Jul 8, 2020 | Sin categorizar
Aunque el Gobierno demuestre su incapacidad en la conducción de los brasileños hacia la superación de la crisis, se está tejiendo, por otro lado, una impresionante red humanitaria. El secretario de redacción de la revista Cidade Nova nos detalla lo que está pasando. Cuando empecé a escribir este artículo, ya más de 51 mil personas habían muerto, víctimas del Covid-19, desde el mes de marzo, cuando la enfermedad llegó a nuestro país. Además, se ha estimado que más de un millón de personas ya se han contagiado. Ello sin considerar los casos no señalados oficialmente. En las ciudades en las que se ha permitido una cierta apertura de la circulación, el número de nuevos casos ha aumentado de una manera significativa. Más allá de la buena noticia que la mayoría de estas personas han sobrevivido al nuevo coronavirus, el número de muertos es terrible. Para los especialistas en general, la postura del Gobierno Federal en la lucha contra la enfermedad y la falta de conciencia de muchos ciudadanos brasileños acerca de la peligrosidad del Covid-19, ambas cosas en conjunto, explican esta desastrosa situación.

Foto: Magnificat
Por lo que se refiere al comportamiento de la población, parece que mucha gente se convence de la facilidad del contagio, o incluso del peligro de vida, sólo cuando una persona cercana a ellos es víctima de la enfermedad. Otros corren los riesgos de los contactos en público, incluso conscientes del problema, debido a que no consiguen encontrar otra manera para mantener a sus familias. No todos, de hecho, pueden trabajar en casa. En realidad, la tasa de desocupación está creciendo rápidamente y una recesión aguda tiende a ser inevitable, como así también el colapso de la economía. Por lo que se refiere a la posición del Gobierno federal, el presidente Jair Messias Bolsonaro es duramente criticado a diario por no haber actuado en favor de la población tanto para protegerla como para salvaguardar a quienes son víctimas del contagio, sobre todo la gran masa de la población económicamente más vulnerable. Contrariamente a lo que sostienen los expertos de todo el mundo, él insiste en pedirle a la gente que salga del aislamiento social y que vuelva a sus actividades normales, con la justificación de que “todos moriremos de hambre si la economía se detiene”. En la línea de esta postura, Bolsonaro criticó a los Gobernadores y los Alcaldes del Estado por haber insistido en el aislamiento social; atacó a la prensa con la justificación de que la divulgación de los datos sobre la enfermedad está tergiversada e incluso alentó a sus seguidores más radicalizados a que invadieran los hospitales para demostrar que hay camas libres, contrariamente a lo que manifiestan los medios en general. Incluso el atraso en la publicación del balance de los muertos parece reflejar esa actitud del Presidente en la lucha contra el aislamiento social, hasta ahora la única práctica segura y recomendada para prevenir el contagio por coronavirus. Además del hecho que, tras haber perdido a dos médicos que ocupaban el cargo de Ministro de Salud, en este momento ese ministerio, crucial por el contexto actual, se encuentra conducido provisionalmente por el general de ejército Eduardo Pazzuelo, paracaidista en formación y sin ningún conocimiento o experiencia en el campo de la salud pública o privada. Vale la pena hacer notar que el Brasil tiene un sistema sanitario público considerado un modelo por los especialistas de todo el mundo, el SUS (Unified Health System). Sin embargo, por largo tiempo debilitado por la falta de inversión y de políticas públicas adecuadas, este sistema se ha revelado insuficiente para atender a la población, sobre todo a los más necesitados. Los que apoyan más firmemente al Presidente brasileño siguen sus ideas acabadamente, sosteniendo que fue elegido democráticamente (y ello debe ser respetado), que los medios indican sólo lo que consideran negativo del Gobierno (y no muestran nunca el bien que ha hecho) y, peor aún, no presentan la realidad de los hechos. Al final, el balance de este desencuentro es que la que de hecho pierde, una vez más, es la población brasileña en general, y sobre todo los pobres. En realidad, la histórica desigualdad social del Brasil ha quedado exacerbada por la crisis sanitaria y económica causada por la pandemia del Covid-19. Un consuelo y una esperanza frente a este cuadro complejo, nace de una red silenciosa de héroes anónimos que aceptan correr los riesgos y no miden los esfuerzos en ayudar a quienes tienen más necesidad y más sufren por esta crisis sin precedentes. 
Foto: Centro Social Roger Cunha Rodrigues
Solidaridad en red Cuando empezó la pandemia del Covid-19, mucha gente, grupos e instituciones civiles y religiosas del Brasil, como en otras regiones del mundo, se arremangaron y empezaron a movilizarse para ayudar a los más vulnerables en esta coyuntura: los ancianos, los enfermos y los pobres, entre otros. Una gran red de solidaridad se entretejió en todo el país, guiada por héroes anónimos, muchos de los cuales se convirtieron en verdaderos mártires, víctimas fatales de la enfermedad. Todo ello sin contar el trabajo de los profesionales de la salud y otros (como por ejemplo los que actúan en el campo de la seguridad, de los transportes, comerciantes de alimentos y medicamentos) que se colocan en primera fila en esta lucha contra el coronavirus. Estos gestos de solidaridad pueden ser simples, originales y de distintas proporciones. Vale la pena tanto hacerle las compras a un vecino anciano, como distribuir alimentos a las personas que viven en la calle. Vidal Nunes, por ejemplo, docente universitario, de la ciudad de Vila Velha (estado de Espírito Santo) preparó una gran olla de guiso y decidió ofrecerlo a los vecinos. La iniciativa contagió a una de esas personas y decidió formar un grupo de mutua ayuda entre los residentes del vecindario. 
Foto: Instituto Mundo Unido
Los entes que se dedican a obras sociales también han empezado a concentrar los esfuerzos en ayudar a las personas más afectadas por la crisis. Un ejemplo de este trabajo es la iniciativa conjunta de Obra Lumen y Fazenda da Esperança, a la que han adherido varios otros entes, que ahora reciben a residentes sin vivienda fija en distintas regiones del Brasil. Otras organizaciones – como la Asociación Nacional para la Economía de Comunión (Anpecom) – han movilizado empresas y empresarios asociados y simpatizantes con el objetivo de realizar una comunión de recursos para ayudar a las familias pobres. En el Distrito Federal y en la ciudad de Goiânia, en la región centro-occidental del país, un grupo de personas de distintas edades, relacionadas con el Movimiento de los Focolares, organizó y lanzó el Proyecto Be Light, a través del cual dio ayuda material y contención a las familias en dificultad y también a una aldea indígena de la región. La revista Cidade Nova ha constatado que entre finales de marzo y finales de abril de este año, según los cálculos de la Asociación Brasileña para la Adquisición de Recursos, se hicieron efectivos 1.100 millones de reales (unos 165 mil euros) en donaciones por parte de bancos y empresas. La solidaridad no es sólo en términos de ayuda material. Hay gente que se ha movido para ayudar a sus amigos a fin de que asuman un comportamiento sano durante la cuarentena. Es el caso de la profesora de educación física, Renata Castilho Leite, de la ciudad de São José dos Campos (estado de San Pablo), que decidió grabar más de 40 breves vídeos con las indicaciones para el ejercicio físico que todos pueden hacer en casa. 
Foto: Associação de Atendimento a Criança e ao Adolescente
Está también el que acepta correr riesgos o superar obstáculos para actuar en forma solidaria. Uno de estos ejemplos nos llega de la directora de la escuela pública Cleusa Regina de Vargas Araújo, de la pequeña localidad de Garuva (dentro del estado de Santa Catarina, al sur del Brasil). Cuando se dio cuenta de que muchos de sus estudiantes no tenían acceso a internet y no podían continuar los estudios a distancia durante la cuarentena, no lo dudó: recorrió hasta 6 kilómetros para entregar material y alimentos de casa en casa. Además de este gesto de donación material, la directora quiso donar su tiempo y su atención a los alumnos y parientes que encontraron en ella a alguien capaz de atender a sus necesidades. Si consideramos ésta y miles de experiencias más, que no llegarán a ser noticia, en tiempos de distanciamiento social, este encuentro entre personas nunca ha sido más importante para un país que necesita cambiar estrategia contra el coronavirus.
Luís Henrique Marques
Secretario de Redacción de la revista Cidade Nova
Jul 7, 2020 | Sin categorizar
“Discovering Gen Rosso”, para ir a las raíces de la historia del conjunto artístico internacional La llegada del coronavirus y, en consecuencia, el lockdown han puesto en crisis las costumbres de todos. Incluso el conjunto artístico internacional Gen Rosso tuvo que reinventar sus días permaneciendo encerrado en casa.
“Este encerramiento nos ha dado a cada uno de nosotros la oportunidad de profundizar aún más en los mensajes que hemos estado cantando durante más de 50 años, dice Massimiliano Zanoni, gerente de producción. Acostumbrados a viajar por el mundo, conocer gente y llevar música a los escenarios de los 5 continentes, nos encontramos encerrados dentro de las cuatro paredes de nuestra casa. En lugar de ciudades, mares y montañas, ahora teníamos una computadora y algunas ventanas para mirar hacia afuera. En lugar de las miles de personas que conocimos en cada gira, ahora teníamos tres, cuatro que viven con nosotros. No podíamos encontrarnos los 25, para trabajar, crear y tocar juntos como lo habíamos hecho durante 53 años”. Y así, después de una primera serie de transmisiones en vivo llamada “Gen Rosso a casa tua”, con la que entraron en las casas de las personas, pensaron en volver a las raíces con algunos shows históricos en vivo. Nació el proyecto “Descubriendo al Gen Rosso” para traer a la gente a la casa del conjunto.
“Muchos no saben que no solo hacemos conciertos – continúa Massimiliano Zanoni –, sino también proyectos con las escuelas o el Village, que son semanas de convivencia con artistas jóvenes para hacerlos vivir la experiencia de la unidad en la creación artística”. Entonces, como cuando invitas a alguien a casa por primera vez y, como una señal de bienvenida, le haces conocer la casa, nosotros con Discovering Gen Rosso queríamos mostrar algunas páginas de nuestro álbum de recuerdos, como el musical una historia que cambia o Streetlight, haciéndolos partícipes de nuestros proyectos actuales, como los proyectos Village y Fuertes sin violencia, revelando algunas pequeñas ideas para el futuro”. Descubriendo al Gen Rosso es un nuevo paso hacia esa evolución que ha permitido al conjunto internacional ser constructores de unidad en todo el mundo, en muchos años de historia. Aquí están los próximos eventos en la página de Youtube del conjunto: el 16 de julio, una transmisión dedicada al Village (cursos artísticos realizados por el Gen Rosso); el 28 de julio el lanzamiento del nuevo single “Shock of the World”. De hecho, hablar de “single” es un poco reductivo porque hay un nuevo álbum en proceso que se revelará pronto. Finalmente, el 2 de agosto, se concluirá con la transmisión en vivo del concierto LIFE, la última producción del Gen Rosso, desde Loppiano.
Lorenzo Russo
Jul 6, 2020 | Sin categorizar
Las estadísticas que nos mantienen diariamente informados sobre la propagación de la pandemia en el mundo y las imágenes que nos llegan de los países mayormente afectados suscitan en nosotros sentimientos similares a los expresados en la siguiente oración de Chiara Lubich. También nuestro planeta, que sufre cada vez más, llama y espera nuestro amor concreto y decidido. Señor, dame a todos los que están solos… He sentido en mi corazón la pasión que invade el tuyo por el abandono en que está sumido el mundo entero. Amo a todo ser enfermo y solo, hasta las plantas que sufren me dan pena…, incluso los animales solos. ¿Quién consuela su llanto? ¿Quién llora con ellos su muerte lenta? ¿Quién estrecha contra su propio corazón el corazón desesperado? Haz, Dios mío, que yo pueda ser en el mundo el sacramento tangible de tu Amor, de tu ser Amor: ser tus brazos, que estrechan a sí y convierten en amor toda la soledad del mundo.
Chiara Lubich
Escrito del 1 de septiembre de 1949. En Escritos Espirituales 1, Ciudad Nueva, Madrid, 1995. Pág. 35
Jul 3, 2020 | Sin categorizar
“Para alcanzar los objetivos de los padres y las madres que fundaron una verdadera alianza en la que la confianza recíproca se vuelve fuerza común, debemos hacer las cosas bien, juntos, y con un solo gran corazón, no con 27 pequeños corazones”. Así se expresaba Ursula Von der Leyen, Presidente de la Comisión Europea, en una carta a la ONG internacional New Humanity y al Movimiento Poítico por la Unidad. En efecto, los responsables de la ONG New Humanity y de su sección política MPPU, componentes civil y político del Movimiento de los Focolares, habían escrito a la Presidente de la Comisión Europea para alentar el trabajo común en afrontar el impacto de la pandemia COVID-19 y para garantizar el apoyo a las ideas y al proyecto, incluso ya en la fase de la construcción de la Conferencia sobre el futuro de Europa. La Presidente Von der Leyen destacó en la respuesta que la Unión Europea ha garantizado la mayor respuesta que se ha dado a una situación de crisis y de emergencia en la Unión, con la movilización de alrededor de 3,4 trillones de Euros. La Presidente afirmó también que “el actual cambio del contexto geopolítico ofrece a Europa la oportunidad de reforzar su rol único de liderazgo global responsable” cuyo éxito “dependerá la adaptación en esta época de disgregación rápida y de retos crecientes, al haber cambiado la situación, permaneciendo fieles, a pesar de todo, a los valores y los intereses de Europa”. Europa, en efecto, recalca la Presidente, “es el principal dispensador de ayuda pública al desarrollo, con 75,2 miles de millones de Euros en el año 2019. En su respuesta global a la lucha contra la pandemia, la Unión Europea se comprometió también a garantizar un aporte financiero a los países que son partners por un importe superior a los 15,6 miles de millones de euros, a disposición para la acción externa. Ello incluye 3,25 miles de millones de euros para África. La Unión Europea sostendrá a Asia y el Pacífico también con 1,22 miles de millones de euros; 918 millones de euros para apoyo a América Latina y Caribe y 111 millones para los países de ultramar”. Además, prosigue la Presidente de la Comisión UE, “la Unión Europea y sus partners han lanzado el Coronavirus Global Response, que registra hasta ahora compromisos por 9.8 miles de millones de euros de donantes de todo el mundo, con el objetivo de aumentar ulteriormente la financiación para el desarrollo de la investigación, los diagnósticos, los tratamientos y las vacunas contra el Coronavirus”. La carta de la Presidente Ursula Von der Leyen a New Humanity y Movimiento Político por la Unidad concluye con la invitación a la confianza recíproca entre los países de la Unión Europea y a ser un solo gran corazón.
Stefania Tanesini
Jul 3, 2020 | Sin categorizar
La historia de Ofelia, quien migró junto a su familia de Venezuela a Perú, y está comprometida junto a la comunidad de los Focolares a ayudar a sus connacionales en dificultad, ahora agravada por la pandemia. En el contexto de la campaña solidaria que como Movimiento de los Focolares llevamos adelante con los migrantes venezolanos en Perú, en este período tenemos que encontrar nuevas estrategias para llegar hasta sus casas.
Constatamos que más que cualquier cosa tienen necesidad de ser escuchados. A veces no es fácil porque no se trata de una o dos familias sino de tantas y aumentan todos los días. La Palabra de vida del mes me ayuda porque me impulsa a ir hacia el hermano recordando que en cada uno encuentro a Jesús mismo. Una mañana me llamó una mujer venezolana y llorando me contó de su hija. Tenía que dar a luz en los próximos días pero la estaban desahuciando. La escuché durante una hora hasta que se calmó. Quería decirle algo, pero después pensé: “Sólo tengo que amarla, ella tiene necesidad de desahogarse”. Al final me dijo: “Bien, me pude descargar”. A ese punto pude orientarla para que buscara la ayuda que necesitaba. Creía que durante la cuarentena nuestro compromiso a favor de los migrantes se habría detenido, en cambio ha sido todo lo contrario. Por ejemplo el trabajo que llevamos adelante con la CIREMI (Comisión Interreligiosas para los Migrantes y los Refugiados), nos ha comprometido bastante y ha sido la ocasión para conocernos más. De esta comisión forman parte algunos religiosos escalabrinianos, cristianos de distintas denominaciones, la Comunidad Judía, algunos musulmanes, una religiosa católica y nosotros de los Focolares.
Mientras nos preguntábamos como apoyar a los más vulnerables empezaron a llegarnos solicitudes de ropa y cobijas. No pudiendo salir mandamos con un taxi la ropa que nos había donado la comunidad de los Focolares de Lima, hasta un punto de la ciudad donde podían ir a recogerla. Y precisamente en el momento justo llegó también ropa para bebés para dos familias con niños recién nacidos. Con las cobijas que llegaron de ACNUR (Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados), un ente con el cual hay una estrecha colaboración, logramos cubrir otras necesidades. Es sorprendente ver cómo llega lo que las personas nos piden, ¡a Dios no se le escapa nada! Un día me llamó por teléfono Carolina, dirigente de la Comunidad Judía, y me comunicó que algunas familias judías que se estaban yendo a Israel y le habían dejado ropa y otros objetos. Cuando ella supo que nuestro Centro recoge estos objetos para los venezolanos, se puso feliz porque no sabía a quién dar lo que tenía en el depósito. No sólo, ella misma quiso pagar el taxi para mandarnos todo. Durante la llamada telefónica empecé a interesarme en ella, le pregunté por sus gemelas y nació una conversación que me hizo venir a la mente un párrafo de la Palabra de vida: “Es una amistad que se convierte en una red de relaciones positivas que tienden a hacer realidad el mandamiento del amor recíproco, que construye la fraternidad”. En el intercambio con esta hermana judía advertía que esto se realizaba entre nosotros. Es bello ver que la fraternidad es contagiosa, porque después las personas a las que les enviamos la ropa y las cobijas nos envían fotos y nos escriben: “Mi vecina tenía necesidad de ropa y compartí con ella una parte de lo que me mandaron”. Se crea así una cadena y todos piensan en las necesidades del otro y de este modo la fraternidad va adelante también durante la cuarentena.
de Ofelia M. recogida por Gustavo Clariá
Jul 1, 2020 | Sin categorizar
Un diagnóstico deja sin esperanza a una mamá que valientemente decide decir no a la eutanasia. Pero, ¿cómo explicar esta decisión a su hija que tiene dos años y medio? En sus últimos días de vida le escribe una carta a su hija, que la leerá cuando sea grande. Hoy esta mamá no está más, la familia, que en esta experiencia encontró ayuda también en la espiritualidad de los Focolares, permite la publicación de sus palabras ofreciéndolas como testimonio y punto de reflexión sobre una temática compleja, dolorosa y de gran actualidad. “Mi dulzura: Hace mucho que no te escribo. Han sucedido muchas cosas en este período y lamentablemente muchas son malas. Mi salud ha empeorado en solo un mes. Estaba esperando algunos resultados, pero la enfermedad progresa evidentemente. Estoy internada en el hospital desde hace tres semanas y perdí por completo el uso de las piernas. Esto que te escribo es comprometedor. Se trata de un tema difícil, que es la eutanasia. Te lo quiero dejar para cuando seas grande y quizás tú misma te preguntes sobre la muerte y sobre cómo morir. La próxima semana haré una última quimioterapia pero al parecer no está dando resultados y quizás una cirugía podría permitirme volver a comer, porque ya no logro hacerlo. Si esta operación no funciona no habrá mucho por hacer. Las opciones que restan me permiten decidir cómo y dónde morir. Te cuento rápidamente que decidí morir en casa. No entro en detalles que pueden ser muy dolorosos, pero es la forma en la que me siento más a gusto. Todo el resto te lo explicará tu papá cuando serás más grande. Vuelvo al tema sólo para decirte que decidí no aceptar la eutanasia para morir. Lo pensé mucho pero al final decidí que dejaré que Dios me acompañe en este viaje y que si hay que pasar por la muerte, ese es el modo, sin atajos, sin cobardía. Estoy convencida de que Dios nos enseña algo en ese momento del pasaje y que debemos afrontarlo como se afronta el nacimiento. Te lo escribo, porque me pregunto si también a ti te vendrán a la mente pensamientos parecidos cuando te pondrás a razonar sobre estos hechos de la vida y como yo tardé tanto tiempo en analizar todo desde distintos puntos de vista, quizás alguno de los míos podría servirte de ayuda. Todo empezó al sentir que la muerte estaba cerca, si era así ¿por qué tenía que esperar tanto tiempo? Si ya no había esperanza de curación, ¿por qué dejar sufrir a un ser humano abandonándolo a un juego sin empatía? Porque aprendí que este es un proceso, es un proceso preparatorio, sin él no estaremos en grado de dar el paso que debemos dar después y donde nos llevará. Dejémonos guiar por Dios que todo lo sabe. Últimamente he pensado que las personas que no lograron realizar correctamente este pasaje están como perdidas en el limbo, entre nuestra vida terrena y el más allá, incapaces de dar un paso hacia el paraíso ni de regresar a la tierra, entre sus seres queridos. Por eso al final me di cuenta de que el camino de la eutanasia no era para mí. Tengo miedo de morir en medio del dolor y le pido a Dios que sea clemente y misericordioso cuando llegue el momento. Esperemos que me lleve aliviándome de los dolores y del cuerpo. Y esta es la parte que a mí se refiere, lo que solo yo tengo que enfrentar. Es aquí donde me encuentro mi amor, es un camino difícil. Sin embargo cuento con el apoyo de muchísimas personas que me ayudan, a mí y a mi familia. El soporte espiritual que recibo de un amigo sacerdote es muy fuerte. Pero los momentos de temor y de desánimo están presentes. Aunque tengo que decir que no son como los habría imaginado. Me siento sostenida por una fuerza que no sé de donde viene. Veo con claridad el final de mis días y sin embargo no me siento abatida. Obviamente no es fácil vivirlo, pero el temor no forma parte de mi jornada”.
A cargo de Anna Lisa Innocenti