Ciro: yo sólo traduzco
https://vimeo.com/234471073
https://vimeo.com/234471073
En el mes de septiembre, la Comunidad Católica Shalom festejó 35 años de vida. La Comunidad, con la cual el Movimiento de los Focolares tiene profundos lazos de amistad, nació en Brasil, en 1982, por iniciativa de algunos jóvenes universitarios guiados por Moysés Louro de Azevedo Filho y con el apoyo del Arzobispo de Fortaleza. Aunque tiene por objetivo acoger a los jóvenes y anunciarles el Evangelio, en poco tiempo se difundió también entre las familias, niños y personas de diferente proveniencia sociocultural, unidos por el llamado a vivir la oración, la vida fraternal y el servicio.En la actualidad está presente en Sudamérica, Norteamérica, Oriente Medio, Europa, África y Asia. Además de numerosos grupos de oración, la Comunidad lleva adelante centros de arte y de cultura, escuelas, casas para ancianos, enfermos y sin techo, proyectos de prevención del aborto, recuperación de drogadictos y chicos de la calle. ¡A la Comunidad Shalom nuestros mejores augurios!
El obispo Klaus Hemmerle
En ocasión del 30° aniversario (1987-2017) de la entrega de la “Placa Cataliniana” a Chiara Lubich, la Comunidad de los Padres Dominicos de Siena (Italia), en colaboración con la Asociación Internacional de Catalinianos y el Movimiento de los Focolares, está promoviendo un Congreso (23 y 24 de septiembre en Loppiano, la ciudadela fundada por Chiara Lubich e 1964) con el título: “La Mística del Fuego en Catalina y Chiara”. Los relatores: Piero Coda rector del Instituto Universitario Sophia y Sor Elena Ascoli O.P de la Asociación Internacional de Catalinianos. El moderador: Padre Alfredo Scarciglia O.P. (Prior del convento de Santo Domingo en Siena y asistente eclesial de los Catalinianos). Se leerá un mensaje de María Voce, presidente de los Focolares. Durante el Congreso se proyectará un video sobre la entrega de la Placa Cataliniana a Chiara Lubich y la actriz sienesa Paola Lambardi leerá algunos pasajes extraídos de textos catalinianos Programa
«Una experiencia de Iglesia viva, en camino, en diálogo, en salida», Paola Pepe y Jonathan Michelon (responsables de las Escuelas Gen internacionales de Loppiano) sintetizan así, en pocas palabras, los días del Seminario internacional sobre la situación juvenil. El cual forma parte de un camino de preparación, ideado por la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, en vista de la XV Asamblea General Ordinaria sobre el tema “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”. «Hicimos una experiencia de profunda comunión, de “training sinodal” en contacto con varias realidades eclesiales. Ya desde el verano nos habíamos preparado, junto con otros jóvenes de los Focolares de varios países, para enviar nuestra contribución a la Secretaría General del Sínodo», escriben junto con Leandro (Argentina), Marina (Brasil) y Nelson (El Salvador). El programa del Seminario era rico de contenido, con intervenciones de alto nivel por parte de formadores, economistas, expertos en comunicación, sociólogos, consejeros, apasionados del mundo juvenil. Eran veintiuno los jóvenes presentes sobre 82 participantes de los 5 continentes, que dieron su preciosa contribución a los trabajos de reflexión con propuestas de método y de contenido acerca de la próxima cita sinodal. Significativo el hecho de que la Secretaría organizativa acogió prontamente algunas de sus sugerencias con respecto a la metodología de desarrollo del programa, incrementando las ocasiones de compartir en plenaria.
«Las meditaciones bíblicas que abrían las jornadas, nos interpelaban profundamente. De manera especial nos impactó, en una de ellas, el fragmento que evidenciaba que para mostrar la vida de Jesús a los jóvenes es necesario haber hecho la experiencia de Él. ¡Cuán importante es el testimonio de vida!». Las distintas temáticas sobre los jóvenes en relación a identidad, programación, alteridad, tecnología, trascendencia, dejaron entrever escenarios realistas no faltos de desafíos, pero siempre abiertos a la esperanza. Se habló de la importancia pastoral de algunas iniciativas en las que los jóvenes son protagonistas cuando están acompañados por adultos dispuestos a vivir juntos la búsqueda del sentido de la vida. «Ahora queremos elaborar las experiencias que vivimos, considerando su valor formativo y evangelizador, para ofrecerlas a la Iglesia». «El seminario fue una gran oportunidad de apertura de la Iglesia y de cuanto está haciendo por los jóvenes; y para nosotros la posibilidad de trabajar con la Iglesia, para cambiar las realidades del mundo. La Iglesia quiere escucharnos, saber qué pensamos, qué podemos hacer concretamente y desea afrontar con nosotros también las dificultades. No encontramos respuestas, pero avanzamos juntos”, explica Marina.
Las conclusiones ponen de relieve que es necesario construir el cambio y llegar a ser jóvenes y adultos generadores de vida a través de la escucha recíproca. «Surgieron propuestas concretas que serán presentadas a los padres sinodales. Entre ellas, la de un equipo de jóvenes que colabore con la Secretaría General del Sínodo para preparar momentos de intercambio y diálogo durante los trabajos sinodales entre obispos y jóvenes e involucrar de forma estable algunos de ellos en los organismos de la Santa Sede; una Iglesia reconocida por todos como “casa-comunión-familia”. De las jornadas romanas nos llevamos muchas perlas, como la que se encuentra en el documento preparatorio en el que se habla de los jóvenes: “la posibilidad de que se dé un florecimiento depende de la calidad de nuestros cuidados, no por el deseo de cambiar al otro, sino para crecer juntos”». «El Sínodo de los jóvenes –concluye el Card. Baldisseri, Secretario General del próximo Sínodo– puede representar un paso de esa renovación misionera de la Iglesia, que como dice la exhortación apostólica Evangelii Gaudium, constituye el desafío de este tiempo. Tenemos que dirigirnos a los jóvenes no sólo para que nos ayuden a comprender cómo anunciar el Evangelio, sino también para entender qué es lo que Jesús le pide a Su Iglesia, qué se espera de ella, qué es lo que hay que cortar y cocer nuevamente en esta misión». Otro paso será sin duda el Genfest 2018 que se llevará a cabo en Manila (Filipinas) y, además, la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en enero de 2019 en Panamá.