicamente un mensaje de paz. Este evento es el signo de que Dios interviene y que la paz es posible». Azzam Mohammad, director de la Sociedad Ahl Al Bait dijo: «Juntos queremos derrumbar las barreras, eliminar el temor y la desconfianza e incrementar la comprensión y el respeto recíproco. Trabajamos con sinceridad y con el corazón. Trabajamos en equipo, y fue un éxito. Éste es un paso que marca la historia de nuestro trabajo conjunto y será un ejemplo para todas las comunidades alrededor. Ahora tenemos que empezar a pensar en el próximo evento».
A finales de agosto Daniel, de Glasgow, participó en la Summer School Interfaith Engagement in Theory and Practice, un curso/taller dedicado al diálogo interreligioso promovido, desde hace algunos años, por el Instituto Universitario Sophia y por el Risalat Institute de Qum (Irán) en Tonadico, norte de Italia. Este año los participantes venían de Canadá, Europa y Estados Unidos. «Creo que mi ciudad puede comprender los valores de la multiculturalidad y de la integración. Cuando estamos unidos y somos solidarios, cuando reconoces tus mismos valores en quienes, a primera vista, pueden parecer distintos, se pueden afrontar de otra manera las luchas de todos los días. Este encuentro de credos y culturas distintas es un testimonio de que la unidad es posible aun cuando somos diferentes. Además la diversidad nos hace fuertes, nos recuerda que debemos saludarnos como hermanos y hermanas, acogernos con los brazos abiertos y la sonrisa en el rostro. Todos podemos ser mensajeros de esperanza y de paz y motores de cambio».
Promover la paz a través del deporte
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