Movimiento de los Focolares

Sale el primer número de Ekklesía

Un trimestral dirigido a cuantos trabajan en las distintas áreas del ámbito eclesial. «Senderos de comunión y diálogo» es el subtítulo que indica el estilo que caracteriza los contenidos. Nacida en sinergia entre el Movimiento de los Focolares y el Grupo editorial Cittá Nuova esta revista, en formato impreso y digital, sale con su primer número en italiano y, próximamente, con algunos artículos en inglés. En futuro se publicarán las ediciones en otros idiomas. Se propone como instrumento de formación, subsidio para la acción y fuente de inspiración para la búsqueda de caminos y lenguajes nuevos para compartir el Evangelio con las mujeres y los hombres de nuestro tiempo. Dirigida a los agentes y animadores de pastoral, miembros de las familias carismáticas (consagrados/as y laicos), personas comprometidas en la parroquia o en la diócesis, Movimientos eclesiales o asociaciones, ofrecerá también un espacio a las relaciones entre las Iglesias y entre las religiones, al encuentro entre convicciones y culturas diferentes, a la renovación de las Iglesias y de la sociedad. Cada número tendrá un enfoque y un tema específico. “La expresión griega ekklesia significa ‘asamblea’, personas que saben que son llamadas a ser juntas protagonistas del camino de un pueblo, -se lee en el editorial del primer número. Senderos, como dice el subtítulo, habla del carácter experimental y práctico del proyecto; comunión y diálogo indica la dirección en la que se mueve pero también el estilo; quisiéramos que las revistas, impresas y digitales, en los distintos idiomas en los que se publicarán, puedan expresar y estar al servicio de una comunidad”. Entre sus autores están el teólogo Piero Coda, Vincenzo Zani (Secretario de la Congregación para la Educación Católica), Tiziana Longhitano sfp, el cardenal Giuseppe Petrocchi (arzobispo de Aquila), el exegeta Gerard Rossé, Brendan Leahy (obispo de Limerick, Irlanda), Jesús Morán (co-presidente del Movimiento de los Focolares), el experto en la vida consagrada Fabio Ciardi omi, la experta en comunicaciones colombiana Susana Nuin, el teólogo anglicano Callan Slipper, el teólogo evangélico Stefan Tobler. Informaciones y suscripciones: www.cittanuova.it E-mail: ekklesia(at)cittanuova.it – abbonamenti(at)cittanuova.it

Sed de unidad en la tierra de las águilas

Sed de unidad en la tierra de las águilas

Veinticinco años de presencia de los Focolares en tierra albanesa “Nosotros, que hemos seguido el desarrollo del Movimiento en el mundo y en Albania en particular, hemos notado la respuesta concreta de los Focolares a la necesidad de los albaneses, a nuestra exigencia de unidad”. Lo afirma Donika Omari, publicista y traductora albanesa, de covicciones no religiosas, con ocasión del vigésimo quinto aniversario de la llegada de la espiritualidad de la unidad al “país de las águilas”. Albania es una tierra que aún sufre por las divisiones sociales, ideológicas y religiosas: en el país hay musulmanes, con la presencia de la confraternidad religiosa sufi de la Orden Bektashi; cristianos, en su mayoría católicos y ortodoxos; y muchas personas que no reconocen un credo religioso. “El mensaje de unidad de Chiara Lubich que supera divisiones de cualquier tipo entre las personas – prosigue Donika Omari – ha sido saludable para nuestra tierra”. El primer focolarino que llegó a Albania fue Gigi Franco y se instaló en la ciudad de Dirraquio (o Durrës) en 1991, donde lo recibió una familia. Luego llegó un segundo focolarino, y entonces se abrió el focolar masculino en Tirana y, algunos años después, también el focolar femenino. A partir de entonces se fue formando una comunidad de la que forman parte cristianos, musulmanes y personas sin un credo religioso. “El espíritu del ‘hacerse uno con el prójimo’, la fraternidad entre las personas sin distinción de categoría social, raza, nacionalidad, ideología – explica Donika Omari – son mensajes que me atrajeron desde el comienzo, en este Movimiento. Hay gran necesidad de todo ello en nuestro país, en donde nuevos y viejos trastornos sociales han obstaculizado la normalización de las relaciones humanas”. Un camino que conoció también momentos muy dolorosos, como la guerra en Kosovo en 1999. En ese momento todo el Movimiento en el mundo se movilizó para recoger ayudas, contribuir a la acogida de más de 500.000 refugiados e intervenir, después de la guerra, para la reconstrucción. Por los veinticinco años de los Focolares, en Tirana se realizó un evento público en el Aula Magna de la universidad católica “Nuestra Señora del Buen Consejo” y se presentó también la traducción albanesa del libro de Chiara Lubich “Un camino nuevo”. Los participantes fueron 200, con representaciones de Kosovo y Macedonia. Estaban presentes el Nuncio Apostólico Mons.Charles Brown, el arzobispo de la Iglesia católica Mons. Frendo, el obispo Asti Bakallbashi de la Catedral ortodoxa de Tirana, el Prof. Shehu, musulmán, docente de Pedagogía en la Universidad de Skopje. “Este aniversario está en la línea de la continuidad y del desarrollo – dice Livio Brianza, quien vivió en el focolar de Tirana durante 12 años –. Me dio alegría ver, a pesar de la presencia masiva del consumismo y la ansiedad por un futuro precario que a muchos les hace pensar en emigrar, el apego, incluso en los más jóvenes, a los valores familiares y sociales de la sociedad albanesa”. La Presidente de los Focolares, María Voce, envió un mensaje en el que expresa a la comunidad albanesa de los Focolares el deseo de que: “alimentados y fortificados por el continuo amor recíproco, podáis dar un aporte, con creciente esfuerzo y compromiso, para que vuestras ciudades ‘resplandezcan como el oro’ por la presencia más intensa entre vosotros del amor de los Amores”. “Veinticinco años atrás quería cambiar el mundo – dice Madi Roço, albanesa, experta en legislación ambiental – y estaba segura de que vería un mundo unido con mis ojos. Aún hoy tengo el mismo sueño, fuerte y claro. Ver la ‘familia’ de los Focolares crecida y unida mi armó de coraje para seguir adelante”.

Cristina Tomelleri

Pedrito, un modelo para todos

Con una solemne celebración, se ha iniciado, el 10 de diciembre, en la catedral de Téramo, Italia, la fase diocesana del proceso de beatificación del joven de los Focolares. En el año en el que la Iglesia ha dedicado una gran atención a los jóvenes, su nombre “de niño” resonó, el 10 de diciembre, bajo las bóvedas de la catedral de la Asunción de María, en el corazón de la antigua Téramo en la región Abruzos (en el sur de Italia), como un modelo para todos. El mismo día de su nacimiento, la solemne y concurrida celebración vuelve a hacer hablar a Pedrito Di Natale, estudiante de 17 años, fallecido en 1984 en “concepto de santidad”. No era aún mayor de edad cuando se ahogó entre las olas, frente a Silvi, pueblo costero a pocos kilómetros de su casa. Pero, desde entonces, todos los años, el 20 de agosto, una multitud cada vez más numerosa se reúne en el pequeño cementerio de Colledara para recordar y perpetuar, como un testimonio que debe pasar de mano en mano, su ejemplo de “pequeña piedra” angular, de cristiano plenamente realizado. El chico “de al lado”, llevaba el nombre de su padre, Pedro, que había muerto en un accidente de trabajo aún antes de que él naciera. Había crecido en el pueblo de Ornano Piccolo, cuyos habitantes circundaron enseguida a la joven madre Adelina, como la cresta protectora de las montañas de los alrededores, y donde Pedrito, con sólo 11 años, conoció la espiritualidad de los Focolares. Ese encuentro, fundamental en la vida del muchacho, se dio a través de dos jóvenes párrocos, el padre Gianfranco De Luca, actualmente obispo de Termoli-Larino, y el padre Giovanni D’Annunzio, hoy responsable del Movimiento Diocesano de los Focolares. Allí descubre, como un don, una certeza iluminadora, la del amor de Dios, que lo lleva a buscar a Jesús intensamente en la vida de todos los días. De él escribía recientemente el padre Giovanni D’Annunzio: «El corazón de Pedrito era sólo para Dios. Una etapa fundamental fue su participación en el Congreso de los chicos de los Focolares, en 1978. (…) Cuando volvió, noté que se había lanzado a vivir en profundidad cada momento. Había iniciado una carrera hacia la santidad». En los próximos meses se recogerán testimonios de quienes lo conocieron. Mientras tanto, hay publicada ya una ágil biografía (Teresa D’Orsogna, Pietrino Di Natale. … sono scattato ad amare…, ed. Palumbi, 2018) que nos acerca aún más a un muchacho que sigue inspirando a muchos jóvenes – y adultos – a seguir a Jesús por el camino de la unidad.

Chiara Favotti

Un “sí” a la humanidad

Felicitación navideña de Maria Voce, Presidenta del Movimiento de los Focolares https://vimeo.com/307656973 ¡Es Navidad! Si miro a mi alrededor en las ciudades, pero también a los medios de comunicación en general, me pregunto: “¿Pero qué es la Navidad?”. Y escucho una algarabía, porque es: almuerzos, regalos, adornos, luces, mercaditos…, y este ruido me parece que quiera cubrir – sin lograrlo– el grito de dolor y de sufrimiento de gran parte de la humanidad que pide solidaridad, respeto, acogida, paz, justicia. En definitiva pide amor. Y el hombre no sabe dárselo; pero Dios sí, Dios sabe darlo y lo da como Dios. Y ese Niño que vemos en el pesebre en esta Navidad, como en todas las Navidades, nos expresa precisamente el amor de Dios, un Dios que amó tanto al hombre que se hizo como él, se hizo pequeño, indefenso, teniendo que afrontar todos los sufrimientos, no solo afrontarlos sino vivirlos, todos los sufrimientos de la humanidad hasta la muerte. Un Dios que, de este modo, viniendo a vivir entre los hombres, repite su “sí” a la humanidad para volver a unirla a Él. Este “sí” de Dios al hombre está representado en ese Niño de Belén, en ese Niño del que los hombres ya no quieren ni siquiera oír nombrar. Estuve en un País en el que, para mantener todo el montaje de la Navidad sin hacer referencia a Dios, inventaron las “Fiestas de invierno” para hacer todo esto. Sin embargo, este Dios ama al hombre, sigue amando al hombre y nos lo repite todavía.  Y ese Niño no solo nos muestra el amor de Dios sino que nos hace partícipes del amor de Dios, nos lo da, nos lleva a vivirlo, nos enseña cómo hacerlo y nos invita a actuar de igual manera; es decir, a ser para las demás personas el testimonio del amor de Dios, dar a los demás el amor de Dios, un amor como el suyo, o sea: un amor que no tiene preferencias, un amor que llega a todos, un amor que no pone barreras, que no tiene prejuicios, que no discrimina a nadie; un amor que es capaz de abrir el corazón, de abrir las manos, de abrir los brazos, de abrir la cartera, de abrir la casa. Si vive un amor así entre los hombres, entonces es Dios mismo quien vive entre ellos, y Él es el único capaz de acoger como en casa a todos, de crear la familia con todos, de hacer a todos hermanos, de hacer fiesta realmente. Y esto es Navidad. Si vivimos así, esta es la verdadera Navidad para nosotros. Esta es la Navidad que yo quisiera vivir y quisiera desear a todos.            ¡Feliz Navidad!

Ciudades para la fraternidad 2019

Un premio al que se esfuerza haciendo acciones de fraternidad en el territorio que administra, al que trata de traducir este valor universal en acción política y compromiso civil. Están abiertas hasta el 15 de enero de 2019 las inscripciones o las propuestas de candidastura al “Premio Internacional Chiara Lubich por la fraternidad” que todos los años se otorga a Entes Locales (Provincias, Regiones, Comunidades de montaña, etc.) de todas las partes del mundo y de cualquier dimensión. Se premian proyectos que instituyen o difunden, en el territorio principalmente local, aunque también nacional e internacional, prácticas de fraternidad universal, según las distintas acepciones de significado de ese preincipio; estimulan a los ciudadanos a trabajar por el bien común y a participar en la vida de la comunidad civil; favorecen el crecimiento de una cultura de la ciudadanía activa e inclusiva. Y que favorezcan las sinergias: entre Administración, comunidades locales y sociedad civil organizada (asociaciones, grupos, comités, etc.) con incidencia en tales realidades. Las acciones deben ser representativas de un modo de administrar el territorio no episódico, consciente del valor de la fratenidad. Los proyectos pueden exponerse a través de elaboraciones de textos, elaboraciones hipertextuales y/o multimediales, elaboraciones audiovisuales. Todas las candidaturas y/o sugerencias (con su correspondiente material, que se adjunta) deben enviarse a la Presidencia de la Asociación “Ciudades por la Fraternidad”, Localidad de Castel Gandolfo, Piazza Libertà, 7 – 00040 Castel Gandolfo – Roma (Italia). Los materiales (si la dimensión permite su envío digital) pueden enviarse a través del correo electrónico a: associazionecittafraernita(at)gmail.com o info(at)cittaperlafraternita.org En la solicitud hay que indicar: nombre del Municipio/Ente/organización, datos del Alcalde en ejercicio, dirección completa y contactos; el nombre del proyecto o de la iniciativa y un abstract de un máximo de tres carillas A4; un adjunto (en las formas previstas) que describa el proyecto y su proceso. La premiación se hará en Santa Maria Capua Vetere – Caserta (Italia) en febrero de 2019. Para informaciones: Asociación “Ciudades por la Fraternidad” – teléfono +39 340 4182127 – +39 347 4573988; e-mail: associazionecittafraternita(at)gmail.com – info(at)cittaperlafraternita.org

1968-2018: Mariápolis Lia, la revolución continúa

1968-2018: Mariápolis Lia, la revolución continúa

La ciudadela de los Focolares en Argentina cumple 50 años. Pat Santoianni, Cecilia Gatti, Adriana Otero e Israele Coelho cuentan su vocación: los jóvenes. Acaba de cumplir cincuenta años la ciudadela de O’Higgins, en Argentina, una de las 25 Mariápolis permanentes en el mundo dedicada a la formación de jóvenes. Y no podía nacer bajo una mejor estrella, porque todo comenzó justo en 1968, el año de la protesta juvenil. Hoy, O’Higgins es conocida en el mundo como “Mariápolis Lia”, en honor a Lia Brunet, una chica valiente con una mente abierta al mundo, pionera de esta ciudadela de los Focolares en tierra americana. Fue una de las primeras que en Trento, desde los años 40, compartió con Chiara Lubich ideales y vida. Hasta hoy, más de 3.500 jóvenes de todo el mundo han realizado la “experiencia”, es decir, la elección de pasar desde algunos meses hasta un máximo de dos años en la ciudadela trabajando, estudiando y experimentándose en la convivencia multicultural, según la espiritualidad de la unidad, y luego volver a sus vidas, pero con un bagaje humano y de pensamiento que abre la mente y el corazón sobre pueblos y culturas. “En estos años hemos desarrollado un itinerario formativo – nos cuenta Pat Santoianni, antropóloga y co-responsable de la formación en la Mariápolis Lia – uno de los principios de esta propuesta formativa reconoce que es todo el cuerpo social que forma; es un camino existencial-antropológico sobre el modo de percibir la vida, el pensamiento, la acción”. Adriana Otero, bióloga, una de las coordinadoras del equipo de formadores, explica que la experiencia apunta a la formación integral de la persona: “Tratamos de estar constantemente en sintonía con los desafíos y los riesgos que nuestras sociedades ponen a los jóvenes en los diferentes campos: relaciones, opciones, libertad, compromiso social y civil, diálogo intergeneracional e intercultural, tecnología. Central es también la experiencia de trabajo que para muchos es la primera”. En el centro del itinerario pedagógico de la Mariápolis Lia está la relación – interviene Cecilia Gatti, investigadora en Pedagogía: “La educación es relación: este es uno de los principios de la Pedagogía que se inspira en la espiritualidad de los Focolares y que inspira nuestro itinerario. En consecuencia, es la relación con el otro lo que me permite crear vínculos, repensar mi vida, compartirla y construir el tejido social. Tener para la escuela, una ciudad permite que toda la vida se convierta en una ocasión para aprender: cada relación, cada diálogo, cada encuentro”. Por último, en la época de la Web 4.0, uno se pregunta si la elección de O’Higgins – un pequeño pueblo en medio de la pampa argentina – funciona realmente como un lugar de formación para estos jóvenes millennials. Israele Coelho, pedagoga brasileño, co responsable de la Formación y coordinador del itinerario para los jóvenes, responde que es la experiencia misma la que demuestra su validez: “A pesar de que este lugar lejano de todo puede parecer una contradicción, sigue demostrándose adecuado para los jóvenes, para ir en profundidad con la propia historia, para hacer silencio dentro y preguntarse sobre la propia relación con Dios y con los demás. Para muchos de ellos, la ‘experiencia’ es un momento importante para hacer o replantearse las elecciones fundamentales de la vida”.

Stefania Tanesini