Movimiento de los Focolares
#daretocare, los jóvenes y la política

#daretocare, los jóvenes y la política

Estamos viviendo un período de grandes cambios, transformaciones y contradicciones que pueden abrir nuevas formas en la búsqueda del bien común.  A través de la nueva campaña #daretocare los jóvenes de los Focolares quieren ubicar el tema del cuidado como prioridad en la agenda política local y global. El 20 de junio pasado se ha lanzado la nueva campaña de los jóvenes del Movimiento de los Focolares, que lleva el título de #daretocare –continuamente actualizada en la página del  United World Project –, que quiere decir “atreverse a cuidar”, hacerse cargo de nuestras sociedades y del planeta. ¿Qué tiene que ver  #daretocare con la política? Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares creía en la existencia de una verdadera vocación a la política, un llamado personal percibido en la conciencia de cada uno y que nacía de ciertas circunstancias, inspirado por una necesidad social, por el débil que está pidiendo ayuda, por un derecho humano violado o por el deseo de hacer algo bueno por nuestra ciudad o nuestro país. Pues bien, ¿ello es válido aún hoy? Javier Baquero de Bogotá, Colombia, Cristina Guarda de Italia y Frantisek Talíř de Zubčice, República Checa nos ayudan a responder a esa pregunta. Ellos son jóvenes del Movimiento de los Focolares y forman parte de la red del  Movimiento Político por la unidad, expresión de los Focolares para una cultura de la unidad en política. “Trabajo en política desde cuando tenía 13 años y formalmente en el gobierno desde cuando tenía 18 – cuenta Javier, que hoy trabaja en la oficina del alcalde de Bogotá–,  y he trabajado con personas íntegras, que tienen la capacidad de afrontar la corrupción, que son transparentes.  Hay personas corruptas, pero son sólo algunas. Para mí el principio más importante en política es el servicio.  Porque uno pone sus conocimientos, habilidades, su profesión al servicio de una sociedad, de la humanidad, del planeta. Y no lo haces solo sino junto a otras personas. Por lo tanto, el principio que debería guiar a todo político es el servicio, una actitud de servicio para responder a las necesidades de una sociedad.  #daretocare, atreverse a cuidar  significa ante todo sentir y estar cerca de los problemas de mi ciudad pero no sólo eso: es también pensar y construir políticas públicas para resolver esos problemas”. Cristina,  que en los últimos cinco años ha venido actuando  en política agrega: “Sí, ya lo sé, a veces me siento disgustada observando el odio creado por algunos políticos, la conspiración del silencio, la pereza o la sordera frente a algunos problemas complejos. Pues por ese motivo, cada uno de nosotros tiene que actuar y hacer todo lo que está a su alcance. En mi acción política quiero expresar mi intenso amor por los demás haciendo todo lo que puedo para ayudarlos a vivir mejor, para aliviar sus preocupaciones y darles todos los instrumentos a fin de que puedan realizar su vida así como la sueñan”. “La política no es un mal en sí mismo. La política está hecha por políticos, que pueden ser mejores o peores cuando la hacen –afirma František, activista político regional– .  Por eso es necesario que los nuevos políticos entren en este campo e intenten hacerlo de la mejor manera posible. Concebir la política como un servicio es lo que el Papa Francisco me sugirió cuando nos conocimos un año y medio atrás. Pienso que ésa es la receta para una buena política. La clave está realmente en el servicio a los demás. El punto crucial es cómo pienso la política: ¿la hago para mí mismo, o la hago para servir?  Y cada vez que tengo que tomar una decisión –pequeña o grande– puedo optar: ¿me estoy poniendo a mí mismo como primera cosa o los estoy poniendo a los demás?   Si pongo a los demás en primer lugar, todo irá bien”. Por ello es importante crear redes, pensar y actuar en favor del bien común, cuidar a todos. Para seguir los eventos de la campaña #daretocare, se puede visitar la página del  United World Project.

 Recogido por los jóvenes de los Focolares

Universidad Sophia: enseñanza, investigación y unidad

Universidad Sophia: enseñanza, investigación y unidad

 ¿Cuáles son las perspectivas futuras del instituto universitario? ¿Cómo podemos responder a las necesidades educativas de los jóvenes de hoy? Le preguntamos al Rector, profesor Giuseppe Argiolas, designado el 20 de febrero por la Congregación para la Educación Católica de la Santa Sede. El profesor. Giuseppe Argiolas, Rector del Istituto universitario Sophia desde el 20 de febrero, explica cuáles son las perspectivas futuras de la universidad. Hoy Sophia es un ateneo universitario. De hecho, desde hace algunos meses cuenta con la figura de RECTOR de la universidad. ¿Qué significa esto y qué cambios habrá para los estudiantes? “Estamos en el primer cambio de guardia en Sophia, y esto también coincide con la atribución por parte de la Congregación para la Educación Católica del título de “Rector” al ex director. De hecho, es un reconocimiento del desarrollo que Sophia ha tenido en estos 12 años, por lo que expresamos nuestra gratitud. Los desafíos afrontados fueron enormes, Chiara fundó esta universidad en un instante y, por lo tanto, todos los profesores, el personal administrativo y los estudiantes de la primera hora y los que se unieron a ellos, hicieron un trabajo extraordinario. Acabamos de activar 4 cursos de maestría con varias orientaciones de especialización: “Economía y gestión” (orientación en «Gestión para una economía civil y sostenible»), “Ciencias políticas” (orientación en «Fraternidad en la res publica. Bases teóricas y líneas operativas» y orientación en «Gobernance de los bienes comunes»), “Ontología trinitaria” (orientación en «teología» y orientación en «filosofía») y “Cultura de la unidad” (orientación en «Pedagogía de comunión para una cultura de paz» y orientación en «Procesos comunicativos y mediación intercultural e interreligiosa»). La Escuela de Doctorado es ahora una realidad consolidada y estamos desarrollando la escuela de posdoctorado para jóvenes investigadores. Chiara Lubich vio a Sophia como una universidad global, una sola universidad con varias sedes. En América Latina vemos nacer Sophia ALC (América Latina y el Caribe), pero los primeros indicios también se pueden ver África y Asia. Nuestra tarea será considerar estos proyectos en el espíritu de una Sophia unitaria que se expresa en la diversidad de los contextos en los que se desarrolla”. La emergencia Covid-19 ha tenido un impacto significativo en las lecciones: ¿cómo va sigue la enseñanza? “Gracias al compromiso de todos ha sido posible continuar con las lecciones, los exámenes y lograr que los estudiantes completen el camino académico, utilizando las herramientas que hoy ofrece la tecnología. También hemos activado seminarios web dedicados a la Pandemia para ofrecer nuestra contribución de reflexión y acción sobre un tema tan delicado y urgente, y lo hemos hecho a partir de las diversas disciplinas científicas activando un diálogo interdisciplinario, internacional e intergeneracional. El nuevo año académico comienza regularmente en forma presencial y al mismo tiempo on line, para los estudiantes que no pueden asistir a Sophia debido a las restricciones internacionales causadas por el Covid-19”. ¿Cuáles son las perspectivas para el futuro? ¿Cómo ve Ud. a Sophia dentro de 10 años? “Sophia ha podido mantener el impulso carismático y, en fidelidad al carisma, innovar. Creo que debemos continuar en esta línea: mantener la fidelidad al carisma con la especificidad que contiene para leer los signos de los tiempos. El papa Francisco nos lo dijo con las tres palabras: «Sabiduría, Alianza, Salida», que nos dirigió en la reunión que tuvimos con él en noviembre pasado, dándonos una referencia segura para nuestro futuro. Por lo tanto, me gustaría desarrollar a Sophia en tres frentes: enseñanza, avanzar en la dirección tomada pero con gran atención y sensibilidad para responder adecuadamente a las necesidades educativas de los jóvenes; investigación, mejorar el desarrollo de las diversas disciplinas y promover una marcada interdisciplinariedad, indispensable en la investigación científica actual; la relación con las otras agencias del Movimiento de los Focolares y con otras instituciones universitarias y culturales, de modo que el servicio que ofrecemos a favor del bien común sea cada vez más incisivo. Intentaremos hacer esto, juntos, en unidad, con toda la pasión que podamos expresar. La fase de fundación termina, en ciertos aspectos, y comienza la fase de consolidación y desarrollo. Lo que no debe cesar es el impulso carismático, este debe continuar, de hecho, nos deberá acompañar siempre como un punto de referencia en el camino que acabamos de comenzar y que estamos llamados a acompañar a muchos compañeros de viaje con «alegría, visión y decisión»”.

Lorenzo Russo

Una gimnasia útil

La presencia de Jesús, el Resucitado, en medio de dos o más personas reunidas en su nombre es uno de los puntos fundamentales de la espiritualidad de los Focolares. El Movimiento, de hecho, se siente llamado a “generar” esta presencia suya en todos los ámbitos de la existencia humana. Pero, ¿qué hacer cuando nos encontramos solos? Chiara Lubich propone una gimnasia espiritual. Hoy, en el mundo en que vivimos, muchas veces nos toca relacionarnos con personas que son rectas y buenas pero no sienten la necesidad de creer. Alguno desearía incluso creer, pero, inmerso como está en un mundo que debería ser cristiano y a menudo no lo es, no tiene la fuerza de decidirse y espera, y por eso se pone entre los que se declaran en búsqueda. […] Espera, quizá de manera inconsciente, encontrarse un día con Jesús. Y es ante este caso […] donde constatamos la enorme actualidad, oportunidad y urgencia de nuestra espiritualidad y del punto en cuestión (que, abreviándolo, definimos: «Jesús en medio de nosotros»). […] Él atestigua, demuestra que no es una realidad de tiempos pasados, porque es Él que manteniendo su promesa: «Y he aquí que yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo»[1], sigue estando presente, vivo, luminoso y amante también hoy entre los hermanos. Nuestro gran deber es traerlo a Él en medio de nosotros. Y podemos hacerlo poniendo en práctica sus mandamientos, que se resumen en vivir el mandamiento nuevo teniendo como modelo a Jesús Abandonado. Pero vivir sus mandamientos –como dijo Él– es llevar un yugo ligero y suave. […] Pero ¿puede ser siempre así? Generalmente sí, pero se necesitan dos o más personas unidas en su nombre. ¿Y cuando estemos solos o cuando los demás no comprendan nuestro amor? Sabemos que, abrazando a Jesús Abandonado en momentos así, podemos mantenernos en pie, en la paz y también en la alegría, y podemos trabajar, rezar, estudiar y vivir con la plenitud en el corazón. Sin embargo, puede haber momentos en los que parece difícil definir como ligero y suave el yugo del Señor. Por ejemplo, hay periodos en los que falla la salud, lo cual influye también en el alma, nos encierra en nosotros mismos y nos hace casi incapaces de relacionarnos con los hermanos. […] O muertes repentinas o accidentes imprevistos que nos dejan sin aliento y nos parece difícil que otros puedan comprender. O la aparición de una enfermedad que parece mortal… O…, o… Todas ellas son circunstancias dolorosas que Dios permite para trabajarnos con ese medio del que no se puede prescindir en el cristianismo y que el propio Jesús sufrió: la cruz. ¿Cómo comportarnos en estos trances? Intentemos alegrarnos, por lo menos con la voluntad, para ser un poco como Él en su abandono, arrojando toda preocupación en el corazón del Padre[2]. Permanezcamos en un ofrecimiento continuo, ayudados por la gracia del momento, que no faltará, hasta que Dios devuelva plenamente la serenidad a nuestra alma en prueba. Pero tengamos presente que siempre debemos amar a los hermanos, naturalmente como podamos y en la medida en que podamos, teniendo confianza con ellos, al menos en líneas generales. Digamos, por ejemplo: «Estoy pasando por una prueba…». Digámoslo por amor, para que no disminuya la comunión. Por otra parte, comunicar es siempre el mejor tónico en cualquier situación. De esta forma, Jesús entre nosotros […] nos mantendrá a flote también en estos momentos y demostrará que, siempre y a pesar de todo, su yugo puede ser ligero y suave.

Chiara Lubich

(En una conferencia telefónica, Rocca di Papa, 24 de abril de 1997) Cf. “Una gimnasia útil”, en: Chiara Lubich, Construir el “Castillo exterior”, Ciudad Nueva, Madrid 2004, págs. 15-18 [1] Mt 28,20 [2] Cf. 1 P 5,7

India – La danza por la unidad de Raúl & Mitali

Raúl y Mitali son de Mumbai, India, están casados, tienen dos hijas y son bailarines. Cuando la danza se convierte en potente instrumento de conocimiento recíproca entre tradiciones religiosas diferentes. By Marcello Vaz. https://vimeo.com/430374556

El primer hijo religioso de Chiara Lubich

El primer hijo religioso de Chiara Lubich

A la edad de 100 años falleció el Padre Bonaventura Marinelli ofm Cap, el primer religioso que siguió a Chiara Lubich. Un recuerdo del P. Fabio Ciardi. Recordé al Padre Bonaventura Marinelli hace unos días con motivo de su onomástico.  El 1 de agosto de 2020 partió al cielo, a los 100 años de edad, para celebrar en el paraíso el centenario de Chiara Lubich, su inseparable contemporánea. ¡Qué profunda y fiel amistad! Habiendo vivido en Trento, en el convento de los Capuchinos, de 1942 a 1946, como estudiante de teología y joven religioso, fue, como le gustaba decir, un “testigo ocular, pero a distancia” de los inicios del Movimiento de los Focolares. A distancia porque en aquellos años no les permitían grandes contactos. Sin embargo, fue testigo ocular porque vio cómo vivían estas extraordinarias “terciarias franciscanas”. “Después del bombardeo de 1944 -relata en una larga conversación- teníamos a Chiara y a sus compañeras siempre a la vista. Venían a misa, no a nuestra iglesia, que había sido destruida por el bombardeo, sino a la sacristía, que era aún más pequeña y estábamos aún más cerca. Recuerdo que me impresionaban cada vez más. Por naturaleza soy bastante tímido y me cuesta establecer relaciones, pero recuerdo que a partir de 1943, cuando durante el verano salíamos a pedir la caridad, se me hacía cada vez más fácil conocer las familias, a la gente, a los niños, etc.  No era por mi naturaleza; esta nueva forma de ser me venía de la vida que veía en Chiara y sus compañeras. En 1946, mis superiores me enviaron a la universidad en Suiza; ya tenía un año de ser sacerdote. Los primeros meses recibía cartas de mis compañeros, con los que había hecho el pacto de unidad. Pero a un cierto punto, nada, silencio: había comenzado la investigación del Santo Oficio, pero yo no lo sabía. Fui cayendo en una progresiva e inexpresable sensación de desolación. Hasta el 23 de abril de 1948. Fui a Trento para las votaciones y esa mañana, antes de volver a Suiza, me encontré con Chiara. Me devolvió la fiesta pero de una manera más profunda, entendí que lo más importante es el amor. Fue como tocar el cielo con las manos. Cuando llegué a Friburgo le escribí una carta, mi primera carta”. Así comenzó una correspondencia que permitió a Chiara comunicar lo que vivía en ese período. Gracias al P. Buenaventura tenemos hoy un patrimonio inestimable de escritos, algunos muy conocidos, como la carta del 30 de marzo de 1948, en la que le confiaba: “El libro de Luz que el Señor escribe en mi alma tiene dos aspectos: una página luminosa de misterioso amor: la Unidad. Una página luminosa de misterioso dolor: Jesús abandonado”. Esas cartas dan testimonio de la profunda relación que pronto se estableció entre ambos. 11 de mayo de 1948: “Su carta me confirmó la idea que había hecho de su alma, muy amada por el Señor, y quisiera en un momento, en un instante, donarle todo lo que tengo, todo lo que Dios ha construido en mí aprovechando mi nada, mi debilidad, mi miseria. (…) Lo que quiero escribirle hoy es que la unidad que Dios ha realizado, no debemos romperla. (…) San Francisco no estará contento hasta que usted no lo reviva y lo haga revivir en tus hermanos y hermanas. – Comience. Lo logrará”. El 8 de septiembre de 1948: “Cuánta alegría me ha dado su carta. Jesús está allí. Lo sentí en su sed de “vida”, en el optimismo que contiene y pulula aquí y allá, especialmente en la paz que genera el deseo de amarlo más y más. Tenga la seguridad de que – mientras no deje a Jesús (¿y cuándo será eso? Lo tendré aún más en el Paraíso) – no dejaré de acompañar su alma con un cuidado vigilante y fraternal”. 27 de enero de 1951: “No puede imaginar lo mucho que su alma está ‘penetrando’ (¡literalmente! … ¡casi siento el efecto físico!) en la mía”. Recuerdo la alegría cuando se encontraban y con cuál normalidad hablaban en trentino… eran coetáneos, pero él se sentía como un discípulo y ella como su madre. En una de las primeras cartas Chiara simplemente firmó “s.m.”, que Bonaventura inmediatamente interpretó como “su madre”. Le respondió firmando “s.f.” (su hijo), y Chiara también lo entendió. Una focolarina recuerda que Chiara, saludándolo en el 2000, dijo: “¡Mi primer hijo religioso!”. Bonaventura tuvo una larga vida, en la que fue profesor de Sagrada Escritura, traductor de comentarios bíblicos del alemán, tuvo importantes cargos en su Orden: provincial, formador, definidor general… Luego fue llamado por Chiara a dirigir el Centro Internacional de Espiritualidad para Religiosos en Castel Gandolfo (Roma) y en Loppiano, la ciudadela de los Focolares en Italia. Tímido y de extraordinaria humildad, supo dar testimonio sin ostentación y con sinceridad del Ideal que Chiara le había transmitido. “Era un verdadero niño evangélico, en la sabiduría y simplicidad de su vida”, escribió un compañero de su congregación. No faltan los recuerdos personales, empezando por cuando en 1978 fuimos juntos a Canadá, durante un mes entero, para animar una escuela de formación para religiosos. Luego vivimos en la misma comunidad en Castel Gandolfo. Entre otras cosas, en mi diario, el 10 de noviembre de 1999, cuando ya nos había dejado para una nueva tarea, leí sobre una de sus visitas: “Llega Bonaventura, y hay clima de fiesta, como siempre”. Me llamó la atención ese “como siempre”. Pero quizás el momento más hermoso fue el 18 de marzo de 2008, cuando asistimos juntos al funeral de Chiara en Roma en la Basílica de San Pablo Extramuros. Al final de la celebración me pidió que lo acompañara al ataúd, rompiendo el estricto protocolo. Ya era anciano y le costaba arrodillarse, pero cuando llegó al ataúd se arrodilló, lo abrazó y lo besó. Entonces también yo me arrodillé para besar el ataúd (pero no es la expresión correcta… era besar a Chiara). Fue como si se rompiera un dique: todos empezaron a rodear el ataúd y a besarlo… Pero el gesto de Buenaventura permanecerá como el gesto único de un hijo hacia su madre. También a mí me quería. En una de sus últimas cartas me escribió: “Te recuerdo y siempre te recordaré con gratitud y espero volver a tener la alegría de encontrarte personalmente. Esta mañana te confié de manera especial a San Francisco. ¡Un abrazo!”

Fabio Ciardi OMI  

Líbano – carta de la comunidad de los Focolares

Líbano – carta de la comunidad de los Focolares

Gratitud por la solidaridad recibida y compromiso, junto con diversas comunidades religiosas, para hacer resurgir un país que es mensajero de paz. El Líbano, como sabemos es un país todavía en estado de shock. Y Beirut, una ciudad irreconocible, con un paisaje apocalíptico: destrucción, mucha tensión, dolor, rabia, que también ha desembocado en episodios de violencia. Y de esta tierra herida partió hace unos días una carta de la comunidad de los Focolares del Líbano, dirigida a todos los miembros del Movimiento en el mundo. “Con estas líneas – se lee en la carta – queremos enviarles a cada uno un agradecimiento personal de cada uno de nosotros, conmovido, profundo, inmenso por la cercanía inmediata que se nos ha manifestado, desde todas partes del mundo, de los grandes y de los más pequeños, de lejos y de vecinos, con llamadas telefónicas y mensajes”. “Al despertar cada día – continúan los miembros de la comunidad de los Focolares – y descubrir cada vez más la inmensidad de la catástrofe, los daños materiales, los numerosos hospitales inutilizados, el aire contaminado que respiramos, nos sentimos como ‘sobrevivientes’. Cada uno de nosotros podría haber estado en la escena del drama. O, tal vez, lo estaba pero una mano providencial le hizo cambiar de habitación. Sin embargo, coincidimos con lo que dijo una joven, que acababa de salir de un ascensor que con la explosión fue completamente destruido: se me ha dado una nueva vida”. Nos dicen que en las calles, donde todo parece gritar desesperación “tantas personas de norte a sur, pertenecientes a diversas comunidades religiosas, trabajan para limpiar los escombros, cada uno llevando el testimonio de que la ‘resurrección’ vencerá a la muerte de la ciudad, del país, de los sueños de muchos”. “Junto a todos – concluyen – queremos avanzar para que renazca un Líbano mensajero de paz, unidad, fraternidad entre todos, un modelo de mundo unido”.

Anna Lisa Innocenti

________________________________________ Se ha activado la Coordinación Emergencias el Movimiento de los Focolares, que intervendrá  a través de las organizaciones AMU y AFN. Para quien quiera colaborar, se han activado las siguientes cuentas corrientes bancarias:

Azione per un Mondo Unito ONLUS (AMU) IBAN: IT58 S050 1803 2000 0001 1204 344 Código SWIFT/BIC: CCRTIT2T en Banca Popolare Etica

Azione per Famiglie Nuove ONLUS (AFN) IBAN: IT11G0306909606100000001060 Código SWIFT/BIC: BCITITMM en Banca Intesa San Paolo

Motivo: Emergencia Líbano

Las contribuciones depositadas en las dos cuentas corrientes con esta motivación serán administradas conjuntamente por AMU y AFN. Para estas donaciones se prevén beneficios fiscales en muchos países de la Unión Europea y en otros países del mundo, según las diferentes normativas locales. Los contribuyentes italianos podrán obtener deducciones y reducciones de impuestos, según la normativa prevista para las Organizaciones sin fines de lucro, de hasta el 10% de los ingresos y con el límite de € 70.000.00 anuales, con excepción de las donaciones hechas en efectivo.