Ene 11, 2020 | Sin categorizar
¿Cómo se desarrolla, en su cotidianidad, la vida de un focolar? Hemos ido a Estocolmo, a Suecia, y hemos acompañado a las focolarinas en casa, en el trabajo y en las distintas actividades con la comunidad de los Focolares. https://vimeo.com/378563244
Ene 10, 2020 | Sin categorizar
El Movimiento Político por la Unidad y Nueva Humanidad promueve el establecimiento de un comité trilateral de alto nivel entre representantes especiales de los Estados Unidos, la Unión Europea e Irán con el mandato de restablecer el diálogo entre los Estados Unidos e Irán. El llamamiento fue enviado a Josep Borrell, (Alto Representante de la UE), Seyed Mohammad Ali Hosseini (Embajador de Irán en Roma) y a Lewis M. Eisenberg (Embajador de los Estados Unidos en Roma). Este es el texto: El Movimiento Político por la Unidad expresa su grave preocupación por el conflicto cada vez mayor entre Irán y los Estados Unidos. La política internacional, con sus instituciones, pero también con sus organizaciones no gubernamentales, tiene una responsabilidad especial en poner su acción al servicio de la paz y los derechos de los pueblos. Solo el diálogo internacional y la diplomacia, la residual, la que da esperanza contra toda esperanza, aún puede tomar iniciativas en la lógica de la paz. Este es uno de nuestros mayores desafíos del siglo XXI. Debe haber un camino para llegar a una solución y nos lo demuestran los valores humanos y la docilidad de los corazones. “Ya no vemos el rostro del hombre: el hombre que sufre, que es limitado, atormentado y finalmente asesinado en los campos de batalla”, dijo el político Igino Giordani, en un sincero discurso en el Parlamento italiano. Estamos llamados a ver, a redescubrir el rostro del hombre para decir no a la guerra, a cada acto de guerra. Sin embargo, para lograr la paz, la diplomacia y la negociación son necesarias, sin descanso, porque la guerra y el terrorismo son la gran derrota de toda la humanidad. Es por eso que proponemos e instamos al establecimiento de un comité trilateral de alto nivel entre representantes especiales de los Estados Unidos, la Unión Europea e Irán, con el mandato de restablecer un diálogo significativo y finalmente lograr una solución pacífica al conflicto. Mario Brun Marco Desalvo Presidente – New Humanity NGO Presidente – Mppu Movement contacto: Mario Bruno +39 334 998 0260 el texto pdf
Ene 6, 2020 | Sin categorizar
Han pasado 76 años desde aquel 7 de diciembre de 1943, Paolo Balduzzi nos lleva a Trento para visitar algunos de los lugares de los primeros tiempos de Chiara y de la comunidad de los Focolares. Hoy la ciudad de la cual inició todo lleva en su tejido civil y social signos y prácticas de una mentalidad de fraternidad que desde allí ha alcanzado los confines del mundo. https://vimeo.com/378563792
Ene 3, 2020 | Sin categorizar
El 30 de agosto de 2019, en uno de los últimos días soleados del verano, nos dejó Albert Dreston, profesor, teólogo, focolarino y protagonista –por generaciones– también del fútbol de Loppiano, la ciudadela internacional de los Focolares, en Italia, en donde vivió 52 años. Su historia, desde los primeros años de vida, no es nada simple. Nace en la Renania, Alemania, en 1939, cuando tenía seis años pierde a su padre durante la Segunda Guerra Mundial. A pesar del dolor, entre las lágrimas, hace el primer descubrimiento de Dios: “De pronto –cuenta– una fuerza y una voz dentro de mí, como si Dios me dijera: ‘No has quedado huérfano, yo soy tu padre’. Desde ese momento nunca sentí la ausencia de mi padre, nunca experimenté que estaba solo”. Siendo aún joven le tuvieron que extirpar un riñón y parecía que no iba a poder vivir por mucho tiempo. Como a menudo sucede, sin embargo, el paso de quien está dispuesto a dejarlo todo es también el primero hacia la revelación de un gran “tesoro”. Así en 1957, en la ciudad de Münster, durante un encuentro con algunos focolarinos queda impactado por “Jesús en medio como fruto del amor recíproco”. Su vida emprende en ese momento el camino del Ideal que lo ayudará a vivir las tribulaciones y las dificultades de salud con una nueva conciencia. Al año siguiente el Padre Foresi y Chiara dan el consentimiento para que entre a formar parte de la comunidad del focolar y algunos años más tarde el mismo Padre Foresi le comunica que, cuando termine los estudios de Antiguo Testamento, irá a enseñar Sagrada Escritura en Loppiano, la primera Mariápolis permanente. Era el año 1967, Albert tenía 28 años, sus condiciones físicas mejoraron, en Loppiano vivió el deporte como un elemento imprescindible para su relación con los demás, la acogida y el conocimiento recíproco. En ese marco exterior empezó para él un período nuevo: joven formador en medio de jóvenes de todo el mundo. En los años de servicio en la ciudadela nunca dejó de ser un punto de referencia. Enseñaba en el aula y en el campo de deportes, con la dedicación de quien es un apasionado del fútbol, con la inteligencia del maestro y el afecto del focolarino. Por cierto no puede decirse que haya sido un futbolista excepcional, con jugadas refinadas, y tampoco un gran goleador. Era algo más. En los últimos años, habiendo ya superado las 75 primaveras, podía suceder que no se sintiera en condiciones de jugar, pero igualmente se lo veía allí, 30 minutos antes del horario estipulado, recibiendo a los jugadores y acomodando ese mismo campo de fútbol que a los pocos meses llevaría su nombre. Era algo más, sí, defensor tempestivo, en un solo partido era capaz de hacer de custodio de la cancha, entrenador, árbitro, juez de línea, y sobre todo director técnico… porque como primera cosa había que armar los equipos y él siempre conseguía un par de buenos defensores (no importaba que fueran africanos, brasileños o asiáticos). Por todo ello Albert Dreston “era” el fútbol de Loppiano, un verdadero capitán, porque era un compañero de equipo de todos, incluso del adversario. Una auténtica… “leyenda”. Pronunciar su nombre hoy es abrir el gran libro del Movimiento de los Focolares, rico de personas queridas, vidas preciosas. Es detenerse en el capítulo de un hombre que en las formas más variadas supo donar su tiempo para ayudar a los demás. En los últimos años alguno se preguntaba si todavía podía seguir jugando al fútbol, pensando que tal vez había llegado el momento de hacer un partido de despedida, colgar el calzado deportivo en el clavo y cerrar gloriosamente esa historia. Alguno tuvo el coraje de susurránselo con respeto. Todos éramos ingenuos, y lo intentamos. Albert, con testaruda y teutónica coherencia respondía: “Yo pasaré del campo de deportes al campo santo” Y así, de alguna manera, ha sido. Nos despidió un viernes. Como siempre en los tiempos justos: para las últimas convocatorias en vísperas del partido, para formar los equipos y seguir jugando… en los Campos Elíseos. Que tengas un hermoso paraíso futbolístico, capitán… y ¡gracias!
Andrea Cardinali
Ene 1, 2020 | Sin categorizar
Chiara Lubich ha afirmado en repetidas ocasiones que trabajar para establecer relaciones de paz en el mundo es un hecho revolucionario. Se abre una nueva década que también coincide con el centenario del nacimiento de la fundadora del Movimiento de los Focolares. “¿Sabes quiénes son los portadores de paz de los que habla Jesús?”. Comienza Chiara Lubich en su comentario sobre la Palabra de vida de febrero de 1981. Una pregunta que también nos dirige hoy más que nunca, en la Jornada internacional de la paz. Quien trabaja por la paz crea y establece vínculos, alivia las tensiones, explica Chiara. Así descubriremos que hay infinitas oportunidades para ser portadores de paz. https://vimeo.com/333694432
Dic 30, 2019 | Sin categorizar
Una de las cosas más bellas de nuestro trabajo en la redacción de focolare.org es la relación con las personas y las comunidades de los Focolares en el mundo y -a propósito- quisiéramos aprovechar de estas fiestas navideñas para agradecer a todos aquellos que nos mandan noticias, permitiendo de ese modo que la vida del carisma de la unidad sea inspiración para muchos. En este espíritu, el correo electrónico del Padre Domenico De Martino -de 36 años, originario de Nápoles, ahora en misión en Burkina Faso- ha sido un verdadero regalo porque nos abre las puertas a un pedazo de humanidad que está viviendo un tiempo difícil, en donde la paz, la dignidad y la libertad religiosa están gravemente amenazadas y que está fuera de los radares mediáticos internacionales. En los últimos años Burkina Faso ha sido afectado por la violencia de grupos extremistas que han causado la muerte de cientos de personas, una oleada de secuestros y el cierre de muchas escuelas e iglesias. Una violencia que ha generado un masivo y continuo traslado de poblaciones de las regiones afectadas hacia la capital y los grandes centros urbanos. Según las últimas informaciones de las Naciones Unidas, a inicios de octubre se registraron 486.360 desalojados dentro del país, más del doble respecto de julio y las cifras están en constante crecimiento. Hay incluso quien habla de un millón de desplazados internos.
El Padre Domenico forma parte de la Comunidad Misionera de Villaregia y tuvo los primeros contactos con el focolar cuando tenía 12 años, al leer por primera vez la Palabra de Vida, el comentario mensual a las escrituras en el espíritu del carisma de la unidad, iniciado por Chiara Lubich hace más de cuarenta años. Encontraba el comentario cuando iba a visitar a los misioneros. “Luego, cuando tenía 17 años le escribí a Chiara Lubich para pedirle que me indicara una palabra del Evangelio que fuera luz para mi vida y porque quería compartir con ella mi recorrido de búsqueda vocacional. Guardo aún su respuesta en mi biblia y cada tanto la retomo. La palabra que me dio es: “Si uno me ama, observará mi palabra y mi Padre lo amará, vendremos a él, y en él haremos morada.” (Jn 14.23). Una Palabra exigente y fuerte, cuyo sentido para mi vida trato de comprender cada vez mejor. En 2012 fui ordenado sacerdote después de una experiencia de un año en Perú, en la ciudad de Lima”. Desde hace dos años, el Padre Domenico está en misión en Ouagadougou, la capital de Burkina Faso y está encargado de proyectos de promoción humana. “Burkina Faso significa literalmente ‘tierra de los hombres íntegros’ y entre los valores del pueblo están la familia y el sentido de comunidad. Hemos iniciado una escuela de alfabetización que hoy cuenta con 160 inscriptos; la mayor parte son chicas y jóvenes madres que no han podido estudiar. Hemos activado también un proyecto para mujeres que empezaron pequeñas empresas con las que se ganan el pan: las solicitudes para seleccionar son muchas y esto no siempre es fácil. El Evangelio y el deseo de estar dentro de este pueblo nos guían en nuestras opciones”.
En estos últimos meses han recomenzado las clases en los colegios de la capital; lo mismo, lamentablemente, no se puede decir para otras zonas del país. En el Norte, Noreste y Noroeste del país grupos terroristas quemaron muchas escuelas y terminando el año lectivo pasado varios profesores fueron asesinados. “Las modalidades son siempre las mismas: los bandidos o terroristas llegan a las aldeas, se llevan todo –ganado y cosecha– vacían los pequeños negocios y luego buscan a los profesores y les dicen que si no se marchan serán las próximas víctimas, a menos que enseñen la lengua árabe o la que ellos definen como ‘la religión verdadera’. Tuve ocasión de hablar con algunos profesores que a pesar de esta situación de crisis tienen que llegar hasta el lugar de trabajo en esas provincias porque el Estado no puede permitir que cesen las actividades, pero el miedo es grande. Por más de que nuestra zona es tranquila, tratamos de estar cerca de nuestra gente, compartiendo con ellos miedos y angustias. En septiembre del año pasado, en un ataque a una base militar, perdieron la vida 40 soldados, de los cuales 3 eran jóvenes de nuestra parroquia. Éramos muy amigos particularmente de uno de ellos, primogénito de una familia que conocemos muy bien. Cuando fuimos a su casa para las condolencias, frente a la viuda y a los dos hijos destruidos por el dolor, yo no conseguía dar una respuesta al porqué de tanto odio y horror. Cruzando mi mirada con la de Jean, el padre del joven muerto, que me dice siempre: ‘ustedes, sacerdotes, son el signo de Dios para nosotros; a ustedes podemos pedirles todo porque nos dan la palabra de Dios, su alivio y su voluntad’, no pude hacer otra cosa que estrecharle la mano impotente, sin pronunciar palabra, intenté sólo hacerle sentir que Dios estaba cerca de él”. En esta situación de grave inestabilidad, un signo de esperanza es la comunión creciente entre las distintas iglesias cristianas y con personas de otras religiones, particularmente los musulmanes, con los cuales nos reunimos en oración e invocamos la paz. Otro signo de esperanza que el padre Domenico nos cuenta es el proyecto para poder sostener la cuota escolar de algunos niños, a través de una beca. Hasta ahora son 96 los niños que la han usufructuado. “Nos desconcertó darnos cuenta de que muchísimos niños no tienen ninguna partida de nacimiento y por lo tanto para el Estado y para el mundo no existen. Las situaciones que encontramos son muy complejas y requieren un acompañamiento en distintos frentes. Es hermoso constatar que un proyecto hecho poniendo a Dios en el centro conduce a una comprensión y una gestión de las cosas más profundas, porque se mira a la persona en su globalidad. Para los certificados de nacimiento nos estamos organizando y ello permitirá darles dignidad a los niños de nuestros barrios”. Leemos entre líneas que el Padre Domenico podría contarnos muchísimas cosas más y sus palabras densas de amor por el pueblo burkinabé nos acercan a esa tierra. “La comunión –concluye el Padre Domenico– nos ayuda a ser Iglesia en el verdadero sentido del término, con los pies sobre la tierra y los brazos arremangados para trabajar por todos los hijos de Dios que están en la prueba y en la necesidad”.
Stefania Tanesini