Movimiento de los Focolares
África una nueva generación de startupper

África una nueva generación de startupper

170620-24_Fontem_EoC_Start_up_Lab_04_rid_300Los 55 jóvenes empresarios provenían de países muy distintos entre ellos (República Democrática del Congo, Angola Uganda, Nigeria, Costa de Marfil, Camerún, Burkina-Faso, Madagascar, Benín y Holanda). Todos estaban deseosos de ponerse a prueba mediante 30 proyectos empresariales innovadores. Los acompañó un equipo internacional de “tutores” (7 africanos, 5 europeos y una sudamericana). Ha sido el primer StartUp Lab 2017 africano y tuvo lugar en junio pasado en Fontem, en el corazón de la jungla de Camerún. Cinco días de estudio para aprender y profundizar la temática empresarial vinculada a los valores de la Economía de Comunión y cómo la han vivido tantos empresarios de varias latitudes. La idea de la semana de incubación de proyectos había nacido 2 años antes. En Nairobi, en el 2015, durante la Asamblea Internacional de la EdC, algunos jóvenes habían compartido con la primera generación de empresarios el sueño de realizar algunos proyectos.  Su energía, capacidad y motivación tenían que ser sostenidas.  Así fue como se lanzó la propuesta de realizar, dos años después, una actividad de incubación dedicada a ellos.  En junio del 2017, en el StartUp Lab de la ciudadela Mafua Ndem de Fontem algunos de estos sueños han empezado a encaminarse como actividades productivas. 170620-24_Fontem_EoC_Start_up_Lab_05_ridInicia el taller. Anouk Grevin, docente francesa de la Universidad Polytech de Nantes y del curso de especialización en Economía y Gerencia del Instituto Universitario Sophia presenta los valores de la Economía de Comunión.  La argentina Florencia Locascio, experta en comunicaciones sociales explica la técnica del “elevator pitch”, que permite describir la propia idea empresarial a un potencial cliente o patrocinador en forma clara, sintética y eficaz, en un tiempo muy breve, el correspondiente a un viaje en un ascensor.  Locascio forma parte de EoC IIN (Economy of Communion International Incubating Network) para la incubación de nuevas empresas con el espíritu de la comunión y de la solidaridad. Pierre Chevalier, empresario francés realiza un taller dedicado a la investigación de ideas más innovadoras y al análisis de los proyectos,  Sin olvidar el esfuerzo necesario para sostenerlos. Como la parte sumergida de un iceberg que sostiene en forma invisible la superficie, “La ilusión del iceberg” Expresa de la mejor forma la vida y el compromiso de un empresario en donde el éxito se realiza a costa de grandes sacrificios, trabajo, fe y creatividad. 170620-24_Fontem_EoC_Start_up_Lab_06_ridLa profundización en términos como presupuesto, budget (“budget de gestión, flujo de caja y plan de amortización”), ventas, costos de producción, Balance financiero fue confiado a Giampietro Parolin, docente de estrategia empresarial en el IUS.  Los ejercicios prácticos sobre costos y producción ayudaron a comprender el componente financiero con especial referencia al cálculo y a la previsión de las ventas, a los costos de producción y a los balances. Markus Ressl, consultor de Ressolution y empresario de la EdC, Analizó con los jóvenes empresarios en la teoría y en la práctica, distintos modelos de negociación. Finalmente examinaron los procesos y el funcionamiento de una empresa EdC. El último día, nuevamente con Locascio, se dedicó a las estrategias de comunicación: el nombre de la empresa, la marca, el lema y el uso de los medios de comunicación diversificados según el target de la clientela. Una imagen-símbolo fue entregada junto a los certificados de participación, durante la conclusión del taller, simbolizada en red de personas protagonistas de un nuevo modo de hacer la economía, estrechadas alrededor de la ciudadela Mafua Ndem.  Con los brazos levantados y vinculados a través de una cuerdecita, como símbolo del pacto de reciprocidad. Quizás es el inicio de una nueva historia para estos jóvenes startup.

María Voce: Diálogo, un estilo de vida/2

María Voce: Diálogo, un estilo de vida/2

Emmaus 3Después de haber ilustrado los puntos del arte de amar, según la expresión que a Chiara Lubich le gustaba usar, María Voce se pregunta: « Pero ¿cómo vivir este arte que no se basa en los sentimientos o buenos propósitos, sino que hay que practicarlo con la medida requerida por Jesús, o sea, hasta dar la vida? ¿Existe una clave, un secreto, que nos haga cada vez más capaces de vivir con esta medida?». Y habla del “momento culminante” de la pasión de Jesús, cuando se sintió abandonado por el Padre (Mt 27,46), y sin embargo se confía en sus manos (Lc 23,46), superando «aquel inmenso dolor, y reconduciendo de esta manera a los hombres al seno del Padre y a la comunión entre ellos». «¿Cómo podemos vivir este misterio de Jesús abandonado-resucitado? ¿Cómo lograr progresar cuando en el camino ecuménico nos enfrentamos en las cuestiones acerca de la verdad?», se pregunta todavía la presidente. « “Tengan en ustedes los mismos sentimientos de Cristo Jesús: – escribe el apóstol Pablo a los Filipenses – el cual, siendo de condición divina, no consideró un privilegio el ser igual a Dios,  sino que se despojó de sí mismo tomando la condición de, siervo haciéndose semejante a los hombres” (Fil 2,5-7).  Con esta actitud podemos transmitir de un modo creíble la verdad de Cristo. Cristo se despojó de todo, como un don de amor». Y el Papa Francisco, en la conclusión de la Semana de Oración por la unidad de los cristianos, el pasado 25 de enero, citaba: “Si vivimos este morir a nosotros mismos por Jesús, nuestro antiguo estilo de vida queda relegado al pasado y, como le sucedió a san Pablo, entramos en una nueva forma de existencia y de comunión”. «Chiara Lubich,  a esta nueva forma de existencia y de comunión la llama: “Jesús en medio de nosotros”. Esta expresión se refiere a la promesa de Jesús de estar presente entre aquellos que están reunidos en su nombre, que significa en su amor (Mt 18,20). Esta presencia del Resucitado entre los suyos es decisiva para el ecumenismo». Desde 1996, tras un encuentro con un millar de anglicanos y católicos, Chiara empieza a hablar del ecumenismo “del pueblo”. Y sobre ese espíritu nació el camino de “Juntos por Europa”, comunión y colaboración ya entre más de 300 Movimientos y comunidades de diferentes Iglesias. «Sin una verdadera reconciliación – afirma María Voce – no se progresa en el camino hacia la unidad. Y esta reconciliación caracteriza hasta el día de hoy la comunión entre los Movimientos». Finalmente, concluye la presidente: «En la línea de lo sucedido en Lund el 31 de octubre de 2016 – continúa –, cuando el Papa Francisco, juntamente con el Presidente de la Federación Luterana Mundial, el obispo Dr. Munib Younan, quisieron  conmemorar juntos el comienzo de los 500 años de la Reforma, he manifestado que debemos dar un nuevo impulso al compromiso ecuménico que caracteriza nuestro Movimiento». Así, nació en la ciudadela cercana a Augsburgo “La Declaración de Ottmaring” que «quiere ayudarnos a pensar ecuménicamente: recordar que cualquier hermano al que encuentre, ya sea de mi Iglesia o de otra Iglesia, pertenece al cuerpo de Cristo, a aquel cuerpo por el cual Cristo dio su vida. Éste es un compromiso absoluto que asumimos como Movimiento de los Focolares y que podemos hacer que penetre en el hoy de cada dimensión de la vida humana. El ecumenismo es una necesidad de los tiempos. Debe seguir adelante, porque responde a la necesidad que todos tienen, aunque sea inconscientemente. Si las personas tienen la oportunidad de encontrarse con Jesús presente entre los cristianos que se aman, nacerá en ellos la fe, cambiarán el modo de comportarse, buscarán la paz y soluciones de justicia, y se comprometerán a favor de la solidaridad entre los pueblos. Sólo si estamos unidos los cristianos, el mundo podrá encontrar a Dios». Lee el texto integral en italiano.

María Voce: Diálogo, un estilo de vida/1

María Voce: Diálogo, un estilo de vida/1

Emmaus 2«En el mundo de hoy, tan globalizado e interdependiente, el diálogo parece la única vía para la supervivencia de la Humanidad. O luchamos los unos contra los otros hasta destruirnos recíprocamente o dialogamos; en efecto, sólo la apertura al otro y el diálogo crean vida y conducen a la vida, porque basan cada acción en el habernos reconocido hermanos, hijos de Dios. Y me parece captar que el Espíritu Santo está empujando un poco por todas partes a nuestras Iglesias en esta dirección: a dialogar para volver a encontrar la unidad rota durante los siglos, para dar, como cristianos, un testimonio común ante el mundo según la oración de Jesús: “Padre, que todos sean uno, para que el mundo crea” (Cf. Jn 17)». Así comienza María Voce, presidente del Movimiento de los Focolares, su articulada intervención. Inicia con su testimonio ecuménico personal hasta el encuentro con la espiritualidad de la unidad: «En los años ’60, a través de la experiencia de Chiara Lubich, que había tenido contacto con algunos cristianos miembros de la “Fraternidad de vida común” de Alemania», se abre, para el Movimiento, el diálogo ecuménico. Nace, en 1965, la ciudadela de Ottmaring (Alemania), en la que conviven católicos y evangélicos». Durante el Concilio Vaticano II, Chiara entra en contacto con algunos Observadores de otras Iglesias.Inician así las “Semanas ecuménicas”, en las que, anualmente, cristianos de diferentes Iglesias nos comunicamos recíprocamente las experiencias de la Palabra vivida, poniendo el acento, sobre todo, en el Mandamiento nuevo de Jesús: “Ámense los unos a los otros como yo les he amado” (Jn 13,34). En el histórico encuentro del 13 de junio de 1967 entre el Patriarca ecuménico Atenágoras I y Chiara Lubich, María Voce se encontraba en Estambul, en Turquía, como responsable del Movimiento a nivel local. «Ése fue el primero de 25 encuentros que Chiara tendrá con aquella gran figura carismática. Atenágoras se declara “su discípulo” y desea un focolar en Constantinopla». Seguirán otros encuentros ecuménicos importantes. «Cristianos de las más variadas Iglesias han querido compartir la espiritualidad de la unidad y muchos se han sentido llamados a las diferentes vocaciones específicas del Movimiento, aun permaneciendo cada uno y cada una bien insertados en su propia Iglesia». María Voce, en efecto, recuerda «El diálogo no se realiza entre las culturas, sino entre las personas. O mejor dicho, se vive en diálogo». Y añade: «El fundamento del diálogo es Dios, Dios que es amor y Padre de todos nosotros y que nos hace a todos hijos en el Hijo, a todos hermanos, a todos una única familia. Desde el principio, Chiara hizo de la oración de Jesús “Que todos sean uno” – que podemos traducir en “hacer de toda la Humanidad una única familia” – el objetivo de su vida y ha invitado a millones de personas, en el mundo entero, a comprometerse a vivir para realizarla». Para los Focolares, por lo tanto, «el diálogo es un estilo de vida, una cultura nueva, que el Movimiento puede y quiere ofrecer a los hombres y a las mujeres de hoy». Y que debe ser «sostenido y sustanciado por la misericordia, por la compasión, por la caridad». María Voce cita a Chiara Lubich que, en 1970, escribió: “Si nosotros no tenemos la caridad, no tendremos la luz de Dios y el diálogo, cualquier diálogo, puede resultar estéril, infructuoso»[i].Y, siempre Chiara Lubich: «Quien está a mi lado ha sido creado como un don para mí y yo he sido creada como un don para quien está a mi lado. En la Tierra, todo está en relación de amor con todo: cada cosa con cada cosa. Pero es necesario ser el Amor para encontrar el hilo de oro entre los seres »[ii]. La presidente de los Focolares, después, ilustra el así llamado “arte de amar”, que se resume en pocos puntos: amar a todos, amar siempre, ser los primeros en amar, “hacerse uno” con el otro (Cf. 1Cor 9,22). «De esta manera el prójimo se siente comprendido, aceptado, aliviado». (Primera parte)   [i] C. LUBICH, Discurso a los focolarinos,1970. Texto no publicado cit. por Vera Araujo, Il quinto dialogo del Movimento dei Focolari. Cosa è, cosa vuole, cosa fa, 7 [ii] C. LUBICH, Escritos Espirituales 1, “El atractivo de nuestro tiempo”, Ciudad Nueva, Madrid 1995, 134.

Sucio y maloliente

Sucio y maloliente

La sala de espera de la Policlínica estaba repleta, porque allí atienden varios médicos. Había sólo dos sillas vacías, una al lado de una señora muy elegante y la otra cerca de un señor del cual provenía un olor muy fuerte – su ropa manifestaba una higiene muy deficiente-. Tal vez estaba allí para resguardarse del intenso frío de la calle. Mi primer impulso fue el de sentarme al lado de la señora, porque aquel olor me producía náuseas. Sin embargo, no pude evitar pensar que si Jesús está presente en cada prójimo, seguramente estaba también en ese pobre. No había excusas: mi lugar estaba al lado de él, ésa era la persona que debía preferir, justamente por su aspecto impresentable, porque era un “descartado”. Fue así que, me senté allí, junto a él, venciendo el natural rechazo que sentía, bajo las miradas maravilladas de la gente. Inmediatamente ese hombre empezó a hablarme: “Pero, ¡qué lindo suéter, qué lindos pantalones! ¡Qué hermoso sería tener ropa así!”. Cuando empezó a tocar mis pantalones para apreciar la calidad y hablar con más entusiasmo de mi ropa, debo admitir que empecé a sentirme incómodo. Salus 1La gente miraba y esperaba mi reacción. Entonces me dediqué completamente a él, tratándolo con dignidad, sin juzgarlo, viendo en él a un hermano. Importaba poco si lo que me contaba de su vida era cierto o no… Comprendía que necesitaba que alguien lo escuchara, lo valorara y lo hiciera sentir importante. Trataba de no prestarle atención al hecho, de que él, cuando hablaba, su saliva salía disparada sobre mi ropa. Sentía que este esfuerzo me sacaba de una forma de vivir cómoda y que haciendo así habría logrado amar a esa persona. Le propuse vernos al día siguiente para tomar un café. Mi nuevo amigo se quedó sorprendido y contento. Obviamente, muchas personas nos estaban escuchando. Al final, sentí que me llamaban por mi nombre y entré a la consulta médica. Cuando salí, “mi” pobre ya no estaba más. En la sala de espera ya casi vacía quedaba sólo la señora elegante, que se me acercó con una linda sonrisa: “Disculpe si lo molesto – me dijo-. Seguí toda la conversación que mantuvo con ese señor. Me parecía que su paciencia no tenía límite. Hubiera querido hacer lo mismo, pero no tuve el coraje de hacerlo. Escuché cada palabra suya, y parecía que Ud. estaba verdaderamente interesado en esa conversación tan particular. Cuando Ud. entró a ver al médico, ese señor se levantó, nos agradeció por la paciencia y nos dijo: ‘Él sí que es un amigo. Nunca lo había visto antes, pero me amó de verdad. Para él, ¡yo soy de verdad una persona importante!’. Después se fue. Cuénteme, ¿por qué Ud. actuó así con él?”. Le respondí que soy cristiano y que quiero amar y servir a cada prójimo, y especialmente a aquéllos que más sufren, como haría un padre con su hijo.La señora se mostró sorprendida. Reflexionó un poco y después, sonriendo, me dijo: “Si vivir como cristiano significa esto, tal vez puedo reencontrarme con aquella fe que perdí hace mucho tiempo”. Al día siguiente fui a tomar el café con mi nuevo amigo. Le llevé algo de ropa limpia. Cuando nos despedimos, me abrazó. Entre lágrimas me confesó: “Hacía tiempo que nadie me trataba como un ser humano que tiene necesidad de afecto y amor”. Extraído de Urs Kerber “La vida se hace camino” . Ed. Ciudad Nueva, Buenos Aires (AR) 2016, páginas 15 y 16.