May 9, 2017 | Focolare Worldwide
La visita (2/7 de mayo) empezó con la participación, el 2 de mayo, en el seminario promovido por “Comunión y Derecho”, en una sala del Palacio Presidencial, con el título “El Derecho como medio para la integración en una sociedad multicultural”. Participaron unos 70 expertos en los ámbitos de la inmigración, la educación e el trabajo. Entre ellos estaba el Comisario maltés para los refugiados, representantes del IOM y EASO Malta, Arnold Cassola, presidente del partido Alternattiva Demokratika, docentes y estudiantes de Jurisprudencia. La abogada María Voce, en su intervención, afirmó que la ley puede llegar a ser instrumento de integración en la sociedad “si superamos una visión exclusivamente formal, y nos esforzamos en mirar al Derecho como medio indispensable para contribuir a crear una realidad de comunión en el interior de la sociedad”. Citando la experiencia de Juntos por Europa, nacida por inspiración de Chiara Lubich, relató sus acciones que “aparecen como un signo profético de lo que Europa puede llegar a ser si sus ciudadanos quisieran compartir en mayor medida la común experiencia, que va más allá de las distintas culturas y de las pertenencias eclesiales”, dando voz, de esta forma, a “una Europa que, segura de sus propias raíces, se abre sin temores a quienes piden acogida y sabe que el amalgama de pueblos que la constituyó a lo largo de los siglos, puede a su vez amalgamarse con otros pueblos que contribuirán a su desarrollo”. Cada intervención fue sustentada por iniciativas concretas, como el proyecto TANDEM – presentado por Apollos Pedro originario de Biafra, pero residente en Italia – que promueve la paz y el diálogo, dando promoviendo las oportunidades de convivencia con personas de varias nacionalidades y religiones.
El 4 de mayo, tuvo lugar el encuentro de María Voce con la Presidente de la República de Malta, Marie-Louise Coleiro Preca, a quien le ilustran las distintas expresiones del Movimiento de los Focolares en Malta; en especial las actividades de Humanidad Nueva y las iniciativas de chicos y jóvenes. La Presidente siguió con interés y, concluyendo, se despidió de los jóvenes con un caluroso abrazo. «Los Focolares son como una vitamina. El arte de amar difunde una paz positiva, en un mundo cada vez más narcisista y egocéntrico». Los chicos le entregaron el “Dado del amor”. Quien invitó a la Presidente de los Focolares fue la diócesis de Malta, a través de su Comisión Ecuménica, en ocasión del 40° aniversario de la fundación de la misma. En este contexto, el 5 de mayo, María Voce fue recibida por el Arzobispo Mons. C.J. Scicluna. En seguida después, ante unos 300 participantes, intervino en la conferencia sobre el tema: “Diálogo, ¿un estilo de vida?” Entre los presentes estaban el Arzobispo, el Presidente de la Comisión Ecuménica, el Vicario General, el Secretario de la Nunciatura de Malta, el Nuncio de Costa de Marfil (de origen maltés), un representante de la Iglesia Ortodoxa Rumana, dos personas del “Robert Schuman Centre for European Studies” y algunos miembros de organismos eclesiales.
Recorriendo la rica historia del compromiso ecuménico del Movimiento, María Voce explicó que el método del diálogo que Chiara Lubich promovió es el amor, “un diálogo entre personas, no entre ideologías o sistemas de pensamiento. Que debe necesariamente ser sostenido y sustanciado por la misericordia, la compasión, la caridad, sintetizada en la Regla de oro, presente en todas las culturas y religiones: “Todas las cosas que quisierais que los hombres hiciesen con vosotros, así también haced vosotros con ellos (Mt 7,12)”. “La única manera para explanar el camino a la unidad en la verdad es la de inclinarnos ante los demás en la actitud de lavarles los pies (cfr Gv 13) en vez de hacerles un lavado de cabeza. Se necesita mucha paciencia y humildad”. Finalmente se presentó la Declaración de Ottmaring, promulgada en Alemania el pasado 21 de febrero, en la que el Movimiento de los Focolares asume un mayor compromiso ecuménico. Concluyendo, el Arzobispo le agradeció a María Voce por el trabajo desarrollado por el Movimiento de los Focolares para “suscitar en las personas la sed de la unidad”. Y recordó la frase de Pablo VI: “El mundo escucha más a los testigos que a los maestros”. Lee los Focolares en Malta
May 4, 2017 | Focolare Worldwide
Una imagen entre todas, la palabra PAZ compuesta por todos los participantes, con caracteres cubitales, a los pies de la colina. Un sonido entre todos, ese aplauso, rítmico e inexorable, símbolo de uno y mil corazones dentro de la barca de la vida en donde somos todos viajeros, o migrantes. Una canción ente todas, “la esperanza es la voz del infinito que nos guía hacia la salvación”. Bajo una explosión de cañones cargados de color –del verde al fucsia- se cerró, simbólicamente, la cita tradicional del 1° de mayo en Loppiano, el encuentro internacional de los Jóvenes por un Mundo Unido 2017, injertado en la Semana Mundo Unido 2017, que este año se titulaba Pulse: Change your heart, change the world. Desde 1973, año de la primera edición, en la pequeña ciudad del centro de Italia confluye para la ocasión una multitud variopinta de miles de jóvenes provenientes de todas partes de Italia y de Europa, pero con representantes de todo el mundo. Una cita festiva, modelo exportable de convivencia pacífica a partir de los más jóvenes, una generación interconectada, con mayor tendencia a construir puentes que a levantar muros, por su misma naturaleza y cultura. Una jornada de intercambio, testimonios, música, danza, coreografías, bajo el símbolo de la paz y de la construcción de un mundo unido, en la que estuvieron comprometidos los jóvenes del Movimiento de los Focolares en colaboración con otras asociaciones y Movimientos, entre los cuales “Nuevos Horizontes”, la “Comunidad de San Egidio”, el “Centro internacional La Pira”, “Living Peace”, “Rondine”, “Barbiana”, “Economía sin armas”, “Il varco”, “No desde la guerra”. Significativa la presencia de varias Comunidades islámicas de Italia, con el aporte de los Imanes de Massa Carrara, Teramo, Trieste y del Veneto. La calidad artística la aseguraron los grupos musicales Gen Rosso y Gen Verde, la asociación cultural DanceLab armonía, y los cantautores Amara y Paolo Vallesi (quienes participaron en el Festival de Sanremo), y otros numerosos conjuntos provenientes de distintas ciudades de Italia. Todos unidos por una fuerte voluntad de paz y por el sueño de un mundo inclusivo, ecuo, fraterno. Con un entusiasmo que ni siquiera la lluvia logró apagar. Mientras los grandes de la tierra amenazan con nuevas y ruinosas acciones de guerra, que dejan desconcertada a la mayoría, en el palco del anfiteatro natural de Loppiano se alternan historias “de abajo”, auténticas, que si fueran replicadas al infinito cambiarían el curso de la historia. Como la de Mohamed, relatada por Luca, quien llegó a Italia en una balsa después de una peligrosa travesía. O como la de un grupo de jóvenes cristianos de Siria, quienes en un video-mensaje grabado expresan el amor por su tierra martirizada. Ciertamente no se trata de pacifismo de fachada, sino de una valiente mirada hacia adelante la de los bailarines de la Asociación Dance Lab Armonía, quienes desde el 2014 organizan en Belén talleres artísticos para niños de los territorios palestinos, gracias a la colaboración del padre Ibrahim Faltas, de la Custodia de Tierra Santa.

Presente Giusi Nicolini, alcaldesa de Lampedusa
Despreocupados ante la lluvia, en la primera parte de la tarde, los jóvenes empiezan a componer la silueta de una barca. O quizás la lluvia era el detalle que faltaba, porque ciertamente el viaje de todos los migrantes de hoy, que se lanzan a las olas en busca de un futuro de paz y dignidad, no está exento de peligros e insidias. Esos que Giusi Nicolini, la alcaldesa de Lampedusa (Italia) y Premio Unesco 2017 por la paz, conoce bien. Su testimonio de acogida y lucha contra la “ley del silencio”, al timón de una isla que representa el primer punto de llegada a Europa después de la travesía, anima a arremangarse en todos los rincones del mundo. Llueve también en la colina mientras se forma el mensaje de paz, tema de la canción de Amara y Paolo Vallesi, que se convirtió en el tema de la jornada. Pero los colores brillantes, disparados por cañones no bélicos, prevalecen sobre las nubes grises. Los mismos colores que se esparcen por doquier, con grandes baldes, los jóvenes participantes, antes de partir, en un tripudio de fiesta. Es la promesa y el compromiso de “ensuciarse las manos” para programar, construir y realizar por doquier un mundo de paz.
May 3, 2017 | Focolare Worldwide, Senza categoria
«Que la paz esté con ustedes». Así exhorta Omar Abou Baker. Omar es embajador de paz desde el 2016 dado que el Forum Mundial de la paz para los jóvenes, que tuvo lugar en El Cairo, lo nombró a él y a otros 47 jóvenes y adolescentes (desde los 8 a los 23 años) en representación de Egipto. Son musulmanes y cristianos, y trabajan juntos. «Integro el coro Heliopolis de El Cairo, que fue creado con el objetivo de difundir una cultura de paz. El año pasado organizamos una fiesta a propósito de la Jornada Internacional de la Paz. Por primera vez nos presentamos en distintas embajadas, explicando quienes somos y cual es nuestro objetivo. A través de nuestros espectáculos transmitimos a un vasto público, que incluye también a embajadores, actores, cantantes y personajes conocidos, el deseo de construir la paz en nuestra tierra» Durante el Ramadan, mes sagrado para el mundo islámico, durante el cual se ayuna desde el comienzo del alba hasta el ocaso, los embajadores organizaron una cena para 400 personas de escasos recursos. Cada uno trabajó de acuerdo con su propio talento, procurando los alimentos, pero también proponiendo cantos, declamaciones, danzas, juegos, maquillaje de la cara para los niños. Pero sobre todo, se comprometieron en construir relaciones personales. «Con otras organizaciones logramos realizar un maratón para atletas con discapacidad. Sus vidas representan un continuo desafío. Durante el evento, cada uno de nosotros los embajadores se ocupó de un aspecto: el coro presentó canciones para festejar los éxitos de los atletas, otros en cambio trabajaron sobre la presentación, sacaron fotos o estuvieron ocupados en otras actividades y talleres. En ocasión de la Jornada Nacional para los huérfanos, los niños cantaron con nuestro coro. Para ellos fue una experiencia fundamental, porque expresándose a través de la música adquirieron mayor confianza en sí mismos» «Creo que la paz es un concepto altísimo alcanzable sólo si las personas hacen todos los esfuerzos posibles para que se convierta en una realidad. Porque la paz no es sólo una palabra dentro de un artículo o una canción. Se trata de un esfuerzo común que debería estar basado en un conjunto de valores que hay que vivir en primera persona: justicia, tolerancia, ayuda a los demás. El único modo de construir un mundo de fraternidad y de paz es el amor concreto. Si hoy estoy aquí – concluye Omar- es para testimoniar con mi palabra y mi vida que la paz es posible si comienzo yo».
May 1, 2017 | Focolare Worldwide
«Mi hermano nació el 12 de marzo de 1995 en la ciudad de Bié, en el sur de Angola. Era un niño alegre, amaba la naturaleza, le gustaba treparse a los árboles, recoger fruta y regalársela a los demás. Era vivaz, activo y desde pequeño había comenzado a trabajar. A los 15 años comenzó a alcanzar sus objetivos. No queriendo ser un peso para sus padres, comenzó a trabajar como auxiliar de albañil. Después, a los 16 años, como mecánico de motos y bicicletas. Soñaba con ser médico para ayudar a las personas, como nuestro padre. Sí, porque les estoy contando la historia de mi hermano. Hace dos años, junto con tres de sus amigos, fueron al mar. Mientras estaban volviendo a casa, fueron sorprendidos por unos policías. En ese período había una fuerte tensión en la ciudad, mucha violencia. Para apaciguarla, la policía había impuesto un toque de queda: todos los que estaban fuera de sus casas después de las 18 horas debían ser arrestados. Era un modo de asustar a los delincuentes y tranquilizar a la población. La mayoría de las personas, sin embargo, no había sido aún advertida de esta decisión, en su primer día de aplicación. Entre éstos, mi hermano y sus amigos, que se encontraron simplemente en el lugar equivocado en el momento equivocado. Mi hermano, confundido con un delincuente, fue arrestado. El tiempo pasaba y él no volvía a casa. Angustiados, fuimos a buscarlo por todos lados: en la casa de nuestros familiares, en los hospitales, en la cárcel, en la playa donde había estado. Pero no había ningún indicio de mi hermano. Al final, un tío nos propuso ir a buscarlo en el último lugar al cual habríamos querido ir: la morgue. Su cuerpo estaba allí. Tenía sólo 20 años y el futuro por delante. Fue un momento muy duro, un dolor grandísimo para nuestra familia. Por las señales de su cuerpo se notaba que los policías habían sido muy crueles y que había sufrido muchísimo antes de morir. Esta tragedia provocó una profunda crisis, especialmente en mi padre. Él que había elegido trabajar para salvar vidas humanas, ahora se encontraba delante del drama de un hijo que no había podido ayudar… Conocía la espiritualidad del Movimiento de los Focolares desde hacía mucho tiempo, y trataba de poner en práctica concretamente el Evangelio. Al donarme a los demás había encontrado la plenitud en mi vida. Pero con la muerte de mi hermano nació en mí un sentimiento de odio hacia los policías que habían cometido esta atrocidad. El dolor escavaba dentro mío un vacío imposible de llenar. Viví un largo trabajo interior: en lo profundo de mi corazón, de hecho, sentía que quería comenzar un proceso hacía el perdón. No fue fácil. Sólo Dios podía llenar ese vacío y hacer que mi corazón fuera capaz de misericordia. En este camino, el amor de la comunidad de los Focolares de mi ciudad fue fundamental. Mi sentí amada, escuchada y ayudada por todos. Así encontré dentro de mí la fuerza para poder hacer esta elección. Descubrí el don de la paz reconstruyéndola antes que nada dentro de mí. Hasta llegar a mirar a cada policía con los ojos y el corazón llenos de misericordia.»
Abr 29, 2017 | Focolare Worldwide
La colina del Pincio es un balcón privilegiado de la ciudad de Roma. Desde su célebre terraza se goza de una vista asombrosa. Pero desde el 21 al 25 de abril un pueblo que festeja le robó la escena al panorama, convirtiéndose en protagonista indiscutible: los participantes a la “Aldea de la Tierra”, la manifestación organizada por Earth Day y el Movimiento de los Focolares en el marco de Villa Borghese, pulmón esencialmente verde de la capital. Son 130 mil los visitantes, familias, niños, jóvenes, ciudadanos que están en tránsito, pero también ministros, personalidades de notoriedad de la vida económica y cultural, cardenales y responsables de las distintas religiones. Son cinco días de eventos, encuentros institucionales, foros sobre el tema, cursos, espectáculos (también con famosos de la música), un pueblo de niños- en el contexto de las celebraciones dedicadas en todo el mundo a los temas de la ecología y al respeto del ambiente- que contagiaron también a los turistas que en tropel paseaban, siendo cómplice el sol radiante y los días de fiesta. Dentro de la Aldea de la Tierra, el Movimiento de los Focolares encontró, ya desde el año pasado, el lugar ideal donde poder realizar una de sus manifestaciones más significativas, la Mariápolis: una ciudad temporal pero incisiva, en la cual los habitantes se comprometen a vivir la Regla de oro que invita a “hacer a los otros lo que quisieras que fuese hecho a ti”. «Esta regla es para nosotros el corazón vivo de la ecología integral», explican los organizadores de la manifestación, que el año pasado recibió la visita inesperada del papa Francisco. Es un concepto retomado por el Card. Parolin, Secretario del Estado Vaticano, durante una misa celebrada en la Aldea- «la chispa de interés por las cosas de Dios» equivale a una «chispa de interés por nosotros mismos, por la parte más verdadera, más profunda, más esencial de nosotros (…). Una actitud nueva frente a la Creación, de promoción de una ecología integral vivida con alegría y autenticidad bajo el ejemplo de san Francisco de Asís».
Son muchos los argumentos enfrentados. Un tema específico fue el de la Economía de Comunión que se basa en un concepto del mercado que supera las lógicas del capitalismo salvaje y se fija el objetivo de convertir la economía en un instrumento de humanización de las relaciones. La Economía de la Aldea. La comunidad y las Empresas, vio la participación, entre otros, del economista Stefano Zamagni. Les propuso a los participantes – ciudadanos y trabajadores en la economía y la cultura- como etapa de una trayectoria de formación, un espacio para compartir ideas, experiencias y proyectos basados en la paz y en la economía. Es un binomio que hoy parece inalcanzable, dado que detrás de cada conflicto, incluso detrás de los miles de prófugos, se celan siempre enormes intereses financieros. Y sin embargo existen- y en la Aldea los vimos- economistas y empresarios que eligieron ir contra la corriente construyendo empresas que produzcan utilidades que se puedan destinar, en parte, a aliviar las situaciones de pobreza. En el panorama actual, son respuestas concretas que ofrecen esperanza. Otro tema central es el diálogo intercultural e interreligioso. Fue significativo el testimonio aportado por Fontem, ofrecido por María Bencivenni y Martín Nkafu. En el pequeño pueblo del noroeste de Camerún, sumergido en la selva lluviosa ecuatorial, se encuentra el Mary Health de África, hospital fundado en 1964 por los Focolarinos. A causa de una altísima mortandad infantil, el rey del pueblo pidió ayuda. Los Focolares respondieron enviando médicos, enfermeros, ingenieros civiles y técnicos, dando comienzo así a una extraordinaria historia de amistad y convivencia armoniosa entre cristianos y fieles de las religiones tradicionales, europeos y africanos.

Foto: Flora Fotografia
Livia Turco, varias veces electa diputada y Ministro de Salud, y Beatrice Lorenzin, actual Ministro italiano de Salud, junto con Vittorio Pelligra, docente de Economía, presentaron el volumen Fedeltà creativa. Le sfide dell’attualizzazione di un carisma (Fidelidad creativa. Los desafíos de la actualización de un carisma) de Jesús Morán, actual copresidente del Movimiento de los Focolares. Un intercambio sobre política y los carismas, dos ámbitos que aparentemente están lejanos, al punto que la misma Chiara Lubich definió la política, que es el instrumento por excelencia apto para responder a las necesidades y a los desafíos de hoy, como “el amor de los amores”. Fidelidad creativa: idealidad y concreción, novedad y fidelidad. Un desafío de identidad en cada ámbito. «Fidelidad creativa significa no tener miedo de mirar en la cara los cambios, pero tener al mismo tiempo firmeza en los propios principios y valores. No es fácil en el mundo de la globalización construir un mundo de equidad y justicia social – afirmó Livia Turco-. Es un desafío grandísimo y dificilísimo». El último día fue lanzado un fuerte mensaje de paz. Mientras que los niños participaban en el taller Jugamos juntos por la paz aprendiendo las diferencias que existen entre las religiones cristianas, judía, musulmana y budista y los diversos lugares de culto, construyendo después un mosaico con las palabras recién aprendidas, 7 mujeres de 5 credos distintos presentaron un panel “Madres de la Tierra”, una mesa de diálogo interreligioso sobre la tutela del ambiente visto desde las religiones. «Las mujeres – declaró Franca Coen, presidente de la comunidad judía Beth Hillel- por su condición de ser mujeres saben el significado de cuidar y proteger una semilla para que pueda desarrollarse en un ser sano y armonioso. A través del diálogo entre varias culturas y credos religiosos pueden superar el temor de la diversidad y trabajar en sinergia honrando la obra del único creador». «Según nuestra tradición – agregó Lilamaya Devi, de la Unión Hindú Italiana – Dios descansa en las piedras, respira con los árboles, duerme con los animales y se despierta en el hombre. Las religiones tienen una función muy importante, la de recordar a todos la unión profunda con la Tierra». «La naturaleza – dijo Mervat Kelli, siria, siro-ortodoxa- es un santuario que nos enseña cómo tener una relación recíproca y vivir en profunda sintonía». La Aldea de la Tierra cerró sus puertas y abrió muchos corazones. Los participantes volvieron a sumergirse en la realidad metropolitana, con el propósito de vivir plenamente en comunión con el ambiente y la humanidad de alrededor.
Abr 27, 2017 | Focolare Worldwide
En el 2010 fui enviado a la parroquia de Ste. Marie, cerca de Man, capital de Costa de Marfil. En aquel momento no conocía las tradiciones y la cultura africanas. En seguida me impactó la fuerza y la vitalidad de estas personas, a pesar de la gran pobreza y las consecuencias desastrosas de la guerra. Con el pasar del tiempo, aprendí a reconocer el miedo ancestral con respecto a los blancos. Para mí, sacerdote originario de Suiza, no se trataba tanto de ofrecer ayuda económica, sino de ponerme profundamente a escucharlos. Lo que podía ofrecerles era yo mismo, mi plena disponibilidad, la ausencia de pretensiones. Vivía en la Mariápolis Victoria, ciudadela del Movimiento de los Focolares, cerca de Man. Desde allí todas las mañanas, partía en bicicleta hacia mi barrio, iba a visitar a las personas a sus negocios, a las oficinas, por las calles. Saludaba a todos, pasando por las callejuelas y deteniéndome a conversar, a veces tratando de llevar la paz en medio de una discusión. A los niños les dedicaba una atención especial: hablaba y jugaba con ellos y si alguno se sentía mal lo llevaba al dispensario de la ciudadela. Lo mismo hacía con sus papás y parientes. Por este motivo casi todos los niños de la parroquia aprendieron a conocerme y a su vez, a presentarme a los adultos. En ocasión de las fiestas, atravesaba todo el barrio para llevar a las familias, cristianas y musulmanas, las felicitaciones. Así pude también hacer amistad con un Imán y con los Pastores de las iglesias Evangélicas. Un día se me acercó un joven de la parroquia. Quería hacer algo por los jóvenes de las aldeas, que debido a un malentendido pasado habían decidido no frecuentar más la Iglesia. Para sostener sus viajes los animé a hacer pequeñas actividades: un gesto de autofinanciamiento muy apreciado también por el obispo. A las once aldeas a las que fuimos, los jóvenes del lugar, después de haber sido sensibilizados, se dedicaron a visitar a los enfermos y ancianos. En el Año de la Misericordia, junto a los habitantes de la Mariápolis Victoria, apoyamos al obispo en los proyectos de la diócesis, hospedando un encuentro con los jefes tradicionales, los Pastores de las Iglesias evangélicas y los Imán. . La marcha por la fraternidad entre los pueblos que atravesó toda la ciudad concluyó en la ciudadela. Durante un período reemplacé al capellán en la cárcel civil. Durante las celebraciones trataba de subrayar la importancia de poner en práctica el Evangelio. A veces, les pedía a otras personas que me acompañaran, para que dieran su testimonio. Estas celebraciones se hacían bajo un cobertizo, en el patio, en medio de una gran confusión. Por eso me llevé un amplificador, y los invité a utilizarlo también cuando hacían otras actividades. Supe que después se lo prestaron a los musulmanes y que el Imán quedó impresionados por la generosidad, que definió como “típicamente cristiana”. Antes de irme quisieron organizar una fiesta de despedida; donde estuvo presente también la dirección de la cárcel. Me dijeron: «Has puesto en práctica lo que predicaste».