La edición 2025 del tradicional festival de los jóvenes en la ciudadela de los Focolares escenifica las fragilidades y los conflictos vividos por los jóvenes de hoy y los transforma en una experiencia artística inmersiva y de esperanza. Muchos talleres y un espectáculo final en vivo para decirles a todos: «You are born to bloom», “Has nacido para florecer”.
«Recuerda que has nacido para florecer, para ser feliz». Éste es el mensaje que, con ocasión del Día del Trabajador, los jóvenes organizadores del Primero de mayo de Loppiano (en la localidad de Figline-Incisa Valdarno, Italia) quieren dar a sus coetáneos, que participarán en la edición 2025 del tradicional festival que desde el año 1973 se lleva a cabo en la ciudadela internacional del Movimiento de los Focolares.
El tema
Dentro del significado del título de la manifestación, que es “You are born to bloom (has nacido para florecer), la valentía de florecer”, están las fragilidades, las heridas y los conflictos que viven los chicos y los jóvenes de hoy; todo ello sublimado en una experiencia artística, inmersiva y de crecimiento.
«Creemos que ese conflicto, que a menudo nos golpea en las fases más difíciles de la vida podría llegar a ser una oportunidad para renacer más fuertes y conscientes de quiénes somos –explican Emily Zeidan, muchacha siria, y Marco D’Ercole, italiano, del equipo internacional de los jóvenes organizadores del festival–. Como decía el papa Francisco, “el conflicto es como un laberinto”, no tenemos que tener miedo de atravesarlo, porque “los conflictos nos hacen crecer”. Sin embargo, “de ese laberinto no podemos salir solos; salimos en compañía de otros que nos ayudan”. Así pues, en el día del Primero de Mayo de Loppiano queremos recordar a todos la belleza de los unos y de los otros, incluso en los momentos de vulnerabilidad».
Un tema di stringente attualità quello del 1° maggio a Loppiano, se si considera che in Italia, 1 minore su 5 soffre di un disturbo mentale (depressione, ritiro sociale, rifiuto scolastico, autolesionismo, ansia, disturbi del comportamento alimentare, tendenze suicide), secondo i dati della Società italiana di Neuropsichiatria dell’Infanzia e dell’Adolescenza. Gli under 35, invece, vivono la precarietà lavorativa, sono sotto retribuiti, subiscono disuguaglianza territoriale e di genere (“Giovani 2024: il bilancio di una generazione”, EURES), non si sentono compresi dagli adulti nelle loro esigenze e nel vissuto, in particolare, quando si parla di paure e fragilità, aspirazioni e sogni.
«El papa Francisco tenía una gran confianza en nosotros los jóvenes. No dejaba pasar ninguna ocasión para recordarnos que el mundo nos necesita, necesita de nuestros sueños, de grandes horizontes a los que apuntar juntos, para “colocar las bases de la solidaridad social y de la cultura del encuentro”», remarcan Emily y Marco. Por ello, este “You are Born to Bloom(has nacido para florecer)” será un espectáculo que habremos construido juntos, en donde el público no es simplemente un espectador sino parte integrante de la narración: todo aquel que participe se verá llamado a ser protagonista del espectáculo, dando lo mejor de sí junto con los demás.
El programa
Por la mañana, los participantes del festival del Primero de Mayo de Loppiano tendrán la oportunidad de explorar sus propias fragilidades y bellezas a través de talleres artísticos (workshops), motivacionales y experienciales guiados por psicólogos, formadores, counselors, artistas y performers.
Entre ellos estará también el Gen Verde International Performing Arts Group que preparará a los jóvenes a subir al escenario y formar parte del elenco de las coreografías, de los coros, de la compañía teatral y de la banda musical en el espectáculo final. Los talleres del Gen Verde se llevan a cabo en el ámbito del proyecto “M.E.D.I.T.erraNEW: Mediation, Emotions, Dialogue, Interculturality, Talents to foster youth social inclusion in the Mare Nostrum (Mediación, Emociones, Diálogo, Interculturalidad, Talentos para promover la inclusión social de los jóvenes en el Mediterráneo)”, Erasmus Plus – Juventud – partenariado de cooperación.
El festival culminará con la construcción colectiva del show en vivo: todos los participantes serán parte activa de la historia, no habrá distancia entre el escenario y el público.
Entre los artistas que han confirmado su presencia se encuentran Martinico y la banda AsOne.
“You are born to bloom, la valentía de florecer” se realiza con el aporte de Fondazione CR Firenze.
El Primero de Mayo de Loppiano es un evento de la Semana Mundo Unido 2025 (1-7 de mayo de 2025), taller y exposición global de sensibilización a la fraternidad y a la paz.
Para informaciones y reservas, se puede contactar a: primomaggio@loppiano.it – +39 055 9051102 www.primomaggioloppiano.it
Imágenes dramáticas de los incendios que devastaron una enorme zona, destruyendo todo, desde animales hasta vegetación, han circulado alrededor del mundo durante varios días. Miles de edificios están ahora en cenizas y 25 personas están muertas. Muchas familias lo han perdido todo y todavía hay 26 desaparecidos. Es desgarrador ver todavía hoy estas imágenes de sufrimiento. Y la emergencia aún no ha terminado. Nos comunicamos con la comunidad de los Focolares de la zona para conocer cómo están viviendo esta situación.
“Los incendios en diferentes puntos de nuestro territorio nos generan gran inquietud ya que no se logra extinguir totalmente los focos de incendio debido a los fuertes vientos, escribe Carlos Santos, del focolar de Los Ángeles. Se espera que duren varios días más. Muchos han sido desplazados y muchos lo han perdido todo. Pero también vemos una gran respuesta de muchas personas que han traído comida, ropa, dinero y otras donaciones para los afectados por los incendios. La respuesta caritativa fue tan grande que en la televisión pidieron a la gente no donar más en algunas zonas porque ya no había espacio para lo que había llegado. Sí, la Providencia ha llegado en abundancia y en exceso.
El fuego no alcanzó las casas de ninguna persona de la comunidad local de los Focolares. Pero algunos tuvieron que mudarse porque vivían en zonas donde había riesgo de incendios.
El focolar femenino – continúa Carlos – acogió a una familia durante tres días, hasta que las autoridades dijeron que era seguro regresar a su casa. Nuestro focolar masculino también se ha puesto a disposición para acoger a personas en caso de que lo necesiten. Esto ha dado más tranquilidad a la comunidad porque varias áreas del condado de Los Ángeles podrían tener mandatos de evacuación en caso de que el viento cambie de dirección y mueva el incendio allí. Algunos focolarinos y focolarinas, a través de su trabajo, han tocado con mano el sufrimiento de muchas personas y familias que lo han perdido todo. Queremos acompañar a estas personas, darles consuelo y ayudarles a encontrar una solución estable”, concluye Carlos, agradeciendo los numerosos mensajes de cercanía y oraciones por este gran sufrimiento.
En este link del sitio web de Focolare Media, el órgano de comunicación de los Focolares en América del Norte, se puede leer el artículo sobre el “milagro del tabernáculo” en la iglesia de Corpus Christi en la comunidad de Pacific Palisades en California.
La sede de Pedrinhas (SP, Brasil) de la Fazenda da Esperança acoge a jóvenes y adultos que están afrontando diversas etapas de recuperación de la adicción a las drogas y otras formas de adicción y malestar social. No podía haber mejor lugar para albergar el congreso de UNIRedes, la plataforma de ONG, proyectos sociales, humanitarios y de agencias culturales que se inspiran en la espiritualidad de la unidad de Chiara Lubich en América Latina. Estuvieron presentes 140 personas representando a 37 de las 74 organizaciones asociadas de UNIRedes, activas en 12 países de América Latina y el Caribe.
El objetivo del encuentro era presentar el trabajo de estos años a Margaret Karram y Jesús Morán presentes en la reunión; definir los próximos pasos comunes a todas las organizaciones asociadas y fortalecer el vínculo con el Movimiento de los Focolares para poder compartir, incluso más allá del continente Latinoamericano, la experiencia alcanzada.
UNIRedes: una red de redes
Maria Celeste Mancuso, argentina, corresponsable internacional del Movimiento Humanidad Nueva, explicó que UNIRedes no es solo un super proyecto solidario: “Es también un espacio que genera una reflexión cultural para identificar las categorías antropológicas y epistemológicas necesarias para generar una nueva cultura del cuidado de la persona y de las sociedades latinoamericanas”. Por esta razón, las agencias culturales inspiradas en el carisma de la unidad, como el Instituto Universitario Sophia (Loppiano, Italia); su sede local Sophia América Latina y el Caribe (ALC); y el Centro Universitario ASCES UNITA de Caruaru (Pernanbuco, BRA) también forman parte del proyecto en toda regla.
Virginia Osorio, uruguaya, una de las iniciadoras del proyecto, explica sus orígenes: “Los continuos cambios políticos y económicos de nuestros países hacían que nuestras organizaciones fueran cada vez más frágiles y aisladas. Con UNIRedes hemos encontrado un lugar donde fortalecernos mutuamente y compartir sufrimientos y esperanzas. Nuestro último proyecto fue para el Genfest: cientos de jóvenes hicieron voluntariado en muchas de nuestras organizaciones, viviendo en carne propia experiencias de fraternidad y cercanía a los más pobres”.
La raíz común: “morir por la propia gente”
La primera raíz de UNIRedes no se basa en análisis geopolíticos o económicos: hay que remontarse a los inicios de los años 70, cuando también los Gen, los jóvenes de los Focolares, como muchos de sus coetáneos en muchos países, querían cambiar el mundo contribuyendo a darle igualdad, justicia y dignidad.
Chiara Lubich, que se reunía con ellos con frecuencia, había apoyado y confirmado la necesidad de hacer una revolución social pacífica, especialmente en América Latina, continente al que veía identificado con esta vocación especial. Decía a los jóvenes de los Focolares que: “Cada uno debe sentir que debemos morir sí por la humanidad, pero es necesario que encontremos a nuestro Jesús Abandonado local para morir por nuestra gente”[1].
“Así es como muchos se volcaron en las periferias de las ciudades, en las favelas, en cualquier lugar donde la pobreza quitaba dignidad a las personas” –cuenta Gilvan David, brasileño, del grupo latinoamericano de articulación de UNIRedes–. “Nacieron las primeras ONG y mientras tanto intentábamos estructurarnos, pero no era suficiente: ‘Ustedes vienen a nosotros –nos decían los pobres– pero luego se van y nos dejan solos’. Para responder a este grito, comenzamos a trabajar en red con las políticas públicas locales y, al mismo tiempo, varios sacerdotes que vivían la espiritualidad de la unidad también fundaron proyectos sociales: Fray Hans con la Fazenda da Esperança, el padre Renato Chiera con la Casa do Menor y otros”.
Una “única” América Latina
“Más tarde nacieron los primeros grupos de organizaciones –continúa Gilvan David– ‘Sumá Fraternidad’, que recogía los proyectos de algunos países de habla hispana; la asociación civil ‘Promoción Integral de la Persona’ (PIP) en México, y las organizaciones sociales brasileñas que seguían creciendo, encontrando su propia identidad y espacio de servicio. No fueron años fáciles, pero comenzamos varios itinerarios en diferentes territorios de América Latina para apoyar su compromiso social que después se fusionaron en UNIRedes. Nos hemos reunido varias veces, pero el encuentro fundacional fue en 2014, con la presencia de Emmaus Maria Voce y Giancarlo Faletti, en ese entonces presidenta y copresidente del Movimiento de los Focolares. Emmaus en esa ocasión dijo: ‘Ustedes le dan al Movimiento una nueva visibilidad, un nuevo sentido a su acción, son un testimonio para quien los mira desde fuera; dan visibilidad completa al Carisma a través de acciones concretas’. Diría que fue entonces cuando nos reconocimos como una realidad única para toda América Latina: nos encontramos abrazados por el carisma de la unidad”.
Fueron muchos y sustanciales los aportes que han construido este congreso, junto con la presentación de las diferentes organizaciones asociadas.
Juan Esteban Belderrain: de la desigualdad a la esperanza
El politólogo argentino Juan Esteban Balderrain analizó la lacra de la desigualdad de la que América Latina ostenta la primacía mundial. “Se trata de construir una visión de este continente que parta de la esperanza y esto es posible porque, si miramos la raíz más profunda del problema de la desigualdad, encontramos la pérdida de la referencia a ese Dios que es amor y que nos ayuda a entender que somos hermanos y hermanas los unos de los otros y el respeto a la naturaleza, que es también expresión de su Amor. Refiriéndose al siglo XX, Pablo VI dijo que aquel era un tiempo bendito porque exigía de todos la santidad. Creo que estas palabras valen también para el nuestro”.
Padre Vilson Groh: la “mística de los ojos abiertos”
Desde hace más de 40 años, el padre Vilson vive en el “morro”, una favela de Florianópolis (Santa Catarina, Brasil), llevando a cabo proyectos sociales especialmente para los jóvenes. Habló de la “mística de los ojos abiertos”: “Debemos llevar a nuestras organizaciones a los sótanos oscuros de nuestras periferias; ser allí una esperanza. El Genfest ha traído la perspectiva del “juntos”, que el Papa Francisco promueve. Esto requiere un camino paciente, resiliente; pide ser firmes en la búsqueda del bien común. La unidad es superior al conflicto ‒dice siempre el Papa‒ y la unidad es pluralidad. Llevamos la diversidad dentro de nuestras organizaciones: el carisma de la unidad es una puerta para que Cristo llagado abra espacios”.
Vera Araujo: América Latina constructora de fraternidad
La intervención de la socióloga brasileña se centró en una visión positiva que sabe reconocer el patrimonio cultural y humano latinoamericano y lo ofrece como regalo al mundo.
“UNIRedes tiene su origen en el carisma de Chiara Lubich y puede transformarse en una increíble oportunidad también para el resto del mundo: la unidad vista no solo como valor religioso, sino también como fuerza capaz de componer eficazmente la familia humana, realizando una interacción entre la multiplicidad de las personas, preservando las distinciones en el contexto de las realidades sociales. Aquí el carisma de la unidad no ofrece una solución fácil, pero sí un sentido, un significado, una Persona: Cristo Abandonado en la cruz.
«Para amar bien –decía Chiara– no hay que ver en las dificultades e injusticias del mundo solamente males sociales que hay que remediar, sino descubrir en ellas el rostro de Cristo que no desdeña esconderse bajo toda miseria humana»[2].
Susana Nuín Núñez: el camino de los pueblos y de los movimientos sociales
La socióloga uruguaya describió el camino y la riqueza social, política y económica de los pueblos del continente y de algunos movimientos sociales. “Estas redes que tienen las más variadas fisonomías y desarrollos en las prácticas sociales o en el mundo académico, actúan de manera complementaria, generando un indiscutible tejido sociocultural de multiforme carácter comunitario del que América Latina es portadora”. Subraya también la peculiaridad de UNIRedes, que desde hace más de diez años es un sujeto social que cuida, revoluciona, transforma e influye a partir del Evangelio y de la palabra de la unidad.
Margaret Karram y Jesús Morán: UNIRedes es parte del Movimiento de los Focolares
“Quienes quieren vivir el Evangelio en esta región, siempre están en crisis porque ven desigualdades constantemente” – destaca Jesús Morán–. “La unidad no puede dejar de asumir esta realidad. ¿Cómo construimos la unidad en este continente sin tener en cuenta a los descartados por la sociedad? Lo que ustedes hacen como UNIRedes debe caracterizar a todo el Movimiento en esta región; no es creíble su trabajo por la unidad si no acontece también a través de las obras sociales. Cierto, no seremos nosotros los que resolvamos los problemas sociales. Lo único que podemos hacer es ayudar a que la gente se convierta al amor. Si tocamos los corazones, alguien captará el espíritu y en la libertad comprenderá cómo vivir el Evangelio”.
Margaret anima a UNIRedes a seguir adelante: “Ahora hay que entender cómo hacer llegar a todos en el mundo la vida de ustedes y su ejemplo. Citando una conversación de Chiara Lubich de 1956, reiteró que el Movimiento, en su compromiso social, no debe olvidar que la clave para la solución de los problemas que el Carisma de la unidad ofrece, está en la novedad de la reciprocidad más que en la justicia. Promueve el compartir, el poner en común entre todos lo poco o mucho de lo que se dispone para crear un Bien Común mayor que, además de resolver los problemas sociales, produce esa realización humana y espiritual que solo sucede en la comunión entre todos. Por último, Margaret lanza una propuesta: “Añadir un nuevo artículo en su Carta de principios y compromisos: un pacto solemne de fraternidad para proponerlo a quienes quieran formar parte de UNIRedes: estamos aquí para dar testimonio del amor mutuo y solo si tenemos este amor, el mundo creerá”.
“UNIRedes nos habla de esperanza” –concluye M. Celeste Mancuso–. “Es una propuesta transversal y sinodal de red organizativa que puede inspirar modelos similares para esas periferias existenciales de otras partes de nuestro vasto mundo. Así se podrá pensar en construir redes globales de fraternidad que promuevan el bien común”.
Stefania Tanesini
[1] Chiara Lubich en la “Scuola Gen”, Rocca di Papa (Roma, Italia), 15 de mayo de 1977
[2] Chiara Lubich, Para una civilización de la unidad. Discurso pronunciado en el Congreso “Una cultura de paz para la unidad de los pueblos”, Castel Gandolfo, (Roma) 11-12 de junio de 1988
En esta encrucijada de pueblos donde confluyen los ríos Iguazú y Paraná, se encuentra la frontera más transitada de Latinoamérica; la zona se caracteriza por una gran diversidad cultural y por la presencia secular de pueblos indígenas, como el gran pueblo guaraní. El turismo es el mayor recurso económico de esta región a la que la gente llega sobre todo para visitar las Cataratas del Iguazú que son las más extensas del mundo, con una anchura de 7.65 Km y son consideradas una de las siete maravillas naturales del planeta.
En su mensaje de bienvenida, Tamara Cardoso André, Presidenta del Centro para los Derechos Humanos y la Memoria Popular de Foz de Iguazú (CDHMP-FI) explica que en este lugar se quiere dar un significado diferente a las fronteras nacionales: “Queremos que nuestra triple frontera se convierta cada vez más en un lugar de integración, una tierra que todos sientan como propia, como la entienden los pueblos originarios que no conocen barreras”.
Foz de Iguazú, última parada
Aquí concluye el viaje de Margaret Karram y Jesús Morán – presidente y copresidente del Movimiento de los Focolares – a Brasil. Lo han recorrido de norte a sur: desde la Amazonia brasileña, pasando por Fortaleza, Aparecida, la Mariápolis Ginetta en Vargem Grande Paulista, la Fazenda da Esperança en Pedrinhas y Guaratinguetà (SP), hasta Foz de Iguazú. Aquí la familia “ampliada” de la comunidad tri-nacional de los Focolares celebra su joven historia y cuenta la contribución de unidad que ofrece a este lugar: el abrazo de tres pueblos que la espiritualidad de la unidad reúne en uno, superando las fronteras nacionales, aun manteniendo cada uno su propia identidad cultural. Para la ocasión también están presentes el Card. Adalberto Martínez, arzobispo de Asunción (Paraguay), el obispo del lugar Mons. Sergio de Deus Borges, Mons. Mario Spaki, obispo de Paranavaí y Mons. Anuar Battisti, obispo emérito de Maringá. También está presente un grupo de la comunidad islámica de Foz con el que desde hace tiempo existen relaciones de amistad fraterna.
Pueblos con raíces comunes
Arami Ojeda Aveiro, estudiante de Mediación Cultural en la Universidad Federal de Integración Latinoamericana (UNILA) ilustra el camino histórico de estos pueblos y las graves heridas que se han acumulado a lo largo de los siglos. El conflicto entre Paraguay por un lado, y Argentina, Brasil y Uruguay por el otro (1864-1870) fue uno de los más sangrientos de Sudamérica en términos de vidas humanas, con consecuencias sociales y políticas para toda la región. Por otro lado, también son muchos los factores culturales en común, como la música, la gastronomía, las tradiciones populares derivadas de la misma raíz cultural indígena, como la Yerba Mate Guaraní, bebida típica de los tres pueblos.
La cultura guaraní es una de las más ricas y representativas de América del Sur; es un testimonio vivo de la resiliencia y de la capacidad de adaptación de un pueblo que ha sabido conservar su identidad a lo largo de los siglos con una cosmogonía única, donde la conexión con la naturaleza y el respeto por las tradiciones son fundamentales y pueden ser una gran riqueza para toda la humanidad.
“Por eso –concluye Arami Ojeda Aveiro– la región de la triple frontera no solo representa un confín geográfico, sino un espacio multicultural y de cooperación que fortalece toda la zona”.
La comunidad “tri-nacional” de los Focolares
Entre todas las comunidades de los Focolares del mundo, esta presenta un carácter único: “Sería imposible –cuenta una joven argentina– sentirnos una sola familia si mirásemos solo nuestras historias nacionales”. Mónica, paraguaya, una de las pioneras de la comunidad junto a Fátima Langbeck, brasileña, cuenta que todo comenzó con una oración suya cotidiana: “‘Señor, ábrenos el camino para que podamos establecer una presencia más sólida del Focolar y que tu carisma de la unidad florezca entre nosotros’. Desde 2013 somos una única comunidad y queremos escribir otra historia para esta tierra, que atestigüe que la fraternidad es más fuerte que los prejuicios y las heridas seculares. Nos une la palabra de la unidad de Chiara Lubich, cuando dijo que la verdadera socialidad supera a la integración, porque es amor recíproco en acto, como anuncia el Evangelio. Nuestras peculiaridades y diferencias nos hacen más atentos los unos a los otros y las heridas de nuestras historias nacionales nos han enseñado a perdonarnos”.
Los aportes artísticos expresan la vitalidad y la actualidad de las raíces culturales de los pueblos que habitan esta zona. Están los cantos de la comunidad argentina llegada del “litoral“, de la costa; luego “El Sapukai”, la rítmica danza paraguaya que se baila con (hasta) tres botellas en la cabeza; la representación del pueblo guaraní entona un canto en su propia lengua que alaba a la “gran madre”, la selva, que debe ser protegida, produce buenos frutos y da vida a todas las criaturas.
Don Valdir Antônio Riboldi, sacerdote de la diócesis de Foz, que conoció a los Focolares en 1976 continúa la historia por escrito: “Los focolares de Curitiba en Brasil y de Asunción en Paraguay comenzaron a promover eventos que involucraban a personas de las tres naciones vecinas, una experiencia que llamábamos ‘Focolar tri-nacional’. También la vida eclesial aquí se mueve en la línea de la comunión, promoviendo iniciativas conjuntas entre las diferentes diócesis”.
Está claro que la vida de esta región y de la comunidad de los Focolares locales no habla solo a América Latina, sino al mundo entero. Y dice que es posible caminar juntos, siendo diferentes: es la espiritualidad de la unidad que entra en contacto con la parte más profunda de la identidad de las personas y los pueblos, haciendo florecer la común humanidad y la fraternidad.
La palabra a Margaret Karram y Jesús Morán
“Me he sentido abrazada no por uno, sino por tres pueblos –dijo Margaret Karram–. Toda mi vida he soñado vivir en un mundo sin fronteras. Aquí me ha parecido ver realizado este profundo deseo mío, por eso me siento parte de ustedes. Son la confirmación de que solo el amor aleja cualquier obstáculo y elimina las fronteras”.
“Viví en América Latina 27 años –continuó Jesús Morán– pero nunca había venido a esta zona. Ustedes han sufrido mucho: el pueblo guaraní fue despojado de sus tierras y dispersado. Lo que están haciendo hoy es importante aunque sea pequeño: no podemos reescribir la historia, pero podemos seguir adelante y sanar las heridas, acogiendo el grito de Jesús Abandonado. Las heridas se curan creando relaciones interregionales también con los pueblos originarios porque, de hecho, son los únicos realmente «tri-nacionales». También ellos recibieron la luz de Cristo; no olvidemos la obra de evangelización y promoción humana que los jesuitas hicieron en esta región con “las Reducciones” del siglo XVII al XVIII. Hoy estamos conectados a esta historia, a todo lo que hace la Iglesia y sabemos que la unidad es la respuesta en este mundo que necesita un alma y brazos para hacer una verdadera globalización a la altura de la dignidad humana”.
Al final, volviendo a tomar la palabra, Margaret comparte lo vivido en este mes: “Este viaje ha aumentado en mí la fe, la esperanza y la caridad. En la Amazonia, en los confines del mundo, la ‘fe’ emergió poderosa: conocí a personas que creen firmemente que todo es posible, incluso las cosas más difíciles. ¡Sueñan y realizan! Me gustaría tener al menos una pizca de su fe, como dice el Evangelio: “Si tienen fe como un grano de mostaza, dirán a este monte: ‘Muévete de aquí allá’, y se moverá, y nada les será imposible” (Mt 17,20). De allí me llevo esta fe que mueve montañas y el valor de soñar cosas grandes. Después, la palabra del Genfest no puede ser otra que «esperanza»: hemos vivido esta experiencia juntos: todo el Movimiento estaba comprometido con los jóvenes y por los jóvenes. Fue también un evento ecuménico e interreligioso que dio mucha esperanza.
Y por último la ‘caridad’, que hoy he visto aquí entre ustedes y que hemos palpado en las numerosas organizaciones sociales con las que hemos tenido contacto en este mes: la Fazenda da Esperança; los varios Movimientos y nuevas comunidades eclesiales con las que nos hemos encontrado en Fortaleza; el encuentro de UniRedes que reúne a todas las organizaciones sociales y agencias culturales de América Latina que se inspiran en el carisma de la unidad [del que escribiremos aparte]. Todo esto dice «caridad», porque toda realidad social nace del amor al prójimo, del querer dar la vida por la propia gente.
Desde esta frontera parte una esperanza para todas las comunidades de los Focolares en el mundo y más allá. En diciembre pasado sugerí el proyecto “Mediterráneo de la fraternidad”, donde reunir todas las acciones ya en curso y las que surgirán, para construir la paz en esa región que tanto sufre por la guerra. También desde aquí podría comenzar un proyecto de «fraternidad para América Latina» que puede extenderse a todos sus países, ¡se lo encomendamos a María!».
Un puente entre Europa y Asia. Kazajistán fue el país de destino del 38° Viaje Apostólico del Papa Francisco, que tuvo lugar del 13 al 15 de septiembre de 2022. El motivo de la visita fue el VII Congreso de Líderes de Religiones mundiales y tradicionales. El VII Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales se inauguró ayer, 14 de septiembre de 2022, en el Palacio de la Independencia de Nur-Sultan, la capital kazaja, evento que reunió a cerca de un centenar de delegaciones de 50 países de todo el mundo y que ha colocado entre las más altas prioridades la afirmación de la paz, la armonía y la tolerancia como principios inquebrantables de la existencia humana. No es casual, por tanto, que el lema de este 38º viaje papal sea precisamente “Mensajeros de paz y unidad” y que el logotipo diseñado para la ocasión represente una paloma con una rama de olivo. Un fuerte llamado a la fraternidad, como recordó el Pontífice al inicio de su discurso, “que nos une a todos, como hijos e hijas del mismo Cielo”. En un tiempo corroído por los conflictos y aplastado por el peso de las desigualdades, ha declarado Francisco, “las religiones nos recuerdan que somos criaturas (…). La condición de criaturas que compartimos instaura así una comunión, una verdadera fraternidad”. Citando a un poeta kazajo, Abai, el Papa subrayó la importancia de mantener “el alma despierta y clara la mente”. Eso es lo que necesita el mundo, una “religiosidad auténtica”, desprovista de cualquier tipo de fundamentalismo, tóxica para todos los credos. “Por tanto, necesitamos la religión para responder a la sed de paz del mundo y a la sed de infinito que habita en el corazón de todo hombre”, prosiguió. Mirando los problemas de hoy, especialmente los relacionados con la vulnerabilidad provocada por la pandemia “los creyentes están llamados al cuidado – dijo el santo Padre -, es decir, a hacerse cargo de la humanidad en todas sus dimensiones, convirtiéndose en artesanos de comunión”. Una fuerte exhortación que representa uno de los tantos desafíos planetarios a afrontar junto a la indiferencia ante las miserias ajenas, la custodia de la creación y la enorme dificultad para trazar un camino de paz en una tierra asolada por las guerras. “Sigamos adelante juntos, para que el camino de las religiones sea cada vez más amistoso”, concluyó Bergoglio, y agregó un agradecimiento especial a Kazajstán por “el esfuerzo de unir siempre, intentando el diálogo, entablando lazos de amistad”. Por la tarde y al final del segundo día del viaje apostólico, el papa Francisco también celebró la Santa Misa en la plaza de la Expo, reuniendo a los católicos del país y de varias otras partes de Asia. Algunos miembros de la pequeña comunidad del Movimiento de los Focolares presente en la zona también siguieron sus pasos: “La visita del Papa Francisco a Kazajstán ha sido una gran alegría para los católicos que viven aquí y más allá”, dijo Nikolay, un jovencísimo padre de familia de Amalty. “Nuestra comunidad ha organizado una peregrinación para ir a Nur-Sultan. Era importante estar allí y rezar junto al Papa”, prosigue. Una oración comunitaria que parece expresar un deseo grabado en el corazón de todos, el de alcanzar la alegría de un mundo unido sembrando el bien. Ser “mensajeros de paz”, para Nikolay significa esto: “Kazajistán es un país multinacional en el que viven diferentes naciones y cada habitante respeta las diferentes tradiciones religiosas de los demás. Los musulmanes felicitan a los cristianos en Semana Santa y Navidad y los cristianos, a su vez, felicitan a los musulmanes en sus festividades. En diversas situaciones difíciles todos intentan ayudar a los demás, sin importar si son kazajos, rusos o kirguises, pero es un camino que debe renovarse continuamente”. Así lo confirma también el papa Francisco, citando en su homilía una parte del discurso que san Juan Pablo II pronunció durante su viaje a Kazajstán en septiembre de 2001 y que deja a todos con una exhortación a seguir: “La paz nunca se gana de una vez por todas”, debe ser conquistada cada día, así como la convivencia entre las diferentes etnias y tradiciones religiosas, el desarrollo integral, la justicia social. Y para que Kazajstán crezca aún más ‘en la fraternidad, el diálogo y la comprensión […] para construir puentes de cooperación solidaria con otros pueblos, naciones y culturas’[1], se necesita el compromiso de todos”.